FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 06/01 - AFGANISTAN* (12 de junio)

AFGANISTAN* (12 de junio)

El país se encuentra paralizado por una grave crisis alimentaria debida al tercer año consecutivo de una producción agrícola inferior a la media a causa de la sequía, los continuos conflictos civiles y un invierno crudo. El 8 de junio publicó su informe la misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA que visitó el país en mayo de 2001.

La misión observó que los cultivos de secano (trigo y cebada) se habían perdido casi totalmente, salvo en algunos focos de diferentes regiones. Según las estimaciones, la producción de trigo de secano en 2001 era incluso inferior en alrededor del 40 por ciento a la producción extremadamente escasa del año pasado. También la producción de cereales de regadío se había visto gravemente afectada por la sequía, como la de 2000. De todos modos, habida cuenta de que algunas zonas recibieron precipitaciones ligeramente mejores y de que las tierras y el agua de riego utilizadas anteriormente para el cultivo de la adormidera se destinaron al cultivo de trigo, se estima que la producción de trigo de regadío en 2001 supera en 14 por ciento a la de 2000, aunque es inferior en alrededor del 24 por ciento a la de 1999. Según las estimaciones, la producción de los cultivos secundarios (arroz, maíz, cebada) supera en alrededor del 24 por ciento a la producción extremadamente escasa del año pasado, pero es inferior en aproximadamente 42 por ciento a la de 1999. Por consiguiente, la misión estimó la producción total de cereales de 2001 en 2 030 000 toneladas, alrededor de 12 por ciento más que en 2000 pero 37 por ciento menos que en 1999. Como consecuencia, la necesidad de importación de cereales en la campaña comercial de 2001/02 (julio/junio) se estimó en alrededor de 2,2 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al nivel sin precedente de 2,3 millones de toneladas, paro alrededor del doble del volumen de 1999 (1,1 millones de toneladas).

Debido a la pérdida de recaudaciones fiscales por parte de las Autoridades Talibanas como consecuencia del abandono del cultivo de la adormidera este año y de la intensificación de los problemas económicos que afectan tanto a los comerciantes como a los consumidores, la capacidad de importación comercial del Afganistán ha disminuido ulteriormente con respecto al año pasado. Ello no obstante, las importaciones comerciales de cereales se estiman generosamente en alrededor de 760 000 toneladas, 25 por ciento menos que la estimación del año pasado aproximadamente, lo que deja un déficit no cubierto de más de un millón de toneladas. Un déficit de esta magnitud, unido al grave deterioro del poder adquisitivo de la población, podría acarrear consecuencias desastrosas en el caso de no poder colmarse.

Millones de afganos de todas las categorías sedentarios, trashumantes y nómadas - tienen poco o ningún acceso a los alimentos a través de los mercados debido a problemas relacionados con el poder adquisitivo, y su acceso a los alimentos a través de la producción propia se ha visto gravemente minado por la sequía, así como por el deterioro de la infraestructura de riego y de la capacidad de los agricultores para conseguir los insumos necesarios. El poder adquisitivo ha disminuido mucho por la falta de oportunidades de empleo dentro y fuera de la agricultura, el abandono del cultivo de la adormidera y la disminución de la producción de otros cultivos comerciales como cebollas, papas, almendros y albaricoques, así como por la disminución del número de cabezas de ganado y los bajos precios de éste. Otro factor que lleva a la población campesina pobre a un círculo vicioso de empobrecimiento es la deuda rural. Los préstamos rurales otorgados por las pocas personas que disponen de recursos suponen tasas de interés muy elevadas. La misión se encontró con intereses del 50 por ciento pagaderos en dos meses. El reembolso del capital y del interés empobrece cada vez más a los prestatarios de año en año hasta transformarlos en indigentes.

La situación de conjunto es muy grave, con millones de afganos que se enfrentan con problemas de inanición, muchos de los cuales han agotado la mayor parte de sus medios de subsistencia y no les queda otra opción que dejar sus hogares y engrosar las filas de las PDI o de los refugiados. Esta situación alarmante continuará empeorando a medida que avance la campaña comercial de 2001/02. A través de sus viajes por todo el país, la misión encontró pruebas cada vez más evidentes de la existencia de un gran número de indicadores que preanuncian una situación de hambre, a saber: la considerable reducción de la ingesta de alimentos, el derrumbe del poder adquisitivo, el exterminio de los animales, el agotamiento en gran escala de los bienes personales, la subida rápida de los precios, y el número cada vez mayor de PDI y de refugiados. En el Afganistán, este año la cuestión de la "supervivencia" será incluso más crucial que el año pasado.