Los sistemas de labranza mínima y de labranza cero son muy similares ya que la tierra no se labra o se labra muy poco antes de la siembra; se dice que se hace una siembra directa. Este enfoque se ha extendido en los últimos años, llegando por ejemplo a ocho millones de hectáreas en Brasil e introduciendo importantes cambios tecnológicos en Asia.
Una ventaja importante de la labranza mínima es que los cultivos pueden ser sembrados inmediatamente después de que el cultivo anterior haya sido cosechado y, por lo general, en el momento más cercano al óptimo de la siembra. Esto no es posible con la labranza convencional ya que esta requiere más tiempo. Por lo tanto, la siembra directa es adecuada para aquellas regiones en las cuales se rotan dos o más cultivos en el mismo campo y en el mismo año. En muchas partes del sur de Asia el rendimiento de trigo baja considerablemente a medida que la siembra se demora mas allá de la fecha óptima (ver para mas detalles, Hobbs et al., 1997). En pocas palabras, esta demora cuesta en términos de producción. La labranza mínima, además de reducir el período entre dos cultivos, también puede ser más económica que la convencional.
La labranza convencional en las pequeñas fincas de algunas partes de Asia puede ser lenta y agotadora. En Bangladesh es común hacer seis aradas con bueyes y 11 operaciones de nivelación o dos pasadas con un rotavator y cuatro nivelaciones. Sólo después de estas operaciones el suelo está pronto para la siembra. Usando el sistema de labranza mínima la tierra puede ser labrada y sembrada en una sola operación; por ejemplo, usando aperos con un tractor manual chino, se obtiene en una operación un lecho de siembra de 5 cm, se siembra y se cubre con tierra (C. A. Meisner, com. pers.). Un sistema incluso menos dañino que el sistema de una sola pasada es la labranza en fajas, similar a la labranza cero pero donde se labran solamente unas fajas de 10 cm de ancho y 5 cm de profundidad.
Dos cultivos sembrados después de arroz en Bangladesh. Las cuatro pasadas de labranza normal requieren tres semanas demorando la siembra del trigo mas allá del momento óptimo. El rendimiento estimado es <2 t/ha. La labranza mínima, más adelantada, se sembró cinco días después de la cosecha del arroz. El rendimiento estimado es de 4 t/ha.
H GomezMacpherson
La labranza mínima acorta el período entre cultivos. Si esto permite una siembra más cercana a la óptima entonces el rendimiento aumentará. |
Otra ventaja importante de la labranza mínima es que la tierra puede no estar accesible para la labranza convencional a causa de sus condiciones de humedad, pero, sin embargo, puede ser accesible para la siembra directa del trigo. Por ejemplo, en el este de Uttar Pradesh, Bihar, norte de la India, y en Bengala oeste, las lluvias monzónicas se pueden extender de octubre a noviembre cuando el cultivo anterior de arroz está pronto para ser cosechado. En esas condiciones, el arroz es cosechado cuando la tierra está muy húmeda, en muchos casos con agua, ya que el drenaje puede ser difícil en los campos planos. Las labranzas no son posibles en ese momento ya que el suelo está muy húmedo y se hay que esperar que se seque con la consiguiente pérdida de tiempo.
El trigo puede ser sembrado en camas de cualquier longitud, de 60 a 90 cm de ancho y de 15 a 30 cm de altura, con dos o tres hileras de cultivo bien definidas por cama. Los surcos entre las camas permiten el paso del agua de riego y también el drenaje, el acceso para las tareas manuales de los operarios y la entrada de maquinaria para la escarda mecánica o manual, aplicar fertilizantes y cosechar. Las ruedas de las maquinarias no van sobre los camas sino en los surcos. Las camas se mantienen durante varios años para los cultivos sucesivos de trigo o la rotación que sea. Se puede encontrar mas información en Sayre y Moreno Ramos (1997) y Sayre (2000).
Ventajas
Rápido drenaje del agua de riego de la superficie de la cama que evita los efectos negativos de la formación de charcos y la inundación (pág. 74); evita la desoxigenación de la parte superior de la zona radical por largos períodos y permite un rápido acceso a la superficie de la cama después del riego para hacer trabajos mecánicos o manuales.
Un riego presiembra seguido por la escarda de las malezas emergidas minimiza el uso de herbicidas (pág. 64).
El riego tardío en camas minimiza el riesgo de encamado (pág. 54).
El fácil acceso de la maquinaria sin que se compacte el suelo, permite el abonado nitrogenado en bandas en la etapa del primer nudo o más tarde. Esto significa que una mayor parte del nitrógeno será usado en la producción de grano y que se perderá menos con el agua de riego por lixiviación o evaporado. La contaminación ambiental será menor.
Una siembra de precisión y un mejor ambiente para el crecimiento de las plántulas, resultará en una menor competencia por parte de las malezas y una mejor oxigenación de las raíces, por lo que se pueden usar densidades de semillas mas bajas, hasta 25 kg/h en contraste con la normal de 120 kg/ha (pág. 47). Esto puede facilitar la adopción del uso de híbridos.
Ya que el ambiente es mejor, las semillas pueden sembrarse menos profundamente dando lugar a una emergencia de las plántulas más rápida, a una cobertura total del suelo más temprana y a una mejor interceptación de la radiación solar (pág. 49). Esto es particularmente importante en el caso de cultivos en estaciones cortas en ambientes cálidos.
Los residuos de los cultivos pueden dejarse en los surcos para su estabilización (pág. 67). Los sistemas de labranza cero y labranza mínima (pág. 93) pueden ser más rentables en un sistema que use camas.
En general, el sistema de camas puede ser más rentable ya que se reducen los costos de los insumos (herbicidas, insecticidas, fertilizantes, agua) sin penalizar los rendimientos.
El mayor beneficio en muchos de los sistemas de cultivos tales como la rotación arroz-trigo es que el tiempo de barbecho entre ambos cultivos es muy corto. Teóricamente, usando labranza cero o mínima en camas, el trigo puede ser sembrado al día siguiente de la cosecha del arroz. El cultivo de arroz en camas se está probando y desarrollando.
Un cultivo en camas separadas por surcos que permiten el acceso y el riego. India.
H GómezMacpherson
Desventajas
Una mayor proporción de la superficie de la tierra está formada por surcos de riego/drenaje/paso y, por lo tanto, no se siembra. Por ello, la completa cobertura del suelo se demora comparada con la siembra de toda la superficie. Esto podría dar lugar a una reducción del rendimiento de hasta un 20 por ciento, sobre todo en cultivos de corta duración.
Hay un costo inicial para la preparación de las camas y ocasionalmente para su mantenimiento entre cultivos sucesivos; si bien no es necesaria maquinaria especializada muy costosa, el trabajo consume tiempo y esfuerzos.
No todas las variedades de trigo están adaptadas a la siembra en camas. Algunas tienen menores rendimientos que cuando se cultivan con métodos convencionales.