PROBLEMAS CLAVE
DEL SECTOR FORESTAL
Tanto a escala nacional como internacional existe una mayor demanda de información de índole diversa sobre los bosques. La información fiable sobre la situación y las tendencias de los recursos forestales contribuye a que los responsables de la adopción de decisiones tengan la perspectiva necesaria para orientar las políticas y programas forestales. Esta información es útil para controlar los progresos realizados en el camino hacia la ordenación forestal sostenible y para enmarcar los debates y acuerdos internacionales sobre cuestiones tan trascendentales como la deforestación, la diversidad biológica, la desertificación, el cambio climático mundial, el suministro de madera y el desarrollo sostenible.
La FAO lleva a cabo periódicamente evaluaciones forestales mundiales desde 1947, con intervalos de unos 10 años. En este capítulo se presentan de forma resumida la metodología y los principales resultados que ha arrojado en materia de superficie y ordenación de los bosques la evaluación forestal más completa y reciente realizada por la FAO, la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2000 (ERF 2000). El texto hace referencia también a las dos evaluaciones anteriores: la ERF 1990, en la que se facilitó información sobre la cubierta forestal en 1990 y sobre las variaciones experimentadas por ésta entre 1980 y 1990 (FAO, 1995a,b), y la evaluación intermedia de 1995, en la que se expusieron los datos relativos a la cubierta forestal en 1995 y los cambios experimentados entre 1990 y 1995 (FAO, 1997d). En el Anexo 2 figuran los datos por países sobre los recursos forestales contenidos en la ERF 2000. En el sitio del Departamento de Montes de la FAO en Internet se pueden consultar los perfiles detallados de los países, incluidos los datos de referencia, así como información sobre todos los parámetros abarcados por la evaluación1. El informe completo de la ERF 2000 se publicará antes de que concluya el año 2001.
La ERF 2000 ha sido una empresa concertada realizada por la FAO en colaboración con los Estados Miembros de la Organización y con muchos otros asociados. La planificación detallada de la ERF 2000 comenzó en 1996, año en que la FAO convocó una consulta de expertos en Kotka (Finlandia), en la que destacados especialistas en el campo de los inventarios forestales del mundo entero brindaron asesoramiento técnico sobre el alcance de la ERF 2000 y su ejecución, así como sobre un conjunto básico de definiciones relacionadas con las cuestiones forestales que debían utilizarse en la evaluación. En 1997, el Comité de Montes de la FAO, el foro más importante de la Organización en la que sus Estados Miembros debaten cuestiones de política forestal, y el cuarto período de sesiones del Grupo Intergubernamental sobre los Bosques (GIB) aprobaron las conclusiones de la consulta y refrendaron la función de dirección que debía desempeñar la FAO en la evaluación.
La ERF 2000, cuya ejecución se prolongó durante un período de cinco años, consistió en varias actividades distintas: una evaluación forestal basada en la información facilitada por los países; un estudio por teledetección de las variaciones experimentadas por la cubierta forestal a escala pantropical; el trazado de mapas de la cubierta forestal mundial y de las zonas ecológicas; y el establecimiento de un sistema de información forestal. La ERF 2000 facilita información básica sobre la superficie forestal en el año 2000, las variaciones de la superficie forestal entre 1990 y 2000, y el volumen y biomasa de los bosques. Además, atendiendo a las recomendaciones formuladas en la consulta de Kotka, incluye otros parámetros para ofrecer una visión más completa de los recursos forestales mundiales. Entre los nuevos temas incluidos cabe mencionar la superficie forestal protegida, los árboles fuera de los bosques, los incendios forestales, los productos forestales no madereros, la extracción de madera e información sobre la ordenación forestal.
No se regatearon esfuerzos para conseguir que el proceso de la ERF fuera participativo y transparente. Organismos forestales nacionales de la mayor parte de los países del mundo, un gran número de centros de investigación e instituciones académicas y varias organizaciones internacionales, regionales y no gubernamentales colaboraron en la realización de la ERF 2000. Antes de publicar los datos de la evaluación, la FAO invitó oficialmente a los países a examinar los resultados preliminares. Se les ofreció la oportunidad de formular observaciones y facilitar material técnico que pudiera mejorar los resultados obtenidos por la FAO. La información y los estudios de antecedentes utilizados en los cálculos de los recursos forestales se han introducido y pueden consultarse en el sitio Web del Departamento de Montes de la FAO (http://www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp), lo que hace posible relacionar los resultados definitivos con las fuentes de datos originales.
El núcleo básico de la ERF 2000 fue la evaluación forestal basada en la información aportada por los países. Se recopilaron datos sobre los recursos forestales nacionales mediante un estudio exhaustivo de los inventarios y otra información de los distintos países. En esa labor participaron expertos forestales nacionales y otros asociados de las distintas regiones del mundo. Un asociado importante fue la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE/NU). La CEPE/NU coordinó la evaluación de los bosques templados y tropicales de los países industrializados y de los países en transición: Australia, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), Europa2, el Japón, Nueva Zelandia y América del Norte. La FAO coordinó la evaluación de los países en desarrollo, donde se sitúa la casi totalidad de los bosques tropicales y subtropicales y algunos bosques templados, y se encargó también de integrar toda la información para obtener la síntesis armonizada que constituye la evaluación mundial.
Con el fin de reunir información sobre los países en desarrollo, la FAO pidió formalmente a los representantes de estos países que aportaran los últimos inventarios forestales que hubieran hecho, mientras personal y consultores de la FAO visitaron los países y organizaron talleres con los representantes nacionales. La FAO se basó principalmente en las estadísticas contenidas en fuentes primarias, más que en citas o fuentes secundarias. En los casos de países que no disponían de un inventario nacional de bosques utilizable, fue necesario recurrir a información procedente de diversos inventarios parciales o utilizar fuentes secundarias y estudios de reconocimiento. Por su parte, la CEPE/NU reunió información sobre los países industrializados mediante cuestionarios de los corresponsales nacionales, que utilizan principalmente datos de los inventarios forestales nacionales. Todos los datos facilitados a la FAO y la CEPE-NU fueron comprobados y validados con los corresponsales nacionales en un diálogo intenso mantenido durante casi dos años.
Para reunir la información sobre los países e integrarla, con el fin de proyectar una imagen sobre la situación de la superficie forestal mundial en el año 2000 y las variaciones experimentadas en este parámetro entre 1990 y 2000, fue necesario superar varias dificultades importantes. Tras el importante esfuerzo inicial efectuado por la FAO y sus asociados para recopilar toda la información procedente de los inventarios y de fuentes conexas, se determinó que la base de información era limitada para muchos países. Por ejemplo, más de la mitad de los países en desarrollo sólo contaba con un inventario forestal, y más de la cuarta parte de ellos nunca había realizado un inventario (véase el Cuadro 1). La mayoría de los datos aportados por los países que se utilizaron en la ERF 2000 abarcan un período de unos 10 años (aunque algunos inventarios son todavía más antiguos). Solamente un grupo reducido de países llevan a cabo inventarios forestales nacionales permanentes con series cronológicas comparables. Todo ello dificultó la estimación precisa de los cambios experimentados por los bosques a nivel nacional y mundial. Hacer proyecciones de los datos hacia el futuro y el pasado a partir de los años 2000 y 1990, que son los años de referencia, fue uno de los aspectos más cruciales y difíciles de la evaluación. Ante la inexistencia de inventarios comparables de fechas distintas, en el caso de muchos países fue necesario establecer una tendencia recurriendo a una variación del método de la «convergencia de pruebas», en virtud del cual se complementaron los resultados del estudio con otra información, como información estadística de los inventarios, información económica y estudios de políticas. Por último, los tipos de vegetación forestal y la terminología utilizada eran distintos en unos y otros países, lo que agravó aún más el problema de agregar los datos nacionales para elaborar estimaciones mundiales armonizadas.
CUADRO 1 Inventarios forestales en los países y zonas en desarrollo | ||||||
Regiones |
Número de países |
Países/zonas sin inventario forestal |
Países/zonas con inventario forestal parcial |
Países/zonas con inventario forestal nacional | ||
Periódico1 |
Único2 | |||||
Después de 1990 |
Antes de 1990 | |||||
África |
56 |
14 |
15 |
7 |
12 |
10 |
Cercano Oriente |
13 |
11 |
0 |
2 |
0 |
0 |
Asia y Oceanía |
22 |
2 |
2 |
3 |
13 |
3 |
América Latina |
21 |
1 |
4 |
15 |
16 |
11 |
Caribe |
24 |
13 |
0 |
4 |
6 |
10 |
Total |
136 |
39 |
21 |
32 |
47 |
34 |
1 Por inventarios «periódicos» se entiende aquellos que se actualizan o controlan sistemáticamente cada cierto tiempo. |
Para poder utilizar la heterogénea información aportada por los países en la elaboración del informe mundial, la FAO estableció una serie de protocolos y normas de armonización. Toda la información aportada por los países hubo de ser clasificada primero de acuerdo con una serie común de términos y definiciones (véanse en el Anexo 1 algunas de las definiciones utilizadas). Se trató de una labor difícil debido a la enorme magnitud y variedad de la información facilitada por los países y la amplia gama de formaciones forestales, condiciones ecológicas y tipos de cubiertas forestales que existen en el mundo. Por ejemplo, se reunieron más de 650 definiciones de bosque de 132 países en desarrollo. Concentrar esta información en una serie reducida de categorías mundiales (esto es, bosque denso, bosque claro y otras tierras arboladas) fue una labor de gran complejidad. Para la definición de bosque, la FAO adoptó como umbral una cubierta de copa del 10 por ciento. Este umbral, recomendado en el estudio fundamental sobre las clasificaciones de la vegetación mundial que realizó en 1973 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 1973), se aplicó a los países en desarrollo en las evaluaciones de los recursos forestales de 1980 y 1990, y en la ERF 2000 se utilizó por primera vez también respecto de los países industrializados para definir la cubierta de copa mínima que permite establecer la existencia de un bosque.
Para poder comparar los datos correspondientes a la superficie forestal en 1990 y 2000, se revisaron las cifras de la superficie forestal de los distintos países de 1990 establecidas en la evaluación intermedia de 1995, utilizando las mismas definiciones y metodologías y nuevos datos de inventarios empleados para calcular las cifras correspondientes al año 2000. Así se estableció una nueva base para la cubierta forestal en 1990. Es preciso señalar que la actualización de los datos de la superficie forestal nacional establecidos en evaluaciones anteriores de los recursos forestales incorporando nuevos datos es un procedimiento normal en todas las evaluaciones forestales de la FAO.
En el marco de la ERF 2000 se procedió a realizar un examen independiente por teledetección que complementara los datos facilitados por los países. El muestreo controlado de los bosques tropicales combinado con la utilización de una misma fuente de datos (imágenes tomadas por satélite) permitió establecer series estadísticas comparables para 1980-1990 y 1990-2000, y ello hizo posible hacer una comparación directa de las variaciones de la superficie forestal durante esos dos períodos de evaluación. El examen se basó en un muestreo estadístico (el 10 por ciento) del 87 por ciento de los bosques tropicales del mundo, en 117 unidades, lo que permitió hacer estimaciones de la situación y evolución de estos bosques a escala regional, ecológica y pantropical (no a escala nacional)3. El resultado principal del análisis por teledetección fue la elaboración de una matriz del cambio, que pone de manifiesto y cuantifica los cambios experimentados por los bosques y otros tipos de uso de la tierra entre 1980 y 2000. El sistema de clasificación de la superficie forestal y cubierta del suelo que se utilizó para realizar el análisis por teledetección está estrechamente vinculado con las clases forestales utilizadas en la ERF para el estudio por países y para realizar el mapa de baja resolución de la superficie forestal mundial, de manera que los datos procedentes de esas tres fuentes son complementarios.
La producción de mapas mundiales ha sido una aportación significativa de la ERF 20004. Por primera vez se dispone de un mapa forestal mundial que muestra la ubicación y distribución de los bosques de acuerdo con las clasificaciones de la ERF. La ERF 2000 preparó también mapas mundiales de zonas ecológicas y áreas protegidas. Los mapas de la ERF 2000 son unas ayudas visuales que permiten entender mejor la ubicación de las principales zonas forestales del mundo y su extensión. Cada uno de los mapas mundiales se ha preparado utilizando la tecnología electrónica del Sistema de Información Geográfica (SIG), lo que hace posible combinarlos con otros datos geográficos y estadísticos.
El mapa forestal ha sido impreso a una escala de 1:40 000 000 y se pueden hacer ampliaciones de hasta 1:10 000 000. Con esta publicación se adjunta un ejemplar desplegable del mapa forestal (que se reproduce en la Figura 2). Pueden obtenerse versiones digitales del mapa en el sitio del Departamento de Montes de la FAO en Internet (http://www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp).
FIGURA 2
Los bosques del mundo en 2000 (482 KB)
Se estima que la exactitud de los mapas se acerca al 80 por ciento para el conjunto de las distintas clases de bosque. La precisión es mayor para los bosques densos que en el caso de los bosques claros/fragmentados, mientras que las otras tierras arboladas son las que se reflejan con menor exactitud entre las tres clases de vegetación leñosa que se han representado.
El mapa de las zonas ecológicas mundiales permitió diferenciar los bosques a escala mundial por zonas ecológicas. Aunque la mayoría de los países cuente con métodos adecuados para compilar información sobre sus bosques según las unidades ecológicas, antes de que se elaborara el mapa de las zonas ecológicas no era posible agregar esta información para obtener resultados mundiales. Una de las causas importantes de esta situación era la ausencia de un sistema mundial de normalización y clasificación de la información aceptado internacionalmente, que fuera correcto y que estuviera registrado en formato de mapa5. Hasta ahora, pocas veces ha sido necesario preparar análisis e informes teniendo en cuenta las zonas ecológicas a escala mundial y han tardado mucho en aparecer mapas mundiales útiles.
Sin embargo, teniendo en cuenta que algunas funciones ambientales tienen una dimensión internacional, se espera que aumente la importancia de las aplicaciones mundiales de la definición de las zonas ecológicas.
La FAO decidió que el sistema de Köppen, modificado por Trewartha en 1968, era el más adecuado para elaborar el mapa de zonas ecológicas de la ERF 2000. Modificando ligeramente este sistema, la FAO definió un total de 20 zonas ecológicas mundiales, comprendidas entre el bosque pluvial tropical perenne y la tundra boreal (véase el Recuadro 12). A continuación dichas zonas se trasladaron a un mapa. La cubierta forestal mundial según las zonas ecológicas se determinó superponiendo el mapa de la cubierta forestal mundial de la ERF 2000 en el mapa de las zonas ecológicas mundiales en el SIG, para luego obtener las estadísticas.
RECUADRO 12 Zonas ecológicas mundiales de la FAO |
Bosque pluvial tropical |
Toda la información facilitada por los países, los resultados del estudio por teledetección y los informes de los estudios especiales realizados para la ERF 2000 están archivados en el Sistema de Información Forestal (FORIS), que vincula múltiples referencias de cada país con bases de datos que contienen estadísticas, términos y definiciones, información sobre puntos de contacto y otros datos. FORIS es accesible y se puede actualizar fácilmente. Entre el FORIS y el sitio en Internet de la FAO existe un vínculo en tiempo real que posibilita ofrecer al público las estadísticas más recientes, tan pronto como son presentadas, analizadas y aprobadas por los países y la FAO. Además de los resultados, también se ha introducido en el sitio Web el material de base utilizado para calcular los datos de la ERF, lo cual hace posible relacionar las estimaciones con documentos originales. Ello aporta trasparencia a los cálculos de la ERF 2000.
La ERF 2000 facilita información de índole diversa sobre la situación de los recursos forestales y sus tendencias. El texto que sigue se centra en los resultados de la ERF 2000 en relación con la superficie forestal y las modificaciones que ha experimentado durante el último decenio. En el sitio del Departamento de Montes de la FAO en Internet (http://www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp), en el informe de la evaluación relativo a los bosques templados y boreales de los países industrializados (CEPE-NU/FAO, 2000b) y en el informe completo de la ERF 2000, que se publicará antes de que haya concluido el año 2001, se puede encontrar información sobre otros parámetros forestales, tales como la condición de los bosques, los incendios forestales y los productos forestales no madereros.
Existen en el mundo unos 3 780 millones de ha de bosque, de los cuales el 95 por ciento son bosques naturales6 y el 5 por ciento plantaciones forestales (véase el Cuadro 2 del Anexo 2). Esta cifra de la extensión de la cubierta forestal mundial es mayor que la correspondiente a las dos evaluaciones de los recursos forestales anteriores (ERF 1990 y la evaluación intermedia de 1995). Sin embargo, esto no indica un aumento real de la superficie forestal a escala mundial, sino que resulta de la modificación de la definición de bosque (es decir, la aplicación de una definición uniforme de bosque por primera vez) y de la incorporación de nuevos datos de inventarios (véase una explicación más detallada en el Recuadro 13). En la ERF 2000 se revisaron las cifras correspondientes a la cubierta forestal de 1990, utilizando las mismas definiciones y metodologías empleadas para calcular las cifras del año 2000, a fin de hacer posible la comparación entre 1990 y 2000. Así se estableció un nuevo nivel de referencia para la cubierta forestal en 1990.
RECUADRO 13 Superficie forestal mundial en 2000 |
La ERF 2000 fue la primera evaluación forestal mundial en la que se utilizó una definición común para todos los bosques del mundo. En evaluaciones anteriores se había utilizado para definir los bosques un umbral de cubierta de copa del 10 por ciento para los países en desarrollo y del 20 por ciento para los países industrializados. En la ERF 2000, la aplicación uniforme del umbral del 10 por ciento para todos los países influyó de forma muy notable en la cifra de la superficie forestal mundial. El cambio introducido en la definición fue la razón principal por la que la superficie forestal mundial estimada en 2000 abarca 400 millones de ha más que la que se estimó en la evaluación intermedia de 1995 (FAO, 1997d). Las repercusiones son especialmente significativas por lo que respecta a Australia y la Federación de Rusia. La superficie forestal de Australia se estimó en 2000 en 155 millones de ha, frente a 41 millones de ha en 1995, en parte porque la estimación de 2000 incluye grandes extensiones de bosques escasamente poblados que anteriormente se habían clasificado como otras tierras arboladas. En cuanto a la Federación de Rusia, la superficie forestal se estimó en 2000 en 850 millones de ha, mientras que la cifra correspondiente de 1995 era de 764 millones de ha. Además, los inventarios forestales realizados con posterioridad a 1990 ofrecen para algunos países (por ejemplo, Mozambique) cifras más elevadas que las notificadas anteriormente y la inclusión de esos resultados también ha contribuido a aumentar la superficie de bosques estimada en 2000. En otros países, como Kenya, la subdivisión más detallada de las clases de bosques en los inventarios nacionales ha facilitado la reclasificación de los resultados nacionales en las clases forestales de la ERF 2000; en consecuencia, las nuevas estimaciones incluyen como bosques algunas zonas que antes estaban clasificadas como otras tierras arboladas. |
CUADRO 2 Superficie de los bosques por regiones, 2000 | ||||||
Región |
Superficie terrestre(millones de ha) |
Superficie total de bosques (bosques naturales y plantaciones forestales) |
Bosques naturales (millones de ha) |
Plantaciones | ||
Superficie |
% de la superficie |
% de los bosques |
||||
Africa |
2 978 |
650 |
22 |
17 |
642 |
8 |
Asia |
3 085 |
548 |
18 |
14 |
432 |
116 |
Europa |
2 260 |
1 039 |
46 |
27 |
1 007 |
32 |
América del Norte y Central |
2 137 |
549 |
26 |
14 |
532 |
18 |
Oceanía |
849 |
198 |
23 |
5 |
194 |
3 |
América del Sur |
1 755 |
886 |
51 |
23 |
875 |
10 |
Total mundial |
13 064 |
3 869 |
30 |
100 |
3 682 |
187 |
En el Cuadro 2 se presentan los datos de la ERF 2000 relativos a la distribución de los bosques por regiones. Europa (incluida la Federación de Rusia) y América del Sur acumulan el mayor porcentaje de los bosques del mundo (el 27 y el 23 por ciento, respectivamente), y Oceanía es la región que posee una menor superficie forestal (el 5 por ciento). En la Figura 3 se encontrará un mapa que indica la situación de los bosques por regiones.
FIGURA 3 Ubicación de los bosques por regiones |
Dos tercios de los bosques del mundo están situados en sólo 10 países: la Federación de Rusia, el Brasil, el Canadá, los Estados Unidos, China, Australia, la República Democrática del Congo, Indonesia, Angola y el Perú (Figura 4; véase también el Cuadro 2 del Anexo 2).
FIGURA 4 Países con el mayor porcentaje de los bosques del mundo |
Fuente: ERF 2000. |
El promedio mundial de superficie forestal por persona es de 0,6 ha, pero existen amplias diferencias entre los países. Asia tiene muy poca superficie forestal por habitante, mientras que Oceanía y América del Sur tienen una superficie importante (véase la Figura 5). Sólo 22 países tienen más de 3 ha de bosque por habitante. En ellos, principalmente el Brasil y la Federación de Rusia, vive apenas el 5 por ciento de la población mundial. En cambio, las tres cuartas partes de la población del planeta vive en países que tienen menos de 0,5 ha de bosque por habitante, entre ellos la mayoría de los países con una gran densidad de población de Asia y Europa.
FIGURA 5 Superficie forestal per capita, por regiones |
Fuente: ERF 2000. |
Alrededor del 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta está cubierta de bosques, como se observa en el Cuadro 2, pero la proporción varía signifi-cativamente según las regiones y países. Europa y América del Sur tienen alrededor de la mitad de su superficie cubierta de bosques, mientras que en Asia sólo lo está la sexta parte. África, América del Norte y Central y Oceanía ocupan una posición intermedia, con una cuarta parte de la superficie terrestre ocupada por los bosques. Un total de 50 países y dos zonas (por ejemplo, territorios y protectorados) tienen menos del 10 por ciento de su superficie cubierta por bosques. Por otra parte, en 20 países y dos zonas más del 60 por ciento de la tierra está ocupada por el bosque (Figura 6).
FIGURA 6 Superficie forestal en porcentaje de la superficie terrestre del país |
La cubierta forestal mundial se determinó según las zonas ecológicas utilizando el mapa de la cubierta forestal mundial y el mapa de las zonas ecológicas mundiales de la ERF 2000. La zona tropical concentra la mayor proporción de los bosques del mundo (el 47 por ciento) y a ella le siguen las zonas boreal (33 por ciento), templada (11 por ciento) y subtropical (9 por ciento). La Figura 7 muestra la localización de los bosques en esas cuatro grandes zonas ecológicas y el Cuadro 3 la distribución de los bosques según las clasificaciones de las zonas ecológicas más detalladas y por regiones. Los bosques xerofíticos tropicales y subtropicales se concentran en África (con el 36 por ciento del total mundial), América del Sur (30 por ciento) y Asia (21 por ciento). La mayor parte de los bosques pluviales tropicales están situados en América del Sur (el 58 por ciento), pero también África concentra una gran proporción de este tipo de bosques (24 por ciento); el resto se encuentra mayoritariamente en Asia (el 17 por ciento). La casi totalidad de los bosques templados y boreales se encuentran en Europa y América del Norte y Central. Los bosques de montaña aparecen principalmente en Europa (el 40 por ciento) y en América del Norte y Central (34 por ciento).
FIGURA 7 Distribución de los bosques del mundo por zonas ecológicas principales |
CUADRO 3 Distribución de los bosques por zonas ecológicas, 2000 | |||||||
Zona ecológica |
Superficie total de bosques(%) |
África(%) |
Asia(%) |
Europa(%) |
América del Norte y Central (%) |
Oceanía(%) |
América del Sur(%) |
Bosque pluvial tropical |
28 |
24 |
17 |
- |
1 |
- |
58 |
Bosque húmedo caducifolio tropical |
11 |
40 |
14 |
- |
9 |
6 |
31 |
Bosque seco tropical |
5 |
39 |
23 |
- |
6 |
- |
33 |
Bosque de montaña tropical |
4 |
11 |
29 |
- |
30 |
- |
30 |
Total de bosques tropicales |
47 |
28 |
18 |
- |
5 |
1 |
47 |
Bosque húmedo subtropical |
4 |
52 |
- |
34 |
8 |
6 | |
Bosque seco subtropical |
1 |
16 |
11 |
30 |
6 |
22 |
14 |
Bosque de montaña subtropical |
3 |
1 |
47 |
13 |
38 |
- |
1 |
Total de bosques subtropicales |
9 |
2 |
42 |
7 |
37 |
7 |
5 |
Bosque oceánico templado |
1 |
- |
- |
33 |
9 |
33 |
25 |
Bosque continental templado |
7 |
- |
13 |
40 |
46 |
- |
- |
Bosque de montaña templado |
3 |
- |
26 |
40 |
29 |
5 |
- |
Total de bosques templados |
11 |
- |
17 |
39 |
39 |
4 |
2 |
Bosque boreal de coníferas |
19 |
- |
2 |
74 |
24 |
- |
- |
Bosque de tundra boreal |
3 |
- |
- |
19 |
81 |
- |
- |
Bosque de montaña boreal |
11 |
- |
1 |
63 |
36 |
- |
- |
Total de bosques boreales |
33 |
- |
2 |
65 |
34 |
- |
- |
Total de bosques |
100 |
17 |
14 |
27 |
14 |
5 |
23 |
Notas: La distribución de los porcentajes no coincide exactamente con otras estadísticas sobre la superficie debido a las distorsiones existentes en la clasificación de los bosques por teledetección que figura en el mapa de la cubierta forestal mundial. Sólo se han incluido las zonas en las que existen bosques. |
La ERF 2000 ofrece información sobre la situación de las plantaciones forestales en todo el mundo. Es la primera evaluación mundial en la que se ha estimado la superficie de las plantaciones forestales utilizando una definición uniforme e incluyendo datos procedentes de todos los países. Debido a los cambios introducidos en las definiciones y metodologías, no es posible comparar directamente los datos sobre las plantaciones existentes a escala nacional y mundial en 2000 con los de anteriores evaluaciones de las plantaciones (por ejemplo, FAO, 1995b). En la ERF 2000, por ejemplo, las plantaciones de caucho se consideran plantaciones forestales, a diferencia de lo que ocurría en evaluaciones anteriores.
La superficie de plantaciones existentes en muchos países industrializados, particularmente en Europa, está peor definida que en los países en desarrollo. En muchos países europeos, los inventarios no hacen distinción entre bosques plantados y naturales, y la diferencia entre ambos no es fácil de discernir en la práctica. En Europa se suelen plantar especies naturales, de forma que en las masas de las plantaciones puede haber composiciones de especies similares o idénticas a las de las masas naturales; por otra parte, los rodales plantados tienen, por lo general, turnos largos (en determinados casos de más de 100 años), por lo que con el paso del tiempo puede resultar difícil distinguirlos de los bosques naturales.
Según los datos de la ERF 2000, la superficie de plantaciones forestales existentes en el mundo se estima en 187 millones de ha, lo que representa el 5 por ciento de la superficie mundial de bosques. En el Cuadro 4 se presentan los datos por regiones. Asia, con el 62 por ciento del total mundial es con mucho la región con mayor extensión de plantaciones forestales, que representan más de la quinta parte de todos los bosques de Asia. En los 10 países con mayor superficie de plantaciones forestales notificada se concentra el 80 por ciento de las plantaciones del mundo (véase la Figura 8). En torno al 60 por ciento de las plantaciones forestales están situadas en sólo cuatro países: China, la India, la Federación de Rusia y los Estados Unidos.
CUADRO 4 Plantaciones forestales por regiones, 2000 | |||||
Región |
Superficie total
de bosques |
Superficie de |
Superficie de |
Plantaciones en porcentaje |
Porcentaje |
África |
650 |
642 |
8 |
1 |
4 |
Asia |
548 |
432 |
116 |
21 |
62 |
Europa |
1 039 |
1 007 |
32 |
3 |
17 |
América del Norte y Central |
549 |
532 |
18 |
3 |
9 |
Oceanía |
198 |
194 |
3 |
2 |
2 |
América del Sur |
886 |
875 |
10 |
1 |
6 |
Total mundial |
3 869 |
3 682 |
187 |
5 |
100 |
FIGURA 8 Países con la mayor proporción de las plantaciones forestales del mundo, 2000 |
Fuente: ERF 2000. |
Las especies de los géneros Pinus y Eucalyptus siguen siendo las más comunes en las plantaciones forestales, en las que ocupan el 20 y el 10 por ciento, respectivamente, a escala mundial. No obstante, la comparación con los resultados de la evaluación intermedia de 1995 indica que está aumentando la diversidad de especies en las plantaciones.
Las plantaciones industriales (es decir, .... del 26 por ciento restante. Los países con mayor superficie de plantaciones industriales son China (37 millones de ha), los Estados Unidos (16 millones de ha) y la India (12 millones de ha). Estos tres países concentraban ..... en el mundo. Los países con una proporción importante de plantaciones destinadas a fines no industriales son la India (21 millones de ha), China (8 millones de ha), Indonesia y Tailandia (4 millones de ha cada una), que representan en conjunto el 75 por ciento de todas las plantaciones forestales del mundo destinadas a fines distintos de los industriales.
El régimen de propiedad de las plantaciones reviste interés en vista de las iniciativas adoptadas en varios países para privatizar una parte de ellas. La propiedad de las plantaciones industriales, en los 10 países que poseen un mayor patrimonio de este tipo, es el 33 por ciento publica, el 26 por ciento privada y el 41 por ciento de otro tipo o sin especificar. En cuanto a las plantaciones no industriales, el 39 por ciento son públicas, el 39 por ciento privadas y el 22 por ciento de otro tipo o sin especificar.
Quizá los resultados que más interesen de una evaluación de la superficie forestal mundial sean los datos sobre el índice de variación de la superficie forestal a escala mundial y por países. Las anteriores evaluaciones de la FAO han sido una contribución importante al conocimiento mundial de la situación de los recursos forestales y las pautas de evolución de la deforestación tropical. Al mismo tiempo, han alimentado en la comunidad internacional el debate sobre el ritmo exacto de la variación, los métodos utilizados para compilar la información y los términos y definiciones utilizados para describir los bosques y sus modificaciones.
En la ERF 2000 se utilizaron dos medios distintos para evaluar la variación de la superficie forestal en los años noventa: los datos calculados a partir de la información facilitada por los países y los resultados del estudio pantropical por teledetección. Este aportó información directamente comparable sobre las variaciones experimentadas por los bosques tropicales en los niveles pantropical y regional durante los períodos 1980-1990 y 1990-2000, así como sobre las pautas de la modificación de la cubierta forestal y de los usos de la tierra conexos en los trópicos. La información por países representó un conjunto mundial de evaluaciones nacionales, que se armonizaron con arreglo a definiciones mundiales y fueron objeto de análisis por series cronológicas para obtener los resultados de la ERF 2000.
Las definiciones de los procesos de cambio de los bosques -reforestación, deforestación y forestación- son esenciales para evaluar la variación de la cubierta forestal. En el Recuadro 14 se explican estos procesos y las relaciones entre ellos. (Véase también el Anexo 1 para las definiciones de estos términos y de otros términos conexos.) Es indispensable conocer cómo se definen estos términos en la ERF 2000 para comprender los resultados de la evaluación.
RECUADRO 14 Definiciones de los procesos de variación de la cubierta forestal: deforestación, reforestación y forestación |
La Figura que aparece a continuación ilustra las relaciones entre los procesos de variación forestal. La degradación y la mejora de los bosques se produce en bosques en los que la cubierta de copa se mantiene de forma permanente por encima del umbral del 10 por ciento de la tierra que define el bosque. La reforestación y la regeneración natural de las tierras forestales tienen lugar cuando se establecen nuevos bosques o se regeneran los ya existentes, después de que la cubierta de copa ha disminuido temporalmente por debajo del 10 por ciento, aunque hayan seguido siendo considerados como bosques durante ese período (véase el párrafo siguiente). La variación de la superficie forestal es el resultado de las trasferencias entre el bosque y otros tipos de uso de la tierra. El incremento es consecuencia de la expansión del bosque natural (incluida la sucesión forestal en tierras de cultivo abandonadas) y de la forestación (es decir, el establecimiento de plantaciones forestales en tierras en las que no existía una cubierta forestal). Se entiende por deforestación la eliminación del bosque y su sustitución por otro tipo de uso de la tierra (por ejemplo, la agricultura itinerante o permanente, la minería o la construcción de embalses) o la reducción duradera de la cubierta de copa a menos del 10 por ciento de la superficie. En algunos casos, la deforestación puede contribuir a producir una degradación tan acusada de la tierra (por ejemplo, en zonas ecológicamente marginales, como las zonas áridas o de montaña, o en los trópicos húmedos) que impide utilizar la tierra si no se realiza previamente una costosa rehabilitación. Por definición, la extracción de madera no da lugar por sí sola a la deforestación si se permite que el bosque se regenere. Para determinar si la tala de árboles en una zona constituye deforestación, es necesario tener en cuenta la evolución probable del lugar. La tierra seguirá siendo clasificada como bosque si se está realizando o se va a llevar a cabo en un próximo futuro una actividad de reforestación, aunque la cubierta de copa no haya alcanzado todavía el límite del 10 por ciento establecido. En cambio, si no es probable que se establezca una densidad suficiente de árboles en un próximo futuro o si se destina la tierra a otro uso, se considera que la zona ha sido deforestada. El horizonte temporal es, pues, esencial en las definiciones del cambio forestal. El plazo límite sugerido es de 10 años; en este contexto, los términos «temporal+ y «próximo futuro+ indican un período de menos de 10 años, en tanto que «a largo plazo+ indica 10 años o más. En algunos casos, el tipo de bosque, las condiciones climáticas locales, los contextos de uso de la tierra o la finalidad del análisis pueden justificar que se utilice un período más prolongado. Relaciones entre los procesos de variación en los bosques Fuente: ERF 2000. |
Las variaciones de la cubierta forestal reflejan trasferencias entre los bosques y otras formas de uso de la tierra (por ejemplo, la agricultura, la infraestructura y la minería). La variación neta de la superficie forestal es la diferencia entre el aumento de la superficie forestal conseguida mediante las actividades de forestación y a través de la expansión natural del bosque (por ejemplo, por medio de la sucesión forestal en tierras de cultivo abandonadas) y la pérdida de bosque por deforestación.
La Figura 9 muestra la variación total de la superficie forestal durante el período comprendido entre 1990 y 2000 según los datos de la ERF 2000, desglosados para indicar por separado la variación de los bosques naturales y de las plantaciones forestales, tanto en las zonas tropicales como no tropicales. El Cuadro 5 facilita esta información indicando la variación media anual de la superficie forestal durante el mismo período.
FIGURA 9 Variación de la superficie forestal, 1990-2000 (millones de ha) |
Notas: El tamaño de los recuadros y las fechas están aproximadamente proporcionados entre sí; no se presentan los datos relativos a la regeneración natural en los bosques naturales y a la reforestación en las plantaciones forestales; «otras clases de uso de la tierra» incluye «otras tierras forestales» y todos los demás usos de la tierra; los «bosques tropicales» son bosques situados en países abarcados por el estudio pantropical por teledetección de la ERF 2000. Fuente: ERF 2000. |
CUADRO 5 Variación anual de la superficie forestal, 1990-2000 (millones de ha/año) | |||||||||
Zona forestal |
Bosques naturales |
Plantaciones forestales |
Total de bosques | ||||||
Pérdida |
Aumento |
Variación neta |
Pérdida |
Variación neta |
Variación neta | ||||
Deforestación |
Transformación en plantaciones forestales |
Pérdida total |
Expansión natural del bosque |
Transformación del bosque natural |
Forestación |
||||
Zonas tropicales |
-14,2 |
-1,0 |
-15,2 |
+1,0 |
- 14,2 |
+1,0 |
+0,9 |
+1,9 |
-12,3 |
Otras zonas |
-0,4 |
-0,5 |
-0,9 |
+2,6 |
+ 1,7 |
+0,5 |
+0,7 |
+1,2 |
+2,9 |
Todo el mundo |
-14,6 |
-1,5 |
-16,1 |
+3,6 |
-12,5 |
+1,5 |
+1,6 |
+3,1 |
-9,4 |
Estos datos ponen de manifiesto que durante el decenio de 1990 continuó a un ritmo muy elevado la transformación de bosques en otros usos de la tierra. Según las estimaciones, se perdieron anualmente 16,1 millones de ha de bosques naturales en el mundo (14,6 millones de ha por deforestación y 1,5 millones de ha mediante la transformación en plantaciones forestales). De los 15,2 millones de ha que desaparecieron anualmente en los trópicos, 14,2 millones de ha se destinaron a otros usos de la tierra y 1 millón de ha se transformaron en plantaciones forestales. En las zonas no tropicales, se perdieron cada año 0,9 millones de ha de bosque natural, dedicándose 0,5 millones de ha al establecimiento de plantaciones forestales y 0,4 millones a otros usos de la tierra.
Junto a la pérdida anual bruta de 16,1 millones de ha de bosques naturales se registró un aumento de 3,6 millones de ha como resultado de la expansión natural del bosque, lo que dio como resultado una variación neta anual negativa de 12,5 millones de ha en los bosques naturales a escala mundial. De esos 3,6 millones de ha de aumento, 2,6 millones correspondieron a las zonas no tropicales y 1 millón de ha a los trópicos. En gran parte, el incremento de la superficie del bosque natural fue consecuencia de la sucesión forestal natural en tierras de cultivo abandonadas. Durante varios decenios se ha producido una expansión de las zonas de bosque en muchos países industrializados, especialmente en aquellos lugares en los que la agricultura ha dejado de ser un uso de la tierra económicamente viable (véase el Recuadro 15). Así ha ocurrido, por ejemplo, en algunos países de Europa.
RECUADRO 15 Aumento de la superficie forestal en los países industrializados |
Frente al rápido ritmo de deforestación de muchos países tropicales y subtropicales, el índice de variación de la superficie forestal en la mayoría de los países industrializados templados y boreales es bajo. En Europa, la superficie de los bosques se está ampliando, mientras disminuye la de "otras tierras arboladas", dando como resultado una expansión neta de los bosques y otras tierras arboladas de 0,3 millones de ha anuales. En la región se están produciendo simultáneamente varios hechos:
En los Estados Unidos, la superficie forestal también se está ampliando, mientras disminuyen las otras tierras arboladas, arrojando un aumento neto de 0,4 millones de ha anuales. Gran parte de este aumento se debe a la transición natural y la reclasificación de otras tierras arboladas en bosque. La mayoría de los países de la CEI informan de una ampliación de la superficie forestal y otras tierras arboladas, con un incremento neto de 1,2 millones de ha anuales en la región. |
La superficie cubierta de bosques también ha aumentado gracias a la expansión de las plantaciones forestales. La tasa media de establecimiento satisfactorio de plantaciones durante el decenio fue de 3,1 millones de ha por año, de las cuales 1,9 millones de ha en las zonas tropicales y 1,2 millones de ha en las regiones no tropicales. Como se indica en el Cuadro 5, la mitad de las nuevas plantaciones se establecieron en terrenos de bosques naturales (es decir, como reforestación de bosques naturales talados).
La variación neta de la superficie forestal durante el decenio de 1990 (es decir, la suma de los cambios registrados en los bosques naturales y en las plantaciones) se estimó en -9,4 millones de ha anuales, cifra que representa la diferencia entre la pérdida por deforestación de 14,6 millones de ha por año y el incremento de superficie de bosque de 5,2 millones de ha anuales (véase el Cuadro 6).
CUADRO 6 Variación bruta y neta anual de la superficie forestal, 1990-2000 (millones de ha) | |||
Ámbito |
Deforestación |
Aumento de la superficie forestal1 |
Variación neta de la superficie forestal |
Trópicos |
-14,2 |
+1,9 |
-12,3 |
Otras zonas |
-0,4 |
+3,3 |
+2,9 |
Todo el mundo |
-14,6 |
+5,2 |
-9,4 |
1 El aumento de la superficie forestal representa la suma de la expansión natural del bosque y la forestación (véase el Cuadro 5). |
Las cifras mundiales enmascaran grandes diferencias entre regiones y países respecto de la variación de la cubierta forestal (véanse la Figura 10 y el Cuadro 3 del Anexo 2). La tasa neta de deforestación alcanzó los valores más elevados en África y América del Sur. Aunque la pérdida de bosques naturales también fue elevada en Asia, se compensó en gran medida (en superficie) por el establecimiento de plantaciones, lo que dio lugar a una variación más moderada de la superficie forestal total en la región. En cambio, en las restantes regiones, integradas en gran medida por países industrializados, la cubierta forestal aumentó ligeramente. En la Figura 11 se muestran las zonas del mundo con las tasas más elevadas de deforestación neta y las tasas más altas de aumento de la superficie de bosque durante el período 1990-2000, según las estimaciones de la ERF 2000. Los países con una mayor pérdida neta de bosque durante ese período fueron la Argentina, el Brasil, la República Democrática del Congo, Indonesia, Myanmar, México, Nigeria, el Sudán, Zambia y Zimbabwe. China, Belarús, Kazajstán, la Federación de Rusia y los Estados Unidos conocieron el mayor incremento neto de la superficie del bosque.
FIGURA 10 Variación anual neta de la superficie forestal por regiones, 1990-2000 |
Fuente: ERF 2000. |
FIGURA 11 Variación neta de la superficie forestal |
Nota: El mapa indica la ubicación de los bosques en los países con las tasas más elevada y más reducida de variación neta de la superficie forestal. |
Para determinar la tendencia a largo plazo de la variación de la superficie forestal se puede comparar la tasa de variación de la superficie forestal mundial (en millones de hectáreas por año), calculada para el período 1990-2000 en la ERF 2000, para el período 1990-1995 en la evaluación intermedia de 1995, y para el período 1980-1990 en la ERF 1990. En los párrafos que siguen se establece la comparación a nivel mundial.
Según las cifras notificadas, la pérdida neta estimada de bosque (la diferencia entre la pérdida de bosque natural y el aumento de superficie forestal registrado por las actividades de forestación y por la expansión natural del bosque) fue inferior en los años noventa que en los ochenta. La variación anual neta de la superficie forestal se estimó en -9,4 millones de ha durante el período comprendido entre 1990 y 2000, en -11,3 millones de ha en los años 1990-1995 y en -13 millones de ha en el período 1980-1990.
Sin embargo, las estimaciones de la variación de la superficie forestal de la ERF 2000 no pueden compararse directamente con las de las dos evaluaciones anteriores, debido a los cambios introducidos en las definiciones y en la metodología, y a la actualización de los inventarios. De todas formas, si se toman en consideración estos tres factores es posible formular con certeza algunas conclusiones generales sobre la evolución de la deforestación durante los últimos veinte años.
La modificación de la definición de bosque respecto de los países industrializados, si bien redundó en un aumento notable de la estimación de la cubierta forestal mundial, no influyó en gran medida en la tasa estimada de variación de la superficie forestal mundial. Ello es consecuencia de que la modificación de la definición tuvo los mayores efectos en la superficie forestal de Australia y la Federación de Rusia, donde la transformación de bosques en otros usos de la tierra fue relativamente reducida y por tanto no alteró significativamente la tasa de cambio mundial. Las cifras de la superficie forestal de 1990 (revisadas sobre la base de las definiciones, metodologías y nuevos datos disponibles en la ERF 2000) correspondientes a la mayor parte de los restantes países industrializados mostraron un grado elevado de coherencia y comparabilidad con las cifras establecidas para 1990 en las dos evaluaciones anteriores. No se produjeron cambios significativos entre estas tres evaluaciones en la definición de bosque natural que se estableció en la ERF para los países en desarrollo. La nueva definición de las plantaciones (que permitió incluir las plantaciones de caucho) afectó a la cifra de la superficie forestal de algunos países tropicales, pero no tuvo efectos importantes sobre la tasa de variación de la superficie forestal mundial.
En las tres evaluaciones se utilizó la misma metodología para evaluar la variación de la superficie forestal en los países industrializados. Sin embargo, en lo que concierne a los países en desarrollo, en la ERF 1990 y en la evaluación intermedia de 1995 se utilizaron modelos regionales determinados por los datos demográficos para establecer los índices de variación nacional, mientras que la ERF 2000 se basó directamente en informes de reconocimientos. De todas formas, un estudio ha puesto de manifiesto que esa diferencia en la metodología utilizada para los países en desarrollo no influye de forma significativa en las estimaciones del índice de variación mundial.
La actualización de los inventarios en muchos países comportó que se hicieran nuevas estimaciones a nivel nacional, que aunque no en todos los casos eran comparables con los datos de las evaluaciones anteriores, no influyeron significativamente en las estimaciones del índice de variación mundial.
Los resultados del estudio pantropical por teledetección realizado en el marco de la ERF 2000 corroboró los resultados de la evaluación por países. Puso de manifiesto que el índice neto de variación del decenio de 1990 fue ligeramente inferior al de 1980 en los bosques tropicales, pero la diferencia no era significativa desde el punto de vista estadístico. Los resultados del estudio relativos a la variación de la cubierta forestal en los decenios de 1980 y 1990, plenamente compatibles entre sí, confirmaron que la tasa de pérdida de bosque siguió siendo elevada en los años noventa. Estos resultados son coherentes con los de la evaluación por países, que muestran un aumento neto de la superficie forestal en los países no tropicales y una pérdida neta en los trópicos. El estudio pantropical también facilitó información sobre las formas de cambio de la cubierta forestal. Los resultados indican que en el período 1980-2000 hubo un nivel elevado de transición de unos a otros tipos de cubierta terrestre (véase el Cuadro 7).
CUADRO 7 Matriz del cambio forestal, 1980-2000 (porcentaje de superficie por clases de cubierta terrestre)1 | ||||||||
Desde 1980/ |
Bosque denso |
Bosque claro |
Barbecho largo fragmentado |
Bosque |
Arbustos |
Barbecho corto cubierta terrestre |
Otros tipos de |
Total 1980 |
Bosque denso |
88 |
1 |
1 |
2 |
2 |
6 |
100 |
|
Bosque claro |
88 |
4 |
1 |
1 |
5 |
100 | ||
Barbecho largo |
3 |
70 |
1 |
16 |
9 |
100 | ||
Bosque fragmentado |
1 |
1 |
83 |
1 |
3 |
12 |
100 | |
Arbustos |
80 |
1 |
17 |
100 | ||||
Barbecho corto |
2 |
1 |
2 |
2 |
77 |
16 |
100 | |
Otros tipos de cubierta terrestre |
1 |
1 |
97 |
100 | ||||
Total 2000 en % de 1980 |
88 |
91 |
98 |
101 |
88 |
122 |
118 |
|
1 Las cifras se refieren a la zona realmente examinada, lo cual excluye las zonas tropicales con una cubierta forestal reducida, pero incluye una muestra representativa del 90 por ciento de los bosques tropicales, aproximadamente. |
En conclusión, tras el análisis de las estimaciones de la evaluación presente y de las anteriores, la ERF 2000 muestra que en el decenio de 1990 la tasa neta de pérdida de bosque en el mundo fue inferior que en el de 1980, debido principalmente a la mayor expansión natural de la superficie forestal. Al mismo tiempo, la pérdida de bosques naturales en el mundo ha proseguido a un nivel elevado durante los últimos veinte años.
El suministro y producción de madera son aún las funciones sobre las que se dispone de más información, pues el suministro de madera sigue siendo el objeto de la mayoría de los inventarios forestales. Ello se debe a la importancia económica de la madera para los propietarios de bosques, públicos o privados. La ERF 2000 estimó la biomasa y el volumen de madera de los bosques (volumen en pie) del mundo.
Se estimó el volumen total de madera (m3) y la biomasa leñosa superficial (toneladas) de los bosques en 166 países, que representan el 99 por ciento de la superficie forestal mundial. El volumen total de biomasa leñosa superficial existente en los bosques de todo el mundo se cifró en 420 000 millones de toneladas; más de un tercio correspondía a América del Sur (Cuadro 8) y alrededor del 27 por ciento solamente al Brasil.
CUADRO 8 Distribución de la biomasa leñosa superficial por regiones | ||
Región |
Biomasa(millones de toneladas) |
% |
-frica |
70 916 |
16,8 |
Asia |
45 036 |
10,7 |
Europa |
61 070 |
14,5 |
América del Norte y Central |
51 895 |
12,3 |
Oceanía |
12 350 |
2,9 |
América del Sur |
179 947 |
42,7 |
Total mundial |
421 214 |
La Figura 12 indica los países con mayor volumen de biomasa leñosa forestal. La media mundial de biomasa leñosa superficial existente en los bosques era de 109 t/ha (Figura 13). El promedio más elevado se encontraba en América del Sur, con 128 t/ha.
FIGURA 12 Países que poseen el mayor volumen de biomasa leñosa superficial |
Fuente: ERF 2000. |
FIGURA 13 Biomasa leñosa superficial |
Nota: El mapa indica la ubicación de los bosques con arreglo al promedio nacional de biomasa forestal leñosa superficial (t/ha). |
Entre los países con mayor volumen en pie por hectárea figuran muchos de América Central y Europa central; los primeros poseen una gran abundancia de bosques pluviales tropicales y los segundos bosques templados ordenados para alcanzar una densidad de masa elevada.
En el curso del último decenio, las actividades de ordenación forestal se han centrado en promover los avances hacia la consecución de la ordenación forestal sostenible de conformidad con los «principios relativos a los bosques»7 acordados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en 1992. El concepto de ordenación forestal sostenible, que establece un equilibrio entre los objetivos ambientales, socioculturales y económicos del manejo, ha promovido cambios en la política y la legislación forestales y en las prácticas de ordenación forestal en muchos países.
Aunque en el marco de la ERF 2000 no se estimó la superficie total de bosques del mundo sujeta a ordenación forestal sostenible, se incluyó información sobre algunos indicadores que demostraban el compromiso de los países de avanzar hacia la consecución de la ordenación forestal sostenible (véase el Cuadro 4 del Anexo 2).
Una medida que indica el compromiso político en relación con el concepto de ordenación forestal sostenible es el número de países que participan en iniciativas internacionales encaminadas a formular y aplicar criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible. En 2000, 149 países estaban involucrados en nueve procesos relativos a criterios e indicadores ecorregionales (Figura 14). Todos ellos se establecieron en los diez últimos años. (En la Parte IV se encontrará más información sobre esos procesos). Un indicador común a todos los procesos, salvo una excepción, es la superficie de bosque explotada con arreglo a un plan de ordenación8.
FIGURA 14 Iniciativas internacionales relativas a los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible |
Para la ERF 2000 se recopiló información sobre la superficie total de bosque explotada con arreglo a un plan de ordenación forestal. Un total de 83 países, entre los que figuraban todos los países industrializados, facilitaron esa información para la ERF 2000, y otros 14 países suministraron información similar a la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe en el año 2000. La información facilitada por los países indica que el 89 por ciento de los bosques de los países industrializados se explotan «con arreglo a un plan de ordenación oficial u oficioso». Sin embargo, no fue posible disponer de estadísticas nacionales sobre los planes de ordenación forestal para muchos países en desarrollo, entre ellos varios de los países de mayor tamaño de África y algunos de los países más importantes de Asia. Pese a todo, los resultados preliminares relativos a los países en desarrollo indicaron que de una superficie forestal total de 2 139 millones de ha, al menos 123 millones de ha, alrededor del 6 por ciento, estaban sujetas a «un plan de ordenación forestal oficial aprobado a escala nacional, que abarcaba un período de al menos cinco años»9. Es preciso recalcar que la superficie total que, según se notificó, está sujeta a un plan de ordenación forestal oficial u oficioso no equivale en todos los casos a la superficie total de bosque en la que se practica la ordenación forestal sostenible. Es posible que algunas de las zonas abarcadas por un plan de ordenación no se exploten de manera sostenible, y a la inversa, otras zonas que no están sujetas a un plan de ordenación formal puede ser explotadas de forma sostenible.
También se recopiló para la ERF 2000 información sobre la certificación forestal. La certificación es un instrumento que se emplea para confirmar la consecución de unos niveles mínimos preestablecidos de ordenación forestal en una zona y un momento determinados. Es cierto que la certificación implica que una zona se explota de manera sostenible para la producción de madera, pero no todos los bosques bien manejados se encuentran en las zonas certificadas. En efecto, muchos bosques que no están sujetos a certificación, incluidos los que se dedican principalmente a la producción de madera y otros que se destinan a objetivos distintos, pueden ser explotados de forma adecuada. (Véase en la Parte I más información sobre la certificación de productos forestales.) Existen en la actualidad varios sistemas internacionales, regionales y nacionales de certificación, que se centran en los bosques manejados para la producción de madera. Con arreglo a la definición de «zona certificada», se ha estimado que la superficie de bosques certificados existentes en el mundo al final del año 2000 ascendía a 80 millones de ha, alrededor del 2 por ciento de la extensión total de bosques. Si bien algunos países tropicales que son productores importantes de madera tienen bosques certificados en el marco de los sistemas de certificación existentes, o están elaborando nuevos sistemas, lo cierto es que la mayor parte de los bosques certificados están situados en países industrializados de la zona templada; al término del año 2000, casi el 92 por ciento de los bosques certificados del mundo correspondían a los Estados Unidos, Finlandia, Suecia, Noruega, el Canadá, Alemania y Polonia. Al mismo tiempo, sólo cuatro países con bosques tropicales húmedos (Bolivia, el Brasil, Guatemala y México) poseían más de 100 000 ha de bosques certificados, con un total de 1,8 millones de ha para el conjunto de todos ellos.
A pesar de que el análisis precedente indica que pueden existir motivos para un optimismo prudente en cuanto a la intensificación de las prácticas adecuadas de ordenación forestal, cuando menos en algunos países y regiones, no existe información fidedigna sobre la tendencia mundial a largo plazo en materia de ordenación forestal, pues son muy pocas las iniciativas adoptadas hasta la fecha para estimar el alcance de la ordenación forestal sostenible a escala mundial. Tal vez eso no debe sorprender, dado el número de países y la enorme variedad de tipos de bosques, condiciones locales y objetivos de ordenación. Por ello, las iniciativas anteriores se centraron en regiones concretas y en objetivos de ordenación y definiciones de la ordenación forestal sostenible específicos, que permiten únicamente un análisis parcial de las tendencias. Las evaluaciones de los recursos forestales de la FAO de 1980 y 1990 y el estudio realizado por la OIMT (Poore et al., 1989), son puntos de referencia de gran utilidad.
Según las estimaciones de la ERF 1980, 42 millones de ha de bosque en 76 países tropicales estaban sujetas a un «manejo intensivo con fines de producción de madera» en 1980 (FAO/PNUMA, 1982). En 2000, se informó de que al menos 117 millones de ha de bosques de esos países estaban sujetas a un plan oficial de ordenación forestal aprobado a nivel nacional y con una duración de más de cinco años. La mayor parte de esos bosques se explotaban para la producción de madera. Se cifró en 2,2 millones de ha la superficie de bosques de esos países que habían obtenido una certificación de terceros.
El estudio de la OIMT estimaba que en 1988 un máximo de 1 millón de ha de bosque en 17 países productores de madera tropical estaban manejados de forma sostenible para la producción de madera. A juzgar por la superficie sujeta a planes de ordenación y/o certificada en esos 17 países en 2000, es posible que en la actualidad la extensión de bosques manejados de forma sostenible para la producción de madera haya experimentado un aumento sustancial. En este momento, más de 35 millones de ha de bosques de esos países están sujetas a un plan oficial de ordenación forestal y 1,7 millones de ha han sido certificadas por terceros. Probablemente, una superficie mucho más extensa cumple las condiciones establecidas en materia de certificación o se explota de manera sostenible para otros fines distintos de la producción de madera. Cabe señalar, como ejemplo concreto, que seis países tropicales10 con una superficie conjunta de 206 millones de ha de bosques, aunque no tienen todavía todos los bosques sometidos a ordenación forestal, han establecido, al parecer, todas las condiciones que, previsiblemente, les permitirán manejar sus bosques de forma sostenible en un próximo futuro (OIMT, 2000b).
Parece que la situación de los bosques templados y boreales ha permanecido estable o ha mejorado durante los últimos veinte años. A comienzos de los años ochenta se notificó que todas las zonas clasificadas como bosques densos en la ex URSS y la mayor parte de los estados de la CEI se estaban «manejando con arreglo a un plan de ordenación forestal», y en 2000 la Federación de Rusia y la mayoría de los estados de la CEI informaron que todos los bosques se estaban «manejando con arreglo a un plan oficial u oficioso de ordenación», según la ERF 1980 y ERF 2000, respectivamente. Otros 19 países de Europa facilitaron información sobre la situación existente a comienzos del decenio de 1980, en 1990 y en 2000 para las evaluaciones de ordenación forestal (CEPE-NU/FAO, 1985; CEPE-NU/FAO, 1992; CEPE-NU/FAO, 2000b). En esos países, el 64 por ciento de los bosques densos estaban siendo «manejados con arreglo a un plan de ordenación forestal» en 1980; en 1990, el 71 por ciento de los bosques estaban «sujetos a una ordenación activa»; y en 2000, se informó de que el 95 por ciento de la superficie forestal se «manejaba con arreglo a un plan oficial u oficioso de ordenación». La proporción de la superficie de bosques que se notificó que estaba sujeta a ordenación en el Canadá y los Estados Unidos aumentó en 1990 del 60 y el 41 por ciento, respectivamente, y en 2000 al 71 y 56 por ciento, respectivamente.
En resumen, todo parece indicar que en conjunto la situación de la ordenación forestal ha mejorado en la mayor parte de las regiones en el transcurso de los últimos veinte años.
En los diez últimos años se ha intensificado considerablemente el interés en la conservación de los bosques, particularmente en relación con la diversidad biológica. En el marco de la ERF 2000 se evaluó la superficie de bosques protegida en todo el mundo, empleando el sistema de clasificación de áreas protegidas de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) (véase el Cuadro 9).
CUADRO 9 Clasificación de las áreas protegidas de la UICN | |
Categoría |
Definición |
Categoría Ia |
Reserva natural estricta: área protegida manejada principalmente con fines científicos |
Categoría Ib |
Área natural silvestre: área protegida manejada principalmente con fines de protección de la naturaleza |
Categoría II |
Parque nacional: área protegida manejada principalmente para la protección de ecosistemas y con fines de recreación |
Categoría III |
Monumento nacional: área protegida manejada principalmente para la conservación de unas características naturales específicas |
Categoría IV |
Área de manejo de hábitats/especies: área protegida manejada principalmente para la conservación con intervención a nivel de ordenación |
Categoría V |
Paisaje terrestre y marino protegido: área protegida manejada principalmente para la conservación de paisajes terrestres y marinos y con fines recreativos |
Categoría VI |
Área protegida con recursos manejados: área protegida manejada principalmente para la utilización sostenible de los ecosistemas naturales |
La ERF 2000 se basó en dos series de estadísticas independientes para evaluar la superficie forestal protegida: los datos presentados por los países en respuesta al cuestionario de la ERF 2000 y una base de datos geográfica sobre las áreas protegidas elaborada por el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación (CMVC) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La mayoría de los cuestionarios de la ERF 2000 se enviaron a organismos forestales nacionales, en tanto que el CMVC recabó la información de organismos nacionales dedicados a la conservación de la naturaleza, parques y áreas protegidas. La comparación de esas dos fuentes de datos indicó que queda todavía mucho trabajo por hacer para armonizar los datos nacionales e internacionales, incluso los procedentes de organismos distintos en el mismo país. Además, existen notables diferencias entre los países en cuanto la interpretación del concepto de áreas protegidas, y ello hace que la compilación de estadísticas a escala mundial sea poco fiable. Por ejemplo, algunos países consideran que prácticamente la totalidad de los bosques están sujetos a la situación de protección que prevé la UICN para las categorías V o VI, en razón de la legislación forestal general que establece la ordenación y utilización sostenible de los bosques.
Se obtuvieron datos mundiales coherentes, desglosados por países, superponiendo la base de datos geográfica del CMVC y el mapa de la cubierta forestal mundial de la ERF 2000. El resultado fue que alrededor del 12 por ciento de los bosques del mundo están incluidos en las categorías I a VI de la UICN. La región de América del Norte y Central es la que tiene un mayor número de bosques (el 20 por ciento) clasificados como bosques protegidos, seguida de América del Sur, con el 19 por ciento de los bosques sujetos a protección. Europa es la región que cuenta con una menor proporción (el 5 por ciento) de bosques protegidos, en parte porque la clasificación de la UICN (en particular las categorías V y VI) no se ajusta a las condiciones europeas. La Figura 15 muestra la localización de las principales zonas de bosque sujetas a protección.
FIGURA 15 Zonas principales de bosques protegidos |
En el proceso de evaluación de los países indus-trializados, coordinado por la CEPE-NU, se incluyó un conjunto más amplio de variables que en la evaluación de los países en desarrollo y ello permitió generar información adicional sobre varios aspectos importantes de la actividad forestal. A continuación se destacan algunos de ellos.
Cambios en la condición de los bosques. En la ERF 2000 se hizo acopio de información sobre distintos factores que afectan a la condición de los bosques y, en consecuencia, a la ordenación forestal. Se reunió información sobre la amplitud e incidencia de los incendios forestales en el mundo (véase también el análisis de esta cuestión en la Parte I), así como sobre la condición de los bosques templados y boreales de los países industrializados y los daños causados a ese tipo de bosques. A continuación se resume brevemente las conclusiones establecidas.
Aunque la ERF 2000 contiene información sobre ciertos tipos de daños forestales, todavía no es posible hacer una evaluación objetiva de la condición de los bosques, ya que las causas del daño son muchas y falta claridad en la definición de lo que se entiende por bosque «normal» o «sano». Se propone que la condición de un bosque se evalúe desde la perspectiva de su función, pero ésta varía de un bosque a otro y se modifica con el paso del tiempo. Los datos que ofrece la ERF 2000 respecto de la evolución de la condición de los bosques plantean nuevas cuestiones que habrán de abordarse en el futuro.
Producción de madera. En muchas partes del mundo, los bosques se siguen explotando predominantemente para el suministro de madera. En el marco de la ERF 2000 se intentó estimar el volumen de madera, la tasa de crecimiento y el volumen extraído. Se presentan a continuación los datos correspondientes a los países industrializados.
En los bosques templados y boreales hay un volumen en pie de 188 000 millones de m3. Casi la mitad de este volumen se encuentra en la Federación de Rusia. Sin embargo, no todos los bosques están «disponibles para el suministro de madera», ya sea porque han sido catalogados como bosques protegidos o bien porque la extracción de madera no sería económica debido a su lejanía o a las dificultades del terreno (véase la Figura 16). En Europa, el 85 por ciento de la superficie forestal está disponible para el suministro de madera, frente al 70 por ciento en América del Norte y el 64 por ciento en la CEI. En «otros países industrializados» (principalmente Australia), muchos bosques no se consideran disponibles por su lejanía o porque están situados en reservas naturales. Dos tercios de la superficie forestal que no se considera disponible en Europa para el suministro de madera, han sido incluidos en esa categoría por motivos relacionados con su conservación y protección. En los Estados Unidos y el Japón, toda la superficie forestal incluida en esta categoría lo ha sido por esos mismos motivos. En la Federación de Rusia y el Canadá, por el contrario, predominan las causas económicas (principalmente la lejanía). En un contexto general de crecimiento neto de la superficie forestal, tanto las zonas disponibles para el suministro de madera como las no disponibles han ido aumentando en la mayoría de los países, pero más velozmente las consideradas «no disponibles para el suministro de madera». Aparentemente, algunos bosques «disponibles» están siendo recalificados como «no disponibles» a medida que aumenta la superficie forestal protegida.
FIGURA 16 Superficie de bosque disponible para el suministro de madera |
Fuente: ERF 2000. |
La economía de la madera está además muy influida por el grado de concentración de los recursos (es decir, volumen en pie por hectárea), el cual a su vez está influido, por una parte, por las condiciones del clima y el suelo, y por otra, por los métodos silvícolas adoptados por los responsables anteriores y actuales de la ordenación forestal. Existen marcadas diferencias entre los países.
Aunque la región de la CEI es, con mucho, la que cuenta con un mayor volumen en pie en las zonas templada y boreal, sus bosques son menos productivos y tienen un uso menos intensivo que los de América del Norte y Europa. El incremento anual bruto (IAB) en la CEI y en América del Norte es ligeramente superior a mil millones de m3, pero si se ajustan las cifras para reflejar las pérdidas naturales (insectos, mortalidad, incendios, etc.), el incremento anual neto (IAN) en América del Norte es un 15 por ciento superior al de la CEI11 (véase la Figura 17).
FIGURA 17 Incremento anual bruto y cortas |
Fuente: ERF 2000. |
Una característica destacada de los bosques templados y boreales es que en todos los países, menos dos (Chipre y Armenia), el volumen apeado es muchas veces muy inferior al IAN de los bosques disponibles para el suministro de madera. Ello se traduce en un aumento continuo del volumen en pie en casi todos los países. Sólo el 59 por ciento del IAN en Europa y el 79 por ciento en América del Norte se tala. En la CEI, sólo se tala una parte muy pequeña (17 por ciento) del incremento. Ello se debe en parte a la lejanía y las condiciones difíciles que hacen muy caras en algunas partes de la Federación de Rusia las operaciones de aprovechamiento, pero también al colapso generalizado de las instituciones forestales de la Federación de Rusia durante el proceso de transición. El volumen de las cortas en 1999 se situó en torno a 130 millones de m3, frente a unos 400 millones de m3 a finales del decenio de 1980 (volumen todavía inferior al incremento de la superficie forestal).
Tomados los países templados y boreales en conjunto, la diferencia entre el IAN y el volumen apeado en bosques disponibles para el suministro de madera asciende a 1 200 millones de m3. Así pues, el volumen de madera aumenta anualmente al menos en esa cantidad en los bosques templados y boreales, y al mismo tiempo estos bosques permiten satisfacer una parte importante de las necesidades mundiales de madera industrial.
Propiedad y gestión. El régimen de propiedad varía considerablemente. En Europa, los Estados Unidos y el Japón, bastante más de la mitad de los bosques y otras tierras forestales son de propiedad privada, en casi todos los casos propiedad de personas individuales12. Toda la superficie forestal de la CEI, el 93 por ciento de la del Canadá, y el 60-70 por ciento de la de Australia y Nueva Zelandia es de propiedad pública. En los países industrializados, algo más del 2,5 por ciento de todos los bosques y otras tierras forestales, es decir, 62 millones de ha, pertenecen a pueblos indígenas y tribales, de conformidad con la definición de la Convención de la OIT sobre los Pueblos Indígenas y Tribales. La mayoría de esta superficie se encuentra en Australia. Sin embargo, en varios países, entre ellos el Canadá y Nueva Zelandia, se está manteniendo en estos momentos un intenso debate político sobre la entrega o la devolución a los pueblos indígenas de la propiedad de superficies muy extensas, gran parte de las cuales están cubiertas de bosque.
En muchos países de Europa central y oriental con economías en transición, el régimen de propiedad está experimentando cambios sustanciales al restituirse la superficie forestal a sus antiguos propietarios o privatizarse. Se trata de un proceso largo y complejo en el que intervienen importantes cuestiones jurídicas y prácticas13.
Frecuentemente, están relacionados el tamaño de la propiedad y su ordenación. En Europa y los Estados Unidos hay una gran cantidad de propiedades pequeñas, incluso minúsculas, y algunas grandes. En Europa hay unos 10,7 millones de propiedades forestales privadas de un tamaño medio de 10,6 ha, y varios millones de propietarios privados tienen parcelas inferiores a 3 ha. Cada vez es mayor el número de propietarios absentistas que viven y trabajan lejos de sus bosques y no los consideran una fuente de ingresos. Esta situación influye claramente en los objetivos de la ordenación forestal. Ayudar a estos propietarios a gestionar sus bosques adecuadamente se ha convertido en uno de los objetivos principales de las políticas forestales de muchos países europeos.
Actividades de ocio y acceso a los bosques. La mayor parte de los países industrializados indicaron que el público tiene acceso a los bosques de propiedad estatal para las actividades de esparcimiento y para la recolección de productos forestales para uso personal. La utilización comercial requiere normalmente una autorización. En casi todos los países se ha adoptado también la política de libre acceso a los bosques de propiedad privada, aunque en ocasiones con restricciones. En un número reducido de países sólo se permite el acceso previa autorización del propietario. En general, no se han registrado últimamente cambios significativos en el acceso a los bosques, aunque es cierto que el incremento de los bosques de propiedad privada en Europa central y oriental, así como el de las zonas protegidas, podría reducir ligeramente la superficie abierta al público.
La importancia de los bosques para fines recreativos y de ocio está aumentando en las zonas templadas y boreales. Los bosques se utilizan frecuentemente para comer, pasear, acampar, practicar la equitación o montar en bicicleta de montaña. Muchos países subrayan la importancia de los bosques cercanos a los centros de población por las actividades recreativas que permiten. Los bosques son valorados también por los beneficios sociales que aportan y que no están directamente relacionados con el ocio, por ejemplo, la creación de microclimas, la reducción del ruido, los valores estéticos, y otros. La mayoría de los países informa de la importancia cada vez mayor que se atribuye a los valores culturales, históricos, espirituales y científicos de los bosques.
La Evaluación de los recursos forestales 2000, una actividad conjunta realizada por la FAO en cooperación con sus Estados Miembros y otros asociados, particularmente la CEPE-NU, recopiló y sintetizó una gran cantidad de información sobre la situación y tendencias en la superficie forestal del mundo entero, sobre la ordenación forestal y sobre otras variables relacionadas con los bosques. Ofreció también conclusiones importantes sobre el estado de los inventarios forestales y de otro tipo de información necesaria para formulación de las políticas y para la adopción de decisiones en materia de ordenación forestal que apoyen los esfuerzos de los países para avanzar hacia la ordenación forestal sostenible. Pese a las limitaciones reconocidas en lo que respecta a la información disponible en la que se basa la evaluación, la ERF 2000 es el estudio de referencia sobre los recursos forestales mundiales más completo, fiable y autorizado que existe y constituye un punto de partida excelente para mejorar en el futuro la información sobre los bosques del mundo.
Se enumeran a continuación las principales conclusiones de la ERF 2000 relacionadas con los temas que se han abordado en este capítulo.
La experiencia acumulada gracias a las evaluaciones forestales mundiales sirven de base para el desarrollo de nuevos y mejores mecanismos de acumulación de información fiable sobre los bosques del mundo. Sin embargo, existe la necesidad acuciante de seguir procurando obtener información más exacta y objetiva con el fin de utilizarla en futuros estudios mundiales, y de fortalecer la capacidad de los países para realizar inventarios forestales y controlar los cambios que se producen en sus recursos forestales. Para poder formular y aplicar políticas y programas orientados a la ordenación forestal sostenible es indispensable mejorar la base de información sobre los recursos forestales. La FAO tratará de continuar colaborando con los países y con otros asociados en este aspecto mediante el desarrollo de nuevas técnicas y la capacitación de profesionales en el campo de los inventarios forestales.