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Principales plagas y enfermedades del eucalipto fuera de Australia

NOTA PREPARADA POR FAO

Las dilatadas plantaciones de eucalipto creadas en muchos países han sufrido hasta el presente pocos ataques de insectos y enfermedades, e incluso los daños así causados han sido, en general, insignificantes. Es evidente, sin embargo, que el establecimiento de plantaciones puras de eucaliptos en gran escala crea el peligro de posibles y graves ataques que podrían ir en perjuicio del empleo con fines comerciales de esta especie de rendimiento rápido. El presente trabajo no es más que una somera descripción de la situación actual, y no pretende ser completo. Se agradecerá toda información suplementaria que los lectoras puedan proporcionar a la Dirección de Montes de la FAO.

Los termes causan graves daños a los viveros y a las plantaciones jóvenes. En las obras especializadas pueden encontrarse en abundancia descripciones de los métodos más generales de exterminio de esta plaga, por lo que bastará mencionar aquí que el aldrín, el paratión y el DDT (hidrocarburo clorado), así como las pulverizaciones con sulfuros y en especial con 666, han dado resultados excelentes. En el Africa oriental, sobre todo en las regiones más áridas en que los termes suponen un peligro para las plantaciones de eucaliptos de hasta 3 ó 4 años de edad, el polvo de 666 y el dieldrín se utilizan para la protección aplicados en torno a cada planta (15 g. por planta), aunque resulta evidente que mientras mayor es la superficie de suelo tratada, más eficaz es el tratamiento, ya que en el momento en que las raíces se extienden más allá del área tratada, quedan atacadas. Para la plantación deben utilizarse plantas muy vigorosas y sanas, adoptándose un espaciado lo suficientemente cerrado para que después de un ataque sobreviva un número suficiente de plantas. Eucalyptus maculata parece ser más resistente que otras especies, mientras que E. citriodora, E. saligna y E. maideni son muy sensibles. En el territorio malayo se sigue el mismo método. E. deglupta es la especie más resistente. En Brasil se han utilizado con éxito el arsénico blanco y el arseniato de plomo o de sodio, mezclándolos con la tierra alrededor de las casillas de plantación, en dosis del 3 al 4 por ciento. El arseniato de plomo y el arsénico blanco son los productos más eficaces, y este último es también el mas económico. El 666 (0,45 por ciento de isómero gamma) ha proporcionado mejores resultados que el arsénico, siendo la proporción óptima de 6 g. por cada 100 g. de tierra. Resultados igualmente buenos se obtienen mezclando el 666 con la tierra de las macetas de barro en que se crían las plantas. Por el contrario, el DDT ha resultado casi totalmente ineficaz. En Brasil, E. alba, E. resinifera, E. paniculata y E. punctata han mostrado ser las especies más resistentes a los termes.

Hormigas

Los géneros Atta y Acromyrmex son muy dañinos en Sudamérica, y representan el mayor peligro para las plantaciones y viveros. Si bien estos géneros se hallan presentes en casi todas las zonas, son algo menos abundantes en las tierras bajas arenosas o sometidas a cultivo permanente. En la Argentina se considera que la presencia de 50 hormigueros por hectárea justifica el costo de las operaciones necesarias para destruir esta plaga antes de plantar el eucalipto. La realidad es que el eficaz combate de estos insectos resulta difícil y caro. Si sólo cuatro o cinco hormigueros consiguen escapar, esto basta para conducir a daños de gravedad.

Las hormigas lesionan las hojas y las yemas, causando la muerte de la planta. Esto exige una continua inspección durante el segundo y tercer años siguientes a la plantación. Se han utilizado muchos insecticidas en forma liquida o gaseosa para destruir los hormigueros. Para que estos productos sean eficaces deberán penetrar hasta los cultivos de hongos que sirven de alimento a estos insectos y destruir la reina. El bióxido de azufre poro o mezclado con arsénico y el bisulfuro de carbono (en dosis de 60 a 200 cm3 por hormiguero, según el tamaño de éste) se hacen penetrar por medio de instrumentos neumáticos especiales. El bromuro de metilo se utiliza mucho en el Brasil y exige únicamente un receptáculo can un tubo que penetra en el hormiguero, utilizándose unos 3 cm3 por m2 de hormiguero (1 Kg. por cada 30 hormigueros). Se utiliza también una mezcla de bromuro de metilo con cloropicrina al 20 por ciento, o bisulfuro de carbono al 80 por ciento. El 606 se utiliza como polvo, que puede inyectarse a presión en el centro del hormiguero, o como liquido; se obtienen los mejores resultados con 200 g. por hormiguero de polvo al 20 por ciento (2,4 por ciento de isómero gamma), y, en especial, con una mezcla de 100 g. al 60 por ciento (6 por ciento de isómero gamma) en 10 litros de agua. El clordano y lindano se utilizan dispersos en agua o en pulverizaciones sobre el suelo, o incluso sobre las plantas. El aldrín (de 1 a 2 Kg. por hectárea), el endrín y, en especial, el dieldrín son muy eficaces. Este último, en una densidad del 2 al 5 por ciento, se insufla a presión en el centro de los hormigueros, o se coloca con cuidado alrededor de éstos para evitar que las hormigas puedan abandonarlos. En el Brasil se ha ensayado con éxito la colocación del insecticida alrededor de cada planta en un anillo de bambú.

Gonipterus scutellatus

Este gorgojo de origen australiano es ciertamente uno de los insectos que hasta ahora ha causado mayores daños a las plantaciones de eucaliptos. Su presencia se ha observado en Nueva Zelandia, Unión Sudafricana. Rhodesia del Sur, Kenia, Uganda, Mauricio y Madagascar. Ataca con preferencia Eucalyptus maideni, E. viminalis, E. globulus, E. camaldulensis, E. robusta, E. citriodora y E. smithii. En cambio, E. saligna, E. cladocalyx, E. melliodora, E. crebra, E. fastigata, E. paniculata y E. maculata parecen ser resistentes. Existe una considerable literatura sobre este insecto y sobre los métodos de combatirlo, por lo que bastará aquí indicar que sufre los ataques de un parásito himenóptero, Anaphoides nitens, también de origen australiano, que se ha utilizado, en general, con éxito positivo, por ser de dispersión rápida. Gracias a esto, hoy en la Isla Mauricio los ataques de Gonipterus scutellatus son esporádicos y aislados.

En la Unión Sudafricana, el éxito ha sido prácticamente completo, excepto en lugares secos y de gran altitud (de 1.300 a 2.000 m.) en los que este parásito, si bien muy resistente, no medra bien. Sin embargo, incluso en estos lugares, se consiguieron resultados satisfactorios, a excepción de algunos casos con E. viminalis. El grado de éxito de este combate varía grandemente de un lugar a otro, sobre todo en las mesetas elevadas, influyendo en forma decisiva las condiciones climáticas locales y el suelo. Actualmente se ha conseguido un cierto equilibrio, que puede romperse, por ejemplo, por un año de sequía o por una mayor competencia entre los árboles. Esta lucha biológica ha demostrado ser muy económica y eficaz, y hoy sólo en casos excepcionales es necesario abandonar plantaciones de E. viminalis.

En Nueva Zelandia, Gonipterus scutellatus ataca a Eucalyptus globulus y E. viminalis y, en menor grado, a E. radiata y E. gunnii. No ataca a E. linearis ni E. amygdalina. La introducción de Anaphoides nitens ha constituido también un gran éxito en este país.

Ericoccus coriaceus

También de Nueva Zelandia se comunica la existencia de un cóccido que ocasiona grandes estragos, sobre todo a Eucalyptus globulus, E. viminalis, E. gunnii, y E. macarthuri, siendo los ataques menos intensos sobre E. amygdalina, E. obliqua, E. stuartiana, y E. eugenioides. Este insecto Be encuentra sobre las ramas y sobre las nerviaciones principales de las hojas, y segrega un liquido en el que se desarrolla un hongo de color negro característico. Sin embargo, hoy esta plaga no reviste un carácter grave para las plantaciones de eucaliptos, gracias al coccinélido Rhizobius ventralis, importado de Australia, a la mosca Pseudoleucopis benefica y al lepidóptero Stathmopoda melanchra, utilizados para el combate biológico.

Phoracantha semipunctata

Este coleóptero cerambícido proviene de Australia y se ha difundido en la Unión Sudafricana sobre Eucalyptus globulus, E. diversicolor y E. saligna. No sufren ataques E. paniculata, E. fastigata ni E. cladocalyx. En Rhodesia del Sur se encuentra sobre E. saligna y E. botrioides, pero no afecta a E. camaldulensis ni a E. citriodora. En Chile y en Argentina se encuentra sobre E. globulus y E. viminalis, y en la región mediterránea oriental sobre E. globulus y E. camaldulensis. Los árboles apeados son susceptibles al ataque, al igual que los árboles en pie en mal estado o los árboles jóvenes de 15 a 20 cm. de diámetro en lugares poco favorables (Chipre, Israel). La larva de este insecto abre una galería en la madera, que así queda inutilizada, y destruye el cámbium, ocasionando la muerte del árbol. Los métodos de lucha seguidos en Chipre consisten en apear y quemar los árboles jóvenes afectados. En la Unión Sudafricana se utilizan árboles trampa. En Israel se han conseguido interesantes resultados en el tratamiento de los latizales inmediatamente después del apeo.

Otros insectos

De los demás insectos que atacan al eucalipto en Sudamérica ninguno reviste gran importancia desde el punto de vista de su capacidad destructora. En lo referente al Brasil, pueden mencionarse dos lepidópteros, un geométrido, Thyrinteina arnobia, que puede destruirse con DDT al 2,6 por ciento y un limántrido, Phassus giganteus, que abre galerías en los puntos de contacto entre bejucos y árboles. También se han denunciado en el Brasil los siguientes coleópteros que se enumeran en orden de importancia:

Sternocolapsis quatordecimcostata, especialmente sobre E. citriodora, E. alba y E. maculata, mientras que E. globulus no sufre ataques y E. saligna los sufre muy ligeros. Se combate con 666 en polvo (1 por ciento de isómero gamma) o liquido; 250 g. de polvo (12 por ciento de isómero gamma) en 100 litros de agua. Costalimaita ferruginea, procedente de las plantaciones de algodón, que ataca con preferencia E. citriodora. Puede combatirse con 666 en polvo (1 ó 1,5 por ciento de isómero gamma). Colaspis quadrimaculata y Bolax flavolineatus. ESTOS dos últimos son de menor importancia.

En la Argentina se ha denunciado Conipterus gibberus, para combatir el cual se utiliza el 666 al 10 por ciento, o el clordano al ó por ciento. Se están estudiando medidas de combate biológico contra esta plaga. También en la Argentina la larva del coleóptero Dyscinetus gagates, devora la corteza de las plantas jóvenes, ocasionando su muerte. Para el combate de esta larva se utiliza el dieldrín o el clordano.

Tanto en Argentina como en Brasil se ha denunciado un trips, Isoneurothrips australis, procedente de AUSTRALIA que destruye las inflorescencias del eucalipto.

En el Ecuador, la larva del cerambícido Paramallocera ilinizae penetra en la corteza y en el cámbium, ocasionando a veces la muerte del árbol. En Nueva Zelandia el insecto más importante es un crisomélido, Paropsis dilatata, que ha causado daños muy graves en la isla del Sur sobre plantaciones de E. globulus, E. radiata, E. viminalis, E. regnans, E. gunnii, E. obliqua y E. eugenioides. Contra esta plaga no se han descubierto hasta ahora medios de lucha biológica, pese a las muchas tentativas en este sentido. Un calcídido, Rhicnopeltella eucalypti, que ataca únicamente a las ramas de E. globulus, ha obligado a abandonar las plantaciones de varias regiones, ya que hasta el presente no se han encontrado medios de combatir este insecto. Por último, existe un psílido, Rhinocola eucalypti, combatido con éxito por un eulófido, Pteroptrix maskelii y un tortrícido, Eucolapsis brunnea.

Hongos

Aparte de los hongos causantes de la paste de los semilleros, entre los muchos otros hongos denunciados, muy pocos son de importancia. Por ejemplo, en Sudamérica la gemosis de Eucalyptus citriodora que provoca la pudrición del cuello; un tumor del tronco de las plantas jóvenes, ocasionado por una especie de Cylindrocladium, y Ganoderma sessile, que ataca a los árboles dañados.

Botrytis cinerea se ha denunciado en varios países: Portugal, Argentina (sobre E. camaldulensis) Brasil (sobre E. citriodora, E. botriodes, E. alba), Kenia (sobre E. globulus, E. camaldulensis) e Italia (sobre E. globulus). Sin embargo, este hongo no es de gran importancia económica. Ataca las semillas en los viveros, o los árboles muy jóvenes que no se encuentran en buenas condiciones. En la Unión Sudafricana se han denunciado los ataques de Ganoderma colossum, especialmente sobre E. maculata y E. paniculata; de Lembosiopsis eucalyptina sobre las hojas de E. delegatensis y E. globulus; y de Stereum hirsutum sobre los brotes de raíz de E. globulus, que infecta estos brotes y posteriormente conduce a la pudrición del corazón. Este último hongo ataca también a los pies de E. diversicolor de más de 40 anos y a los brotes de cepas viejas de E. saligna. Para evitar esto último se limita el turno a un máximo de 30 anos y se cortan los árboles al ras, del suelo.

En Italia, Congo Belga y Sudamérica se ha observado el hongo Cercospora eucalypti sobre las hojas de eucalipto. En Marruecos, Hypoxylon mediterraneum vive con preferencia sobre Quercus suber, pero también ataca a E. camaldulensis, E. gomphocephala y E. robusta. En Chipre se ha denunciado un chancro que parece guardar relación con la presencia de Phoracantha semipunctata.

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