El propósito de los productores de alimentos debe ser abastecer a sus clientes con productos de buena calidad, asumiendo esa responsabilidad mediante la implementación de procesos de control de calidad eficaces.
Asegurar la calidad es responsabilidad directa de todos los empleados de la planta de producción, y cada uno estará obligado a seguir las prácticas adoptadas con el fin de implementar procedimientos idóneos de fabricación en la producción de alimentos acuícolas manufacturados.
Los alimentos acuícolas de calidad solamente pueden elaborarse utilizando ingredientes de calidad, y no de categoría inferior, descompuestos, deteriorados o contaminados, siendo la protección de la salud humana y animal el requisito principal en la producción de alimentos acuícolas de buena calidad y costo conveniente (DMello, 2001; Machin, 2001).
La capacitación y la asistencia son indispensables para que los trabajadores, expertos o no, resuelvan los problemas y realicen las tareas de una manera que asegure la manufactura de productos alimentarios de alta calidad. Cada empleado deberá hacer el esfuerzo necesario para implementar este programa, porque asegurar la calidad es vital para la eficacia de los alimentos acuícolas que se producen y, en consecuencia, para el éxito de la empresa.
También es responsabilidad del productor de alimentos informar al acuicultor, a través de etiquetas con instrucciones y de manuales técnicos, acerca del método correcto de la manipulación y uso de los alimentos según las especies particulares y los sistemas de acuicultura para los cuales se hayan destinado (Davis, 2001).
El productor de alimentos debería esforzarse por manifestar a sus clientes y empleados que se encuentra comprometido en implementar métodos de producción adecuados y en llevar a cabo con continuidad un programa para mejorar el resultado final del producto alimentario y minimizar el impacto ambiental.
En lo posible, el productor del alimento debe trabajar en conjunto con los acuicultores, no sólo para aumentar la producción sino también para mejorar las prácticas de acuicultura que pudieran afectar el ambiente o tener otros impactos negativos (Davis, 2001).