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Cuestiones éticas
fundamentales

En el mandato del Cuadro se pide a éste que reflexione y fomente la reflexión sobre cuestiones éticas que se plantean en la producción y consumo de alimentos, así como en el desarrollo agrícola, incluidos los sectores forestal y pesquero. Ello debe realizarse en el contexto de la seguridad alimentaria, el uso sostenible de los recursos agrícolas, la salvaguardia de la biodiversidad y una combinación equilibrada de tecnologías tradicionales y modernas para aumentar la seguridad alimentaria y promover la agricultura sostenible.

El Cuadro consideró que el compromiso ético fundamental de la FAO es el de tratar de liberar a la humanidad del hambre y garantizar el acceso de todos a una alimentación suficiente, como se declara en la Constitución de la Organización y en sus compromisos posteriores. También observó que, si bien el objetivo de la conservación y ordenación sostenible de los recursos naturales para las generaciones actuales y futuras no se reconocía expresamente en la Constitución, en la práctica se ha convertido en uno de los grandes objetivos de la FAO.

El Cuadro observó la existencia de algunas diferencias de opinión en el mundo de hoy en relación con los valores éticos, en particular el enfrentamiento entre planteamientos utilitarios y libertarios y las valoraciones éticas de las acciones frente a las de las consecuencias o resultados. Las diferencias culturales influyen también en las posiciones éticas. No obstante, se puede encontrar una base común en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; desde su adopción en 1948, ha habido un marco de valores básico que abarca las distintas culturas, religiones e ideologías.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un conjunto integrado en el que los distintos derechos contemplados se consideran interdependientes e indivisibles. Entre ellos figura el derecho a un nivel de vida suficiente, incluida la alimentación. En la Declaración se incluye también el derecho de todos a beneficiarse de los avances de la ciencia y tecnología modernas.

En el Artículo 1 de la Declaración se asienta el principio básico de que los seres humanos no sólo nacen libres e iguales en dignidad y derechos sino que además están dotados de razón y conciencia y deben comportarse fraternamente los unos con los otros. En relación con la evaluación ética del Cuadro resultan especialmente pertinentes los valores de la alimentación, la salud, los recursos naturales y la naturaleza misma. En resumen, la ética requiere que las personas vayan más allá del propio interés y se ocupen unas de otras, que cuiden de la tierra y estén dispuestas a compartir los recursos comunes. No obstante, debe tenerse en cuenta que, en la práctica, estos valores pueden entrar en conflicto unos con otros. El respeto a la vida es fundamental para la ética. Por ello, la alimentación y la garantía del acceso a unos suministros suficientes por parte de todos figuran entre las principales prioridades en la jerarquía de valores humanos.

El Cuadro tuvo en cuenta la ventaja comparativa de la FAO para ocuparse de los aspectos éticos de la agricultura y la alimentación, y consideró también la división del trabajo entre las diferentes organizaciones de las Naciones Unidas. Un aspecto fundamental del mandato de la FAO es la realización del derecho a la alimentación, definida por el Comité sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas 2 (Observación General N° 12) en los siguientes términos:

El derecho a la alimentación adecuada comprende la disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de los individuos, sin sustancias nocivas, y aceptables para una cultura determinada, así como la accesibilidad de esos alimentos en formas que sean sostenibles y que no dificulten el goce de otros derechos humanos.

A pesar del hecho de que la comunidad internacional ha reafirmado frecuentemente el derecho de todos a no padecer hambre, la cruda realidad es que más de 840 millones de personas de todo el mundo, la mayoría de ellos en países en desarrollo, están crónicamente hambrientos. La raíz de este inmenso problema del hambre y la malnutrición no es una falta mundial de alimentos, sino más bien la falta de acceso a los mismos. Esta se debe sobre todo a la pobreza y a la enorme diferencia de ingresos entre los ricos y los pobres en todo el mundo, y se ve agravada por la situación de conflicto armado y degradación ambiental.

La tarea ética más urgente es evaluar las actividades relacionadas con la agricultura y la alimentación desde el punto de vista de su contribución efectiva y potencial a la reducción de la pobreza, el hambre y la malnutrición.


2 El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas es un organismo de expertos independientes establecidos por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) para supervisar la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Formula observaciones generales, que sirven como interpretación o guía sobre las obligaciones contraídas por los Estados en virtud del Pacto. Se han formulado observaciones generales, por ejemplo, acerca del derecho a la alimentación, a la salud, a la vivienda y a la educación.
Los textos de estas observaciones generales pueden encontrarse en la página Web de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, http://www.unhchr.ch.

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