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Experiencia educativa en educación en población para jóvenes rurales a nivel comunitario en Chile

María de la Luz Silva D.

El Ministerio de Educación, con el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de la Juventud y con la coordinación del Servicio Nacional de la Mujer, están realizando una experiencia educativa en educación en población para jóvenes en general, que por sus características ha sido particularmente adecuada para los jóvenes rurales a nivel comunitario.

En el caso de Chile, siendo la población rural proporcionalmente menor que en otros países latinoamericanos, es la más vulnerable. En un país que actualmente muestra tasas de crecimiento de alrededor del 7% anual, en regiones con alta tasa de ruralidad manifiestan incluso con un crecimiento negativo. En materia de población, las tasas de embarazo adolescente que presentan superan en más de un 25% a las que presentan las jóvenes urbanas, tienen muy bajo acceso a servicios de salud reproductiva o de planificación familiar, presentan mayores índices de natalidad, de morbi mortalidad, y las tasas de mortalidad y de desnutrición infantil de sus hijos es mayor que en poblaciones urbanas.

Las políticas educacionales, cuyos objetivos apuntan a mejoramiento de la calidad y equidad de la educación asigna especial prioridad al sector rural a través del desarrollo de programas especialmente diseñados para focalizar en esta población. Estos programas actualmente incluyen a más de 4.800 escuelas rurales, es decir, al 100% de los establecimientos uni, bi y tri docentes, cubriendo los 363.597 estudiantes rurales, que se agrupan en casi 17.000 cursos.

El desarrollo de experiencias educativas dirigidas a jóvenes rurales deben contemplar las diversas dimensiones en que se plantea el problema. Por una parte, es una población que vive un proceso de cambio social acelerado, que debe adaptarse a los complejos procesos que implica la modernización del agro, pero a la vez, requiere cautelar por el tratamiento que se da a asectos fundamentales de identidad cultural que sustentan su desarrollo individual y social. En efecto, los temas de educación en población requieren ser tratados en el contexto cultural y social al que los jóvenes pertenecen; aspectos culturales propios de la tradición rural, de la tradición de las etnias, o de la zona geográfica en que se ubican, son muy importantes en el tratamiento de temas relacionados con la reproducción o la vida afectiva y familiar.

Estas y otras consideraciones nos hacen pensar que para abordar este tema con jóvenes rurales debemos resolver al menos dos aspectos centrales: por una parte, asegurarnos que sea una educación centrada en los sujetos, que junto con responder a sus necesidades de aprendizaje y de servicios en salud reproductiva, permita respetar la heterogeneidad en los niveles de desarrollo personal, como también las características culturales de su medio familiar y social. Por lo tanto, junto a un enfoque pedagógico adecuado, debe involucrar a todos los miembros de la comunidad, escuela, familia, organizaciones comunitarias, servicios de salud, autoridades locales, etc.

Un segundo tipo de problemas se derivan de las formas de ejecución de acciones en las cuales está involucrada la acción del Estado. En estos casos, es importante alcanzar coberturas elevadas al mismo tiempo que lograr un alto nivel de impacto, lo cual no siempre resulta fácil. Es por ello que en esta experiencia hemos intentado desarrollar un trabajo multisectorial, que permita abordar los distintos aspectos del problema que viven los sujetos desde las instancias que habitualmente trabajan en ello.

Por eso, el Ministerio de Educación avanza hacia la integración de esta experiencia como una estrategia educativa para que sea incorporada a las tareas que regularmente desarrolla el Programa MECE Rural desde ahora hasta el año 2000 en que finaliza.

Pero, simultáneamente, el Ministerio de Salud lo integra el Programa de Salud del Adolescente, que junto con el Programa de Salud de la Mujer y el de atención sico-social del Area de Salud Mental, deberán ir integrando la atención de la adolescente como parte regular de su trabajo con la comunidad, apoyando también sus necesidades de educación e información.

La participación del Instituto Nacional de la Juventud contribuye a la centralidad de la problemática juvenil en el abordaje del problema, y la coordinación e impulso otorgado por el SERNAM a esta iniciativa indudablemente responde a una prioridad sectorial y permite velar permanentemente por que se incorpore una perspectiva de género en el trabajo que se desarrolla.

LA EXPERIENCIA REALIZADA

La experiencia educativa realizada consiste en llevar a cabo un evento pedagógico cultural durante tres días seguidos, durante los cuales los jóvenes, sus padres, los profesores, otros adultos de la comunidad, se constituyen en pequeños grupos de conversación de aproximadamente 20 personas cada uno, y se reunen en sesiones de 90 minutos cada día. Estos son animados por uno de ellos mismos, que tiene por misión hacer de facilitador de la conversación y apuntar lo que surja de ella. También son factores muy importantes para la autogestión de la actividad, porque operan como canales de comunicación, de coordinación y de evaluación.

ETAPA DE DESARROLLO

El primer día los sujetos conversan acerca del tema desde sus propias experiencias y preocupaciones, lo que permite que se formulen preguntas. Estas son entregadas al equipo formado por personal de salud, orientadores, especialistas diversos, agentes pastorales u otros, que se constituyen como gentes educativos de esa comunidad. El segundo día, los agentes educativos responden a las preguntas de los grupos y se profundiza en la conversación. El tercer día se reúnen los grupos nuevamente para retomar los temas iniciales y analizarlos a la luz de lo aprendido y decidir responsablemente como actuar. Luego se realiza una actividad expresiva de tipo lúdico que ponga en común lo aprendido (sketchs, papelógrafos, etc.).

Desde el primer día se produce un efecto denominado "resonancia" que consiste en que, además de las conversaciones durante las sesiones, los participantes continúan "conversando" en la noche en familia, en el barrio, en las organizaciones comunitarias, en las salas de clases, y en todos los espacios en que manifiesta la convivencia social.

ETAPA DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN

Favorece la posibilidad de diálogo entre jóvenes y adultos, particularmente entre estos y sus familias, eliminando barreras relacionadas con temores y prejuicios, tanto de parte de los adultos como de los jóvenes.

Genera bases de confianza entre los distintos actores y facilita la relación entre los ámbitos a que pertenecen: entre la familia y los profesores, entre la escuela y los profesionales de salud, entre las autoridades locales y los grupos sociales. En el caso de los jóvenes rurales, es de la mayor importancia que los profesores y los profesionales de la salud puedan actuar de consuno, pero para hacerlo, deben contar además, con la confianza de la familia, pues en el caso contrario el obstáculo es casi insalvable.

Contribuye a sensibilizar a todos los sectores acerca del tema y de las formas de aborar tanto las necesidades de aprendizaje como de atención y de servicios de salud.

Contribuye a la creación de programas de educación sexual en los establecimientos educacionales.

ETAPA DE PREPARACIÓN

Para la preparación de estas Jornadas se capacita un pequeño grupo para que operen como equipo de gestión. Estos se deben constituir en cada liceo y organización comunitaria que participe, quienes actúan como multiplicadores en sus respectivos espacios, capacitando a alumnos, apoderados, docentes y a mujeres, jóvenes y hombres de la comunidad, para que sean animadores de grupos de conversación de pares suyos durante las Jornadas. Asimismo, estos equipos de gestión son los responsables de organizar y producir las Jornadas y de convocar a participar a quienes se constituyan como agentes educativos durante estas. La voluntariedad de la participación, incluso la de los profesionales de la salud con tiempo asignado para educación de la comunidad, es fundamental para asegurar un ambiente cálido y acogedor, de ceranía y respeto con los participantes de los grupos de conversación.

ELEMENTOS DE APOYO

Durante el desarrollo de las experiencias hemos desarrollado algunos materiales dirigidos a apoyar a las escuelas u organizaciones para autogestionar sus Jornadas. Para la difusión y también para presentar en imágenes la dinámica que se genera en los grupos de conversación, disponemos de un vídeo sobre Jornadas Escolares. Estamos preparando uno sobre Jornadas Comunitarias. El material más importante, sin embargo, lo constituye una Guía operativa que tiene por finalidad ayudar al equipo de gestión en las diferentes etapas de su trabajo; de preparación, de desarrollo de las Jornadas, y de seguimiento y de evaluación. Disponemos, además, de un álbum de fotos que resulta muy adecuado para tareas de advocacy, y con transparencias con la metodología, las cuales son utilizadas en sesiones de capacitación de agentes multiliplicadores.

CONCLUSION

La experiencia realizada ha sido muy rica y hemos aprendido mucho de ella, pero como siempre sucede cuando nos acercamos a conocer de cerca una realidad, nos muestra la inmensidad de lo que nos queda por aprender. Este taller es para nosotros una oportunidad que sin duda sabremos aprovechar.


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