FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.3, junio 2001 - pagína 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

En general, en la mayoría de los países en desarrollo la situación del suministro de alimentos es algo mejor que en el mismo período del año pasado, aunque en muchos persisten todavía graves dificultades alimentarias. En el Cuerno de Africa, unas condiciones atmosféricas mejoradas han aliviado algo los graves problemas alimentarios causados por la sequía prolongada y extendida que devastó el año pasado los cultivos y el ganado. En algunas partes del Sudán, sin embargo, se están experimentando graves dificultades debidas a la sequía y al recrudecimiento de una guerra civil ya inveterada. En el Africa austral, una racha seca y unas lluvias excesivas registradas a mitad de campaña en algunas partes han determinado importantes descensos en las cosechas, con efectos variados según los países. En otras partes, pese a unas condiciones atmosféricas favorables para la producción de alimentos, los conflictos civiles continúan trastornando la producción agrícola en Angola, Burundi, la RD del Congo, Guinea, Liberia y Sierra Leona.

En Asia, algunas partes de China, la India y el Pakistán se han visto gravemente afectadas por la sequía, pero sin efectos significativos a nivel nacional ya que los países disponen de existencias alimentarias suficientes para colmar los déficit. La RPD de Corea está atravesando actualmente la peor sequía de primavera en 80 años, que probablemente agravará la ya inestable situación del suministro de alimentos. En Asia central, Mongolia se está recuperando de dos inviernos rigurosos consecutivos que causaron la muerte de numerosas cabezas de ganado, mientras que los países de la CEI afectados por la sequía del año pasado (Armenia, Georgia, Tayikistán y Uzbekistán) todavía no se han recuperado del todo. En el Cercano Oriente, el Afganistán se encuentra paralizado por una crisis alimentaria causada por sequías consecutivas exacerbadas por los continuos conflictos civiles. El Iraq, la República Islámica del Irán y Jordania han sufrido durante casi tres años sequías que han creado una situación de inseguridad alimentaria y de necesidad de asistencia en un gran número de pequeños agricultores, particularmente pastores.

En América Latina, El Salvador está dando muestras de recuperación de la racha seca del año pasado y de los recientes terremotos, mientras que Bolivia y el Perú; se están recuperando de las inundaciones de principios de año que causaron algunas pérdidas de cosechas.

En Europa, las condiciones de crecimiento de los cultivos son hasta ahora en general favorables, previéndose un aumento de las cosechas, salvo en la ex República Yugoslava de Macedonia, donde las actividades agrícolas se ven perturbadas por los conflictos civiles actualmente en curso.

En América del Norte, se pronostica que la producción de trigo descenderá de forma pronunciada tras otra disminución significativa de la superficie plantada. También se prevé una disminución de la superficie sembrada este año con cereales secundarios. En el Canadá, se pronostica también un descenso de la superficie sembrada con trigo con respecto al año pasado, y una disminución del 12 por ciento de la producción total de trigo.


SITUACION POR REGIONES

Africa

En el Africa Oriental, unas buenas cosechas de la temporada secundaria obtenidas en algunas partes han mejorado la situación del suministro de alimentos. Pero los efectos de las devastadoras sequías de los últimos dos años y de años anteriores o los disturbios civiles y conflictos en curso continúan minando la seguridad alimentaria de un gran número de personas. En el Sudán, las perspectivas alimentarias son muy desfavorables en algunas partes, con vistas a un empeoramiento de la situación en los próximos meses cuando comience la temporada de carestía. Dos años consecutivos de cosechas menguadas de cereales y el agotamiento de las existencias determinaron un fuerte aumento de los precios de los cereales. La reciente escalada de la guerra civil, particularmente en Bahr El Ghazal, ha desplazado a un gran número de personas y está agravando la situación. En consecuencia, se prevé que el número de las personas que necesitan asistencia internacional, estimada actualmente en alrededor de 2 970 000, aumentará en los próximos meses. En Eritrea, las perspectivas para la campaña agrícola de 2001, que recién ha empezado, siguen siendo inciertas ya que todavía la mayor parte de los agricultores desplazados no ha podido volver a sus fincas y grandes parcelas de tierra siguen siendo inaccesibles debido a las minas terrestres. La lenta respuesta al llamamiento humanitario de 2001 constituye también un motivo de preocupación, ya que hasta ahora sólo se ha cubierto una pequeña parte de los 224 millones de dólares EE.UU. solicitados en el llamamiento. En Kenya, las perspectivas alimentarias mejoraron en algunos distritos pastorales del centro y el oeste tras la caída de lluvias copiosas. Los distritos orientales, en cambio, todavía no se han recuperado ya que las precipitaciones recibidas hasta ahora han sido escasas. En Etiopía, unas perspectivas favorables para la actual cosecha "belg" de lluvias cortas, precedida de una excelente cosecha "meher" obtenida al final del año pasado, han mejorado significativamente la situación del suministro de alimentos en el país. Sin embargo, alrededor de 6,5 millones de personas afectadas por sequías consecutivas y por la guerra con el vecino país Eritrea dependen de la asistencia alimentaria. Y, además, el descenso de los precios de los cereales desde finales del año pasado ha perjudicado los ingresos familiares. En Somalia, unas lluvias inferiores a lo normal recibidas en mayo en algunas de las principales zonas productoras del sur han afectado a las cosechas de la temporada principal "gu" de 2001. Se necesitan más lluvias para impedir que disminuyan los rendimientos. La situación de los pastizales sigue siendo buena en la mayor parte del país. Ahora bien, los efectos de la prohibición de importar ganado impuesta por los países de la Península Arábiga y el alto nivel de inflación debido a una nueva emisión de chelines ha menguado el poder adquisitivo de grandes sectores de la población. En Uganda y Tanzanía, la situación del suministro de alimentos es en general suficiente gracias a unas precipitaciones favorables recibidas. En Burundi, pese a la cosecha mejorada de la última campaña, la situación del suministro de alimentos es difícil para 324 000 personas desplazadas en el interior del país y para las personas afectadas por la sequía en algunas zonas. En Rwanda, se necesita asistencia alimentaria para 267 000 personas que han obtenido una cosecha menguada en las partes sudorientales debido a la escasez de lluvias.

En el Africa Austral, ya está casi terminada la recolección de los cereales secundarios de 2001. Se estima que la producción disminuirá de forma pronunciada como consecuencia de la reducción de la superficie plantada y de las malas condiciones del tiempo. Las estimaciones preliminares de la producción de maíz, que representa más del 90 por ciento del total de los cereales secundarios, indican una cosecha inferior en 13,7 millones de toneladas a la del año pasado. En Sudáfrica, la producción de maíz se pronostica en 7,2 millones de toneladas, 3,7 millones de toneladas menos que el año pasado. Pese a la gran cantidad de existencias remanentes, es probable que el excedente exportable del país para la campaña comercial de 2001/02 no cubra las necesidades de importación de la subregión. Unas misiones de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA terminadas últimamente en Zimbabwe, Swazilandia y Lesotho han confirmado los pronósticos anteriores relativos a una producción desfavorable. En Zimbabwe, se estima que la producción de maíz es inferior en más de una cuarta parte al nivel de 2000 debido a la disminución de la superficie plantada y de los rendimientos. Se supone que la situación del suministro de alimentos será en general más difícil ya que el país tiene un grave déficit de divisas que limita las importaciones comerciales. En el plano familiar, se prevén dificultades alimentarias en las partes meridionales y orientales, en las que la cosecha de cereales fue muy reducida. En Lesotho, la producción de cereales se pronostica en 80 000 toneladas, alrededor de 55 por ciento menos que el año pasado y 60 por ciento menos que el promedio de los últimos cinco años. Como consecuencia, se estima que la necesidad de importación de cereales para 2001/02 (abril/marzo) es considerablemente superior a la media. En Swazilandia, la producción de cereales se pronostica en 73 000 toneladas, en torno al nivel del año pasado pero un 66 por ciento de la media de los últimos cinco años. Las necesidades de importación se han duplicado desde el año pasado y se presagia difícil la situación del suministro de alimentos. También se obtuvieron cosechas de cereales secundarios muy menguadas en Zambia, Namibia y Botswana. En Malawi, la producción de maíz declinó en más del 18 por ciento respecto al nivel excelente del año anterior, en el que se disponía de excedentes exportables, pero el país seguirá siendo autosuficiente en maíz. Por el contrario, en Angola una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA efectuada recientemente estimó que la producción de cereales de este año era significativamente superior a la del año pasado debido a que las PDI tuvieron más posibilidades de conseguir tierra, se distribuyeron más insumos agrícolas y el tiempo fue en general favorable. Sin embargo, más de 1,3 millones de personas desplazadas en el interior del país están necesitando ayuda alimentaria de urgencia. En Mozambique, las estimaciones oficiales recientes anuncian un aumento de la producción de cereales secundarios de este año debido a un incremento de la superficie plantada y a unas condiciones atmosféricas en general favorables, pese a las lluvias excesivas caídas en las partes septentrionales y centrales.

En el Africa Septentrional, se han empezado a recoger las cosechas de invierno de 2001 de la subregión. Se prevé que la producción total de cereales alcanzará los 26 millones de toneladas, volumen muy superior a la producción afectada por la sequía del año pasado y superior también a la media. Se prevé una cosecha de trigo cercana a los 13 millones de toneladas, frente a alrededor de 10 millones de toneladas del año pasado, y un volumen apenas superior a la media quinquenal. Ahora bien, la situación de las cosechas varía dentro de la subregión. En Marruecos, la producción de trigo debería duplicar con creces el nivel afectado por la sequía de 2000, debido a las condiciones atmosféricas favorables imperantes en las zonas septentrionales y centrales. Se prevé una producción inferior a la media en las regiones productoras del sur como consecuencia de la insuficiencia de precipitaciones y de la reducción de la superficie plantada. En Argelia y Túnez, aunque se prevé una cosecha de trigo superior a la de 2000, gravemente afectada por la sequía, es posible que el tiempo seco prolongado de abril y mayo de este año (durante la fase de la granazón) dé lugar a unos rendimientos y producciones menores de lo previsto en muchas zonas. Como consecuencia, se pronostica una cosecha de trigo inferior a la media en Túnez, mientras que en Argelia estará cercana a la media de los últimos cinco años. En Egipto, la producción de los cultivos de trigo de regadío debería ser ligeramente inferior al nivel superior a la media de 2000 (6,6 millones de toneladas), como consecuencia de una pequeña reducción de la superficie plantada este año. La producción total de cereales secundarios de 2001 de la subregión se pronostica en alrededor de 10 millones de toneladas, volumen superior a la cosecha menguada a causa de la sequía del año anterior pero inferior a la media de los últimos cinco años, debido a la insuficiencia de las precipitaciones recibidas en muchas zonas.

En el Africa Occidental, la estación de las lluvias ya está bien establecida en los países del Golfo de Guinea. En abril y mayo se registraron lluvias copiosas en Côte d'Ivoire, Ghana y Nigeria. Los primeros cultivos de maíz se están desarrollando satisfactoriamente en el sur y el centro, mientras que en el norte los cereales secundarios están despuntando. En Guinea y Sierra Leona, sin embargo, las hostilidades que tienen lugar en las zonas fronterizas afectaron a las actividades agrícolas y comerciales y causaron desplazamientos de la población. También se ven obstaculizados los programas de socorro, y los campamentos de los refugiados se han desplazado de la zona de "Parrot's Beak" en Guinea. En el Sahel, las primeras lluvias permitieron efectuar los preparativos de la tierra y las plantaciones tempranas en el sur de Burkina Faso, el Chad y Malí. En otras partes, predominan condiciones secas estacionales y las plantaciones comenzarán con la llegada de las lluvias en junio y julio.

En el Africa Central, las condiciones de crecimiento son favorables hasta ahora en el Camerún y la República Centroafricana. La situación de seguridad ha mejorado y la producción de alimentos debería aumentar en la República del Congo. La situación alimentaria y nutricional de unos 2 millones de personas desplazadas en el interior de la República Democrática del Congo es extremadamente grave, pero la inseguridad continúa impidiendo el suministro de asistencia humanitaria.

Asia

La campaña principal del arroz está muy avanzada en los países situados en torno a la zona ecuatorial. Los preparativos de la tierra y la plantación del arroz y los cereales secundarios han comenzado o están a punto de comenzar con la llegada de las lluvias, aunque en algunos países la plantación se ha retrasado u obstaculizado debido a una grave sequía. En la RPD de Corea las perspectivas para la cosecha se han vuelto desfavorables debido a la sequía registrada después de dos años consecutivos de inviernos rigurosos. En China, la sequía imperante en la parte septentrional ha perjudicado al trigo de invierno plantado en septiembre y octubre. Unas precipitaciones inferiores a la media han hecho escasear el agua para el ganado y para el consumo humano y secado las fuentes de riego. En el sur se está terminando de plantar la cosecha temprana de arroz. En Tailandia, Camboya, Laos y Viet Nam ha comenzado la plantación de la cosecha principal de arroz de la estación húmeda, que representa la mayor parte de la producción total de arroz. En el subcontinente indio, la plantación del arroz y los cereales secundarios de la temporada principal kharif comenzará en breve con la llegada de las lluvias monzónicas sudoccidentales. Al sur del Ecuador, la recolección de la cosecha principal de arroz está casi terminando en Indonesia, mientras que la plantación de la segunda cosecha, de la temporada seca, comenzará dentro de poco. Una grave sequía ha devastado los cultivos y el ganado en algunos países de Asia occidental, particularmente en la República Islámica del Irán, el Pakistán y la India occidental. En la República Islámica del Irán, la sequía que impera nuevamente este año amenaza la producción interna de cereales, principalmente en las partes meridionales, orientales y centrales. En el Pakistán, la sequía ha devastado la provincia de Baluchistán, algunas partes de Sindh y Cholistán en Punjab. En algunos distritos el ganado ha disminuido hasta en un 60 por ciento con respecto a los niveles de 1998. En la India, la sequía y la consiguiente escasez de agua y de piensos han afectado gravemente a algunos estados centrales y occidentales, entre ellos Rajastán, Gujarat y Madhya Pradesh. También han quedado afectados los estados de Haryana y Punjab, la cesta de trigo del país. En otras partes, la situación alimentaria de los pastores nómadas de Mongolia sigue siendo inestable tras dos inviernos rigurosos consecutivos que causaron la muerte de numerosas cabezas de ganado y destruyeron los medios de sustento de los pastores. La República Popular Democrática de Corea está atravesando la peor sequía primaveral en más de 80 años. Se prevé que continuará siendo difícil el suministro de alimentos y persistirá la necesidad de asistencia alimentaria.

Tres años consecutivos de sequía y unas lluvias inferiores a lo normal han reducido gravemente la producción de alimentos en algunos países del Cercano Oriente, habiéndose registrado descensos particularmente pronunciados en el Afganistán, Jordania, la República Islámica del Irán, el Iraq y Siria. En el Afganistán, un invierno excepcionalmente frío exacerbó la gravísima crisis alimentaria surgida tras dos años consecutivos de sequía y de continuos conflictos civiles. Más de 3 millones de personas dependen de la asistencia alimentaria internacional. Una misión conjunta de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, que visitó el país en mayo de 2001, ha pronosticado la necesidad de importación de cereales para 2001/02 en un nivel sin precedentes de alrededor de 2,2 millones de toneladas. En el Iraq, dos años de sequía han menguado gravemente la producción de alimentos, mientras que en Jordania la sequía de tres años consecutivos y unas lluvias inferiores a la media han afectado gravemente a los cultivos y al ganado, dejando a miles de pastores en necesidad de asistencia. En general, las perspectivas para los ganaderos de la región son poco halagüeñas, ya que las tasas de mortalidad del ganado han aumentado debido a la escasez de forrajes y de agua. Lo cual tendrá graves repercusiones, particularmente en los países en los que el ganado y los productos pecuarios constituyen una exportación importante y proporcionan un medio de vida a grandes sectores de la población.

En los ocho países asiáticos de la CEI, la plantación de los cereales de primavera está muy avanzada en Kazajstán, el mayor productor de la región. Tanto la superficie total que se sembrará como la producción prevista (11,7 millones de toneladas, incluidos 9,2 millones de toneladas de trigo) parecen pronósticos realistas en esta fase inicial. Unas buenas nevadas caídas durante el invierno han proporcionado reservas abundantes de humedad del suelo.

En otras partes de la región, la recolección de los cereales de invierno ha comenzado temprano en algunos países como efecto de las condiciones calurosas y secas imperantes desde finales de abril, principalmente en Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. En estos países, un tiempo caluroso fuera de estación registrado desde finales de abril ha favorecido las plantaciones de primavera (algodón, papas, hortalizas, etc.) pero ha aumentado también las necesidades de riego. La información sobre los caudales fluviales hasta finales de abril indicaba que eran incluso menores que el año pasado cuando la sequía causó graves pérdidas de cosechas tanto de regadío como de secano. En Uzbekistán, los informes señalan que la superficie sembrada con arroz y algodón se ha reducido como efecto de la escasez de agua en la región autónoma de Karakalpakstan en la que la disponibilidad de agua potable y la posibilidad de empleo siguen siendo muy escasas. Ante la amenaza de la falta de agua, todo parece indicar que la cosecha de cereales y legumbres de Uzbekistán podría ser inferior a la de 3,9 millones de toneladas del año pasado, mientras que la situación alimentaria podría empeorar ulteriormente río abajo (principalmente en la región autónoma de Karakalpakstan). El Gobierno de Tayikistán ha dado el aviso de sequía, y es probable que la cosecha de cereales sea inferior a la del año pasado, estimada ahora en un nivel bajo de 400 000 toneladas aproximadamente. En Kirguistán, las perspectivas iniciales son satisfactorias. En Turkmenistán, las perspectivas para la cosecha podrían verse afectadas por la escasez de agua.

En la región del Cáucaso, tras las cosechas menguadas a causa de la sequía de 2000, la escasez de semillas ha limitado las superficies que podían sembrarse con trigo de invierno en algunos países, principalmente Armenia y, en menor medida, Georgia. Las condiciones de crecimiento son hasta ahora en general satisfactorias debido a unas lluvias buenas recibidas en primavera. Sin embargo, no se han repuesto las reservas de humedad del suelo y de riego tras la sequía prolongada del año pasado, y el resultado definitivo dependerá crucialmente de la regularidad de las lluvias que se reciban para los cultivos de primavera. En Armenia, hay indicios de que la superficie sembrada con trigo de invierno ha descendido a alrededor de dos terceras partes de lo normal, pero se prevé que las plantaciones de cereales y legumbres de primavera aumentarán la superficie sembrada. Ello no obstante, la cosecha de cereales podría ser menor que la del año pasado. En Azerbaiyán, en cambio, la superficie sembrada con trigo ha aumentado y también se prevé un aumento de las plantaciones de cereales y legumbres de primavera. Según proyecciones provisionales, si se dieran condiciones atmosféricas normales hasta que terminen las cosechas, la producción total de trigo de 2001 en la región aumentará a 17,3 millones de toneladas (2000: 16,7 millones de toneladas), debido quizás a un nuevo aumento de la producción en Turkmenistán y a alguna recuperación en Georgia. Los cereales secundarios (principalmente maíz) y el arroz de primavera se están plantando ahora.

América Latina

En América Central y el Caribe está comenzando la estación de las lluvias, la recolección del trigo está muy avanzada, y se están plantando los cultivos de cereales secundarios de la primera temporada de 2001. La temporada de huracanes también comenzó al final de mayo; el huracán 'Adolph' alcanzó el grado 4 de la escala Saffir-Simpson y se alejó de la costa de México. El comienzo puntual de la estación de las lluvias y la no modificación de las intenciones de siembra con respecto al año pasado indican que aumentará la producción total de cereales, especialmente en México, el mayor productor de la subregión. Se prevé que la superficie plantada con maíz se mantendrá sin modificaciones también en otros países centroamericanos, salvo en Nicaragua, donde es probable que los bajos precios al productor causen una reducción del 4 por ciento de la superficie plantada. El Salvador está dando muestras de recuperación de la racha seca del año pasado y de los recientes terremotos, pero en las zonas rurales pobres la situación alimentaria debe ser vigilada de cerca hasta agosto/septiembre, cuando se recogerá la cosecha de la primera temporada. En el Caribe, las lluvias caídas en Cuba en mayo repusieron parcialmente los abastecimientos de agua, importantes para las próximas cosechas de arroz.

Ha comenzado la plantación del trigo en las partes meridionales y centrales de América del Sur, y la recolección de las cosechas de cereales secundarios está casi terminada. En el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), se supone que aumentarán las plantaciones de trigo debido al alza prevista de los precios y al nivel sin precedente de la superficie sembrada con soja (que se alterna con el trigo). La cosecha del maíz está muy avanzada, previéndose un aumento de alrededor de 5,5 millones de toneladas, gracias a la producción récord obtenida en Brasil. En los países andinos, Bolivia y el Perú se están recuperando de las inundaciones que a principios de año causaron pérdidas de cosecha localizadas. Las perspectivas para los cultivos de trigo y papa que se están plantando actualmente son favorables debido al agua acumulada en los suelos y en los embalses. En el resto de los países sudamericanos las condiciones atmosféricas son favorables para el desarrollo normal de los cultivos.

Europa

En Europa, las condiciones para los cultivos de cereales de 2001 son desiguales debido a la variedad de las condiciones atmosféricas que ha registrado la región en los dos últimos meses. Las partes septentrionales se caracterizaron en general por la abundancia de precipitaciones mientras que las zonas meridionales del Mediterráneo fueron secas y cálidas. Las partes centrales y orientales recibieron precipitaciones satisfactorias y en general mejores que el año pasado cuando se vieron afectadas por una sequía generalizada. Las informaciones más recientes confirman las previsiones de un decrecimiento de los cultivos de cereales de la CE en 2001, sobre todo del trigo. En otras partes de la región, en general los cultivos de cereales deberían aumentar algo con respecto a los niveles de 2000.

En los países de la CEI situados al oeste de los Montes Urales (Belarús, Moldova, la Federación de Rusia y Ucrania) el pronóstico inicial anuncia un aumento de la producción de cereales en 2001 como efecto de unas condiciones de crecimiento en general buenas para los cultivos de invierno y unas condiciones favorables hasta ahora para los de primavera. Ello podría redundar en un incremento del orden de los 4 millones de hectáreas de la superficie total sembrada con cereales. Unas condiciones de crecimiento marcadamente mejores registradas en lo que va de la campaña en Ucrania y Moldova anuncian una recuperación con respecto a los bajos niveles de los dos últimos años.

En la Federación de Rusia, se estima que la superficie total sembrada con cereales y legumbres ha aumentado más de 2 millones de hectáreas a alrededor de 48 millones de hectáreas, frente a 45,6 millones de hectáreas en la campaña de 1999/2000. Aumentó la superficie sembrada con cultivos de invierno y la destrucción invernal ha afectado a 1,2 millones de hectáreas, nivel semejante al del año pasado y, según las proyecciones, la plantación de cereales y legumbres de primavera aumentará en 1,4 millones de hectáreas. Es difícil hacer proyecciones sobre los rendimientos de una superficie tan amplia y variada como la de la Federación de Rusia pero, si las condiciones atmosféricas fueran normales hasta la terminación de la cosecha, la FAO prevé que la producción de grano (cereales y legumbres) podría alcanzar los 74 millones de toneladas, en comparación con los 71 millones de toneladas estimados en 2000. En esta fase inicial, la cosecha de trigo de 2001 se prevé en 40 millones de toneladas (2000: 38 millones de toneladas) y la de cereales secundarios en 32 millones de toneladas, volumen semejante al del año anterior.

En Ucrania, las condiciones de crecimiento son favorables hasta el momento para los cultivos tanto de invierno como de primavera. La situación actual anuncia una superficie cultivada de 13,4 millones de hectáreas (2000: 12,6 millones de hectáreas). Hay perspectivas de una fuerte recuperación con respecto a las malas cosechas de los dos últimos años (estimadas en 27 y 23 millones de toneladas, respectivamente). Según las proyecciones iniciales, si predominaran condiciones atmosféricas normales la cosecha de cereales y legumbres de 2001 alcanzaría los 31 millones de toneladas, incluidos alrededor de 18 millones de toneladas de trigo (2000: 11 millones de toneladas) y 13 millones de toneladas de cereales secundarios (2000: 12 millones de toneladas). En Belarús, las condiciones atmosféricas para los cultivos de 2001 también han sido benéficas en general y, pese a la persistencia de los problemas económicos, hay indicios de que la producción de cereales y legumbres de 2001 podría alcanzar los 5 millones de toneladas, peso limpio, en comparación con los 4,8 millones de toneladas estimados en 2000. En Moldova, también se prevé un aumento estimativo a 2,4 millones de toneladas (2000: 2,1 millones de toneladas), como efecto de unas condiciones atmosféricas mejores registradas hasta ahora.

En los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) es probable que la producción de cereales de 2001 se mantenga cercana al nivel bueno del año pasado, estimándose que la producción agregada de trigo y cereales secundarios se mantendrá estable en 1,5 y 2,6 millones de toneladas, respectivamente.

En la República Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), unas buenas lluvias recibidas desde diciembre contribuyeron a aumentar la humedad del suelo para el desarrollo de los cultivos, pero las reservas de humedad del suelo todavía no se han recargado totalmente. La situación del trigo de invierno es satisfactoria en todo el país, pero existe el riesgo de que los cultivos de primavera y, en particular, el maíz, carezcan de humedad suficiente si no se reciben lluvias regulares por lo menos hasta septiembre. Aunque las previsiones oficiales de la producción de cereales de 2001 son elevadas, la FAO pronostica provisionalmente la producción de trigo de 2001 en 2 millones de toneladas (frente a 1,6-1,8 millones de toneladas del año pasado) y una recuperación de la de maíz a alrededor de 5 millones de toneladas (con respecto a los 3,1 millones de toneladas de 2000). En Croacia, las perspectivas son análogamente inciertas debido a la escasez de reservas de humedad, pero unas lluvias buenas de primavera han mejorado las perspectivas y es probable que los cultivos de cereales de 2001 se recuperen con respecto al nivel bajo del año pasado (2,8 millones de toneladas). En Bosnia y Herzegovina, es probable que la producción de trigo se mantenga en torno a las 250 000 toneladas, pero la de maíz podría recuperarse con respecto al nivel reducido del año pasado si se recibieran lluvias suficientes en el actual período vegetativo.

América del Norte

En América del Norte, la producción de trigo de los Estados Unidos debería descender de forma pronunciada tras una nueva disminución significativa de la superficie plantada, particularmente con trigo de invierno. La producción total de trigo en 2001 se pronostica ahora oficialmente en 53,4 millones de toneladas, 12 por ciento menos que el año anterior. Este año también se prevé una disminución de la superficie total sembrada con cereales secundarios, y se pronostica provisionalmente que la producción descenderá alrededor del 3 por ciento a unos 267 millones de toneladas, de los cuales al maíz corresponderían alrededor de 243 millones de toneladas. Según pronósticos oficiales, la producción arrocera de 2001/02 descenderá alrededor de 3 por ciento con respecto al año anterior a 8,4 millones de toneladas. Asimismo en Canadá se estima que la superficie sembrada con trigo para la cosecha de 2001 es menor que la del año pasado, y la producción total de trigo del país se pronostica ahora en 23,7 millones de toneladas, 12 por ciento menos que en 2000. Con respecto a los cereales secundarios, las informaciones más recientes anuncian un incremento de la superficie y de la producción.

Oceanía

En Oceanía, las perspectivas para los cultivos de cereales de invierno han mejorado significativamente en Australia con la llegada de unas precipitaciones generalizadas después de una racha seca prolongada imperante durante el período de la siembra. Los informes más recientes dan a entender que la producción de trigo podría aumentar con respecto al nivel inferior a la media del año pasado pero no tanto como se había previsto anteriormente. La cosecha de arroz terminada hace poco ha rendido una producción sin precedente gracias a las condiciones favorables imperantes durante su período vegetativo. Según los informes, los dos terremotos que castigaron a Papua Nueva Guinea en junio han causado daños a las propiedades y a la infraestructura, dejando a 200 personas sin vivienda, pero los daños causados a los cultivos han sido limitados. La situación alimentaria sigue siendo difícil en las Islas Salomón, particularmente para las personas desplazadas en el interior del país y los nuevos repatriados. En Vanuatu, la temporada de los ciclones ha sido en general tranquila este año, señalándose sólo daños limitados a los cultivos causados por el ciclón de principios de abril.


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