El 18 de abril de 2002 será un día histórico para la acuicultura, ya que se realizará la Primera Sesión del Subcomité de Acuicultura del Comité de Pesquerías (COFI); el primer foro global intergubernamental para discutir los temas relativos al desarrollo y manejo de la acuicultura. El cual nace en una era donde el potencial de la acuicultura para el crecimiento económico, alivio a la pobreza, seguridad alimentaria y bienestar rural se han realizado totalmente. Sin embargo, el sector enfrenta ahora un fuerte debate sobre las repercusiones negativas sociales y ambientales debido a un mal manejo y planes pobres de desarrollo. Con esta información creo que el Subcomité tiene la responsabilidad de jugar un papel muy significativo en presentar ambos aspectos, positivos y negativos, del sector y ofrecer una guía y recomendaciones para un mejor aprovechamiento de la acuicultura, la cual actualmente es el sector productor de alimentos mundial de crecimiento más rápido.

El Subcomité no nació de la noche a la mañana, ya que se dieron varias discusiones sobre su establecimiento de por cerca de una década. En la sesión de COFI y del Consejo de la FAO en el año 2001 se tomó finalmente la decisión para establecerlo, y ahora enfrentamos el reto de hacer el mejor uso de esta oportunidad para de manera efectiva e inteligente asegurar el desarrollo sustentable de este importante sector. La pregunta que se presenta inmediatamente es: ¿qué puede hacer el Subcomité de COFI de manera realista para ayudar al desarrollo sustentable de la acuicultura en todos los niveles? ¿Tenemos una respuesta?

Como antes se mencionó, el Subcomité es el único foro intergubernamental global oficial para discutir los temas específicos de la acuicultura. Debido a que hay muchos años de experiencia; sin embargo, es claro que aunque el desarrollo sectorial tomó lugar a nivel nacional, la sustentabilidad sectorial le resta atención en los niveles nacional, regional y global. De hecho, la acuicultura produce peces que son consumidos en las mismas granjas, vendidos localmente y exportados a los mercados de exportación, y son compartidos en los cuerpos de agua, un hecho que tiene implicaciones e impactos multijurisdiccionales. Donde sea producida o vendida, el producto final es para el consumo humano y debe, entonces, brindar calidad a la nutrición y ser higiénica y segura para consumir.

En una era de globalización y de comercio liberalizado necesitamos tratar la acuicultura a nivel global, ya que existen muchos temas que tienen implicaciones e intereses internacionales.

Tenemos una gran oportunidad enfrente con este nuevo vehículo: el Subcomité de Acuicultura. El reto será utilizar esta oportunidad para discutir "temas reales", desarrollar recomendaciones, y llevar consensos entre los gobiernos y otros usuarios para hacer un impacto real sobre el desarrollo sustentable del sector, en apoyo al alivio de la pobreza; brindando seguridad alimentaria, mejorando las condiciones de vida rural y potenciando las economías nacionales. Al tomar este reto, no podemos olvidar el hecho de que la acuicultura no es una actividad de cultivo aislada, se encuentra establecida dentro de muchos ambientes acuáticos que son fuente de vida de la producción acuática. Debemos, entonces, asegurar que cualquier recomendación y guía del Subcomité contemple la sustentabilidad ambiental, la equidad social y la factibilidad económica. Estoy convencido que el Subcomité de Acuicultura de COFI puede, y nos ayudará, a alcanzar estas metas que representan un reto pero que son esenciales.