FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 09/01 - SUDAFRICA (3 septiembre)
Las lluvias recibidas durante julio y agosto en la provincia de Western Cape, las más intensas en casi 50 años, provocaron inundaciones en las zonas urbanas de Cape Town, muchas de las cuales fueron declaradas zonas de desastre al final de agosto. El Gobierno ha asignado fondos para ayudar a alrededor de 18 000 personas afectadas y los organismos humanitarios están distribuyendo ayuda alimentaria y no alimentaria a la población desplazada. Las copiosas lluvias no han causado daños a los cultivos de trigo que se recogerán a partir de octubre.
Las estimaciones más recientes sobre la cosecha de maíz recogida últimamente indican una producción de 7,2 millones de toneladas, frente a una producción superior a la media de 10,1 millones de toneladas del año pasado. La disminución refleja una reducción del 17 por ciento de la superficie plantada y una disminución de los rendimientos debidas a una racha seca prolongada a mediados de temporada. Se señala, sin embargo, que la calidad de los cultivos es muy buena. Los precios del maíz han aumentado un 40 por ciento entre mayo y julio debido a la mengua de la cosecha. Los molineros están preocupados por la disminución de la demanda de harina de maíz a raíz del aumento de los precios.
Según las estimaciones, y habida cuenta de las existencias remanentes de 2,1 millones de toneladas, las disponibilidades de maíz exportable se estiman en torno a 1 270 000 toneladas. Siendo así, al final de la campaña comercial de mayo/abril el nivel de las existencias descenderá a 750 000 toneladas. El total final de las exportaciones dependerá de la cuantía de existencias remanentes que desee poseer el país. El nivel previsto de las exportaciones es insuficiente para cubrir las necesidades de importación de maíz que este año han aumentado en la subregión y puede que sea necesario importar de ultramar una parte de las necesidades.
Las perspectivas iniciales para la cosecha de trigo que se recogerá a partir del mes próximo son satisfactorias gracias a la abundancia de los abastecimientos de agua para riego. Los pronósticos provisionales indican una cosecha media de 2,2 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al del año pasado.