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SEGUNDA PARTE
estudios de casos en países

CAPÍTULO PRIMERO
BANGLADESH
1

I. INTRODUCCIÓN

La agricultura es el sector más importante de la economía, y la fuente principal del sustento en las zonas rurales, en las que vive el 80 por ciento de la población. Representa aproximadamente dos tercios de la fuerza laboral. Aunque previsiblemente irá disminuyendo, la proporción de la agricultura (cultivos, ganado, pesca y actividades forestales) representa una tercera parte del PIB, y los productos agropecuarios constituyen el 32 por ciento del valor total de las exportaciones.

El sector agrícola, en particular los cultivos alimentarios (principalmente arroz y trigo), juega un papel primordial y representa alrededor de un 76 por ciento del valor añadido de la agricultura, aunque la proporción de la producción pecuaria y pesquera ha ido aumentando constantemente en los últimos años. El arroz es el cultivo principal, que abarca el 75 por ciento de la superficie cultivada y representa el 70 por ciento del valor de la producción agrícola.

La producción agrícola, particularmente de alimentos, ha ido aumentando constantemente. La producción neta de cereales alimentarios (arroz y trigo) pasó de 14,5 millones de toneladas en 1984/85 a 17,6 millones de toneladas en 1992/93. Aunque este incremento del 21 por ciento fue superior al crecimiento demográfico (17,2 por ciento), resultó insuficiente para mejorar la situación de pobreza.

El yute en bruto y sus productos derivados, el camarón y el pescado congelados, y el té son los principales productos agrícolas de exportación. Los cereales alimentarios (arroz y trigo), el aceite comestible y las semillas oleaginosas, el algodón en rama, la leche y los productos lácteos, las especies, el azúcar y el aceite de maní son los principales productos agrícolas de importación. Aunque el volumen de las exportaciones agrícolas (salvo el yute en bruto y las manufacturas de yute) se ha mantenido estable, han ido surgiendo como importantes artículos de exportación el camarón congelado, las patas de rana y el pescado. Las importaciones de aceite comestible y semillas oleaginosas han aumentado, mientras que las de arroz han ido disminuyendo. El país recibe alrededor de un millón de toneladas de trigo en forma de ayuda alimentaria.

Según las estimaciones, en 1979-81 el 42 por ciento de la población total de Bangladesh (equivalente a 37 millones de habitantes) estaba desnutrida. En 1995-97 la proporción había descendido a 36,5 por ciento, pero la cifra absoluta de las personas desnutridas ascendió a 44 millones debido al crecimiento demográfico. Esta situación contrasta con la del conjunto de Asia meridional, donde la desnutrición ha descendido notablemente en el mismo período, de 38 a 23 por ciento. Por consiguiente, la reducción de la pobreza y la desnutrición constituyen una tarea ingente para Bangladesh. La inseguridad alimentaria está estrechamente relacionada con la pobreza y, en el nivel actual de desarrollo del país, la clave de la disminución de la pobreza reside en la agricultura.

Bangladesh cuenta con un buen potencial para el desarrollo agrícola. Dotado de suelos aluviales fértiles y de diversidad ecológica, dispone de una gran cantidad de recursos de aguas superficiales y profundas para el riego que no se utilizan. Según las proyecciones de la demanda y la oferta en el ámbito de la nutrición, basadas en hipótesis realistas sobre el crecimiento de la población y de los ingresos y la expansión del sistema de riego, el país podría generar excedentes de cereales alimentarios.

II. EXPERIENCIAS RELATIVAS A LA EJECUCIÓN DEL ACUERDO SOBRE LA AGRICULTURA

2.1 Acceso a los mercados

En el último decenio, Bangladesh ha emprendido reformas de gran envergadura en el ámbito de las políticas comerciales. La estructura arancelaria se ha simplificado considerablemente, y ha disminuido el número de los derechos progresivos, lo cual ha rebajado las tasas arancelarias y reducido su dispersión entre productos semejantes. Por lo que se refiere a los obstáculos no arancelarios, la atención se ha concentrado en la liberalización de los procedimientos relativos a la importación y en la eliminación de restricciones cuantitativas. Como consecuencia, en 1994 el comercio de todos los productos agropecuarios, excepción hecha de tres líneas del Sistema Armonizado (SA), estaba exento de restricciones cuantitativas (véase infra).

En la Ronda Uruguay, Bangladesh ofreció consolidaciones arancelarias del tipo máximo (200 por ciento) ad valórem para todos los productos incluidos en el Acuerdo sobre la Agricultura, con excepción de 30 líneas para las cuales el tipo consolidado fue del 50 por ciento.2 Además, para todos estos productos se consolidaron "otros derechos o cargas" al 30 por ciento, de manera que en total los tipos consolidados fueron de 230 por ciento para la mayoría de los productos y de 80 por ciento para las 30 líneas arancelarias.

En julio de 1999, quedaban restricciones cuantitativas relacionadas con el comercio para las importaciones de tres productos: huevos, excepto los de incubación (0407.00 del SA), hojas de 'tendu' (hojas de biri) (1404.901 del SA), y todos los productos que incluyen estearina de manteca, excluido el sebo no comestible y la estearina de palma RBD (1503. del SA). Otro aspecto en el que se encontraron algunas dificultades fue el del cumplimiento cabal de las disposiciones de la OMC sobre la valoración en aduana de algunos productos agropecuarios, como consecuencia del problema de la subfacturación de las importaciones. Para estos productos, las valoraciones en aduana se establecen administrativamente y no en base a la factura.

Por lo que se refiere a la experiencia relativa a la protección en frontera, en los últimos cinco años los tipos aplicados a los principales productos importados han sido muy bajos (entre 7,5 por ciento y 60 por ciento) comparados con el tipo consolidado (200 por ciento). Una disminución considerable que comenzó a partir de mediados de los años ochenta (Cuadro 1).

Cuadro 1: Aranceles consolidados y aranceles aplicados para determinados grupos de productos agropecuarios (porcentaje ad valórem)

Grupo de productos

Aranceles consolidados de la RU

Aranceles aplicados (%)

   

1985/86-87/88

1994/95-96/97

Cereales

200

30-100

7.5-60

Aceites comestibles

200

50-100

30-60

Productos avícolas

200

60

45

Productos lácteos

200

5-60

30-45

(elaborados)

     

Frutas y hortalizas

200

100

7.5-60

Fuente: IFDC, Implications of the Uruguay Round Agreements for Agriculture and Agribusiness inundaciones Bangladesh (Consecuencias de los Acuerdos de la Ronda Uruguay para la Agricultura y la Agroindustria en Bangladesh), Centro Internacional para el Desarrollo de Fertilizantes; Muscle Shoals, Alabama, Estados Unidos, junio de 1999.

Bangladesh aprovechó la posibilidad que el AsA daba a los países MA de ofrecer consolidaciones del tipo máximo en vez de seguir el proceso de arancelización. La arancelización - es decir, la fijación de aranceles básicos partiendo de los equivalentes arancelarios calculados - hubiera sido desfavorable, ya que los equivalentes arancelarios eran muy bajos y, en algunos casos, negativos. Al negociarse en la próxima ronda ulteriores reducciones de los aranceles consolidados, también serviría la consolidación actual, fijada en 200 por ciento.

En un estudio realizado últimamente sobre los equivalentes arancelarios para Bangladesh (véase el Cuadro 2) se indica que en 1995-96 los de la mayor parte de los productos agropecuarios eran positivos (un promedio no ponderado de 37 por ciento), pero inferiores a los aranceles aplicados (68 por ciento).3 De lo

Cuadro 2: Estimación de los equivalentes arancelarios aplicados a productos agropecuarios importados: 1995-96 y 1986-87

 

1995-96

 

1986-87

Producto

Precio al por mayor

(Tk/ton)

Precio paritario de importa-ción (Tk/ton)

Equiva-lente arance-lario

total

(%)

Derechos de aduana aplicados (%)

Equiva-lente arance-lario de los obstáculos no arancela-rios (ONA)

Equiva-

lente arance-

lario total (%)

Arroz

12 580

11 930

5

30

-25

22

Trigo

8 992

7 902

14

30

-16

13

Semillas

           

oleaginosas

19 270

18 230

6

60

-54

49

Aceite

           

comestible

39 230

29 000

35

60

-25

6

Lentejas

33 360

18 200

83

100

-17

25

Cebollas

11 420

8 400

36

100

-64

-18

Papa

6 530

12 870

-49

100

-149

-76

Azúcar

27 540

21 704

27

100

-73

85

Leche en

           

polvo

224 000

119 120

88

60

28

58

Algodón

24 293

83 111

-71

30

-101

-51

Fuente: Z. Bakht, op. cit.

Nota: La fórmula para calcular el equivalente arancelario (EA) total es la siguiente: EA = [(Pi - Pp)/Pp]*100, donde Pi es el precio interno al por mayor, Pp es el precio paritario de importación (precio de importación ajustado para incluir el margen del transporte, el costo de la manipulación y el mercadeo entre la frontera y el mercado mayorista). El tipo de cambio utilizado se ajusta en función del factor de conversión estándar (FCE). El equivalente arancelario de los ONA es la diferencia entre el equivalente arancelario total y el derecho aplicado.

que se deduce que los aranceles aplicados no lograron influir totalmente en los precios internos. Hay una serie de razones que explican este fenómeno. Una es que puede haber habido muchas importaciones no registradas de países vecinos que deprimieron los precios internos al ingresar sin pagar derechos. O también, porque los productos internos equivalentes pueden haber sido de calidad inferior. Es posible, asimismo, que los derechos vigentes simplemente no se hayan aplicado a algunos productos cuyas tasas de autosuficiencia se acercaban más al 100 por ciento, porque no hubo importaciones. En el mismo estudio se demuestra que los equivalentes arancelarios de los ONA fueron negativos en todos los casos, salvo uno (la leche en polvo), lo que podría atribuirse al desmantelamiento de la mayor parte de los ONA.

A juzgar por las informaciones relativas a los aranceles aplicados y a los equivalentes arancelarios calculados para los últimos años, parecería que Bangladesh debería tener bastante flexibilidad para la protección en frontera, incluso en el caso de que las actuales tasas consolidadas al 200 por ciento disminuyeran considerablemente, por ejemplo a 120-125 por ciento. Dada la importancia que revisten las consolidaciones arancelarias en el marco de la OMC, habría que proceder con cautela en materia de reducciones arancelarias. Se podría examinar la posibilidad de ofrecer tasas de consolidación diferentes según los productos, a diferencia de lo que se hizo en la RU. En tal caso, habría que hacer una distinción entre productos "sensibles" y otros productos, partiendo de un análisis pormenorizado de la importancia de cada producto para la economía y su sector agropecuario.

2.2 Ayuda interna

En la RU, Bangladesh no presentó compromisos detallados en materia de medidas de ayuda interna, alegando fundamentalmente que todas las medidas de ayuda pertenecían a las categorías eximidas (por ejemplo, el compartimento verde y el TED), y que los desembolsos por concepto de medidas de ayuda que tenían efectos de distorsión del comercio entraban dentro de los niveles de minimis.

Un estudio reciente sobre la cuantía de la ayuda interna confirma esta tesis, demostrando que el grueso de la ayuda a los agricultores se presta a través de medidas que no tienen efectos de distorsión del comercio, tales como la investigación, la divulgación y las infraestructuras, etc. (medidas del compartimento verde).4

Por lo que se refiere a las medidas que tienen efectos de distorsión del comercio (compartimento ámbar), las estimaciones de la MGA prestada a través de las subvenciones de insumos tanto para el período de base (1986/87-88/89) como para los años corrientes indicaron que, en proporción, raramente había excedido del 2 por ciento del valor de la producción agrícola, lo que está perfectamente dentro del 10 por ciento del nivel de minimis establecido para los países en desarrollo (Cuadro 3). Las subvenciones a los fertilizantes ascendieron a menos del 2 por ciento del valor de la producción agrícola, mientras que las subvenciones al riego en contadas ocasiones excedió del 1,5 por ciento. Una situación semejante fue la de las subvenciones para semillas, excepción hecha del maíz, en cuyo caso el porcentaje de la MGA excedió del 10 por ciento del valor de su producción en algunos de los últimos años. Incluso en este caso se justificaba perfectamente no incluir en la MGA las subvenciones al maíz dado que en su mayor parte se destinan a los agricultores de bajos ingresos (eximidos de la reducción por el AsA).

Con respecto a la MGA por productos específicos, existían planes de precios de sostenimiento sólo para el arroz y el trigo. Las estimaciones indican una MGA muy reducida y, por lo general, negativa (a causa de que los precios de sostenimiento eran más bajos que los precios paritarios de importación). En síntesis, las estimaciones indican que la MGA total para Bangladesh es muy reducida, inferior al 3,5 por ciento del valor de la producción agrícola. Como se trata de un porcentaje que está dentro del límite del 10 por ciento de minimis, queda todavía margen para aumentar la ayuda sin contravenir a las disposiciones de la OMC.

Se puede, pues, llegar a la conclusión de que el problema principal de Bangladesh no es tanto el de cumplir con las normas de la OMC - bastante fácil, al menos hasta el final del período de ejecución - cuanto el de aumentar de manera eficaz la cuantía de la ayuda destinada a la agricultura, que es muy reducida en comparación con las necesidades del sector.

Cuadro 3: Medida global de la ayuda prestada a través de las subvenciones de insumos agrícolas (porcentaje del valor total de la producción agrícola)

Año

Semillas

Fertilizante

Riego

1986/87

n.a

0,33

1,01

1987/88

n.a

0,60

1,34

1988/89

n.a

1,25

1,28

1990/91

0,16

n.a.

n.a.

1991/92

0,16

n.a.

n.a.

1992/93

0,18

n.a.

n.a.

1993/94

0,20

0

0,81

1994/95

0,1

0

1,06

1995/96

n.a.

0

0,83

Fuente: Asaduzzaman, op. cit.

Algunos problemas relacionados con este tema salieron a la luz en una mesa redonda celebrada en Dhaka en julio de 1999.5 Uno consistía en la necesidad de examinar las medidas de política, no tanto para cumplir con el AsA cuanto para lograr una mayor eficacia en la utilización de los recursos, por ejemplo concediendo subvenciones a la electricidad directamente en la fuente y no en la fase final. Se observó, asimismo, que podía correrse el riesgo de que la revisión de las medidas de política, para ajustarlas a las disposiciones de la OMC, pudiera hacerlas menos inocuas para el medio ambiente. En tercer lugar, algunos participantes se preguntaban si los criterios relativos a las medidas de la ayuda desconectada, compatibles con la OMC, eran los más eficaces para Bangladesh, dado que la orientación del AsA era reducir el exceso de producción en los países desarrollados, que no era el caso de Bangladesh. Cuarto, en la reunión se insistió en que las subvenciones y los sostenimientos de los precios podían cumplir una función en una economía agraria como la de Bangladesh siempre y cuando se otorgaran en el momento oportuno, en la medida justa y en los sectores apropiados. Lo que interesaba, por lo tanto, en el marco de la OMC era salvaguardar la posibilidad de conceder dichas ayudas en el futuro si se contaba con recursos para ello.

Aunque difícilmente tenga problemas en este momento, es posible sin embargo que Bangladesh se sienta limitado por las normas de la OMC en el futuro, por ejemplo si en la próxima ronda las disposiciones del AsA resultan más estrictas, o si los recursos presupuestarios permiten aumentar las subvenciones. Dada la importancia inmensa que reviste la agricultura para la economía, Bangladesh debe contar con la seguridad de que no se verá limitada en el futuro para ayudar a ese sector, para lo cual deberá participar activamente en la próxima ronda de negociaciones de la OMC.

2.3 Competencia de la exportación

Cuando se creó la OMC ya estaba bastante avanzada la liberalización del régimen de exportaciones en Bangladesh. La mayor parte de dicho comercio estaba en manos de privados y había pocos derechos de exportación. En el pequeño número de productos que estaban en la lista negativa de las exportaciones (artículos restringidos) figuraban las semillas oleaginosas, la semilla de yute, el azúcar, el azúcar marrón, las lentejas, las cebollas, el camarón fresco, el arroz en cáscara, el bambú, la caña, la madera, la rana y las patas de rana, el cuero bruto y el cuero curtido al cromo húmedo, y los cuernos de vaca. Algunas de estas restricciones en basaban en razones ambientales y sanitarias, mientras que otras respondían a la necesidad de aumentar el valor interno añadido.

En la RU, Bangladesh no se reservó el derecho de otorgar en el futuro subvenciones a la exportación. En realidad no podía hacerlo, porque no había notificado ninguna durante el período de base (1986-90).

Para facilitar el crecimiento de determinadas exportaciones, el Gobierno ejecuta ocasionalmente algunos programas de fomento de las exportaciones, tales como indemnizaciones en efectivo, desgravaciones fiscales, y medidas de promoción de la exportación. Estos planes están contemplados en el acuerdo de la OMC sobre subvenciones y medidas compensatorias, pero no está del todo claro si un país menos adelantado puede recurrir a estas formas de subvención cuando el AsA prohíbe todas las formas de subvenciones a la exportación. Por otro lado, Bangladesh tiene derecho, como cualquier otro país, a conceder subvenciones para reducir el costo del comercio interno y el flete internacional, y en alguna medida se vale de estas disposiciones.

Es difícil decir si la inhabilitación para subvencionar las exportaciones agrícolas impondrá en el futuro una limitación a la política comercial - por ejemplo, si mejora la situación presupuestaria o, si desde el punto de vista estratégico de la política comercial, se considera conveniente otorgar algunas subvenciones. Quizás los países en desarrollo deberían buscar en la próxima ronda algún tipo de flexibilidad en este aspecto (por ejemplo, una tasa de subvención de minimis), al menos para los países MA, ya que con toda probabilidad no plantearía ningún problema particular.

Por lo que se refiere a la limitación de las exportaciones, dado que Bangladesh no es un exportador neto de comestibles básicos (como lo es Pakistán en el caso del arroz) tiene derecho, como país en desarrollo, a prohibir o restringirlas, de conformidad con el Artículo 12 del AsA.

2.4 Otras disposiciones

Disposiciones en materia de salvaguardia especial de la agricultura (SGE)

Bangladesh no tiene acceso a las SGE ni experiencia con respecto a las salvaguardias especiales o generales de la OMC.

Contingentes arancelarios (CA)

Dado que Bangladesh no ha tenido que abrir contingentes arancelarios a otros, no tiene experiencia de cómo se administran. Su experiencia con respecto al acceso a contingentes globales ofrecidos por otros todavía no está documentada.

Acuerdos sobre medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS) y sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC)

Estos acuerdos se consideran resultados positivos de la RU ya que deberían reducir al mínimo el proteccionismo encubierto bajo el nombre de seguridad sanitaria y alimentaria. Especialmente porque los aranceles disminuyen progresivamente. En el caso de conflictos comerciales, los Acuerdos deberían proteger también los intereses de países como Bangladesh, de escaso dinamismo económico, contra las acciones de interlocutores comerciales más ricos.

El problema clave en esta esfera consiste en mejorar los niveles sanitarios y fitosanitarios con objeto de poder exportar productos agropecuarios a países cuyos niveles ya son altos. Se reconoce que éste es un problema que debe afrontarse cuanto antes porque queda muy poco margen de maniobra. El país tiene alguna experiencia al respecto, y a ella se refirieron los participantes en la mesa redonda celebrada en julio de 1999. Algunos países importadores se resistían a aceptar las certificaciones de inocuidad/niveles de inocuidad emitidas por la autoridad pertinente de Bangladesh. En algunos casos, interpretaron la "equivalencia" como "identidad", que en realidad los acuerdos no exigían ni era viable. Una tendencia perturbadora que parecía ir cobrando importancia era la del "hostigamiento" comercial basado en las SPS y los OTC, ya que los importadores interpretaban a su favor algunas de las disposiciones de zona "gris" de los acuerdos sobre las SPS y los OTC. También se decía que no siempre era viable resolver tales diferencias a través del proceso de solución de diferencias de la OMC, especialmente en el caso de países carentes de recursos financieros. Se observó, asimismo, que el período de transición concedido a los países MA para aplicar los acuerdos sobre las SPS y los OTC era demasiado corto.

Bangladesh ha tenido también algunas experiencias desfavorables en el sector de las importaciones.6 Algunas importaciones que han puesto en peligro la salud y seguridad de la población han podido entrar en el mercado interno por falta de normas y sistemas de inspección adecuados, debida en parte a los retrasos sufridos en la actualización del código alimentario interno. La ordenanza sobre alimentos limpios de 1959, que constituía la legislación alimentaria básica del país, se revisó y actualizó en 1994 para ajustarla a las normas y directrices del Codex, pero todavía no se ha promulgado.

Por último, Bangladesh cuenta con poca experiencia en lo referente a las diversas disposiciones técnicas y financieras contenidas en los acuerdos sobre las SPS y los OTC.

Decisión Ministerial de Marrakech

Bangladesh está clasificado como uno de los beneficiarios de esta Decisión, pero tiene poca experiencia sobre sus ventajas. Con el tiempo, el volumen de la ayuda alimentaria recibida ha ido descendiendo desde el 66 por ciento de todas las importaciones de cereales en 1986-88 al 38 por ciento en 1994-96.

Solución de diferencias

Hasta ahora Bangladesh no ha intervenido, ni directa ni indirectamente, en ningún conflicto comercial en la OMC.

III. EXPERIENCIA RELATIVA AL COMERCIO ALIMENTARIO Y AGRÍCOLA

3.1 Comercio agrícola

Los productos alimenticios representan alrededor del 80 por ciento del total de las importaciones agrícolas y sólo una pequeña proporción del total de sus exportaciones. Sólo el yute y el té representan más del 80 por ciento de todas las exportaciones de productos agropecuarios, y la mayor parte del resto se distribuye entre cinco productos o grupos de productos: frutas y hortalizas, hojas de tabaco, diversos materiales orgánicos crudos, pieles y cueros, y animales vivos.

En la Figura 1 se ve que las exportaciones agropecuarias han ido disminuyendo constantemente desde 1985-94, desde un promedio anual de 190 millones de dólares EE.UU. en 1985-87 a un punto mínimo (relativo) de 103 millones de dólares EE.UU. en 1994. A partir de entonces, aumentaron un 25 por ciento en 1995, volvieron a descender en 1996 en un 18 por ciento, y acusaron un fuerte aumento (34 por ciento) en 1997 y también en 1998 (11 por ciento). Pese a esta tendencia alcista registrada más recientemente, el promedio de las exportaciones anuales en 1995-98, situado en 134 millones de dólares EE.UU., fue casi igual al de 1990-94 (Cuadro 4), aunque 58 por ciento (50 millones de dólares EE.UU.) más alto en comparación con la tendencia descendente. De ahí que, aunque no hubo un aumento neto de las exportaciones en el período posterior a 1994, hubo sí una inflexión de la tendencia descendente.

Cuadro 4: Comercio agrícola en 1990-94 y 1995-98 (valor medio anual, en millones de dólares EE.UU., y variación porcentual)

Período

Importaciones

Exportaciones

Importa- ciones

netas

Incl.

el yute

Excl.

el yute

real a) de 1990-94

real (b) de 1995-98

extrapolado c) de

1995-98 (c)1

(b) - (a) 2

(b) - (c) 2

680

1 250

646

570 (84 %)

604 (93%)

134

134

85

0 (0%)

49 (58%)

53

52

41

-2 (-3%)

11 (27%)

546

1 116

561

570 (105%)

554 (99%)

1 Valor extrapolado basado en la tendencia de 1985-94

2 Los números entre paréntesis son variaciones porcentuales con respecto a) y c), respectivamente.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT. Los productos agropecuarios excluyen los productos pesqueros y forestales.

Dado que el yute representa más o menos el 60 por ciento de las exportaciones agrícolas, su comercio influye fuertemente en el resultado global de las mismas. El yute no está contemplado en el AsA y enfrenta pocos obstáculos arancelarios y no arancelarios en los principales mercados de importación. En el marco del AsA, pues, una pregunta que habría que hacerse es sobre la experiencia con respecto a las otras exportaciones agrícolas que no sean de yute. Por lo que se refiere al 40 por ciento restante de las exportaciones contempladas en el Acuerdo, las estadísticas indican que en 1995-98 fueron inferiores en un 3 por ciento a las de 1990-94, pero superiores en un 27 por ciento (11 millones de dólares EE.UU.) a la cifra de tendencia extrapolada para 1995-98 (Figura 2 y Cuadro 4). Por consiguiente, dejando de lado el yute, la actividad exportadora fue menos satisfactoria.

Figura 1: Comercio agrícola, 1985-98 (en millones de dólares EE.UU.; las líneas gruesas representan los valores reales, las líneas finas son las tendencias de 1985-94 extrapoladas a 1998)

Fuente: FAOSTAT

Figura 2: Exportaciones agrícolas, excluido el yute, 1985-98 (millones de dólares EE.UU.)

Fuente: FAOSTAT.

Las importaciones agrícolas dependen en general de las importaciones alimentarias (véase infra), que representan la mayor parte de aquéllas. El valor medio de las importaciones agrícolas en 1995-98 superó en un 84 por ciento al de 1990-94 y en un 93 por ciento al nivel de tendencia extrapolado (Cuadro 4).

Como consecuencia de estos movimientos, el valor de las importaciones agrícolas netas (e.d. déficit) aumentó marcadamente en 1995-98 hasta superar en un 105 por ciento (570 millones de dólares EE.UU.) al de 1990-94. Comparado con la tendencia (superior en un 99 por ciento) el resultado fue más o menos semejante.

El Cuadro 5 muestra las exportaciones de algunos productos importantes. En cuanto a los dos artículos principales de exportación, el valor del yute exportado no ha sufrido variación a pesar de que los volúmenes exportados aumentaron del 37 por ciento, debido a un colapso de los precios. En cambio, el valor de exportación del té varió por razón del volumen. Para el yute, el té, las frutas y hortalizas y las hojas de tabaco, tomados en conjunto, hubo un aumento del 32 por ciento del volumen exportado, pero el valor no varió porque los precios de exportación descendieron un 26 por ciento. El resultado de las exportaciones del resto de los productos agropecuarios tomados en conjunto fue impresionante, pero representan sólo el 6 por ciento del total.

Cuadro 5: Exportaciones y valores unitarios de las exportaciones de los principales productos en 1990-94 y 1995-98 (promedio annual)

   

Valor real

Valor de tendencia 1

Variación porcentual

Producto

Unidad

1990-94

1995-98

1995-98

(b/a)

(b/c)

   

(a)

(b)

(c)

(d)

(e)

Yute

millones $EE.UU.

81

82

44

1,6

86,9

 

miles de toneladas

261

358

199

36,9

79,8

 

$EE.UU./tonelada

308

232

231

-24,8

0,4

             

millones $EE.UU.

39

35

36

-10,4

-3,0

 

miles de toneladas

26

24

27

-10,6

-13,3

 

$EE.UU./tonelada

1 492

1 485

1 325

-0,5

12,1

             

Frutas y

millones $EE.UU.

7

6

4

-0,3

84,4

hortalizas

miles de toneladas

3

2

1

-23,7

215,4

 

$EE.UU./tonelada

2 426

2 302

2 725

-5,1

-15,5

             

Hojas de

millones $EE.UU.

2

2

2

8,1

1,5

tabaco

miles de toneladas

1

2

1

41,3

33,2

 

$EE.UU./tonelada

1 887

1 743

2 008

-7,6

-13,2

             

Total

millones $EE.UU.

129

126

86

-2,0

46,9

parcial

miles de toneladas

291

385

228

32,1

68,9

 

$EE.UU./tonelada

442

328

377

-25,8

-13,0

             

Otros pr.

millones $EE.UU.

6

8

-1

41,2

-933,0

agropecuarios

           

Todos los pr. agro-pecuarios

millones $EE.UU

134

134

85

-0,1

58,1

1 Veáse la nota 1 del Cuadro 4.

Fuente: Cálculos basados en datos de la FAO.

3.2 Comercio alimentario

Mientras en las importaciones agropecuarias los productos alimenticios constituyen la mayor parte (alrededor del 80 por ciento), en las exportaciones son mucho menos importantes. El total de las importaciones de alimentos aumentó el 76 por ciento, desde un promedio de 567 millones de dólares EE.UU. en 1985-87 a 998 millones de dólares EE.UU. en 1996-98. En este último período hubo cinco grupos de productos que representaron alrededor del 90 por ciento de todas las importaciones de alimentos: los aceites vegetales, las semillas oleaginosas, el trigo y la harina, el arroz y productos alimenticios varios. De estos cinco grupos, particularmente las importaciones de aceites vegetales, semillas oleaginosas y productos alimenticios varios han aumentado de forma pronunciada a partir de 1985-87.

En general la tendencia de las importaciones de alimentos entre 1985 y 1994 fue descendente, pero desde entonces se registró un fuerte repunte: en 1995, las importaciones duplicaron las del año anterior hasta alcanzar los 913 millones de dólares EE.UU., para seguir aumentando ulteriormente en 1996 y 1997, aunque de forma moderada, y descender ligeramente en 1998. En consecuencia, el valor medio de las importaciones en 1995-98 fue un 78 por ciento más alto que en 1990-94 (Cuadro 6), pero un 98 por ciento más alto que el valor de tendencia extrapolado.

Cuadro 6: Comercio alimentario en 1990-1994 y 1995-1998 (valor anual medio, en millones de dólares EE.UU., y variación porcentual)

Período

Importaciones

Exportaciones

Importaciones netas

real a) de 1990-94

real b) de 1995-98

extrapolado c)

de 1995-98 1

(b) - (a) 2

(b) - (c) 2

549

977

493

427 (78%)

483 (98%)

10

8

3

-2 (-19%)

5 (147%)

540

969

490

429 (80%)

479 (98%)

1 Véase la nota 1 del Cuadro 4.

2 Los números entre paréntesis son variaciones porcentuales con respecto a a) y c), respectivamente.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT. Los alimentos excluyen los productos pesqueros.

Bangladesh es un exportador de alimentos muy pequeño, con un promedio de exportaciones anuales de sólo 8 millones de dólares EE.UU. en 1995-98, comparado con los 134 millones de dólares EE.UU. del total de las exportaciones agrícolas. Aunque en ese período las exportaciones de alimentos fueron inferiores a las de 1990-94, superaron considerablemente el valor de tendencia extrapolado. En 1995-98, las importaciones netas de alimentos superaron en un 80 por ciento a las de 1990-94.

Figura 3: Comercio alimentario, 1985-98 (en millones de dólares EE.UU.; las líneas gruesas indican los valores reales, las líneas finas marcan las tendencias para 1985-94 extrapoladas a 1998)

Fuente: FAOSTAT

El Cuadro 7 muestra las variaciones registradas en las facturas y los componentes de las importaciones de todos los productos alimenticios principales. El aumento de los volúmenes explica la mayor parte del aumento de las facturas en el caso de los productos principales, a saber: los aceites vegetales, el arroz y las semillas oleaginosas. Lo mismo dígase de todos los productos alimenticios indicados en el cuadro tomados en conjunto.

Por último, la Figura 4 muestra cómo han variado anualmente las importaciones totales de alimentos en relación con el total de las exportaciones agrícolas. En 1985-87, la relación era de 3,0 - es decir, las importaciones de alimentos triplicaban las exportaciones agrícolas. A partir de entonces, la relación fue aumentando moderadamente hasta 1994, y se disparó en 1995 y 1996 antes de volver a disminuir en 1997 y 1998. El valor medio para 1995-98 fue de 7,4, casi el doble del de 1990-94 (4,2). Incluso en 1997 y 1998, cuando la relación había bajado, se mantuvo en 6,5, o sea un 55 por ciento más que en 1990-94. Por consiguiente, ha habido un deterioro evidente y significativo en el equilibrio entre las importaciones de alimentos y las exportaciones agrícolas.

Figura 4: Relación entre el valor de las importaciones totales de alimentos y el de las exportaciones agrícolas, 1985-98

Fuente: FAOSTAT

Cuadro 7: Importaciones y valores unitarios de las importaciones de los principales productos alimenticios en 1990-94 y 1995-98 (promedio anual)

   

Valor real

Valor de tendencia1

Variación porcentual

Producto

Unidad

1990-94

1995-98

1995-98

(b/a)

(b/c)

   

(a)

(b)

(c)

(d)

(e)

Aceites vege

millones $EE.UU.

137

294

121

114.8

142.2

vegetales

miles de toneladas

299

644

306

115,2

110,1

 

$EE.UU./tonelada

461

465

385

0,9

20,9

             

Trigo y

millones $EE.UU.

161

183

126

13,8

45,6

harina

miles de toneladas

1 197

1 262

813

5,4

55,1

 

$EE.UU./tonelada

137

145

153

5,2

-5,2

             

Arroz

millones $EE.UU.

18

187

-32

934,2

-679,5

 

miles de toneladas

99

1 212

-144

1119,3

-944,6

 

$EE.UU./tonelada

177

194

167

9,8

16,6

             

Semillas

millones $EE.UU.

43

98

71

126,5

37,7

oleagi-

miles de toneladas

137

272

228

97,6

19,0

nosas

$EE.UU./tonelada

317

356

186

12,1

90,8

             

Leche

millones $EE.UU.

52

53

54

2,5

-0,8

en

miles de toneladas

24

22

11

-8,8

95,8

polvo

$EE.UU./tonelada

2 165

2 437

2 793

12,6

-12,7

             

Total

millones $EE.UU.

411

815

340

98,3

139,7

parcial

miles de toneladas

1 757

3 411

1 216

94,1

180,6

 

$EE.UU./tonelada

238

248

267

4,2

-7,4

Otros food

           

productos

millones $EE.UU.

138

162

153

16,9

5,3

alimen-

io

           

ticios

           
             

Todos los

           

productos

millones $EE.UU.

549

977

493

77,8

98,0

alimen-

           

ticios

           
             

1 Véase la nota 1 del Cuadro 4.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT.

IV. CUESTIONES DE INTERÉS EN EL MARCO DE NUEVAS NEGOCIACIONES SOBRE LA AGRICULTURA

Del análisis realizado en la IIa. Sección se deduce que en su conjunto el AsA tuvo pocas repercusiones directas en la política agrícola de Bangladesh durante 1995-98. El Gobierno ya había simplificado unilateralmente su régimen de importaciones, mientras que sus aranceles estaban consolidados a cuantías muy elevadas y no tenían, por consiguiente, efectos restrictivos en las medidas aplicadas en la frontera. Los gastos por concepto de medidas de ayuda interna autorizados por el Acuerdo estaban muy por debajo de los niveles de minimis, tanto es así que el problema principal no era el del cumplimiento de las normas de la OMC sino el del bajo nivel de la ayuda y de las subvenciones. También las subvenciones a la exportación eran una cuestión de poca importancia. Con respecto a los otros aspectos tratados en el Acuerdo, por ejemplo las salvaguardias especiales, la Decisión ministerial de Marrakech sobre las dificultades de los países MA y PBIDA en materia de importación de alimentos, las medidas generales para imprevistos, la solución de diferencias y los contingentes arancelarios, hasta ahora Bangladesh no ha tenido experiencia. Como tampoco la ha tenido a propósito del acceso a contingentes arancelarios globales ofrecidos por otros. En cambio, ha tenido alguna experiencia relacionada con los acuerdos sobre las SPS y los OTC.

Hay, sin embargo, dos razones imperiosas que inducen a pensar que no debe terminar allí el análisis de la experiencia relativa a la ejecución del Acuerdo y de otros acuerdos de la OMC. La primera es la necesidad de garantizar que en las nuevas negociaciones sobre la agricultura se tengan plenamente en cuenta los intereses de Bangladesh en materia de comercio agrícola. La segunda es que Bangladesh debe asumir un papel dinámico para asegurarse de que los nuevos acuerdos no se limiten a reglamentar el exceso de ayuda y protección de algunos países sino que aborden más de lleno los problemas particulares de los países MA, por ejemplo la superación de los obstáculos que impiden el logro de su potencial agrícola y la seguridad de tener la parte que les corresponde en el crecimiento del comercio mundial.

Margen para una ulterior reducción de los aranceles consolidados

La experiencia realizada en 1995-98 sobre los aranceles aplicados y los equivalentes arancelarios calculados revela que hay mucho margen para reducir la actual tasa de consolidación del 200 por ciento. Tal vez es posible reducirlo hasta la mitad, a alrededor de 100 por ciento, como piden algunos, pero antes de adoptar una medida de este tipo sería necesario realizar nuevos análisis y verificaciones, especialmente por lo que se refiere a sus posibles efectos en la estabilización del mercado. En nuevas negociaciones multilaterales, es necesario también que Bangladesh siga de cerca el debate sobre la fórmula para reducir los aranceles y sus consecuencias para las actuales tasas consolidadas del país.

En su participación en las negociaciones, Bangladesh debería examinar la posibilidad de ofrecer aranceles consolidados diferentes según los productos, a diferencia de lo que ocurrió en la RU, para permitir una mayor flexibilidad. Podría hacer una distinción entre productos "sensibles" y otros productos, aplicando a estos últimos aranceles más bajos. Deberían tenerse en cuenta los resultados de estudios realizados sobre ventajas comparativas (véase infra), pero este criterio, fundamentalmente económico, debe ser complementado con otros, para prestar debida atención a otros factores socioeconómicos, como el empleo, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria.

Medidas de ayuda interna

Los niveles actuales de la MGA son muy inferiores a lo que permite el AsA. Es muy improbable que en un futuro cercano Bangladesh tenga dificultades con la MGA referida a productos específicos, mientras que la no referida a productos específicos podría aumentar si lo permiten los recursos presupuestarios. Varios países en desarrollo se encuentran en una situación parecida, y han propuesto por eso una modificación de las disposiciones del Acuerdo para poder combinar los dos componentes de la MGA antes de imponer la restricción del AsA, y tener así mayor flexibilidad. Aunque éste no es su caso, Bangladesh debería seguir de cerca el debate y examinar la posibilidad de apoyar la propuesta.

Dado que en Bangladesh la ayuda a la agricultura es más una cuestión económica y de recursos que de cumplimiento de las disposiciones jurídicas relacionadas con la OMC, lo más pertinente es concentrarse en la economía de la ayuda interna y en base a ello establecer una posición ante la OMC. La ventaja comparativa del país en diferentes productos ofrece un marco analítico apropiado. El estudio más reciente sobre Bangladesh demuestra que el trigo tiene una ventaja comparativa débil en la producción, mientras que el algodón, las cebollas y las papas son muy competitivas con las importaciones pero no en los mercados mundiales de exportación.7 Análogamente, el tabaco, las legumbres, las hortalizas y el té son fuertes contendientes en los mercados de exportación. Cultivos, como las semillas oleaginosas, guindilla y caña de azúcar casi no han mostrado ventajas comparativas para la producción interna. Dado que los compromisos de la OMC tienen un significado estratégico a más largo plazo, lo que hay que examinar no es sólo la ventaja comparativa estática sino también la dinámica, partiendo de supuestos diferentes en materia de tecnologías y de situación del mercado mundial.

Los acuerdos sobre las SPS y los OTC

El reto que supone el perfeccionamiento de las normas relativas a las SPS y los OTC es ingente, pero Bangladesh no tiene muchas alternativas si quiere sacar provecho del creciente comercio mundial de productos agropecuarios, especialmente elaborados. El perfeccionamiento de las normas que se aplican a los mercados externos supone también un perfeccionamiento de las que se aplican en el mercado interno, de ahí que se impone un examen y actualización de la legislación alimentaria, teniendo en cuenta el modelo de ley alimentaria elaborado conjuntamente por la FAO y la OMS, las normas, directrices y recomendaciones del Codex Alimentarius, los informes del Comité Mixto FAO-OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) y Residuos de Plaguicidas (JMPR), y las consultas especiales de expertos. Debería hacerse especial hincapié en la mejora del programa nacional de inspección y certificación de los alimentos de exportación para aumentar la confianza de los importadores. (La FAO ha prestado su asistencia en esto a muchos países en desarrollo). Otra de las prioridades es la capacitación del personal gubernamental y de la industria alimentaria en todos los aspectos relativos a la calidad e inocuidad de los alimentos.

Aunque una gran parte de esto debe hacerse en el país, Bangladesh también tiene que participar activamente en el debate que se está llevando a cabo sobre este asunto en organismos regionales e internacionales pertinentes, así como en la misma OMC. Los acuerdos sobre las SPS y los OTC disponen que se preste asistencia financiera y técnica, pero son compromisos que todavía tienen que traducirse en realidad. Análogamente, se requiere una participación más efectiva en los organismos internacionales que fijan las normas porque es allí donde se establecen las normas mínimas. Bangladesh debería unirse a otros países para proponer una ayuda financiera en pro de la participación de los países MA en dichos organismos. Por último, aunque siempre se puede optar por recurrir al proceso de solución de diferencias, un sistema más viable para países como Bangladesh sería apoyar la idea de un mediador comercial en Ginebra, dentro o fuera de la OMC, que preste oportunamente asistencia a los pequeños exportadores involucrados en conflictos comerciales.

Posibles consecuencias del acuerdo sobre los ADPIC para la agricultura

En Bangladesh se ha prestado poca atención a las posibles consecuencias para la agricultura de las disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC relativas a la patentabilidad de los materiales biológicos. Esto contrasta con el enorme interés mostrado por otros, como quedó de manifiesto en la mesa redonda de Dhaka, celebrada en julio de 1999, y a la que se hizo referencia en la Sección IIa. supra. Un aspecto en el que había mucha confusión y una sensación de incertidumbre acerca del futuro era el que se refería a las consecuencias de la patentabilidad de las semillas, plantas y animales con respecto a asuntos tales como la seguridad del suministro de semillas y sus costos, los derechos soberanos sobre los recursos genéticos, los derechos de las poblaciones autóctonas y comunidades locales, la bioseguridad y la seguridad alimentaria en general. Es evidente que cabría dar una máxima prioridad al examen exhaustivo de cómo podrían afectar a Bangladesh los artículos de ese Acuerdo. Habida cuenta del sostenido interés mostrado por el público en este tema, todos los interesados deberían participar de lleno en el proceso de examen.

Asistencia técnica y financiera

En diversos acuerdos de la Ronda Uruguay se prevé la asistencia técnica y financiera a los países en desarrollo, en particular los países MA. Ahora bien, como se trata de medidas para cuya aplicación se recomienda hacer todo lo posible, pero no vinculan jurídicamente, no siempre se toma en serio la vigilancia de su aplicación. Hay mucho que hacer en este aspecto, trabajando con otros beneficiarios para mejorar la situación.

Considerables reducciones de la ayuda y protección por parte de los socios comerciales

Una de las enseñanzas que deben extraerse de la experiencia de Bangladesh en la liberalización unilateral del comercio y el cumplimiento cabal de las disposiciones establecidas por el AsA es que dichas medidas no son suficientes por sí mismas para que el país pueda beneficiarse del creciente comercio agropecuario. Es igualmente importante que también los socios comerciales apliquen reformas semejantes, especialmente los que son más ricos. Con respecto a esto, muchos países en desarrollo han formulado propuestas para reglamentar las políticas de los países que continúan distorsionando los mercados agrícolas mundiales.

Un aspecto importante es el de mejorar el acceso a los mercados reduciendo fuertemente las crestas arancelarias y la progresividad arancelaria, y eliminando los obstáculos no arancelarios. Los obstáculos no arancelarios se presentan en formas diferentes, que van desde las normas restrictivas impuestas unilateralmente en los países en desarrollo en materia de salud, inocuidad y medio ambiente, incluido el etiquetado ecológico, al recurso unilateral de medidas antidumping y compensatorias. Redunda también en el interés de Bangladesh, en cuanto economía principalmente agraria y carente de subvenciones, negociar fuertes reducciones del elevado nivel de ayuda interna y de subvenciones a la exportación concedido por algunos países desarrollados.

1 El presente capítulo se basa, entre otras cosas, en estudios preparados para la FAO (en el marco de un proyecto diferente) por M. Asaduzzaman, Z. Bakht y Q. Shahbuddin, Dhaka (citados a continuación).

2 Las 30 líneas arancelarias se refieren a los 13 productos siguientes: caballos vivos, ovejas vivas, aves vivas, patas de rana, cabello humano, papas de siembra, té verde (no fermentado), té negro, arroz sin descascarillar, alpiste, soja (semillas), semillas de algodón y melazas.

3 Z. Bakht, Report on Border Protection and Export Subsidy (Informe sobre protección en frontera y subvenciones a la exportación), Informe de consultores preparado para la FAO, BIDS, Dhaka, agosto de 1999.

4 M. Asaduzzaman, The Uruguay Round, WTO Rules and the Bangladesh Agriculture (La Ronda Uruguay, las normas de la OMC y la agricultura de Bangladesh), Informe de consultoría preparado para la FAO, BIDS, Dhaka, agosto de 1999.

5 Informe de la mesa redonda sobre las consecuencias de los Acuerdos de la Ronda Uruguay para la agricultura de Bangladesh, celebrada en Dhaka el 28-29 de julio de 1999, FAO.

6 M. Faruque, The SPS and TBT Agreements and the Bangladesh Situation (Los acuerdos sobre las SPS y los OTC y la situación de Bangladesh), Informe de consultoría preparado para la FAO, Dhaka, agosto de 1999.

7 Q. Shahabuddin, Comparative Advantage in Bangladesh Agriculture (Ventajas comparativas en la agricultura de Bangladesh ), Informe de consultoría preparado para la FAO, BIDS, Dhaka, agosto de 1999.

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