El pa�s se encuentra paralizado por una grave crisis alimentaria debida al tercer a�o consecutivo de una producci�n agr�cola inferior a la media a causa de la sequ�a, los continuos conflictos civiles y un invierno crudo. El 8 de junio public� su informe la misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA que visit� el pa�s en mayo de 2001.
La misi�n observ� que los cultivos de secano (trigo y cebada) se hab�an perdido casi totalmente, salvo en algunos focos de diferentes regiones. Seg�n las estimaciones, la producci�n de trigo de secano en 2001 era incluso inferior en alrededor del 40 por ciento a la producci�n extremadamente escasa del a�o pasado. Tambi�n la producci�n de cereales de regad�o se hab�a visto gravemente afectada por la sequ�a, como la de 2000. De todos modos, habida cuenta de que algunas zonas recibieron precipitaciones ligeramente mejores y de que las tierras y el agua de riego utilizadas anteriormente para el cultivo de la adormidera se destinaron al cultivo de trigo, se estima que la producci�n de trigo de regad�o en 2001 supera en 14 por ciento a la de 2000, aunque es inferior en alrededor del 24 por ciento a la de 1999. Seg�n las estimaciones, la producci�n de los cultivos secundarios (arroz, ma�z, cebada) supera en alrededor del 24 por ciento a la producci�n extremadamente escasa del a�o pasado, pero es inferior en aproximadamente 42 por ciento a la de 1999. Por consiguiente, la misi�n estim� la producci�n total de cereales de 2001 en 2 030 000 toneladas, alrededor de 12 por ciento m�s que en 2000 pero 37 por ciento menos que en 1999. Como consecuencia, la necesidad de importaci�n de cereales en la campa�a comercial de 2001/02 (julio/junio) se estim� en alrededor de 2,2 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al nivel sin precedente de 2,3 millones de toneladas, paro alrededor del doble del volumen de 1999 (1,1 millones de toneladas).
Debido a la p�rdida de recaudaciones fiscales por parte de las Autoridades Talibanas como consecuencia del abandono del cultivo de la adormidera este a�o y de la intensificaci�n de los problemas econ�micos que afectan tanto a los comerciantes como a los consumidores, la capacidad de importaci�n comercial del Afganist�n ha disminuido ulteriormente con respecto al a�o pasado. Ello no obstante, las importaciones comerciales de cereales se estiman generosamente en alrededor de 760 000 toneladas, 25 por ciento menos que la estimaci�n del a�o pasado aproximadamente, lo que deja un d�ficit no cubierto de m�s de un mill�n de toneladas. Un d�ficit de esta magnitud, unido al grave deterioro del poder adquisitivo de la poblaci�n, podr�a acarrear consecuencias desastrosas en el caso de no poder colmarse.
Millones de afganos de todas las categor�as -sedentarios, trashumantes y n�madas - tienen poco o ning�n acceso a los alimentos a trav�s de los mercados debido a problemas relacionados con el poder adquisitivo, y su acceso a los alimentos a trav�s de la producci�n propia se ha visto gravemente minado por la sequ�a, as� como por el deterioro de la infraestructura de riego y de la capacidad de los agricultores para conseguir los insumos necesarios. El poder adquisitivo ha disminuido mucho por la falta de oportunidades de empleo dentro y fuera de la agricultura, el abandono del cultivo de la adormidera y la disminuci�n de la producci�n de otros cultivos comerciales como cebollas, papas, almendros y albaricoques, as� como por la disminuci�n del n�mero de cabezas de ganado y los bajos precios de �ste. Otro factor que lleva a la poblaci�n campesina pobre a un c�rculo vicioso de empobrecimiento es la deuda rural. Los pr�stamos rurales otorgados por las pocas personas que disponen de recursos suponen tasas de inter�s muy elevadas. La misi�n se encontr� con intereses del 50 por ciento pagaderos en dos meses. El reembolso del capital y del inter�s empobrece cada vez m�s a los prestatarios de a�o en a�o hasta transformarlos en indigentes.
La situaci�n de conjunto es muy grave, con millones de afganos que se enfrentan con problemas de inanici�n, muchos de los cuales han agotado la mayor parte de sus medios de subsistencia y no les queda otra opci�n que dejar sus hogares y engrosar las filas de las PDI o de los refugiados. Esta situaci�n alarmante continuar� empeorando a medida que avance la campa�a comercial de 2001/02. A trav�s de sus viajes por todo el pa�s, la misi�n encontr� pruebas cada vez m�s evidentes de la existencia de un gran n�mero de indicadores que preanuncian una situaci�n de hambre, a saber: la considerable reducci�n de la ingesta de alimentos, el derrumbe del poder adquisitivo, el exterminio de los animales, el agotamiento en gran escala de los bienes personales, la subida r�pida de los precios, y el n�mero cada vez mayor de PDI y de refugiados. En el Afganist�n, este a�o la cuesti�n de la "supervivencia" ser� incluso m�s crucial que el a�o pasado.
La producci�n de trigo en 2000/01 se pronostica en 1,8 millones de toneladas, volumen ligeramen-te superior al del a�o pasado. Las importaciones de cereales en 2000/01 (julio/junio) se pronostica actualmente en 6,9 millones de toneladas. Arabia Saudita es el mayor importador mundial de cebada, que representa cerca de una tercera parte del comercio mundial de ese producto.
Las perspectivas para la cosecha de cereales de 2001 han mejorado con las lluvias superiores a la media ca�das en abril y mayo, que contribuyeron a reponer la humedad del suelo y las reservas de riego. En algunos lugares, sin embargo, las lluvias acumulativas para el per�odo vegetativo de 2000/01 siguen siendo inferiores a lo normal, y en los meses venideros ser� decisivo que llueva en forma regular para lograr una cosecha de cereales buena. Las im�genes de sat�lite indican que el desarrollo de la biomasa es en general marcadamente mejor que en el per�odo correspondiente del a�o pasado. Seg�n los primeros indicios, la escasez de semillas debida a la reducida cosecha de cereales de 2000 afectada por la sequ�a (225 000 toneladas) se ha traducido en una disminuci�n de alrededor del 34 por ciento de la superficie sembrada con trigo de invierno a 65 000 hect�reas. Se espera aumentar las superficies sembradas con cereales de primavera a 108 000 hect�reas, mientras que el objetivo total para la producci�n de primavera es de 197 000 hect�reas, incluidos 33 000 hect�reas de papas (2000: 34 000) y 21 000 hect�reas de hortalizas.
Pese a la disminuci�n de las plantaciones de trigo de invierno, la cosecha de granos (cereales y legumbres) de 2001 podr�a exceder de las 220 000 toneladas previstas por la FAO. Sin embargo, en vista del d�ficit de precipitaciones invernales, el resultado definitivo y la situaci�n de la seguridad alimentaria en el pr�ximo a�o depender�n decisivamente de la regularidad de las lluvias que se reciban durante todo el per�odo vegetativo, no s�lo para los granos sino tambi�n para otros cultivos b�sicos. Hay indicios de que el pa�s podr�a importar hasta 400 000 toneladas de cereales en 2000/01 y es probable que se necesite una cuant�a semejante en 2001/02.
Los datos de las encuestas indican que hasta un 68 por ciento de la poblaci�n vive en la indigencia, en la pobreza o cerca de la l�nea de pobreza, y que el 55 por ciento de la poblaci�n es pobre o indigente. Por familias pobres se entienden aqu�llas cuyo nivel de consumo per c�pita es inferior a la l�nea de pobreza (una cesta m�nima de alimentos y bienes de consumo), y por familias indigentes se entienden aqu�llas cuyo nivel de consumo per c�pita es inferior a la l�nea de alimentaci�n (una cesta m�nima de productos alimenticios), situ�ndose las dos l�neas en 11 735 dracmas (21,5 d�lares EE.UU.) y 7 194 dracmas por mes. Alrededor del 32 por ciento de la poblaci�n vive en la pobreza y casi el 23 por ciento en la indigencia. Los porcentajes correspondientes a las familias son del 30 y 19 por ciento, respectivamente. Adem�s, algunas familias se consideran potencialmente pobres, ya que sus ingresos oscilan entre 12 000 y 12 500 dracmas, superando de poco la l�nea de pobreza. Como consecuencia, hasta un 68 por ciento de la poblaci�n podr�a necesitar alguna forma de protecci�n social relacionada con la pobreza. Las encuestas revelan tambi�n que el nivel real de desempleo es de 27,3 por ciento, muy superior a la estimaci�n oficial de 10,0-11,5 por ciento. El sueldo mensual medio es de 20 157 dracmas, o sea menos del doble del nivel de pobreza, y alrededor del 17 por ciento de la fuerza laboral gana demasiado poco para asegurarse un ingreso superior a la l�nea de alimentaci�n. Ahora bien, los salarios no son la fuente principal de los ingresos monetarios: constituyen s�lo el 24,6 por ciento de los ingresos, mientras que las ventas de la producci�n agr�cola represen-tan el 32,1 por ciento, los ingresos derivados de actividades emprendidas por cuenta propia el 10,6 por ciento, y las pensiones y los subsidios estatales el 9,3 por ciento. Alrededor del 19,3 por ciento de los ingresos provienen de las transferencias de parientes, incluido un 12,8 por ciento de remesas (este rubro es por s� solo m�s significativo que las pensiones y los subsidios estatales). S�lo el 0,1 por ciento de los ingresos se relaciona con la propiedad (es decir, arriendos, intereses, dividendos, etc.) lo que permite ver el efecto limitado de la privatizaci�n en la modalidad de la remuneraci�n. Hay un alto grado de desigualdad en materia de ingresos. El nivel de los ingresos del 20 por ciento m�s rico de la poblaci�n es 32,2 veces m�s alto que el del 20 por ciento m�s pobre. La encuesta confirm� tambi�n de que por lo menos 620 000 armenios (y posiblemente hasta un mill�n), sobre una poblaci�n de 3,8 millones de habitantes, viven actualmente en el extranjero buscando otras fuentes de ingresos. Muchos de ellos est�n en edad de trabajar, y dos terceras partes son hombres.
Los extenuantes problemas pol�ticos, econ�micos y sociales del decenio pasado se han traducido en una situaci�n generalizada de desempleo y subempleo y de inseguridad alimentaria . Los niveles de malnutrici�n cr�nica entre los ni�os de 3-59 meses oscilan entre 14 y 32 por ciento, con una media de 22 por ciento. Estos niveles se consideran moderados pero muestran una tendencia creciente de los niveles de malnutrici�n en los dos �ltimos a�os. El PMA ha extendido su asistencia alimentaria de urgencia a las v�ctimas de la sequ�a hasta el final de diciembre de 2001 y prev� continuar prestando asistencia alimentaria a cerca de 300 000 agricultores de subsistencia. La operaci�n de urgencia (OU) se integrar� plenamente con la pr�xima operaci�n prolongada de socorro y recuperaci�n (OPSR), efectiva a partir de julio de 2001, que proporcionar� alrededor de 60 000 toneladas de suministros alimentarios a alrededor de 280 000 personas afectadas por la sequ�a. Para mediados de 2003, el PMA habr� distribuido m�s de 68 000 toneladas de productos alimenticios en el marco de la OU y de la OPSR.
El bajo nivel de las reservas de agua para riego debido a la sequ�a del a�o pasado y a las precipitaciones inferiores a lo normal recibidas en el invierno de este a�o en las cuencas fluviales hacen que las perspectivas para la cosecha de 2001 sigan siendo algo inciertas. Sin embargo, las precipitaciones recibidas en la primavera han sido buenas y las im�genes de sat�lite indican que el desarrollo de la biomasa es mejor que en el per�odo correspondiente del a�o pasado en los valles de los r�os pero menos en las zonas del litoral. En 2000, la producci�n de cereales aument� en una tercera parte como consecuencia del incremento de la superficie sembrada con trigo de invierno y de unos rendimientos mejores, ya que esta cosecha recogida en junio y julio se vio menos afectada por la sequ�a. Las obras de emergencia llevadas a cabo este invierno (profundizaci�n de los canales de riego, etc.) podr�an contribuir a mantener los niveles de producci�n de cultivos rentables. Habida cuenta del ulterior aumento de la superficie sembrada con cereales y legumbres de invierno (a 650 000 hect�reas, incluidas 523 000 hect�reas de trigo), y del aumento previsto de las plantaciones de cereales y legumbres de primavera, que lleva a 712 000 hect�reas la superficie total sembrada con cereales y legumbres, la cosecha de cereales podr�a llegar a alrededor de 1,6 millones de toneladas, frente a 1,5 millones de toneladas en 2000, siempre y cuando las condiciones de crecimiento fueran normales hasta la terminaci�n de la cosecha.
Pese a la buena cosecha prevista tras la producci�n muy superior a la media de 2000, la necesidad de importaci�n de cereales deber�a mantenerse bastante estable en torno a las 700 000 toneladas, debido en parte a que las zonas urbanas se abastecen primordialmente de las importaciones. Adem�s, es probable que aumente la necesidad de cereales y legumbres para el ganado, en consonancia con el n�mero de cabezas y a causa de que los agricultores tienen que hacer frente a la competencia de las importaciones en el mercado de los cereales alimentarios. La mayor parte de las necesidades de importaci�n de cereales se cubrir� comercialmente, aunque los grupos vulnerables, incluidas las personas desplazadas en el interior del pa�s, siguen necesitando asistencia alimentaria selectiva. El PMA contin�a prestando ayudando a 485 000 beneficiarios a trav�s de una operaci�n prolongada de socorro y recuperaci�n trienal que comenz� en julio de 1999. El total de los alimentos comprometidos para la vida del proyecto asciende a 47 880 toneladas de ayuda alimentaria.
Unas tormentas y tornados tropicales violentos registrados al final de abril y en mayo provocaron muertes y cuantiosos perjuicios a las propiedades y a la infraestructura. No se han se�alado da�os a los cultivos de arroz.
Unos chaparrones premonz�nicos ca�dos en abril aumentaron la humedad del suelo para la plantaci�n de la cosecha aus, la m�s peque�a de las tres cosechas de arroz del pa�s. La cosecha boro se est� recogiendo ahora. Suponiendo un nivel medio de rendimiento, el objetivo para la cosecha boro de 2000/01 se fij� en 11,2 millones de toneladas (arroz elaborado), alrededor de 200 000 toneladas m�s que el a�o anterior, lo que hace una producci�n total de arroz de 35,6 millones de toneladas, 100 000 toneladas m�s que la cosecha r�cord del a�o pasado. A finales de mayo, las existencias de cereales del Gobierno ascend�a a 1 mill�n de toneladas, 9 por ciento menos que en el per�odo correspondiente del a�o pasado.
Unas condiciones atmosf�ricas buenas favorecieron la recolecci�n del arroz secundario de la estaci�n seca que est� a punto de terminar. Se supone que la producci�n de este cultivo exceder� de las 735 000 toneladas previstas al principio de este a�o debido al aumento de la superficie plantada. Informes recientes indican que este a�o la superficie plantada con arroz de la estaci�n seca ha aumentado a alrededor de 260 000 hect�reas, 4 por ciento m�s que el a�o pasado y unas 50 000 hect�reas m�s que la media de los �ltimos cinco a�os. La plantaci�n del arroz de la estaci�n h�meda (principal) deber�a comenzar con la llegada de las lluvias monz�nicas en junio. Esta cosecha principal representa alrededor del 80 por ciento de la producci�n arrocera total, y el resto corresponde a la producci�n de la estaci�n seca (segunda). Suponiendo condiciones de crecimiento normales, los primeros indicios anuncian perspectivas favorables para la producci�n arrocera total de 2001.
A pesar de que la situaci�n del suministro de alimentos es en general satisfactoria, todav�a se sienten los efectos de las grandes inundaciones de septiembre pasado en las comunidades afectadas que siguen necesitando asistencia alimentaria.
COREA, REPUBLICA POPULAR DEMOCRATICA DE* (25 de mayo)
Tras el invierno m�s fr�o en decenios, el pa�s se encuentra ante una grave sequ�a primaveral. Aumentan las preocupaciones por las proyecciones de la cosecha y por las perspectivas para el suministro de alimentos de este a�o.
Una visita interinstitucional sobre el terreno realizada a la principal provincia productora de Hwanghae Norte confirm� los considerables da�os causados a los cultivos dobles de secano, pero la situaci�n de los cultivos de regad�o era buena. Las plantas de papa de secano de las tierras bajas no se hab�an desarrollado normalmente y alrededor de una tercera parte de los campos mostraban signos de grave falta de agua. Mientras el trasplante del arroz proced�a normalmente en los arrozales de regad�o, la falta de precipitaciones ha retrasado considerablemente el trasplante del ma�z. Tambi�n se ha informado que los niveles hidrost�ticos hab�an bajado, los pozos se estaban secando y los abastecimientos de agua se hab�an visto afectados. Una misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA visitar� el pa�s entre el 23 de junio y el 3 de julio de 2001 para examinar la situaci�n del suministro de alimentos y evaluar las perspectivas iniciales de la cosecha.
La misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA llevada a cabo en noviembre de 2000 estim� la necesidad de importaci�n de cereales en 1 870 000 toneladas, de las cuales se prev� que las importaciones comerciales cubrir�n 200 000 toneladas, mientras que otras 810 000 se han prometido como ayuda alimentaria por conducto del PMA y otras 500 000 m�s a trav�s de importaciones bilaterales en condiciones de favor.
COREA, REPUBLICA DE (13 de junio)
Seg�n los informes, el pa�s est� experimentando la peor sequ�a en casi 100 a�os. Las regiones centrales son las m�s afectadas ya que el nivel de las precipitaciones recibidas durante los �ltimos tres meses es un 10 por ciento de la media anual. La sequ�a ha afectado al trasplante del arroz comenzado en mayo. Algunas zonas arroceras han recibido hasta ahora s�lo el 30 por ciento de las precipitaciones medias. El Gobierno estima que han quedado sin sembrar alrededor de 4 500 hect�reas de arrozales y otras 8 000 hect�reas se han visto afectadas por la escasez de agua. Los embalses de riego se est�n secando. Los precios de las hortalizas han subido de forma pronunciada en las ciudades principales. Se estima que la sequ�a de este a�o causar� da�os a un 10 por ciento de los cultivos.
Unas condiciones atmosf�ricas extremas est�n provocando sequ�a en las partes septentrionales e inundaciones en las partes meridionales de China. En el norte, nordeste, parte de las zonas del noroeste y sudoeste, norte de Xinjiang, la Pen�nsula de Shandong, la Provincia de Hubei y norte de la Provincia de Jiangsu, las precipitaciones han disminuido un 50 por ciento desde febrero de este a�o situ�ndose en un nivel inferior en un 90 por ciento a lo normal. La sequ�a afecta tambi�n a Beijing, Tianjin, Chongqing, Hebei, Shangxi, Liaoning, Heilongjiang, Henan, Shangdong, Jiangsu, Sichuan, Guizhou, Yunnan, Gansu, Sha'anxi, Qinghai, la Provincia de Mongolia Interior , Ningzia y Xinjiang. Seg�n fuentes oficiales, han quedado afectados m�s de 20 millones de hect�reas de cultivos. Se prev� que en 13 millones de hect�reas la cosecha ser� reducida mientras que en unas 800 000 hect�reas no se recoger� nada. Adem�s, se han dejado sin plantar 4 millones de hect�reas debido a la falta de agua. Se se�ala tambi�n que falta el agua para 20 millones de personas y 15 millones de animales de tiro, lo que constituye un problema cr�tico en las ciudades situadas en la parte meridional del norte y nordeste y en la Pen�nsula de Shandong. En algunas zonas se ha registrado la presencia de langostas que constituyen una amenaza para los cultivos que han sobrevivido. Se confirma la disminuci�n de los rendimientos de los cultivos de verano en Sichuan, Chongqing, Henan y Jiangsu. La sequ�a ha afectado superficies extensas sembradas con trigo de invierno. Varios d�as de lluvias intensas a mediados de junio aportaron alivio a algunas zonas afectadas por la sequ�a, y los agricultores han empezado a replantar los cultivos perjudicados aunque los meteor�logos anuncian la posibilidad de que persistan las condiciones secas.
A diferencia de las provincias ahornagadas del norte, en el sur a principios de junio las inundaciones castigaron fuertemente las provincias de Guandong, Guangxi, Hunan, Hubei, Sichuan y otras. Seg�n fuentes oficiales, adem�s de los 17 millones de personas afectadas directamente (sobre 27 millones que viven en las zonas inundadas), las inundaciones causaron la muerte de cientos de otras, la evacuaci�n de alrededor de 140 000 y da�os a las propiedades. Se estima que han quedado destruidos 1,7 millones de hect�reas aproximadamente y que en 1,2 millones de hect�reas la cosecha podr�a verse reducida. Todav�a no se conocen las repercusiones de las inundaciones en la plantaci�n de los cultivos tard�os de arroz y en la recolecci�n de los cultivos tempranos, que juntos representan alrededor del 43 por ciento de la producci�n arrocera total. Tambi�n en otras provincias meridionales las inundaciones y los deslizamientos de tierra, intensificados por las lluvias estacionales de mediados de junio, han causado la muerte de al menos 100 personas.
Seg�n las previsiones, las perspectivas para las cosechas de trigo y cebada de 2001, que se est�n recogiendo ahora, se sit�an en torno a la media. La superficie total sembrada fue de alrededor de 61 000 hect�reas, semejante a la del a�o pasado. La producci�n de cereales en 2000, principalmente cebada, se estima en 101 000 toneladas, alrededor de un 1 por ciento menos que la media de los �ltimos cinco a�os.
Las importaciones de trigo en 2000/01 (mayo/abril) se pronostican en 100 000 toneladas, mientras que las importaciones agregadas de cebada y ma�z en unas 540 000 toneladas, como el a�o pasado.
Se se�ala que la temporada monz�nica ha comenzado puntualmente en muchas partes del oeste de Luzonin con la llegada, a finales de mayo, de las lluvias y de los vientos sudoccidentales.
En la mayor parte del pa�s ha comenzado la recolecci�n de la segunda cosecha de arroz y ma�z de las tierras bajas y se prev�n rendimientos normales. Se ha empezado a plantar la tercera cosecha de arroz. Suponiendo una temporada monz�nica normal, la producci�n arrocera total de 2001 deber�a alcanzar los 12,6 millones de toneladas, alrededor de 100 000 m�s que el a�o pasado. Seg�n las proyecciones, la demanda y el consumo de alimentos disminuir�n este a�o debido a la desaceleraci�n econ�mica y a la actual coyuntura pol�tica. Seg�n fuentes oficiales, este a�o podr�a no ser necesario importar arroz dada la gran cantidad de existencias arroceras.
Las perspectivas para la cosecha de 2001 han mejorado gracias a unas lluvias buenas recibidas en primavera. Las im�genes de sat�lite indican un desarrollo satisfactorio de los cultivos, aunque en densidad menor que el a�o pasado en las zonas septentrionales, desde Osetia Meridional hasta Shida Kartli, Mtianeti y Khaketi. Ello podr�a deberse a la reducci�n de la superficie plantada o a las plantaciones tard�as del trigo de invierno. Como las precipitaciones recibidas durante los meses de invierno han vuelto a ser inferiores a la media, el resultado definitivo depender� decisivamente de la regularidad de las precipitaciones que se reciban en los meses venideros. Hay indicios de que la superficie sembrada con trigo de invierno pueda no haber descendido tanto como se hab�a informado al principio. Ahora bien, en muchas zonas se retras� la plantaci�n y muchos agricultores utilizaron cualquier tipo de semilla que pudieron conseguir. Se espera distribuir semillas suficientes para aumentar la superficie de papas y ma�z de primavera y compensar posibles reducciones de la producci�n de trigo.
Si las condiciones atmosf�ricas lo permitieran, se prev� que la cosecha de trigo de 2001 se recuperar� despu�s del nivel reducido del a�o pasado (89 000 toneladas) a alrededor de 200 000 toneladas. An�logamente, la producci�n de la importante cosecha de ma�z podr�a aumentar en una tercera parte, dando lugar a una producci�n total de cereales y legumbres superior en un 58 por ciento aproximadamente a la de 0,6 millones de toneladas del a�o pasado, pero a�n as� ser�a algo inferior a la media de los �ltimos cinco a�os .
La importancia del comercio no estructurado hace dif�cil controlar el nivel real del consumo de cereales. Habida cuenta de una necesidad nacional de consumo de cereales (consumo humano, forrajes, p�rdidas) de 1,1 millones de toneladas en 2001/02, la necesidad de importaci�n de cereales de Georgia se estima en alrededor de 500 000 toneladas, principalmente trigo. Es dif�cil calcular el volumen de las importaciones efectivas, pero hay indicios de que en 2000/01 el pa�s import� m�s que eso. Frente a una necesidad de ayuda alimentaria estimada en 311 000 toneladas para la campa�a comercial de 2000/01, hasta ahora se han registrado s�lo 810 000 toneladas.
El a�o pasado el PMA formul� un llamamiento en el que ped�a casi 66 000 toneladas para satisfacer las necesidades b�sicas de 696 000 v�ctimas de la sequ�a m�s vulnerables hasta la pr�xima cosecha principal durante un per�odo de ocho meses (de noviembre a junio). La respuesta a ese llamamiento ha sido lenta y limitada: la primera entrega de productos lleg� a Georgia reci�n en enero. La primera ronda de distribuciones comenz� tarde, en febrero. Debido a la falta de recursos, durante esa ronda se distribuy� s�lo la mitad de la raci�n inicial. Un total de 516 750 beneficiarios (n�mero revisado siguiendo las recomendaciones de una encuesta de econom�a alimenticia dom�stica realizada en noviembre de 2000) recibi� 6 802 toneladas de alimentos (6 199 toneladas de harina de trigo, 305 toneladas de aceite vegetal, 298 toneladas de frijoles). A principios de mayo ha comenzado una segunda ronda de distribuci�n. Hasta la fecha, 327 329 beneficiarios recibieron 4 139 toneladas de alimentos. Para mediados de junio, las promesas cubr�an el 65 por ciento del monto total solicitado (42 500 toneladas frente a las 66 000 toneladas del llamamiento).
Est� en curso la recolecci�n de la cosecha de trigo y tambi�n ha comenzado la plantaci�n de cereales secundarios y del arroz Kharif que se recoger�n en septiembre/noviembre. Seg�n el Departamento Meteorol�gico de la India, es probable que las precipitaciones monz�nicas sudoccidentales de 2001 sean normales. Seg�n los informes, las precipitaciones acumulativas para el per�odo comprendido entre el 1� de marzo y el 16 de mayo de 2001 han sido normales en Rajast�n, Madhya Pradesh, Chattisgarh y Orissa. En cambio, en la regi�n de Gujarat y en Saurastra y Kutch las precipitaciones han sido muy deficientes. En condiciones normales, la estaci�n monz�nica comienza a principios de junio y dura hasta septiembre.
La falta de precipitaciones en los estados de Rajast�n, Gujarat y Madhya Pradesh redujo la superficie plantada con trigo, legumbres y semillas oleaginosas. Se se�ala que unas condiciones atmosf�ricas desfavorables han afectado a la cosecha en Haryana y Punjab, la cesta de trigo del pa�s. Como consecuencia, la producci�n de trigo de 2001/02 se ha reducido a 68,5 millones de toneladas, 7 millones de toneladas menos que la cosecha sin precedente del a�o pasado.
El nivel elevado de las existencias de cereales alimenticios est� rebasando la capacidad de las instalaciones para el almacenamiento y el Gobierno ha autorizado algunas exportaciones de trigo y arroz para aliviar la presi�n sobre el espacio disponible.
Unas lluvias estacionales beneficiaron la plantaci�n y el desarrollo de la cosecha de la estaci�n seca iniciada en mayo. En Sulawasi se est� plantando la cosecha secundaria de arroz y est� a punto de comenzar en Sumatra, para ser recogida en julio/octubre. Se supone que la producci�n arrocera de 2001 alcanzar� los 50 millones de toneladas, frente a los 51,1 millones de toneladas producidos el a�o pasado.
La situaci�n alimentaria global del pa�s contin�a estabiliz�ndose despu�s de la crisis econ�mica de 1997/98, que se vio agravada por una mala campa�a agr�cola debida a la sequ�a relacionada con El Ni�o. Como consecuencia de una buena producci�n interna y de las cuantiosas existencias que posee, Indonesia, el principal importador mundial de arroz, ha anunciado que en 2001 no importar� arroz. Sin embargo, sigue habiendo preocupaci�n por la situaci�n alimentaria y humanitaria en algunas partes del pa�s afectadas por disturbios civiles violentos y prolongados.
Las perspectivas para la cosecha de cereales de 2001 siguen siendo poco halag�e�as debido a los efectos de dos a�os consecutivos de grave sequ�a e insuficiente disponibilidad de insumos agr�colas esenciales. Una misi�n de evaluaci�n alimentaria y nutricional de la FAO, el PMA y la OMS realizada en mayo de 2000 observ� que en las zonas m�s afectadas del centro y el sur no s�lo hab�a disminuido la superficie plantada sino que tambi�n alrededor del 75 de la superficie cultivada con trigo y cebada hab�a sufrido graves da�os y se utilizaba principalmente para pastoreo. Los rendimientos hab�an descendido a niveles sin precedente. Como consecuencia, la producci�n total de cereales en 2000, estimada en aproximadamente 796 000 toneladas, era inferior en alrededor del 47 por ciento a la de 1999 e inferior en un 64 por ciento a la media de los �ltimos cinco a�os.
Las importaciones de cereales realizadas en el marco del acuerdo de "petr�leo por alimentos" de la RCS 986 han dado lugar a mejoras significativas en la situaci�n del suministro de alimentos. Contin�an se�al�ndose, sin embargo, largas demoras en el flujo de las importaciones de alimentos. Adem�s, pese a los significativos aumentos de la raci�n de alimentos registrados a partir de la RCS 986, no parece que hayan mejorado sensiblemente las tasas de malnutrici�n infantil en el centro y el sur del pa�s, y los problemas nutricionales siguen siendo graves y generalizados. Las actuales raciones de alimentos no ofrecen una alimentaci�n nutricionalmente suficiente y variada. Es deficiente en hortalizas, frutas y productos pecuarios y, por consiguiente, en micronutrientes.
IRAN, REPUBLICA ISLAMICA DEL (18 de mayo)
Los efectos de tres a�os consecutivos de sequ�a han afectado gravemente a la producci�n agropecuaria. La sequ�a del a�o pasado fue la peor desde 1964 y afect� a unos 37 millones de personas, o sea a m�s del 50 por ciento de la poblaci�n. Por consiguiente, la producci�n de trigo de 2000 descendi� a alrededor de 8 millones de toneladas, unas 700 000 toneladas menos que la cosecha ya menguada a causa de la sequ�a de 1999 y casi 2 millones de toneladas menos que la media de los �ltimos cinco a�os. Como consecuencia del d�ficit de la producci�n agr�cola, es probable que las importaciones de este a�o aumenten apreciablemente. Las perspectivas son poco halag�e�as no s�lo para los cereales sino tambi�n para la producci�n pecuaria, de la que dependen grandes sectores de la poblaci�n. Es probable que la sequ�a tenga graves repercusiones en los sectores vulnerables de la poblaci�n, particularmente en las zonas rurales, que cuentan con posibilidades limitadas de recurrir a otras fuentes de ingresos.
Una misi�n de la FAO que visit� el pa�s al final de abril confirm� la persistencia de la sequ�a en la mayor�a de las zonas. Las lluvias de invierno y primavera fueron significativamente insuficientes, y 20 de las 28 provincias experimentaron d�ficit de precipitaciones. Las mediciones de las lluvias en Bandar Turkman, Kurdhui, Guimishan y Banawa se�alaron un 60-70 por ciento del nivel del a�o anterior, que fue un a�o de grave sequ�a. Los cultivos de trigo y cebada sembrados en diciembre de 2000 y enero de 2001 crec�an en forma desigual y raqu�ticos en las zonas de secano y en los campos en los que el riego de pozos profundos era insuficiente. En algunos campos de Ghomishan y Banawar, tres a�os consecutivos de sequ�a (1999-2001) han agravado el problema de la infiltraci�n de sal, de suerte que los cultivos sufren tanto a causa de la falta de agua como del estr�s provocado por la sal. En algunas fincas la misi�n vio ovejas que pastaban en los campos de cultivos abandonados.
Tras un tercer a�o consecutivo de sequ�a se estaban secando los r�os, incluso el Gorgon Rud (observado por la misi�n), los niveles de los embalses eran bajos y, en las zonas m�s castigadas (el este, el sur y algunas partes del norte), los niveles hidrost�ticos ya bajos estaban descendiendo m�s todav�a. En la Provincia de Gulistan, la sequ�a hab�a causado da�os en alrededor de 45 000 de las 65 000 hect�reas plantadas con trigo y cebada en diciembre y enero.
La misi�n se�al�, adem�s, que la producci�n cerealera de 2001 ser� inferior incluso al nivel m�s bajo en diez a�os registrado el a�o pasado - 11,8 millones de toneladas (en forma elaborada). Al proprio tiempo, se reducir� la caba�a ganadera nacional debido a la reducci�n de la superficie y a la disminuci�n de la calidad de los pastizales, as� como a la escasez de cereales forrajeros, piensos y residuos de cosechas.
Las perspectivas para las cosechas de trigo y cebada de 2001 que se est�n recogiendo ahora son favorables, gracias a unas lluvias ben�ficas recibidas durante el per�odo vegetativo. En a�os normales la producci�n interna de trigo cubre menos de una quinta parte de la necesidad total, y el resto se importa comercialmente.
La producci�n de la cosecha de trigo de 2000 se estim� en 80 000 toneladas, m�s del doble de la cosecha afectada a causa de la sequ�a del a�o anterior, pero inferior a la media. Las importaciones de cereales en 2000/01 (julio/junio) se pronostican en aproximadamente 2,9 millones de toneladas.
La plantaci�n del arroz de 2001 comenz� en mayo en condiciones atmosf�ricas normales, y se recoger� en octubre. Se prev� una merma de la producci�n arrocera ya que la superficie plantada contin�a disminuyendo debido al programa de ajuste establecido por el Gobierno.
Se han comenzado a recolectar las cosechas de trigo y cebada de 2001. Las perspectivas son malas debido a una sequ�a prolongada que retras� la siembra y a unas temperaturas excepcionalmente elevadas de alrededor de 10 grados m�s que la media. Seg�n pron�sticos recientes, la producci�n agregada de trigo y cebada asciende a alrededor de 45 000 toneladas, volumen casi semejante al de la cosecha inferior a la media del a�o pasado e inferior en alrededor de un 40 por ciento a la media de los �ltimos cinco a�os. Este es el tercer a�o consecutivo en que se ha obtenido una producci�n de cereales inferior a la media debido a la sequ�a. Tambi�n se vio afectado el sector pecuario, sobre todo los criadores de ovejas.
La plantaci�n de primavera est� muy avanzada y marchando a un ritmo mayor que el a�o pasado. Unas buenas nevadas ca�das este a�o han proporcionado reservas abundantes de humedad del suelo. Si predominaran condiciones atmosf�ricas favorables en la mayor parte del pa�s, es probable que �ste alcance su objetivo de producci�n de cereales y legumbres establecido en 11,7 millones de toneladas (2000: 11,6 millones de toneladas), incluidos 9,2 millones de toneladas de trigo. Se han realizado algunas acciones limitadas de lucha contra las infestaciones de langostas que en los dos a�os anteriores hab�an constituido una amenaza para los cultivos.
Seg�n se prev�, este a�o los cereales de primavera se cultivar�n en 11,5 millones de hect�reas, con una producci�n prevista en 11,2 millones de toneladas, semejante a la del a�o pasado. Si se concretizaran los pron�sticos para 2001, es probable que en 2001/02 se exporten alrededor de 4,7 millones de toneladas de cereales, principalmente trigo (4,2 millones de toneladas), y algo de cebada. Esta cifra es cercana a la de las exportaciones efectuadas en la actual campa�a comercial que est� terminando.
KIRGUISTAN, REPUBLICA DE (31 de mayo)
El objetivo de producci�n de granos (cereales y legumbres) es de 1,7 millones de toneladas. La situaci�n agr�cola es en general satisfactoria y la plantaci�n de los granos de primavera est� pr�cticamente terminada. El desarrollo de la biomasa hasta el momento est� m�s avanzado que en el per�odo correspondiente del a�o pasado, salvo en la regi�n de Osh occidental. Como el r�o Syr Darya que proporciona riego a la regi�n central de Asia nace en las monta�as de Kirguist�n, es posible que este pa�s no se vea afectado por la insuficiencia de las precipitaciones recibidas en el invierno tanto como los vecinos de aguas abajo. Pero el aumento de la demanda de electricidad en los meses de invierno, como efecto de la interrupci�n del suministro de gas por falta de pago, ha hecho que el agua acumulada en el invierno se destinara a la producci�n hidroel�ctrica y disminuyera su disponibilidad para el riego de toda la regi�n en el verano. Se prev� que superficie sembrada con granos de primavera alcanzar� las 398 000 hect�reas, con inclusi�n de 67 000 hect�reas de ma�z. La producci�n de granos de 2000 se estima oficialmente en 1 570 000 toneladas, incluidos 1 040 000 toneladas de trigo. O sea, algo menos que el a�o anterior (1 630 000 toneladas) y un volumen inferior al objetivo, a causa de las p�rdidas de cosecha debidas al tiempo seco y a las nieves tempranas.
La situaci�n del suministro de alimentos es en general satisfactoria y el pa�s exporta algunos cereales a los vecinos Tayikist�n y Afganist�n. De todos modos, una parte significativa de la poblaci�n vive en la pobreza, y el acceso a alimentos suficientes es primordialmente un problema de poder adquisitivo. El pa�s tambi�n importa trigo, debido en parte a la demanda de trigo de calidad para complementar la reserva de seguridad estatal (mediante entregas de ayuda alimentaria) y al estado deficiente de las comunicaciones internas.
Las lluvias premonz�nicas beneficiaron a los preparativos de los campos para la plantaci�n del arroz de la estaci�n h�meda que deber�a comenzar en junio para recogerse en septiembre y octubre. Suponiendo condiciones atmosf�ricas normales, el pron�stico relativo a la producci�n arrocera en 2001 se cifra en 2,3 millones de toneladas, semejante a la del a�o pasado. Pese a algunas mejoras registradas en la producci�n de alimentos en los �ltimos a�os, todav�a se necesita asistencia alimentaria para las personas afectadas por las inundaciones del a�o pasado.
En septiembre de 2000, una misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA observ� que, en consonancia con la gran insistencia con que el Gobierno ha promovido el desarrollo agr�cola en los �ltimos a�os, ha habido un apreciable crecimiento en la producci�n arrocera debido a la adopci�n de variedades de alto rendimiento y a un aumento de la superficie plantada con cultivos de regad�o de la estaci�n seca. Adem�s, a pesar de las inundaciones registradas durante la �ltima estaci�n h�meda, las precipitaciones fueron satisfactorias en su conjunto y dieron lugar a una producci�n en general favorable. Partiendo de los datos oficiales sobre la producci�n de la estaci�n h�meda de 2000 y de un pron�stico provisional relativo a la estaci�n seca de 2001, la misi�n previ� la producci�n de arroz elaborado para la actual campa�a comercial en aproximadamente 1 280 000 toneladas. Con la ayuda alimentaria para programas bilaterales y la asistencia alimentaria de urgencia prometida, la disponibilidad total de arroz ascender� a 1 300 000 toneladas aproximadamente, con las que se satisfar�an totalmente las necesidades de utilizaci�n estimadas.
La producci�n de la cosecha de trigo de 2001, que se est� recolectando ahora, deber�a ser de alrededor de 60 000 toneladas, volumen muy superior al del a�o pasado. Las importaciones de trigo en 2000/01 (julio/junio) se pronostican en alrededor de 510 000 toneladas.
Se ha terminado de plantar el arroz de la segunda temporada que se recoger� en julio. Durante el mes de abril se registraron tormentas continuas, acompa�adas frecuentemente de lluvias muy intensas en toda la Pen�nsula, que causaron riadas repentinas en muchas zonas.
El pa�s produce normalmente alrededor de 2 millones de toneladas de arroz al a�o, de los cuales el 60 por ciento corresponde a la cosecha principal. Las perspectivas para las cosechas de 2001 son favorables, estim�ndose la producci�n arrocera en 2,3 millones de toneladas. Normalmente, el pa�s importa una tercera parte de las necesidades de consumo interno de arroz, mientras que el trigo y el ma�z se importan casi totalmente. Para aumentar la producci�n, el Gobierno ha anunciado diversas estrategias destinadas a permitir una producci�n de alimentos sostenible y reducir la dependencia de las importaciones. Entre las estrategias anunciadas figuran la mejora de la eficacia y la productividad, la determinaci�n de zonas de producci�n de alimentos, el fortalecimiento de los sistemas de mercadeo y de las industrias alimentarias, el desarrollo de la infraestructura y de los recursos humanos. Los sectores prioritarios ser�n los del arroz, las frutas, las hortalizas, la pesca y la avicultura.
En las principales zonas productoras se ha comenzado a plantar la cosecha principal de trigo que se recoger� en septiembre. El efecto combinado del segundo desastre invernal consecutivo, despu�s de dos sequ�as estivales consecutivas, y de los problemas subyacentes al sector agr�cola podr�a traducirse en una merma ulterior de la producci�n de cereales en 2001 y en una dependencia mayor de la asistencia alimentaria internacional. Una borrasca de nieve registrada en abril ha aumentado el sufrimiento de muchos pastores al causar nuevas muertes en el ganado, y algunos brotes de fiebre aftosa y de rabia contribuyeron a acrecentar a�n m�s las p�rdidas. Seg�n estimaciones oficiales, al 15 de abril de 2001 el n�mero de animales muertos era de poco m�s de 2 millones, el triple que en el invierno anterior. Como varias provincias no han presentado todav�a las cifras actualizadas de las p�rdidas sufridas, se supone que el n�mero podr�a ser mayor. La escala de las muertes registradas en el ganado, unidas a las del a�o pasado, implica que muchos ganaderos ya no podr�n intercambiar sus animales para proporcionar a sus familias alimentos complementarios y otros productos no alimenticios esenciales.
En enero pasado las Naciones Unidas y el Gobierno lanzaron un llamamiento a la asistencia internacional pidiendo 7 millones de d�lares EE.UU. en efectivo y 4,7 millones de d�lares EE.UU. en efectivo para prestar asistencia a la poblaci�n afectada en 73 distritos.
La plantaci�n de la cosecha principal de arroz de la estaci�n h�meda est� muy avanzada en la mayor parte del pa�s. La cosecha principal representa alrededor del 95 por ciento de la producci�n total. Suponiendo condiciones de crecimiento normales, se prev� que la producci�n arrocera de 2001 superar� a la del a�o pasado (20 millones de toneladas).
La cosecha del ma�z se recoger� a partir de julio, y ya ha comenzado la plantaci�n del arroz. Se prev� que la producci�n arrocera aumentar� en 2001 a alrededor de 4,1 millones de toneladas, unas 100 000 toneladas m�s que el a�o pasado, como consecuencia del aumento de los rendimientos. El Gobierno est� tratando de crear un sistema de riego para el incremento de los cultivos de regad�o, aumentar el suministro de fertilizantes mediante una participaci�n mayor del sector privado, y mejorar la infraestructura agr�cola.
Una tercera sequ�a consecutiva ha afectado a los cultivos en muchas partes del pa�s. Durante los tres �ltimos a�os, Baluchist�n y algunas partes de las Provincias de Sindh han recibido precipitaciones inferiores a la media, lo que deriv� gradualmente en una sequ�a, cuya persistencia est� afectando ahora a varias otras partes del Pakist�n. Los cultivos de trigo de secano se han visto gravemente reducidos mientras que los de regad�o han sufrido importantes p�rdidas de rendimiento. La producci�n de trigo en 2001 se pronostica en 17-18 millones de toneladas, frente a la excelente cosecha de 22 millones de toneladas del a�o pasado. Tambi�n el ganado ha sufrido las consecuencias de la escasez de pastizales y piensos. La mayor�a de los r�os se encuentran en un nivel considerablemente inferior a lo normal, lo que perjudicar� a las perspectivas de las posteriores cosechas de arroz y ca�a de az�car.
Dada la merma de la producci�n, se prev� que la situaci�n del suministro de alimentos ser� dif�cil en la campa�a comercial de 2001/02 (mayo/abril). Sin embargo, la disponibilidad de alrededor de 3 millones de toneladas de existencias de trigo de la cosecha r�cord del a�o pasado es suficiente para enjugar el d�ficit. Una misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA acaba de regresar del pa�s y su informe ser� publicado en breve.
Tres a�os consecutivos de sequ�a han afectado gravemente a la producci�n agropecuaria. Se se�ala que este a�o las precipitaciones han sido mejores que el a�o pasado, pero quedan todav�a focos en los que las lluvias no fueron suficientes para compensar el d�ficit de humedad del suelo.
En 1999 y 2000 graves sequ�as diezmaron los cultivos de cereales y dieron lugar a un significativo aumento de las tasas de mortalidad ovina que afectaron gravemente a los ingresos de los pastores en peque�a escala. Los informes m�s recientes cifran la producci�n de trigo de 2000 en 2,7 millones de toneladas, alrededor de un 4 por ciento menos que la menguada cosecha del a�o anterior pero 25 por ciento menos que la media de los �ltimos cinco a�os. La producci�n de cebada, casi toda de secano, se estima en 130 000 toneladas, alrededor de 88 por ciento por debajo de la media de los �ltimos cinco a�os.
La cosecha del arroz Yala, que representa una tercera parte de la producci�n total comenz� en mayo con la llegada de las lluvias monz�nicas sudoccidentales. Unas precipitaciones entre normales y superiores a lo normal recibidas despu�s de la siembra han proporcionado condiciones de crecimiento buenas para los cultivos en las Provincias del Centro Norte y del Este y en las de Uva y Sabaragamuwa, que representan el 62 por ciento de la producci�n total Yala. La parte restante de la cosecha Yala se produce en las provincias nordoccidentales, centrales, occidentales y meridionales en las que las lluvias han sido inferiores a lo normal desde el comienzo de la campa�a. En los �ltimos cinco a�os, el costo de producci�n del arroz ha aumentado significativamente debido al aumento del costo de la mano de obra, del combustible y de los fertilizantes. Adem�s, los precios al productor, que han dejado de ser atractivos en los �ltimos a�os, podr�an afectar en el futuro a las intenciones de siembra y a la producci�n arrocera.
Una depresi�n atmosf�rica atraves� la parte septentrional del pa�s a principios de mayo causando lluvias intensas en la zona y riadas repentinas en las provincias de Kalasin y Nakhon Ratchasima. Las peores lluvias cicl�nicas en su historia castigaron la provincia de Phrae en la regi�n septentrional a principios de mayo. Una de las causas principales de las inundaciones fue la ordenaci�n deficiente de los recursos forestales de la Provincia. Seg�n los resultados de una encuesta, adem�s de la p�rdida de vidas humanas se ha destruido una gran parte de la infraestructura econ�mica y agr�cola en las 39 aldeas afectadas. Han quedado destruidas mucho m�s de 7 000 rai (1 120 hect�reas), adem�s de las p�rdidas en gran escala registradas en el sector de la pesca y de la ganader�a. La Provincia de Phrae aguarda nuevas precipitaciones intensas en las semanas venideras.
Unas tormentas aisladas e intensas precipitaciones generalizadas en todo el pa�s a partir de finales de abril marcaron el avance de la temporada monz�nica desde el Mar Andaman hacia el Golfo de Tailandia. Las lluvias premonz�nicas que atenuaron el ritmo de la cosecha secundaria del arroz aumentaron la humedad del suelo para la plantaci�n de las cosechas principales de arroz y ma�z. La producci�n arrocera total de 2001 se pronostica provisionalmente en 24 millones de toneladas, semejante a la del a�o pasado. Las exportaciones de arroz en 2001 deber�an mantenerse en el mismo nivel que el a�o pasado.
Las perspectivas para la cosecha de cereales de 2001 no son buenas. Los datos oficiales m�s recientes indican que, contrariamente a las previsiones anteriores, la superficie sembrada con trigo no ha disminuido debido a la escasez de semillas tras la cosecha menguada a causa de la sequ�a del a�o pasado sino que se mantuvo estable en 345 000 hect�reas. Ahora bien, tras la sequ�a del a�o pasado algunas plantaciones fueron tard�as. Sigue habiendo problemas de salinizaci�n debidos al estado deficiente del sistema de ordenaci�n del riego y de las aguas y a un avenamiento insuficiente. La utilizaci�n de fertilizantes es tambi�n escasa, debido en parte a los altos precios mundiales del petr�leo. Adem�s, unos datos muy parciales indican que mientras en el per�odo de octubre a diciembre de 2000 las precipitaciones superaron a las del per�odo correspondiente del a�o anterior, entre enero y abril su nivel ha sido marcadamente inferior. El Gobierno ha pedido ayuda para satisfacer las necesidades de suministro de alimentos en vista de los temores ante la posibilidad de una nueva sequ�a por segundo a�o consecutivo.
Hasta mediados de mayo las im�genes de sat�lite indicaban que el desarrollo de la biomasa era inferior al de 2000 en las regiones meridionales de Khation y septentrionales de Leninabad, pero mejor en las regiones situadas aguas arriba de los r�os principales. El desarrollo de los cultivos es marcadamente inferior al de 1999, cuando la producci�n total de granos (cereales y legumbres) se estim� oficialmente en 482 000 toneladas. Desde finales de abril continu� el tiempo caluroso con temperaturas superiores a lo normal, lo que aument� la falta de humedad y las necesidades de riego. Si persiste la sequ�a, la producci�n de alimentos y de la cosecha de algod�n ser� nuevamente menguada. En esta fase inicial, dados los rendimientos algo menores a los del a�o pasado, la producci�n de granos de 2001 podr�a descender por debajo de las 350 000 toneladas. De todos modos, el resultado definitivo depender� decisivamente de la intensidad y duraci�n de la sequ�a.
Dos a�os desfavorables consecutivos para la producci�n de alimentos b�sicos podr�an tener consecuencias nefastas para la poblaci�n. Muchas familias se encuentran ya en una situaci�n calamitosa. El Gobierno ha pedido asistencia internacional. Una misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA est� evaluando actualmente los efectos de la sequ�a en los cultivos y la situaci�n del suministro de alimentos, con inclusi�n de las necesidades de asistencia alimentaria de la poblaci�n afectada.
El PMA ha hecho un llamamiento pidiendo 126 000 toneladas de ayuda alimentaria por un valor de 62 millones de d�lares EE.UU. para ejecutar una operaci�n de urgencia destinada a socorrer a m�s de un mill�n de personas en grave necesidad de asistencia alimentaria. En el primer trimestre de 2001 se distribuyeron m�s de 15 600 toneladas de productos alimenticios a 775 000 personas afectadas por la sequ�a. El PMA prev� extender los programas de distribuci�n de alimentos hasta diciembre de 2001. Sin una asistencia adecuada, alrededor de 1,2 millones de personas tendr�n que hacer frente a una situaci�n muy dif�cil, pr�cticamente sin oportunidades de empleo ni otras fuentes de ingreso para comprar alimentos en el mercado.
La recolecci�n del ma�z ha terminado, y ha comenzado la de la cosecha del arroz de secano plantada a partir de noviembre. En las zonas meridionales, se est�n plantando las cosechas secundarias de arroz y ma�z que se recolectar�n en septiembre y octubre. Las perspectivas para las cosechas son relativamente favorables debido a las precipitaciones suficientes y al aumento de las semillas disponibles y de la superficie. El ganado ha aumentado significativamente desde 1999 cuando muri� un gran n�mero de animales durante las violencias que se hab�an desencadenado en el pa�s. Pese a las mejoras experimentadas en la situaci�n del suministro de alimentos, la inestabilidad de la situaci�n econ�mica y pol�tica, el deficiente sistema de mercadeo y la insuficiente infraestructura agr�cola contin�an impidiendo el desarrollo del sector agr�cola.
La escasez de agua para riego por segundo a�o consecutivo podr�a dar lugar a que los objetivos oficiales de gran alcance fijados para la producci�n de granos (cereales y legumbres) y algod�n no se alcancen. El objetivo de producci�n de trigo de invierno es de 2 millones de toneladas, y adem�s se producen algunas cantidades de arroz y ma�z en la primavera. Seg�n informes oficiales, los cereales de invierno se plantar�n en alrededor de 775 000 hect�reas, o sea un 10 por ciento aproximadamente m�s que el a�o pasado, en un pa�s que cuenta con un territorio en gran parte des�rtico en el que la mayor�a de los cultivos necesitan riego. Prosigue la campa�a destinada a aumentar la producci�n arrocera, que el a�o pasado fracas�, y este a�o se prev� la siembra de alrededor de 40 000 hect�reas por parte de productores especializados.
Las estimaciones de las superficies sembradas podr�an no responder a la realidad. El hecho de que el trigo, el arroz y el algod�n sean cultivos que siguen estando bajo el control estatal y para los cuales se pueden conseguir insumos podr�a inducir a pensar que las superficies sembradas est�n sobrestimadas y que los insumos se destinan a otros cultivos alimentarios. M�s a�n, la mayor�a de las fuentes privadas consideran tambi�n exageradas las estimaciones sobre los rendimientos de los cultivos. Por un lado, la privatizaci�n de la tierra y la responsabilidad privada de la producci�n en r�gimen de arrendamiento han proporcionado incentivos para aumentar al m�ximo los rendimientos. Por otro lado, fuentes extraoficiales indican que los rendimientos efectivos del trigo se sit�an entre 1,5 y 2,0 toneladas por hect�rea y no entre 2,5 y 2,6 toneladas por hect�rea como se informa oficialmente desde 1999. La salinizaci�n debida al riego excesivo de suelos des�rticos fr�giles y el deficiente avenamiento es un problema creciente.
Habida cuenta de estas consideraciones, y del fuerte aumento de la disponibilidad de cereales indicado por los pron�sticos oficiales, la FAO ha rebajado sus pron�sticos desde 1999. La producci�n de trigo en 2000 se estima ahora en 1,4 millones de toneladas y la producci�n total de granos en 1,5 millones de toneladas. Los informes iniciales indican que los niveles de los embalses est�n m�s bajos que el a�o pasado y que se ha podido disponer de agua s�lo para un solo riego en abril. Se se�ala que en mayo el agua disponible para regar los cultivos era insuficiente y que esto, adem�s de comprometer el rendimiento de los cultivos de los granos y del algod�n de primavera, podr�a tambi�n afectar al rendimiento del trigo de invierno. Se considera que las zonas m�s afectadas son la provincia de Dashagouz (en la frontera con Karakalpakstan y m�s cerca del extremo del r�o Amu Darya) y la provincia de Mary (en la frontera con el Ir�n y el Afganist�n). La provincia de Mary depende para el riego del r�o Murghab, que ha estado seco durante la mayor parte de la temporada agr�cola de primavera. Dada la amenaza de la escasez de agua, se rebajar�n las perspectivas para las cosechas de cultivos alimenticios de 2001 pese a los informes que indican un aumento de la superficie sembrada.
Las importaciones de trigo han descendido de forma pronunciada en los �ltimos a�os y se estima que se mantendr�n estables en alrededor de 40 000 toneladas en 2001/02, siempre y cuando se concretizaran los pron�sticos relativos a la producci�n de cereales. De todos modos, es dif�cil obtener datos sobre el comercio y se informa de flujos de comercio no estructurado de harina de trigo. La estrategia del Gobierno hace hincapi� en aumentar la producci�n interna de trigo y arroz para reducir al m�nimo las necesidades de importaci�n. Al proprio tiempo, el Gobierno desea tambi�n quintuplicar la producci�n de semillas de algod�n para el a�o 2010.
Las perspectivas para las cosechas de invierno de 2001 que se recoger�n a partir de junio son desfavorables debido a la sequ�a y a algunos da�os causados por las inundaciones a principios de mayo. Como consecuencia, se prev� un descenso de la producci�n de trigo de 2001 a 17 millones de toneladas con respecto al pron�stico anterior del Gobierno que la situaba en 20 millones de toneladas. An�logamente, la cosecha de cebada deber�a disminuir a 6,5 millones de toneladas con respecto a los 8 millones de toneladas del a�o pasado.
En junio de 2000 el Gobierno ha reducido significativamente sus precios de sostenimiento de los cereales con objeto de reducir las presiones inflacionarias y rebajar los desembolsos gubernamentales. Por ejemplo, los precios de sostenimiento para el trigo rojo duro de Anatolia, que es el que se produce m�s com�nmente, se ha reducido en alrededor del 14 por ciento con respecto a 1999 a 166 d�lares EE.UU. por tonelada.
Las compras de la Junta estatal de granos de Turqu�a (TMO) a los agricultores en 2001 se pronostican en alrededor de 3,5 millones de toneladas de cereales.
Las perspectivas para las cosechas de cereales de 2001 se ven nuevamente amenazadas por la falta de agua para riego. A finales de abril, en la mayor�a de las estaciones los caudales de agua tanto en el r�o Syr Darya como en el Amu Darya eran menores que en el per�odo correspondiente del a�o pasado. Si no aumentan los deshielos como efecto de las temperaturas muy elevadas registradas a partir de finales de abril, se corre el riesgo de que los abastecimientos de agua para riego no sean suficientes para satisfacer las necesidades de los cultivos de la regi�n. Los niveles de riego son bajos por varias razones, a saber: las precipitaciones recibidas en la zona de captaci�n, que no fueron suficientes para compensar los bajos niveles del a�o pasado, la desviaci�n de los recursos h�dricos para la generaci�n de hidroelectricidad r�o arriba en los meses de invierno, y el estado cada vez m�s deficiente del sistema de riego. De continuar esta situaci�n, las perspectivas indican otra cosecha de primavera menguada.
Las elevadas temperaturas fuera de estaci�n registradas a partir de finales de abril han permitido la plantaci�n temprana de primavera pero tambi�n han aumentado las necesidades de riego. La plantaci�n del algod�n, el principal cultivo comercial, est� pr�cticamente terminada. Puede que la plantaci�n de cereales de primavera (principalmente arroz y ma�z) y de otros cultivos alimentarios se vea afectada por la escasez de agua para riego. En Karakalpakstan (KK), la zona m�s afectada el a�o pasado por la falta de agua, la superficie total sembrada con cultivos de primavera se ha reducido m�s o menos a la mitad, a 200 000 hect�reas. Pr�cticamente no se ha plantado arroz en ninguna parte (el objetivo era de 80 000 hect�reas) y, como consecuencia, la superficie total sembrada con arroz podr�a descender a alrededor de 75 000 hect�reas con respecto al bajo nivel del a�o pasado situado en 125 000 hect�reas. La superficie sembrada con algod�n en KK tambi�n disminuy� hasta en una tercera parte.
Las estimaciones oficiales m�s recientes confirman que la superficie sembrada con trigo de invierno ha disminuido alrededor de 100 000 hect�reas a 1,2 millones de hect�reas estimativamente, ya que algunas tierras de secano han sido retiradas de la producci�n. Como consecuencia de la disminuci�n de las plantaciones de trigo y arroz, la superficie total sembrada con granos (cereales y legumbres) para la cosecha de 2001 se estima en s�lo 1,4 millones de hect�reas, alrededor de 200 000 hect�reas menos que el a�o pasado. Dado que tambi�n en los pa�ses vecinos hay sequ�a, la cosecha de granos de 2001 podr�a ser inferior a la mala producci�n del a�o pasado (3,9 millones de toneladas).
Una misi�n conjunta FAO/PMA realizada en octubre de 2000 como efecto de la escasez de agua registrada ese a�o observ� que aproximadamente 45 000 personas de KK experimentar�an problemas de suministro de alimentos si no recib�an asistencia. Este n�mero podr�a ser mayor si se repite este a�o la misma situaci�n de escasez de agua.
En mayo la temporada monz�nica ha llegado al Delta de Mekong y a algunas zonas del altiplano central con lluvias intensas y generalizadas. Se ha comenzado a recoger la cosecha de arroz de invierno y primavera, la mayor cosecha de arroz de las partes septentrionales y meridionales del pa�s. En los Deltas del R�o Colorado y del R�o Mekong se pronostica para este a�o una cosecha de invierno y primavera m�s abundante, como consecuencia de la difusi�n del uso de variedades de arroz h�brido de alto rendimiento.
En el sur se est� plantando el arroz de verano y oto�o que se cosechar� en octubre. En vista del debilitamiento de los precios del arroz, la superficie cultivada ha disminuido y en algunas zonas los agricultores han pasado del cultivo del arroz de verano-oto�o a otros cultivos m�s rentables. Para impedir el descenso de los precios, en abril el Gobierno compr� alrededor de 1 mill�n de toneladas de arroz a los agricultores locales. Los contingentes impuestos a las exportaciones y a las importaciones de fertilizantes se han abolido �ltimamente para estimular las exportaciones y la producci�n. A los compradores de Africa, Oriente Medio y Asia se han expedido alrededor de 2 millones de toneladas, o sea el 50 por ciento del objetivo de exportaci�n de este a�o.
Seg�n los informes, las precipitaciones y temperaturas para las cosechas principales de sorgo y mijo que se recoger�n hacia fin de a�o son normales. La producci�n total de cereales en 2000 se estima en 672 000 toneladas, semejante a la media de los �ltimos cinco a�os.
Por lo que se refiere a la langosta del desierto, la situaci�n se presenta tranquila, pero es probable que se den condiciones favorables para su reproducci�n despu�s de las lluvias de invierno ca�das recientemente en las llanuras costeras del Mar Rojo.