FAO/GIEWS - Foodcrops & Shortages 11/01 - CONGO, REPUBLICA DEMOCRATICA DEL* (5 de noviembre)

CONGO, REPUBLICA DEMOCRATICA DEL* (5 de noviembre)

Durante el mes pasado se intensificaron los disturbios civiles en las partes orientales. En la región de Kivu se han comenzado a plantar los cultivos de la temporada A de 2002, pero la inseguridad está obstaculizando las actividades agrícolas. Se han señalado graves incidentes de inseguridad en las Praderas de Ruzizi y Uvira, situadas en la provincia de Kivu Sur. Los saqueos por parte de grupos armados están a la orden del día en Kalonge, y los movimientos de tropas hacia Bunyakiri, Hombo y Nyabibwe han determinado nuevos desplazamientos de la población. La inseguridad también está impidiendo la distribución de asistencia humanitaria.

En otras partes del país, también a causa de la inseguridad no se ha podido distribuir asistencia alimentaria en la provincia sudoriental de Katanga, donde se señala que la situación del suministro de alimentos es extremadamente grave. El PMA está transportando actualmente alimentos por avión a los distritos de Nyunzu, Manono, Kabalo, Kongolo, Kiambi y Mulongo. Suscita particular preocupación la situación alimentaria en Kiambi, donde el PMA informa que las tasas de malnutrición están entre las más altas de la RDC (32 por ciento), y también son muy elevadas las tasas de mortalidad de los niños menores de cinco años. Aunque la ayuda alimentaria en cartera es suficiente para las operaciones de urgencia, se necesita más asistencia para financiar el transporte de los trabajadores humanitarios hasta las zonas más afectadas.

También es crítica la situación alimentaria en las grandes ciudades del oeste, particularmente Kinshasa y zonas circundantes. En general, todas las actividades económicas del país se han visto afectadas por el conflicto y se estima que más de una tercera parte de la población, o sea 16 millones de personas, tiene necesidades alimentarias apremiantes. Un reciente estudio realizado por el Ministerio de Agricultura indica que como consecuencia de la crisis política y económica la producción agrícola ha disminuido en el país en un 2,8 por ciento anual en los últimos cuatro años, y en un 13 por ciento la de maíz. El déficit calórico de la población se estima en un promedio de 20,3 por ciento.