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La influencia de la investigación y
de las publicaciones en las políticas forestales

M.J. Spilsbury y D. Kaimowitz

Michael J. Spilsbury y
David Kaimowitz
trabajan
en el Centro de Investigación
Forestal Internacional,
en Yakarta, Indonesia.

Un análisis basado en una encuesta de expertos forestales y una revisión teórica sugieren que la investigación influye sobre las políticas forestales en una manera indirecta.

Los organismos de financiación esperan de los encargados de investigar sobre cuestiones de política que hagan patente que su esfuerzo ha tenido un efecto medible, lo cual entraña una notable dificultad. Tradicionalmente, se pensaba que la investigación influía en la política de manera directa y que las diversas políticas estaban vinculadas con los resultados de la investigación. Sin embargo, muchos analistas creen actualmente que el nexo entre la investigación y la política es mucho más difuso: la investigación induce cambios en el saber comúnmente aceptado (conjunto de paradigmas dominantes en un momento determinado respecto de los objetivos deseados de las políticas y los medios para conseguirlos) y en los conceptos de política (premisas referentes al problema que hay que afrontar y al planteamiento que se debe adoptar), que, a su vez, influyen en los resultados de las políticas.

Dado el cúmulo de factores que influyen en las decisiones de los encargados de formular las políticas, sería ingenuo sobrestimar la importancia de la adquisición de conocimientos en ese proceso, que, no obstante, cumple una función. Este artículo contiene un análisis teórico de la forma en que utilizan la investigación los responsables de la formulación de las políticas, junto con el intento pragmático de averiguar cuál es la investigación que ha tenido influencia. Entre diciembre de 1997 y marzo de 1998, los autores encuestaron a través del correo electrónico a los expertos en política forestal sobre cuáles eran las publicaciones que influían en el debate internacional y nacional referente a las políticas que afectan a los bosques. Ciento sesenta y dos expertos respondieron a la encuesta. En este artículo se analizan las respuestas en el marco del debate más general de la relación entre investigación y política.

LA FORMULACIÓN DE LAS POLÍTICAS Y LA INVESTIGACIÓN

«No sabes, hijo mío, con qué poca sabiduría se gobierna el mundo.»

Conde Oxenstierna, carta a su hijo, 1648
(en J.F. Lunblad, Svensk plutarik, 1826)

En los manuales se describe la formulación de las políticas como un proceso racional, secuencial y diferenciado desde el punto de vista funcional. Es racional en el sentido de que los responsables de la formulación de las políticas preconizan las medidas más adecuadas para alcanzar unos objetivos determinados; secuencial porque primero se determinan los problemas, para luego evaluar las distintas alternativas, adoptar decisiones, llevarlas a la práctica, evaluar los resultados y modificar las políticas; y diferenciado desde el punto de vista funcional porque cada una de las actividades es distinta y claramente reconocible (Nakamura, 1987).

La vida real es un proceso mucho menos lineal y más iterativo. Los objetivos de los responsables de las políticas son ambiguos y cambiantes, y a menudo las decisiones se adoptan en función de factores externos; los participantes en la formulación de las políticas no son los mismos en todas las fases del proceso; en ocasiones se proponen soluciones antes de determinar los problemas; se abordan los mismos problemas en distintos escenarios de forma simultánea, y los políticos responden a las distintas presiones adoptando una actitud de compromiso (Cohen, March y Olsen, 1972). Por consiguiente, la investigación influye a menudo en las políticas de manera indirecta y difusa. Weiss (1977) afirma que los responsables de la formulación de las políticas se sirven de la investigación para delimitar los problemas, reflexionar sobre ellos y buscar nuevas perspectivas, más que para solucionar problemas concretos. Las conclusiones de la investigación son tan sólo una de las numerosas fuentes de información que tienen a su disposición.

Los responsables de las políticas utilizan la investigación no sólo como un elemento que les ayuda a tomar las decisiones, sino también como instrumento político para justificar decisiones que no se fundamentan en principios científicos (Boehmer-Christiansen, 1995). Pueden servirse de la investigación «para promover sus intereses personales, retrasar las decisiones, delimitar y ocupar su propio terreno o apuntalar la credibilidad institucional» (Garrett e Islam, 1988).

EL SABER COMÚNMENTE ACEPTADO, LAS POLÍTICAS Y LOS PARADIGMAS

«La sabiduría consiste en tratar de alcanzar los mejores objetivos utilizando los mejores procedimientos.»

Francis Hutcheson, Enquiry into the origin of our
ideas of Beauty and Virtue
, Tratado 1, 1725

La investigación no suele dar lugar directamente a nuevas políticas, sino que influye en ellas modificando el saber comúnmente aceptado y los conceptos de política. No todo el saber comúnmente aceptado consiste en conceptos de política, pero éstos son un elemento fundamental de aquél.

Kuhn (1962) modificó radicalmente el pensamiento de los científicos sobre la ciencia y, por extensión, la evolución del saber convencional y los conceptos de política. Anteriormente, la ciencia se veía como un proceso absolutamente acumulativo, en el que la humanidad acumulaba los conocimientos; cada descubrimiento científico se basaba en los precedentes. Kuhn puso de relieve que en ocasiones la ciencia avanza mediante un proceso acumulativo, pero que otras veces, los fundamentos del saber comúnmente aceptado experimentan cambios esenciales. En muchos casos, esta «modificación del paradigma» sólo se descubre retrospectivamente, cuando resulta evidente que algunos acontecimientos y hallazgos cruciales han alterado la forma de pensar de las personas sobre algún asunto. Los científicos comienzan a ver los problemas desde un nuevo punto de vista y adoptan una nueva visión o paradigma del mundo. Los cambios en materia de política se pueden conceptualizar del mismo modo.

La investigación capaz de destruir mitos y modificar paradigmas cuestiona con éxito los conceptos de política en vigor. En el caso de la actividad forestal, la tendencia de las organizaciones internacionales y de los organismos de financiación a seguir la moda en los asuntos de política parece favorecer ese cambio de paradigma. Sin embargo, incluso la investigación que no se aparta significativamente del saber comúnmente aceptado puede resultar influyente, si modifica progresivamente las opiniones y actuaciones de organizaciones y personas poderosas.

PUBLICACIONES QUE CONFIGURARON EL SABER CONVENCIONAL

Metodología de la encuesta y muestreo

Dado que los efectos de la investigación son abstractos y difíciles de medir, se llevó a cabo una encuesta para analizar la influencia de las publicaciones que se interpretan como un reflejo de la investigación. La finalidad de la encuesta, que se inició en diciembre de 1997, era determinar cuáles eran las publicaciones que los expertos en política forestal consideraban que habían ejercido influencia en los debates internacionales y nacionales sobre las políticas del sector. La encuesta se difundió a través de la lista de distribución electrónica de expertos en política forestal (EXPOFO), que existe en el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR). La lista de EXPOFO está configurada por aquellas personas a las que se considera especialistas de primer orden sobre las cuestiones de política forestal. Se pidió a los expertos que enumeraran:

Se hizo más hincapié en la influencia de las publicaciones sobre los debates que sobre políticas específicas, porque lo que se pretendía era identificar las publicaciones que hubieran tenido repercusiones sobre el saber comúnmente aceptado y la repercusión de las políticas en términos generales.

Las respuestas a la encuesta

Los 162 expertos que respondieron a la encuesta representaban el 28,6 por ciento de la población encuestada. Un tercio de ellos estaba formado por europeos, otro tercio procedía de América del Norte, el 15 por ciento de América Latina y el resto de Asia o África o de algún lugar no identificado.

Los resultados están sesgados porque las organizaciones internacionales, las universidades de los países desarrollados, las ONG ecologistas y los organismos donantes están mejor representados en la lista EXPOFO que los responsables de la formulación de las políticas y los investigadores de los países en desarrollo. También están sesgados desde el punto de vista de la oferta, porque quienes respondieron eran principalmente investigadores y asesores forestales, más que responsables de las políticas: el 37 por ciento de las respuestas procedían de universidades y centros de investigación de países desarrollados. El 10 por ciento de las respuestas fueron de ONG ecologistas de América del Norte y Europa y el 8 por ciento de organismos bilaterales de financiación. El personal de la FAO y de bancos multilaterales aportaron cada uno el 7 por ciento de las respuestas y los científicos del CIFOR el 10 por ciento. El personal de las universidades, los gobiernos y los proyectos de los países en desarrollo sólo aportaron el 10 por ciento de las respuestas (Figura 1). No todos los que respondieron citaron seis publicaciones; muchos mencionaron un número más reducido y algunos citaron 15 ó 19. Las opiniones de quienes citaron un mayor número de publicaciones tienen mayor peso en los resultados que las de quienes sólo citaron algunas. Probablemente, este factor no influyó de forma general en los resultados, pero es posible que condicionara la inclusión de determinadas publicaciones en la lista definitiva de documentos influyentes. El número total de publicaciones consideradas influyentes a nivel internacional o nacional ascendió a 370.

FIGURA 1: PROCEDENCIA DE QUIENES RESPONDIERON A LA ENCUESTA

¿Cuáles son las publicaciones influyentes?

Las publicaciones más influyentes son los libros de divulgación, los artículos generales de revistas prestigiosas no académicas y los documentos institucionales. El 31 por ciento de los 64 documentos citados más frecuentemente son libros vendidos en circuitos comerciales, el 17 por ciento aparecieron en publicaciones académicas (Science [cinco artículos], World Development, Nature, BioScience, Scientific American, Ambio y Forest Ecology and Management), el 13 por ciento proceden del Banco Mundial, el 11 por ciento del Instituto Mundial sobre Recursos, el 9 por ciento son documentos de la FAO y el 8 por ciento documentos de las conferencias de las Naciones Unidas (Figura 2). El cuadro recoge las 31 publicaciones mencionadas más asiduamente.

FIGURA 2: FRECUENCIA DE LAS MENCIONES POR TIPO DE PUBLICACIÓN EN EL CASO DE LAS PUBLICACIONES CITADAS TRES O MÁS VECES

En cuanto a las publicaciones que influyen en los debates de ámbito nacional, cada país tiene su propia lista de publicaciones; en general, no hay documentos que se mencionen muchas veces, pero sí algunos tipos de documentos que se consideran influyentes en muchos países. Así ocurre con los informes sectoriales del Banco Mundial, los planes de acción forestal tropical y los informes de comisiones gubernamentales.

Publicaciones que cinco o más encuestados consideraron influyentes

Autores y año

Publicación

Número de menciones

Repetto, R. y Gillis, M., 1988

Public policy and the misuse of forest resources. Nueva York, Estados Unidos, Cambridge University Press

34

Peters, C.M., Gentry, A.H. y Mendelsohn, R.O., 1989

Valuation of an Amazonian rainforest. Nature, 339(29): 655-656

22

Poore, D., Burgess, P., Palmer, J., Rietbergen, S. y Synnott, T., 1989

No timber without trees: sustainability in the tropical forests. Londres, Reino Unido, Earthscan Publications

22

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), 1992

Programa 21: Programa de acción para el desarrollo sostenible. Nueva York, Naciones Unidas

17

FAO, 1985

Tropical Forest Action Plan (TFAP): a call for action. Roma

15

Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland), 1987

Our common future. Oxford, Reino Unido, Oxford University Press

13

CNUMAD, 1992

Declaración autorizada, sin fuerza jurídica obligatoria, de principios para un consenso mundial respecto de la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo (los «Principios forestales») Nueva York, Naciones Unidas

11

Westoby, J., 1978, 1987

Exposición en el Congreso Forestal Mundial The purpose of forests (1978); The purpose of forests - follies of development. Oxford, Reino Unido, Basil Blackwell (1987)

11

Johnson, N. y Cabarle, B., 1993

Surviving the cut. Sustainable forest management in the humid tropics. Washington, D.C., Estados Unidos, Instituto Mundial sobre Recursos

9

Anderson, A.B., ed., 1990

Alternatives to deforestation: steps towards sustainable uses of the Amazon rain forest. Nueva York, Estados Unidos, Oxford University Press

8

Binswanger, H.P., 1989

Brazilian policies that encourage deforestation in the Amazon. Environment Department Working Paper No. 16. Washington, D.C., Banco Mundial

8

Mahar, D.J., 1989

Government policies and deforestation in Brazil's Amazon region. Technical Report. Washington, D.C., Estados Unidos, Banco Mundial

8

CNUMAD, 1992

Convention on Biological Diversity. Nueva York, Naciones Unidas

8

Banco Mundial, 1991

The forest sector: a World Bank policy paper. Washington, D.C., Estados Unidos

8

Repetto, R., 1988

The forest for the trees? Government policies and the misuse of forest resources. Washington, D.C., Instituto Mundial sobre Recursos

7

Eckholm, E., 1975

Tropical forest resources. Por J.-P. Lanly. Estudio FAO: Montes, Nº 30. Roma

6

FAO

The tragedy of the commons. Science, 162: 1243-1248

6

FAO, 1982

The primary source: tropical forests and our future. Nueva York, Estados Unidos, W.W. Norton

6

Banco Mundial, diversos años

National sector reports (general 2, Bolivia 1, Zimbabwe 1, Malaysia 1, Costa Rica 1)

6

Wilson, E.O., ed., 1988

Biodiversity. Washington, D.C., Estados Unidos, National Academy Press

6

FAO, 1978

Actividades forestales en el desarrollo de comunidades locales. Por J. Westoby. Estudio FAO: Montes, Nº 7. Roma

6

de Beer, J.H. y McDermott, M.J., 1989

The economic value of non timber forest products in South East Asia. Amsterdam, Netherlands Committee for IUCN

5

Myers, N., 1981

The hamburger connection: how Central America's forests became North America's hamburgers. Ambio, 10: 3-8

5

Peluso, N., 1992

Rich forests, poor people: resource control and resistance in Java. Berkeley, California, EE.UU., University of California Press

5

Chambers, R., 1983

Rural development: putting the last first, Nueva York, Estados Unidos, John Wiley and Sons

5

Schneider, R.R., 1994

Government and the economy on the Amazonian frontier. Latin America and the Caribbean Technical Department, Regional Studies Program, Informe Nº 34. Washington, D.C., Banco Mundial

5

Skole, D.L. y Tucker, D.J., 1993

Tropical deforestation and habitat fragmentation in the Amazon: satellite data from 1978 to 1988. Science, 260: 1905-1910

5

Skole, D.L. y Tucker, D.J., 1993

Tropical deforestation and habitat fragmentation in the Amazon: satellite data from 1978 to 1988. Science, 260: 1905-1910

5

Vincent, J., 1992

The tropical timber trade and sustainable development. Science, 256: 1651-1655

5

Instituto Mundial sobre Recursos, 1986

World resources. Washington, D.C., Estados Unidos

5

De las respuestas al cuestionario se desprende que en el curso de los últimos 30 años, tres instituciones han dominado los debates sobre las políticas que afectan a los bosques, a saber, la FAO, el Banco Mundial y el Instituto Mundial sobre Recursos (Figura 3). Casi un tercio de los encuestados mencionan cuando menos un documento de la FAO o del Banco Mundial. Un número aún más elevado (64 encuestados) citan al menos una publicación relacionada con el Instituto Mundial sobre Recursos. En el caso de esta institución, un dato importante es el gran número de encues-tados (34) que reseñan la obra de Repetto y Gillis, Public policy and the misuse of forest resources, publicado en 1988. De todas formas, 34 encuestados (el 21 por ciento) señalan, además de esa obra, al menos una publicación del Instituto Mundial sobre Recursos.

FIGURA 3: PUBLICACIONES MENCIONADAS DOS O MÁS VECES, AGREGADAS POR INSTITUCIÓN

La importante función del Banco Mundial y la FAO en la conformación del saber comúnmente aceptado se explica en parte por la masa crítica de recursos intelectuales de que disponen estas instituciones, y en parte por el hecho de que pueden promocionar sus ideas financiando iniciativas basadas en sus puntos de vista.

Los resultados de la encuesta muestran un gran predominio de los autores estadounidenses y europeos. Ninguno de los 39 autores y coautores de documentos citados por cinco o más encuestados procede de África, Asia o América Latina, pese a que la mayor parte de las publicaciones mencionadas se centran en los bosques tropicales. Esos resultados pueden deberse a la escasa representación de esos continentes entre las personas encuestadas, aunque probablemente ésa no es la única razón.

¿Cómo influyeron las publicaciones en los debates y en la política?

Las respuestas de la encuesta no ponen de manifiesto que los documentos que los encuestados consideran influyentes hayan afectado directamente a las políticas. En la mayor parte de los casos, es plausible considerar que las publicaciones han influido en el saber comúnmente aceptado y en los conceptos de política en los círculos internacionales relacionados con las políticas, los aspectos académicos y la financiación, y que esa influencia se haya ejercido en último extremo sobre los responsables de la formulación de las políticas de algunos países.

No obstante, a nivel nacional, muchos de los encuestados afirmaron que los informes gubernamentales y los del Banco Mundial, así como los planes de acción forestal tropical, influyeron directamente en las políticas. Es lógico, dado que estos documentos proceden de grupos implicados directamente en los cambios de política. Probablemente, no fueron los documentos los que ejercieron una influencia importante, sino los procesos que culminaron en su elaboración o que siguieron a ella, que dieron lugar a acuerdos sobre las medidas que había que adoptar.

Las personas que respondieron a la encuesta señalaron también que algunos temas adquirieron preeminencia como resultado de acciones de movimientos populares, de acontecimientos específicos o de iniciativas de los periodistas. En ocasiones, la investigación sobre estas cuestiones revela el intento de aprovechar la coyuntura con el fin de conseguir financiación para la investigación y de reclamar la atención de los responsables de la formulación de las políticas.

En la encuesta se hace referencia a publicaciones que se ajustan a las tendencias sociales y académicas más amplias respecto a los temas y el enfoque. Así, tienden a favorecer menos la intervención de los gobiernos, a conceder mayor atención a los servicios ambientales y a propugnar un mejor acceso de los grupos desfavorecidos a los recursos naturales. No está claro hasta qué punto la investigación conforma la opinión pública sobre estas cuestiones o simplemente refleja los cambios del saber comúnmente aceptado debidos a otras causas.

De todas formas, las respuestas de la encuesta indican que los principales conceptos de política por lo que respecta a los bosques han tenido relación con un reducido número de publicaciones que despertaron el interés del público por un tema determinado o dieron una mayor legitimidad a una determinada perspectiva de política. Así, los encuestados solían asociar:

Los resultados de la encuesta no permiten establecer una distinción entre cuestiones y argumentos que adquieren notoriedad debido a determinadas publicaciones y las que la consiguen por otras razones, pero más tarde los expertos los asociaron con un conjunto de publicaciones.

Muchos de los encuestados subrayan que el hecho de que una publicación fuera influyente no significa que fuera de gran calidad. Muchos señalan que algunos materiales influyentes eran más deficientes que otros. Al parecer, los trabajos más influyentes se comercializaban mejor, es decir, se les daba un tratamiento periodístico, se colocaban en publicaciones muy leídas, los promocionaban personajes o movimientos públicos o se vinculaban con instituciones destacadas o procesos de modificación normativa.

Algunos de los encuestados manifestaron incluso que las publicaciones influyentes transmitían a menudo mensajes erróneos o engañosos, simplificando distintos aspectos y exagerando los riesgos y oportunidades para alcanzar a una audiencia más amplia, o modificando los hechos de acuerdo con sus programas preconcebidos. Siete encuestados mencionan el artículo de Peters, Gentry y Mendelsohn sobre los PFNM en el Perú como ejemplo de este defecto. Aunque reconocen que el artículo sirvió para llamar la atención sobre los PFNM, critican sus métodos y conclusiones. Este ejemplo indica que un trabajo que posteriormente es desacreditado o criticado puede ser, no obstante, muy influyente al plantear cuestiones importantes, modificar el debate científico y conformar el resultado de las políticas. Presumiblemente, cuando los conceptos de política son equivocados, exagerados o incorrectos, se traducen en políticas y prácticas de desarrollo deficientes.

Asentar y popularizar el saber comúnmente aceptado es un proceso que exige tiempo. Sin embargo, cuando un concepto de política es aceptado, suele mantener su influencia durante algún tiempo (incluso cuando la investigación posterior pone en tela de juicio su validez), dado que las continuas citas de publicaciones anteriores refuerzan el concepto y las personas y las instituciones adquieren un interés personal en mantenerlo.

FIGURA 4: DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE LA FECHA DE PUBLICACIÓN DE LAS 64 PUBLICACIONES MÁS CITADAS

LOS ACONTECIMIENTOS, LAS PUBLICACIONES; EL SABER Y LAS POLÍTICAS

«El sino habitual de las nuevas verdades es comenzar como herejías y terminar como supersticiones.»

T.H. Huxley, "The coming of age of the Origin of species",
en Science and culture and other essays, 1881

La comparación de la cronología de las publicaciones influyentes mencionadas en la encuesta con los principales acontecimientos y tendencias sociales mencionados en la historia de los debates sobre la política forestal (Humphreys, 1996; Kolk, 1996; Shepherd et al., 1998) revela la existencia de nexos sugerentes en la evolución de los conceptos de política relacionados con los bosques.

Por ejemplo, el libro de Eckholm titulado The other energy crisis: firewood dio a conocer la crisis de la leña en 1975. La FAO abordó esta cuestión en 1978 con el mapa sobre la situación de la leña en los países en desarrollo. En 1980, la evaluación de la cubierta forestal mundial efectuada por la FAO contribuyó a convencer a los donantes y otras instancias de la importancia de la deforestación tropical y de la crisis de la leña. Este siguió siendo un tema destacado hasta que a finales del decenio de 1980, los comentarios críticos de varias publicaciones lo hicieron desaparecer del debate internacional.

He aquí otro ejemplo: entre mediados de los años setenta y mediados de los ochenta, varios trabajos de Myers, entre ellos "The hamburger connection: how Central America's forests became North America's hamburgers", publicado en Ambio (1981) y The primary source (1984), subrayaron la gravedad de la crisis forestal tropical y la importancia de la biodiversidad. A finales del decenio de 1980, un sinnúmero de publicaciones y actividades relacionadas con la biodiversidad, incluido un libro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos editado por Wilson en 1988, precedió a la firma del Convenio sobre la Diversidad Biológica en 1992.

Durante los últimos 20 años, las políticas y proyectos de muchos países -particularmente los países más pequeños y más pobres que dependen de la ayuda exterior- han reflejado cambios similares en el saber comúnmente aceptado. La difusión de ideas suscitó y reflejó cambios en las prioridades y posiciones en el Banco Mundial, la FAO y los principales organismos de ayuda bilateral. A su vez, estos organismos aportaron a los responsables de la formulación de las políticas de los países en desarrollo nuevas ideas e incentivos financieros para aceptarlas. Además, un cuadro de consultores relativamente reducido fue recorriendo los países para difundir el saber comúnmente aceptado del momento y para diseñar y ejecutar proyectos basados en esas premisas.

En la mayor parte de los casos transcurrían varios años desde el momento en que se «lanzaban» nuevos conceptos de política con ocasión de acontecimientos destacados o publicaciones muy conocidas hasta que esas ideas se traducían en cambios en el saber comúnmente aceptado, en las políticas y en la financiación. La mayor parte de las publicaciones que tres o más encuestados califican como influyentes datan de entre 1989 y 1994 (Figura 4). Sin duda, ello se debe a la gran preocupación que existía en ese período respecto de los bosques tropicales, pero también indica que el período que debe transcurrir para que una publicación sea reconocida y alcance la difusión necesaria como para adquirir notoriedad es de tres a 10 años.

CONCLUSIONES

Resulta difícil encontrar publicaciones que hayan influido directamente en las políticas forestales únicamente por la fuerza de sus argumentos. Aunque algunas publicaciones han resultado influyentes, no se puede afirmar que hayan conformado políticas determinadas. No obstante, la investigación en materia de políticas parece fomentar una mayor conciencia de quienes intervienen en ellas y configurar el saber convencional.

Aunque se determinó que algunos documentos habían influido directamente en las políticas nacionales, probablemente, no influyeron tanto los documentos en cuanto tales como los procesos que dieron lugar a su elaboración. La investigación relacionada con procesos normativos importantes o con organizaciones poderosas tiene más posibilidades de ejercer una influencia importante y adquirir un reconocimiento. No parece que la mera calidad de una publicación sea una condición necesaria o suficiente para ejercer influencia. En efecto, ha habido documentos influyentes y erróneos y determinados trabajos que luego han sido criticados o desacreditados por otros científicos han sido de gran importancia para plantear problemas, modificar el debate científico o configurar los resultados de las políticas.

Para que la labor de investigación sobre políticas sea influyente es tan importante la credibilidad como la idoneidad de la tarea realizada. La credibilidad parece estar muy relacionada con la reputación y la trayectoria de los autores, el prestigio de los editores y la influencia de las organizaciones que patrocinan la investigación y promueven sus resultados. Desdichadamente, el proceso por el que se adquiere la credibilidad ha atribuido a un grupo bastante reducido de analistas de política de países del Norte y a algunas organizaciones importantes una influencia exagerada, que ha podido impedir las aportaciones de analistas e instituciones de países en desarrollo. Las obras que dicen a quienes han de formular las políticas y a los personajes destacados lo que están esperando oír tienen más posibilidades de ser influyentes que aquellas que van contra corriente. Es posible oponerse y desacreditar el saber y los conceptos de política comúnmente aceptados, pero es más fácil conseguirlo cuando las tendencias políticas, sociales, económicas y científicas dominantes van en la misma dirección.

Los investigadores sobre cuestiones de política pueden reforzar su influencia no sólo dando buenas respuestas a preguntas correctamente formuladas, sino también transmitiendo esos mensajes a las personas adecuadas (a las más influyentes) en el momento preciso y en la forma apropiada. Los investigadores e instituciones más influyentes serán aquellos que puedan establecer eficazmente «coaliciones» que apoyen sus puntos de vista en el escenario de la política y que consigan asociar su labor con iniciativas bien financiadas.

Los investigadores e instituciones decididos a ejercer influencia no sólo deben prestar atención a la elaboración del producto de investigación, sino también al mercado en el que debe competir ese producto. Los resultados de esta encuesta resaltan algunos aspectos importantes del mercado de la investigación. Los investigadores e instituciones que quieran ser influyentes deben evaluar constantemente la demanda de los productos de su investigación e identificar oportunidades para que su trabajo consiga notoriedad. Las encuestas como la que aquí se expone ocupan un lugar importante en esa evaluación. 

Bibliografía


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