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La producción mundial de cereales en 2000 se estima provisionalmente en 1 852 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al pronóstico de noviembre. También se ha ajustado al alza a 1 909 millones de toneladas el pronóstico relativo a la utilización mundial de cereales. El déficit de producción tendrá que colmarse mediante una utilización significativa de las existencias mundiales. Las estimaciones de las existencias de cereales en China (Continental) se han revisado considerablemente para todos los años a partir de 1980, lo cual aumenta significativamente las cifras de las existencias mundiales comunicadas anteriormente. Sin embargo, aunque grandes en términos absolutos, las revisiones representan sólo ajustes estadísticos en las variables históricas de la oferta y el consumo en China, y, por ende, inciden poco o nada en las variables fundamentales del mercado (véase el recuadro de la pág. 23). Las informaciones más recientes indican que más de 60 millones de personas hacen frente a emergencias alimentarias en todo el mundo debido a riesgos naturales y catástrofes de origen humano (véase el recuadro de la página 6). El comercio mundial de cereales en 2000/01 (julio/junio) se pronostica ahora en 236 millones de toneladas, alrededor de 2 millones de toneladas menos de lo que se había informado en noviembre, pero un volumen ligeramente superior al del año anterior. La mayor parte del incremento debería derivarse del aumento de la demanda de importaciones de cereales secundarios. Los precios internacionales del trigo y los cereales secundarios registraron pocos aumentos desde noviembre, y los del arroz fueron en general más bajos. Continúa pesando en los mercados cerealeros la gran cantidad de suministros de los países exportadores. Según los pronósticos, los precios de las semillas oleaginosas y de sus productos continuarán moviéndose en direcciones opuestas en 2000/01. Aunque es probable que los suministros de aceites y grasas, cuantiosos en relación con la demanda, limiten las posibilidades de una recuperación sostenida de sus precios, en el caso de las semillas oleaginosas, las tortas oleaginosas y las harinas, la difícil situación de la oferta y la demanda podría redundar en una recuperación ulterior de sus precios. El comercio de los productos de las semillas oleaginosas debería seguir creciendo, pero a un ritmo menor que en las dos últimas campañas. El crecimiento de la producción mundial de carne disminuyó en 2000, como efecto principalmente de una merma de la producción en los países desarrollados. Debido a la perturbación del mercado causada por los brotes de enfermedades de animales en los principales países exportadores, el comercio mundial de carne creció menos del 2 por ciento. Aunque las perspectivas para el comercio internacional en 2001 deberían crecer, es probable que se vean influenciadas por la constante preocupación que suscita la EEB, factor que podría también pesar en los precios de la carne de vacuno durante 2001.