FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 09/01 - COREA, REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE*

COREA, REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE* (3 septiembre)

Después del invierno más frío que se haya registrado en decenios, la RPD de Corea sufrió las consecuencias de una sequía prolongada durante la primavera de este año. Posteriormente, al final de julio y principios de agosto, unas precipitaciones intensas combinadas con la falta de un sistema de drenaje adecuado dieron lugar a inundaciones en la provincia de Hwanghae Sur, una de las principales provincias arroceras. En los distritos de Yonan y Peachin, las zonas más castigadas, se estima que alrededor de la mitad de los arrozales quedó sumergida durante al menos tres días. Además, a mediados de agosto, más de 24 000 hectáreas de tierras cultivadas quedaron sepultadas bajo el agua o la sedimentación, después que unas lluvias intensas castigaron las provincias costeras de Kangwon y de Hamgyong Norte, y más de 10 000 personas perdieron sus viviendas. También quedaron destruidos algunos edificios públicos. Las lluvias torrenciales y las inundaciones, que siguieron a la sequía prolongada, hacen prever una fuerte mengua de la cosecha de cereales, lo cual agravará la inseguridad alimentaria que el país ya está atravesando.

En junio de 2001, la FAO y el PMA organizaron conjuntamente una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios a la RPD de Corea, la cual observó que prácticamente no habían habido lluvias primaverales en el período comprendido entre marzo y mediados de junio de 2001. En muchos lugares, la sequía se prolongó durante 100 días, siendo la más larga que se haya registrado durante la primavera. Esto produjo graves pérdidas de humedad del suelo y el agotamiento de los embalses. Los cultivos de trigo, cebada y papa de invierno y primavera de 2000/01 resultaron gravemente afectados. Se estima que ha quedado abandonado alrededor del 10 por ciento de la superficie plantada, mientras que en las superficies restantes los rendimientos fueron muy inferiores a lo normal. Los rendimientos del trigo y la cebada disminuyeron a 0,85 toneladas por hectárea cuando lo normal son 2 toneladas por hectárea, mientras que los de la papa disminuyeron a 3,77 toneladas por hectárea frente a la media de 10 toneladas por hectárea registrada en los últimos años. La producción total de los cultivos de invierno y primavera, estimada en 172 000 toneladas, fue muy inferior a la producción de 493 000 toneladas que se había previsto. Alrededor del 45 por ciento de la cosecha de maíz sufrió las consecuencias de la sequía, se perdió una parte significativa de las plantaciones primeras, y se tuvo que replantar dos veces. La misión observó condiciones insalubres y desiguales en el maíz de muchas zonas, lo que indica perspectivas desfavorables para la cosecha de maíz que se recogerá en septiembre. Todo parece indicar que las perspectivas de la producción de este año serán malas. Las perspectivas a corto y medio plazo siguen siendo poco halagüeñas, debido al déficit considerable de fertilizantes y de productos agroquímicos, así como a un grave deterioro de la infraestructura, maquinaria y equipos agrícolas que son obsoletos. Mientras no se resuelvan estas limitaciones con una asistencia internacional adecuada, el país tendrá dificultad para revertir las tendencias descendentes de la productividad agrícola.

Como consecuencia de la pérdida de producción en los cultivos de invierno y primavera, la producción estimada en 2 920 000 toneladas (en equivalente de cereales) por la misión de octubre de 2000 tuvo que revisarse a la baja a 2 570 000 toneladas. Habida cuenta de la contracción de las importaciones de cereales y de la ayuda alimentaria ya entregada o prometida, la misión llegó a la conclusión de que la RPD de Corea todavía estaba haciendo frente a un significativo déficit de alimentos no cubierto de 564 000 toneladas para los restantes cuatro meses de la campaña comercial de 2000/01. No obstante el considerable déficit de alimentos registrado en la actual campaña comercial, la misión vio con cierta preocupación las perspectivas de los suministros alimentarios para el próximo año. Dadas las perspectivas desfavorables para la cosecha principal de octubre, en 2002 volverá a necesitarse un volumen cuantioso de ayuda alimentaria y de importaciones en condiciones de favor. Cualquier deficiencia significativa que se produjera en la movilización de dicha asistencia profundizaría la crisis alimentaria en el país el año próximo.

Está prevista para dentro de poco otra misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA destinada a actualizar la situación de la seguridad alimentaria en el país y determinar la cantidad de asistencia alimentaria necesaria después de las devastadoras lluvias e inundaciones de agosto y la sequía prolongada de primavera.