FAO/SMIA - Perspectivas Alimentarias No. 2, abril 2001 p. 9

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Fletes marítimos


A principios de 2001, para la mayoría de los armadores las perspectivas a corto plazo para los fletes eran moderadamente alcistas. Los fletes de los buques Panamax que navegaban en las principales rutas de transporte de cereales ya eran muy superiores a los niveles correspondientes al año anterior. Además, la demanda se vio estimulada por las grandes necesidades de mineral de hierro de las industrias siderúrgicas del Lejano Oriente asiático, pero se pronosticó una disminución de este sostenimiento en el segundo semestre. El factor que con más probabilidad limitará los aumentos de los fletes, especialmente en el sector Panamax, es el del mayor número de nuevas embarcaciones que deberían entrar en servicio en los próximos meses.

La tendencia de las tarifas se vio, por lo tanto, fuertemente influenciada por el aumento del tonelaje de entrega inmediata.

Se prevé que las abundantes cosechas de maíz y soja tanto de la Argentina como del Brasil se traducirán en un aumento de las exportaciones. Una proporción significativa de estos envíos podría consistir en frijoles y productos no modificados genéticamente, requeridos especialmente por algunos compradores de Europa occidental y del Lejano Oriente asiático.

No se sabe en qué medida los brotes de fiebre aftosa en diferentes regiones podrían afectar la estructura normal del comercio. Una disminución de la demanda de cereales podría determinar un aumento de las necesidades de importación de carne. Una pérdida para el sector de la carga seca a granel podría representar una ganancia para los buques "frigoríficos" o refrigerados.

El índice de fletes del Báltico (IFB) determina el movimiento de las tarifas representativas en el sector de la carga seca. Al principio del año estuvo en 1599. A mediados de febrero bajó a 1455, pero al final de marzo se recuperó a 1508.


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