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IV. El manejo de plagas y enfermedades transfronterizas y sus efectos económicos

OPCIONES DE GESTIÓN

Existe una variedad de opciones de gestión cuando las autoridades locales, nacionales, regionales o internacionales se enfrentan a las decisiones relativas a las plagas y enfermedades transfronterizas. Las siguientes secciones se concentran en los procedimientos para elegir las medidas para combatir las plagas y enfermedades transfronterizas.

Los agricultores suelen encontrar plagas en sus cultivos y se enfrentan a la incidencia de enfermedades en su ganado. El manejo moderno de plagas no intenta eliminarlas todas sino que trata de crear un entorno que mantenga baja la densidad de su población. El manejo en la explotación es diferente de la lucha contra la difusión de las plagas y enfermedades transfronterizas, cuyo objetivo es impedir el ingreso de una población que se puede reproducir y logra sobrevivir en un lugar diferente. Las plagas migratorias normalmente están ausentes del ambiente agrícola pero llegan de repente en grandes cantidades y frecuentemente causan destrucción antes de que puedan aplicarse métodos para combatirlas. Asimismo, las enfermedades de los animales son demasiado virulentas o amenazan la salud humana y las relaciones comerciales como para tolerarlas, incluso a niveles bajos. Por lo tanto, la prevención sigue siendo el elemento clave para el manejo de plagas migratorias y enfermedades de los animales.

El Cuadro 46 muestra la variedad de medidas fitosanitarias usadas para el manejo de las plagas y enfermedades transfronterizas de los animales y las plantas. Se indican las medidas de conformidad con el lugar que presenta riesgos: las medidas de exclusión se ocupan del riesgo antes de que llegue al país que las reglamenta; las salvaguardias se imponen para reducir el riesgo en ese país (con frecuencia en las fronteras o en los primeros puntos de entrada); y el control de una introducción y la adaptación a la misma (entrada y radicación) o la erradicación de la enfermedad se realizan en el país encargado de su reglamentación.

Reducción de la probabilidad de entrada

La cuarentena es la primera arma de defensa contra las plagas y las enfermedades transfronterizas de los animales y las plantas. Los países dedican muchos recursos a la aplicación de políticas y programas eficaces de cuarentena, impuesta a las importaciones y en sus fronteras, para poder prevenir la introducción de aquéllas. La cuarentena se considera un bien público cuya responsabilidad compete al gobierno, ya que tanto los agricultores por sí solos como los servicios veterinarios privados carecen prácticamente de los medios para evitar su introducción o combatirla. Los países dan a conocer sus políticas en materia de cuarentena a través de listas de organismos o artículos restringidos o permitidos.

Cuadro 46

MEDIDAS FITOSANITARIAS PARA EL MANEJO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES DE LOS ANIMALES Y LAS PLANTAS

Secuencia
de medidas
de control

Reducción del
riesgo de entrada

Verificación de
cumplimiento1

Lucha o
mitigación

Adaptación o
aceptación

I. Condiciones que determinan que se deba tomar medidas

  • Pedido de importación de un nuevo producto o de uno procedente de un nuevo país
  • La vigilancia indica un cambio en el riesgo de las vías o en la epidemiología
  • Examen de políticas sobre las vías existentes o el estado de la plaga
  • Puntos de entrada y distribución de productos básicos, semillas y animales en pie
  • Brote o incursión detectada y opciones de control existentes
  • Vía natural que llevó a la introducción, y lucha que parece apropiada
  • Efecto encontrado menor que el previsto
  • Mejor capacidad de adaptación de los agricultores
  • Fin del control ineficaz
  • Plaga o enfermedad no controlable con la tecnología existente
  • El coste del control excede los beneficios

2. Ejemplos de medidas destinadas a prevenir plagas y enfermedades

  • Capacitación, asistencia técnica, encuestas e investigación en el país de origen.
  • Red con funcionarios y expertos en las zonas de origen del riesgo.
  • Examen de las listas de interceptación.
  • Elaboración de listas restrictivas2.
  • Inspección en el país de origen.
  • Restricciones a las importaciones a una zona considerada indemne en un país contaminado por la plaga.
  • Tratamiento por anticipado exigido para los productos de alto riesgo.
  • Análisis para encontrar vías para las medidas preventivas.
  • Elaboración de modelos para predecir la gama potencial de organismos y los parámetros de supervivencia.
  • Inspección: visual, muestreo al azar, específica por riesgo, rayos X, equipos de sonido, detección con perros.
  • Examen de permisos, certificados fitosanitarios, conocimientos de embarque.
  • Aislamiento para el período de observación.
  • Tratamiento, reexportación o destrucción en respuesta a la interceptación.
  • Puertos de entrada limitados de acuerdo con el tipo de carga o riesgo, o ambos.
  • Destinación a mercados limitados.
  • Colocación en contenedores para el tránsito a través de zonas vulnerables.
  • Educación pública y recipientes para colocar productos vedados en el lugar de entrada.
  • Detección y delimitación de zonas infestadas.
  • Seguimiento de zonas circundantes.
  • Supresión, contención o erradicación usando: aplicaciones de plaguicidas; cebos y atrayentes; suelta de insectos estériles; estaciones de cuarentena; vacunas; erradicación por sacrificio; agentes de control biológico.
  • Enfoque sistémico usando una combinación de medidas.
  • Tratamiento de cultivos o animales que dejan la zona para evitar la propagación.
  • Sistemas de notificación de urgencia sobre los desplazamientos a nuevas áreas (lleva a la aplicación de medidas de reducción del riesgo).
  • Investigación de nuevas opciones de control para los productores.
  • Registro de nuevos plaguicidas o vacunas que son eficaces para el control.
  • Creación de certificación y suministro de material de colección indemne.
  • Programa de control que mantiene la enfermedad o plaga a nivel tolerable.
  • Cambio en las prácticas de cultivo.
  • Tratamiento puesto en el agua para combatir las enfermedades transmitidas por ella.

3. Motivos del fracaso de las medidas de control2

  • Información inexistente o que induce a error.
  • Opciones de tratamiento limitadas.
  • Vía aún no reconocida.
  • Hospedero aún no reconocido.
  • Datos de modelos inadecuados.
  • La inspección fracasa debido al volumen de entrada, al escaso muestreo, etc.
  • Plaga o enfermedad crípticas en el momento de entrada o dificultad para identificar o diagnosticar.
  • Vía natural no reglamentada.
  • Contrabando de bienes riesgosos.
  • Transbordos dudosos en el país de origen.
  • Técnicas de detección no exitosas.
  • Número insuficiente de trampas o seguimiento de una zona insuficiente.
  • Aplicaciones de plaguicidas o cebos no fiables, abordables o disponibles.
  • Vacunas no disponibles.
  • Métodos de control utilizados por algunos productores.
  • Plaga o enfermedad que se puede volver resistente a las medidas de control.
  • Nuevas poblaciones o cepas que causan brotes de enfermedades no autóctonas.

4. Problemas resultantes de confiar en las medidas anteriores

  • Los requisitos para reducir los riesgos se vuelven onerosos.
  • Un litigio comercial resulta del desequilibrio entre la reducción del riesgo y los valores del libre comercio.
  • Los consumidores en el país importador pierden los beneficios del nuevo suministro.
  • Demoras para poder retirar la carga y para los pasajeros.
  • Podrían violarse los derechos civiles.
  • El contrabando puede aumentar.
  • Efectos ambientales más graves resultantes del control en lugar de la prevención.
  • Repetidas introducciones provocan costes elevados cuando no se cierra la vía original.
  • Efectos secundarios resultantes de la plaga que quizá no se reconocieron inicialmente.
  • Se acepta la existencia de la plaga o la enfermedad, lo que acaba con los esfuerzos por controlarla.

1 No existe para las plagas migratorias.
Fuente: Adaptado de M.M. Quinlan. 2000. Phytosanitary measures for managing regulated plant pests. En N.S. Price y L. Seewooruthun, eds. Proceedings of the Indian Ocean Commission Regional Fruit Fly Symposium, 5-9 de junio de 2000, Mauricio.

La prevención, el control y la eliminación de las plagas y enfermedades transfronterizas es más que un bien público nacional. Debido a la propagación transfronteriza sólo puede lograrse una protección eficaz mediante un esfuerzo concertado y coordinado entre los países vecinos. Las medidas de control tomadas separadamente por cada país pueden verse constantemente neutralizadas por los países vecinos que no adoptan medidas equivalentes. Un enfoque internacional permite además aprovechar mejor los obstáculos geográficos naturales y los modelos biológicos y epidemiológicos más amplios.

Un aspecto clave de la exclusión eficaz y de las salvaguardias reside en la estimación exacta del riesgo. Para hacerlo se utilizan métodos que incluyen la elaboración de modelos para predecir la capacidad de un organismo de sobrevivir en las condiciones de una zona geográfica que aún no esté afectada. Los instrumentos como los sistemas de información geográficos posibilitan combinar y analizar en forma cruzada gran cantidad de datos visuales y numéricos, como las imágenes de la superficie terrestre obtenidas por satélite, la información climatológica, los datos sobre la población del ganado y la enfermedad, y predecir su propagación. Por ejemplo, el sistema de información del Programa contra la tripanosomiasis africana fue concebido para determinar el efecto de la mosca tsetsé y de la tripanosomiasis en la agricultura, descubrir las áreas en las cuales el control resulta técnicamente viable y encontrar dónde se producen simultáneamente la tripanosomiasis animal y humana.

Los datos de teledetección por satélite pueden servir para predecir las enfermedades transfronterizas de los animales transmitidas por los insectos, en particular la fiebre del valle del Rift, que causa grandes brotes en partes de África a intervalos irregulares de 15 años o incluso más, cuando las condiciones ambientales en las zonas de riesgo (que incluyen precipitaciones mucho más abundantes de lo habitual que llenan los estanques, un clima cálido y húmedo, y una mayor cubierta vegetal) favorecen la aparición y la multiplicación masiva de las especies de mosquitos vectores de la fiebre del valle del Rift. La predicción del fenómeno de «El Niño» y la determinación de los índices de diferencia normalizada de vegetación (un indicador de la cantidad de precipitaciones acaecidas en una zona) mediante la teledetección quizá se conviertan en el futuro en formas rentables de dar la alerta con varios meses de antelación sobre la aparición de la fiebre del valle del Rift aunque todavía no se hayan puesto en práctica.

Las enfermedades transfronterizas de los animales transmitidas directamente se prestan menos a la teledetección. La alerta sobre aquellas en las que el desplazamiento de los animales constituye uno de los principales factores de propagación (como la fiebre aftosa, la pleuroneumonía bovina contagiosa y la peste bovina) depende de una buena comprensión de los modelos de desplazamiento del ganado y de la información obtenida en el campo sobre si la enfermedad está activa, aunque existe una oportunidad de prever el riesgo al predecirlos desplazamientos como consecuencia de acontecimientos climáticos. Los sistemas de información geográfica y los modelos de predicción han resultado muy útiles para predecir la propagación por el viento de la fiebre aftosa en Europa, dando así la alerta. Varios países de clima templado han incorporado este tipo de modelos en sus planes de urgencia en caso de fiebre aftosa. Estos sistemas exigen una buena vigilancia clínica y serológica así como capacidades de diagnóstico para confirmar los casos.

La capacidad de predecir las invasiones de plagas migratorias ha aumentado gracias al uso de instrumentos recientes de acopio de información. Ya que sus focos generalmente surgen como consecuencia de las precipitaciones y del restablecimiento de la cubierta vegetal en zonas áridas y deshabitadas, desde hace algún tiempo se reconoce la importancia de la teledetección como un instrumento de vigilancia terrestre. En muchos países afectados y en las organizaciones regionales e internacionales ya se disponede índices de vegetación procedentes de la teledetección, los que ayudan en su trabajo a los equipos encargados de vigilar los focos de plagas migratorias.

Medidas consiguientes a la introducción de una plaga o la aparición de un foco

La protección de los cultivos y los animales es el objetivo inmediato del control de las plagas y enfermedades que entran a un país. En estos casos los agricultores desempeñan un papel fundamental al llevar a cabo las actividades para combatirlas aunque con frecuencia necesitan el apoyo de los servicios de protección fitosanitaria y zoosanitaria, o de las organizaciones regionales, en lo que hace al asesoramiento técnico, los equipos y los suministros.

La lucha contra las enfermedades de los animales puede incluir la vacunación, el control de los desplazamientos, a veces logrado mediante la construcción de grandes cercas, la quimioprofilaxis y la terapia, el sacrificio de animales infectados y los que posiblemente estuvieron en contacto con ellos, la desinfección y el control de los vectores en el caso de las enfermedades transmitidas por ellos. Esto último puede lograrse aplicando productos químicos, recurriendo a medios biológicos o cambiando de hábitat natural.

Puede recurrirse a la vacunación preventiva a nivel nacional como tratamiento de rutina, como ocurrió con la fiebre aftosa en la Comunidad Europea antes de 1991 y en el Uruguay antes de su erradicación, o en algunas áreas con un elevado riesgo de introducción de la enfermedad, con frecuencia llamadas «zonas de protección». La vacunación preventiva puede reducir las oportunidades de exportación.

Los países indemnes suelen mostrarse reticentes a importar ganado y productos pecuarios de países que permiten el uso de esas vacunas. Además al recurrir a la vacunación se prolongará considerablemente el plazo necesario hasta que pueda obtenerse el reconocimiento oficial de que se está libre de la enfermedad o hasta que vuelva a obtenérselo, en caso de un brote declarado de la enfermedad.

Los sistemas de información interregionales e internacionales sirven para comunicar a las autoridades la entrada y la propagación de las plagas y enfermedades de interés. A nivel internacional esta tarea compete al Sistema de prevención de emergencia de plagas y enfermedades transfronterizas de los animales y las plantas (EMPRES) de la FAO, que se describe en el Recuadro 7.

Recuadro 7

EMPRES

En 1994, el Director General de la FAO autorizó la creación del Sistema de prevención de emergencia de plagas y enfermedades transfronterizas de los animales y las plantas (EMPRES) como un programa prioritario para combatir las plagas y enfermedades transfronterizas. El componente relativo a enfermedades pecuarias tiene por objeto reforzar el papel de la FAO en la prevención y la intervención en situaciones de emergencias causadas por las principales epizootias transfronterizas. El componente de plagas se concentra en el control preventivo de la langosta del desierto, para reducir el riesgo de invasiones catastróficas.

Se puso especial énfasis en erradicar la peste bovina y se lograron progresos rápidos y eficaces en estas actuaciones. Se hizo hincapié en la adopción de medidas tempranas para evitar emergencias acrecentando la rapidez de la alerta y la investigación, y recurriendo a la aplicación de la investigación. Además se fomenta la cooperación entre los países que combaten las plagas y enfermedades transfronterizas.

En materia de lucha contra la langosta del desierto, se han reforzado las capacidades nacionales de identificación precoz de los focos de langostas a través de una vigilancia eficiente, seguida de una reacción rápida destinada a controlar cualquier foco. Además se prestó atención a la reducción de la cantidad de plaguicidas usados y a la investigación en pro de tecnologías más inocuas para el medio ambiente.

OPCIONES PARA LA GESTIÓN DE LOS EFECTOS ECONÓMICOS

Los efectos socioeconómicos de las plagas y enfermedades transfronterizas se reducen mediante medidas de origen biológico destinadas al control, la contención, la erradicación o la desinfestación. Los efectos económicos también podrían reducirse mediante la gestión del riesgo, que podría incluir planes de seguros, una mayor producción agrícola o una mejor infraestructura. También servirían las fuentes alternativas de ingresos y empleo, gracias a la ayuda financiera o la que se destina al desarrollo rural. Cualquier combinación de dichas medidas podría producir un aporte de ingresos más estable y elevado para los agricultores que dependen exclusivamente de métodos biológicos.

Protección gracias a los seguros. Un gran grupo de personas puede compartir los riesgos tomando un seguro. Cuando el grupo incluye a personas que se enfrentan a riesgos no covariantes, el cálculo promedio del riesgo puede reducir el riesgo total del grupo y brindar oportunidades para la gestión de riesgos. Se consideraron planes privados de seguros para cultivos sujetos a riesgos de plagas específicas, aunque las aseguradoras privadas aún no han aceptado este enfoque porque los agricultores se enfrentan a riesgos covariantes de malas condiciones climáticas, las plagas y las fuerzas económicas. Sin embargo, los organismos gubernamentales ofrecieron seguros para las catástrofes de los cultivos en muchos países a través de programas subvencionados. La viabilidad de los planes para compensar a los agricultores o las comunidades por las pérdidas de los cultivos debidas a las plagas migratorias han sido objeto de muy pocos estudios. Belhaj43 encontró que la compensación de los seguros dada a los agricultores por las pérdidas causadas por focos de langostas del desierto equivaldría aproximadamente a los costes de su control, si los focos aparecieran cada año. Llegó a la conclusión de que, puesto que se dan con menor frecuencia, el análisis de coste-beneficio se inclina a favor de un programa de seguros contra la langosta del desierto.

Aumento o adaptación de la producción agrícola. Los agricultores conocen muy bien el potencial que tienen las plagas y enfermedades de perjudicar su labor. De distintas maneras seleccionan estrategias para mitigar esos efectos. Entre esas opciones figuran las selecciones relativas a dónde implantarse, especialmente si se dedican a la ganadería. Los agricultores pueden elegir también las técnicas de producción y los cultivos que sean más resistentes a las infestaciones y a otros riesgos. Éste es uno de los motivos por los cuales el mijo perla es el principal cultivo en el Sahel, donde el suelo pobre, la variabilidad de las lluvias y la elevada evapotranspiración hacen que sea riesgoso cultivar otros cereales44. Otra posibilidad es la diversificación de la producción para que el daño periódico de un producto pueda compensarse con la producción de otros que no se vean afectados por los mismos problemas. Así pues, en ciertas áreas los agricultores se dedican a sistemas agrícolas mixtos de cultivos y cría de ganado para dividir los riesgos entre las infestaciones de plagas y enfermedades poco frecuentes e inciertas. Como alternativa, los agricultores aumentan su producción para poder almacenar reservas o disminuir los efectos de las pérdidas anteriores a la cosecha. Es probable que las estrategias de gestión agrícola incorporen alguna producción adicional, cuando sea posible, para amortiguar las pérdidas.

Mejora de la infraestructura. Las pérdidas de los cultivos y otros aumentos en los costes de producción suelen atribuirse a insuficiencias en materia de infraestructura y servicios de apoyo. En algunos países la infraestructura de transportes, deteriorada o inexistente,causa hasta el 30 por ciento de las pérdidas postcosecha cuando se llevan los productos al mercado. La falta de servicios de extensión reduce la productividad de muchas maneras, incluida la capacidad de hacer frente a los problemas planteados por las plagas y enfermedades cuando se producen. Se justifica el suministro público de infraestructuras debido al carácter de bien público de los servicios que la componen, como carreteras, información sobre la comercialización, sistemas de crédito, extensión y educación, y canales de riesgo. La inversión en la infraestructura siempre ha dado grandes beneficios y es esencial para que los países logren una mayor productividad agrícola. Las mejoras en estos sistemas pueden reducir drásticamente los costes en las explotaciones agrícolas compensando así las pérdidas debidas a plagas y enfermedades.

Desarrollo rural. Tanto las actividades privadas como públicas destinadas a mejorar las oportunidades en las zonas rurales pueden ayudar a superar las pérdidas derivadas de plagas y enfermedades. El sector público puede desarrollar las zonas rurales fomentando alternativas industriales, dotando aquellas vulnerables de servicios públicos y ampliando las oportunidades de educación de adultos como la formación en el empleo y la adquisición de mejores calificaciones.

La diversificación de los ingresos es una estrategia para reducir el efecto de los focos de plagas y brotes de enfermedades en la enonomía familiar. Reardon45 demostró que se habían producido aumentos en el empleo y los ingresos no agrícolas en las zonas rurales de todas las regiones. Entre los factores que citó para alentar a las familias a tomar un empleo no agrícola figuran la baja producción de alimentos debida a problemas temporarios o a largo plazo, como la pérdida de la producción debida a la aparición periódica de plagas y enfermedades.

Ayuda alimentaria y financiera. Los gobiernos nacionales y los organismos internacionales confían en las «redes de seguridad» para emergencias cuando las catástrofes se abaten sobre las comunidades agrícolas. Se trata principalmente de donaciones de ayuda alimentaria o financiera destinadas a las víctimas durante los períodos temporarios de escasez. Aunque esta sea, en teoría, la forma más directa y menos costosa de evitar el hambre y la inanición en una zona localizada, como consecuencia de la aparición de una plaga o enfermedad, en la práctica es menos eficaz ya que mediante esas redes de protección social se suelen tener menos fondos de los necesarios (o a veces carecer de ellos por completo), en los lugares en que más se necesitan.

Recuadro 8

ERRADICACIÓN DE LA MOSCA ORIENTAL DE LAS FRUTAS EN MAURICIO

En 1991 el Ministerio de Agricultura de Mauricio estableció una red de trampas de cuarentena para moscas exóticas de las frutas. En junio de 1996 la mosca oriental de las frutas (Bactrocera dorsalis) se encontró en una trampa cerca del aeropuerto de Mauricio. Esa trampa no era una de las que pertenecía a la red de cuarentena sino que se usaba en un proyecto de investigación no relacionado con la cuarentena. Debido a los estrechos vínculos entre las actividades de investigación y de cuarentena en el país, se informó de la presencia de la mosca y se inició de inmediato un importante programa de cuarentena y erradicación.

Los elementos considerados para saber cómo detectar su introducción incluyeron cuestiones tanto económicas como políticas. Mauricio tiene varias otras especies importantes de moscas de las frutas (Ceratitis capita, C. rosa y Bactrocera zonata) y en la actualidad exporta escasa fruta. Era poco probable que las pérdidas de la cosecha resultantes de la mosca oriental de las frutas incidieran demasiado en las ya existentes o en los costes del control dentro de Mauricio. El único efecto económico inmediato era la reducción de las exportaciones de pimientos frescos a la Reunión, que ascienden a varios cientos de kilos por año. Sin embargo, revestía importancia política para Mauricio asumir la responsabilidad de prevenir la propagación de la mosca oriental de las frutas a las otras islas del océano Índico y a la parte continental de África, donde las pérdidas hubieran sido enormes. Se hubieran puesto en peligro las exportaciones de fruta de Sudáfrica a Europa y los Estados Unidos por un valor de 200 millones de dólares. Se reconoció que Mauricio se beneficiaba con las medidas de cuarentena tomadas por otros países de la región y que debía actuar ante esta situación.

La red de trampas de cuarentena se extendió inmediatamente a la zona que circunda el aeropuerto y se inspeccionó la fruta dentro de ésta para ver si había infestación por larvas. Se criaron larvas usando la fruta infestada encontrada cerca del aeropuerto y resultó obvio que la mosca oriental de las frutas se había radicado en Mauricio. El examen morfológico indicaba que las moscas procedían del sur de la India. Se comenzaron a utilizar cebos con insecticida y durante 18 meses se pusieron cerca de medio millón de dispositivos de exterminación de machos (señuelo para atraer a los machos e insecticida) cerca de los hospederos potenciales dentro de una zona de 300 kilómetros cuadrados en el sur de la isla. Entre junio de 1996 y mayo de 1997 se detectaron 144 moscas en las trampas de seguimiento, de las cuales 141 aparecieron en los tres primeros meses de las actividades de control. En junio de 1998 el Ministerio de Agricultura declaró a Mauricio libre de la mosca oriental de las frutas, justo un año después de que se encontrara la última mosca en las trampas de seguimiento. El coste total de la operación ascendió aproximadamente a 1 millón de dólares, principalmente dedicados a la mano de obra.

Desde entonces se ha mantenido una red de trampas para poder controlar cualquier nueva introducción. A finales del año 2000, de una actividad regional con apoyo europeo, el programa pasará a ser nacional con financiación local

CUESTIONES EVOLUTIVAS Y EMERGENTES

La prevención mundial de la propagación de plagas y enfermedades transfronterizas se enfrenta al reto del cambio económico y ecológico. Cada vez más la nueva tecnología aparece como la forma de hacer frente a dichos desafíos. El cambio más drástico procede del aumento del comercio y del desplazamiento de pasajeros así como de la aparición de nuevas rutas comerciales. La mundialización del comercio de productos básicos es comprensible cuando se considera que los costes unitarios del flete marítimo bajaron en casi el 70 por ciento en términos reales en los últimos 10 a 15 años y que los costes unitarios de flete aéreo se redujeron entre el 3 y el 4 por ciento en el mismo período46. Las transformaciones biológicas y ecológicas acrecientan la virulencia de algunas plagas y enfermedades existentes, y exponen también a los animales y a los seres humanos a enfermedades emergentes. Los consumidores se han vuelto cada vez más conscientes de la seguridad alimentaria y piden más información y más reglamentaciones estrictas para los suministros de alimentos. Aumentan las demandas impuestas a las autoridades públicas sin que por ello aumenten también sus recursos. Las tecnologías, las actitudes frente al riesgo y los principios comerciales nuevos pueden orientar a los países hacia un sistema mundial más racional de protección vegetal y animal.

Mayor vulnerabilidad a los focos e infestaciones

El flete aéreo, para poder entregar con mayor rapidez productos más frescos, permite que las plagas y enfermedades sobrevivan más fácilmente al viaje. Las rutas comerciales totalmente nuevas han creado otras vías de introducción. El aumento del comercio de ganado y de productos pecuarios también expone al riesgo de enfermedades a numerosas personas y animales. Estas nuevas rutas comerciales destacan la mayor vulnerabilidad de los cultivos o las plantas autóctonas, o incluso los peces, a las plagas exóticas cuando no han tenido contacto con ellas, o cuando no existen en el nuevo ambiente ni parásitos ni predadores para ellas.

En los últimos 30 años aproximadamente se ha visto el surgimiento de enfermedades infecciosas humanas nuevas, entre ellas el SIDA, la fiebre de Lassa y la fiebre hemorrágica causada por el virus de Ebola. Lo mismo ha ocurrido con las enfermedades de los animales; han aparecido enfermedades zoonóticas a un ritmo de al menos una por año, incluida la peste aviar, el virus de Nipah, la encefalopatía espongiforme bovina (véase el Recuadro 9) y la enfermedad del morbillivirus equino. No sólo surgen nuevas infecciones sino también nuevos biotipos o tipos antigénicos de enfermedades infecciosas existentes. Por ejemplo, la forma hipervirulenta de la bursitis infecciosa aviar que se abatió sobre gran parte de Europa y Asia en los últimos años causó enormes pérdidas en las industrias dependientes de las aves de corral; los patógenos transmitidos por vectores (como la fiebre del oeste del Nilo) se han expandido más allá de su ámbito tradicional; y la enfermedad de la lengua azul en Europa y la fiebre del valle del Rift en Arabia Saudita se han dado por primera vez.

Recuadro 9

LA PROPAGACIÓN DE LA ENCEFALOPATÍA ESPONGIFORME BOVINA

La FAO ha instado a los países de todo el mundo a que tomen medidas para reducir el riesgo de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB).

El ganado vacuno de Gran Bretaña fue el primero afectado por la EEB -o enfermedad de las vacas locas- a comienzos del decenio de 1980, pero la enfermedad, causada por un nuevo agente infeccioso llamado prión, sólo se descubrió en 1986. Tiene un largo período de incubación (más de tres años) por lo cual la epidemia del Reino Unido se extendió a pesar de las medidas oficiales de control. Desde entonces se ha propagado a otros países de Europa; varios países más han informado de casos de EEB en bovinos importados.

La EEB aparentemente se transmitió al ganado vacuno a través de suplementos de piensos que contenían harinas de carne y huesos. Se cree que la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una enfermedad neurológica progresiva y mortal en los seres humanos, puede estar relacionada con el consumo de tejidos infectados por la EEB. En la actualidad no existe ningún método de diagnóstico en las primeras fases de la infección ni tampoco una cura para la enfermedad, ni en los animales ni en los seres humanos.

Todos los países que importaron bovinos o harinas de carne y huesos de Europa occidental, en especial del Reino Unido, durante el decenio de 1980 y posteriormente, pueden considerarse expuestos al riesgo de contraer la enfermedad. Los datos de la FAO muestran que estas harinas europeas se exportaron a muchos países en el decenio de 1980, cuando se identificó la EEB. Algunos países también las reexportaron a países terceros. La Comisión Europea realizó una evaluación inicial del riesgo de la EEB para países seleccionados que no pertenecen a la Unión Europea (UE). Se basó en si los países habían importado esas harinas o vacunos en pie durante el período de riesgo (a partir de 1980) así como en las medidas impuestas para la gestión del riesgo en el ganado, las industrias cárnicas y de piensos, y el carácter y la estructura de estas industrias.

Entre los consumidores creció la preocupación y los efectos económicos de los focos de EEB en la UE se harán sentir durante años. Los precios de la carne vacuna en la EU bajaron el 17 por ciento en los últimos meses de 2000 (y se espera que sigan reduciéndose). A finales de ese año la enfermedad le había costado al Reino Unido más de 5 000 millones de euros debido al sacrificio de reses adultas y animales jóvenes, y las pérdidas de puestos de trabajo y de mercados. Por último, es imposible cuantificar la pérdida de la confianza del público en la industria ganadera.

A pesar de que el Reino Unido viene combatiendo la enfermedad desde hace años, sólo recientemente ha surgido una respuesta multilateral. La presión ejercida sobre los gobiernos para que tomen medidas ante el riesgo para la salud humana que representa la EEB aumentó muchísimo después de que se la detectó fuera de las fronteras británicas, en países que, según se creía, disponían de salvaguardias adecuadas. Los Ministros de Agricultura de la EU se reunieron a finales de 2000 para aplicar medidas de control estrictas, que incluyen las siguientes:

  • una prohibición temporaria de los piensos hechos a partir de harinas de carne y huesos para todos los animales de granja;
  • someter a pruebas de detección a todo el ganado bovino expuesto a riesgo;
  • comprar para su sacrificio todo el ganado de más de 30 meses a menos que
    los resultados de sus pruebas hayan sido negativos;
  • hacer una lista de algunos tejidos y órganos bovinos que plantean riesgos específicos limitando así su ingreso en la cadena alimentaria humana;
  • aumentar las subvenciones al sector vacuno.

La reglamentación de la UE sobre encefalopatías espongiformes transmisibles que puede incluir el sacrificio de toda la cabaña y la cohorte debería entrar en vigor a partir de julio de 2001.

Entre las lecciones importantes relativas a la forma de reaccionar frente a plagas y enfermedades transfronterizas está la necesidad de reconocer que se impone una acción colectiva. Las medidas actuales de la EU, los gobiernos nacionales y los organismos internacionales participantes (la FAO, la OMS y la OIE) mejorarán la comprensión de las características y los riesgos de la enfermedad (todavía queda mucho por saber acerca de ella y del agente infeccioso) y para ayudar a los países a proteger la salud pública y la sanidad animal. Se hace hincapié en mejores diagnósticos, en la identificación del riesgo en otras especies animales y en la transmisión de los riesgos en forma ascendente y descendente en la producción y la cadena alimentaria.

En la actualidad los expertos recomiendan a los países expuestos a riesgos que realicen una vigilancia eficaz de la EEB en el ganado vacuno y que impongan controles a las industrias cárnicas y de piensos. Hoy esto significa notificar los síntomas de la enfermedad, efectuar pruebas de laboratorio de las muestras del ganado sacrificado y eliminar correctamente las reservas contaminadas y mejorar las transformación de despojos y subproductos.

Sin embargo, todos los países deberían tomar medidas precautorias, incluidas mejoras generales en los sistemas destinados a garantizar la inocuidad de alimentos y piensos. Habrá que prestar atención a las técnicas de matanza (eliminar los sacrificios o las prácticas de descuartizamiento que puedan propagar la contaminación que pone en peligro la salud humana y animal), y a la transformación y la utilización de vísceras y partes destinadas a subproductos. Habrá que examinar muy atentamente el sector de la reconversión de residuos animales y adoptar los procedimientos adecuados en todas partes;
será necesario realizar análisis del riesgo adecuados de los sistemas de producción y comercio.

La epidemia de EEB fue el resultado del reciclado de proteínas animales y de la amplificación del problema en la cadena alimentaria. La prohibición de las harinas de carne y huesos y la reglamentación de la industria de piensos deberían detener la propagación de la enfermedad en todos los países.

En muchos países se tiende a la intensificación y comercialización de la producción ganadera, en particular en las zonas periurbanas. La concentración de animales, con frecuencia en condiciones de ganadería inferiores a las óptimas, brinda a las enfermedades transfronterizas de los animales y otras infecciones (por ejemplo, el virus de Nipah) una mayor oportunidad de desplazarse rápidamente y causar pérdidas económicas.

En algunas regiones del mundo se están transformando en explotaciones ganaderas los bosques pluviales tropicales y otras zonas silvestres, lo que pone las comunidades humanas y sus animales en estrecho contacto con enfermedades infecciosas y vectores completamente nuevos que antes quizá sólo se transmitían en las reservas de flora y fauna silvestres y que podían ser desconocidas. Algunas de esas enfermedades pueden ser transmisibles a los humanos o al ganado, o a ambos, por su capacidad de propagarse muy rápidamente a los nuevos hospederos totalmente vulnerables.

Uno de los motivos de la creciente preocupación acerca de las plagas transfronterizas es la vulnerabilidad cada vez mayor de los recursos naturales y agrícolas a la infestación y los daños. La agricultura extensiva de tipo monocultivo se volvió cada vez más vulnerable a las plagas y las enfermedades a lo largo de los años al recurrirse a la aplicación de plaguicidas y al control veterinario como principales soluciones a los problemas. La variabilidad genética de los principales cultivos mundiales es cada vez más limitada debido a la concentración siempre mayor del material de reproducción en manos de unas pocas empresas privadas. La resistencia en los insectos y los agentes patógenos se va imponiendo al aumentar el uso de cultivos genéticamente modificados. La manipulación genética de estos cultivos puede mantenerlos a salvo de la infestación durante cierto tiempo, pero la consecuencia puede ser la aparición de plagas más invasivas o dañinas como consecuencia de su evolución paralela a las de estas superplantas.

Las tendencias al recalentamiento mundial pueden cambiar los modelos climáticos y el régimen de precipitaciones en algunas regiones, afectando en particular la distribución mundial de los insectos vectores, por ejemplo, los mosquitos y las mosquitas Culicoides y las importantes enfermedades transfronterizas de los animales que éstos pueden transmitir (fiebre del valle del Rift, enfermedad de la lengua azul, peste equina). El cambio climático es también la causa de una mayor vulnerabilidad a las plagas en muchas partes del mundo.

Cambio en las actitudes del consumidor y el público

El «arsenal» para combatir las plagas se está reduciendo más rápidamente de lo que pueden elaborarse y probarse las nuevas tecnologías para su control. Las campañas de pulverización con plaguicidas para atacar las plagas migratorias en África se han convertido en objeto de críticas. La preocupación mundial por el medio ambiente ha suscitado gran parte de este cambio. Al mismo tiempo, los consumidores exigen que se reduzcan los límites máximos para residuos de plaguicidas porque creen que afectan a la salud humana. La tecnología para determinar los residuos de plaguicidas es menos costosa y comienza a difundirse de modo que es más probable que se puedan hacer respetar esos límites inferiores. La misma tendencia en las actitudes del público provocó una mayor conciencia de los efectos ambientales potenciales de la introducción de plagas exóticas. Dado que esta preocupación se debe a una perspectiva ambiental, los instrumentos y las ideas de las ciencias del medio ambiente, al igual que la legislación y las políticas, comienzan a formar parte del debate sobre la protección fitosanitaria y zoosanitaria. Se considera que las especies invasivas exóticas son la principal amenaza para las especies autóctonas, probablemente tan grave como la reducción del hábitat. En el debate sobre la sanidad animal y vegetal entran en juego distintos intereses que lo amplían más allá de las cuestiones de control puramente técnicas.

Nuevas tecnologías de vigilancia y seguimiento

Se dispone de una amplia gama de aplicaciones de la biotecnología molecular que empiezan a usase en la producción y la sanidad animal, tanto dentro como fuera de la explotación agrícola. La utilización de la biotecnología del ADN en la sanidad animal puede contribuir mucho a mejorar el control de las enfermedades. Las pruebas de diagnóstico avanzado hacen posible identificar al o a los agentes patógenos y encargarse del seguimiento del efecto de los programas de control de enfermedades, y lograr un grado de precisión en el diagnóstico (subespecies, estirpes, nivel de biotipos) imposible antes. Por ejemplo, las pruebas de diagnóstico recientemente desarrolladas revelan la incidencia de la EEB que antes no se detectaba. Los ensayos inmunológicos enzimáticos tienen la ventaja de ser relativamente fáciles de automatizar y han sido concebidos para una amplia gama de parásitos y microbios. En los países en desarrollo sigue siendo difícil conseguirlos.

Se usa la epidemiología molecular para determinar el origen de los patógenos mucho mejor que antes, por ejemplo para determinar la fuente de enfermedades epidémicas. La elaboración de técnicas genéticas que permitan la detección del ADN/ARN patógeno (en vez de los anticuerpos) en el ganado acrecienta también los esfuerzos en materia de sanidad animal. Por último, las vacunas recombinantes pueden ofrecer mayor inocuidad y especificidad, más estabilidad y distinciones entre animales vacunados y animales naturalmente infectados. Además permiten elaborar vacunas contra parásitos donde han fracasado los métodos convencionales.

Una innovación que respalda el análisis de la vía y que podría usarse en el futuro para determinar la responsabilidad es el empleo de la caracterización genética para mostrar la fuente de entrada de una población de plagas de cuarentena, que ya se usa ampliamente para la fiebre aftosa y la peste bovina en todos los laboratorios de referencia mundiales. La fuente de entrada se ha demostrado en las moscas de las frutas y en el cáncer de los cítricos de Florida. Pueden adoptarse medidas para cerrar esa vía o mejorar el cumplimiento de esas medidas. Además se puede demostrar si la población es producto de una nueva introducción o de una recrudescencia de una introducción anterior que se pensaba haber erradicado.

El enfoque sistémico representa un instrumento práctico de gran interés para el cumplimiento de las medidas. Resulta mucho más complejo para la seguridad en materia de cuarentena que un tratamiento único aunque facilitará el comercio y reducirá los efectos ambientales y sociales de una fumigación innecesaria. La investigación muestra los puntos críticos de infestación posible y demuestra el cumplimiento de las medidas que, cuando se llevan a cabo por completo, reducen el riesgo a un nivel aceptable para el país importador del producto que introduce la plaga de cuarentena.

Los demás instrumentos y tecnologías nuevos que parecen prometedores o que ya han demostrado su éxito incluyen:

Al mismo tiempo las dificultades que pueden plantear las nuevas tecnologías son:

Nuevas cuestiones reglamentarias y operacionales

Las cuestiones emergentes que afectarán los futuros enfoques reglamentarios incluyen:

Las consideraciones ambientales obligarán a muchas naciones a evaluar las ventajas relativas a utilizar un enfoque de seguridad biológica en los distintos ministerios y organismos competentes, o a continuar con dependencias separadas en materia de políticas y que cooperen en programas operacionales ad hoc.

En los últimos años la investigación sobre la langosta y el saltamonte se concentró más en los aspectos aplicados y ahora se presta mucha atención a poner en práctica los resultados de la investigación.

En particular se realizaron progresos en los siguientes sectores:

Por otro lado, hubo también importantes lagunas en los trabajos de investigación. Resultaron difíciles los ensayos de campo con la langosta del desierto debido al carácter impredecible y rápidamente cambiante de las infestaciones. Se ha descuidado la investigación sobre algunas importantes plagas migratorias como la langosta roja. No se prestó demasiada atención a la investigación sobre la dinámica de las poblaciones ni al manejo integrado de plagas en otras plagas migratorias. Tampoco participaron lo suficiente los institutos de investigación de los países afectados por la langosta.


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