Página precedente Indice Página siguiente


SECCIÓN C - ¿QUÉ HEMOS APRENDIDO?


Aquí analizamos e interpretamos los principales resultados de los estudios de caso detallados y los exámenes teóricos de manera de delinear las principales lecciones aprendidas de las experiencias de los programas. Las fortalezas, debilidades y limitaciones, así como las oportunidades que ofrecen los diferentes programas, se presentan también. Se ha hecho un esfuerzo para identificar aquellos rasgos comunes a todos o a la mayoría de los programas, y para resaltar algunos resultados interesantes de los programas individuales.

1. Lecciones aprendidas

i) Factores macrocontextuales

ii) Factores a nivel de la comunidad

iii) Características de diseño del programa

Muchas características de diseño del programa siguen las lecciones aprendidas de los factores macrocontextuales y a nivel de la comunidad que se han enumerado y discutido previamente, o son implícitas. Aquí describimos aquéllas características claves que complementan esos factores, que son esenciales para un buen diseño de programa, y que son (o deberían estar) dentro del control de un planificador de programa. Esta subsección no tiende a ser una guía amplia para la formulación del programa, sino que señala los resultados y las lecciones aprendidas de los nueve estudios de caso detallados y de los tres exámenes teóricos que conforman el tema de este informe.

Si la participación comunitaria es aceptada como contribuyente clave a la sostenibilidad (ver Sección C, subsección iv sobre sostenibilidad), entonces un sostenible impacto positivo, opuesto a transitorio, en la nutrición será logrado si la comunidad es completamente involucrada en el programa. De aquí que promover la participación comunitaria, y todo lo que ello comporta, debe ser también objetivo esencial del programa.

Los hallazgos de casi todos los estudios han ilustrado la importancia de un entorno macro de apoyo para el programa. En ausencia de tal entorno la responsabilidad de un programa nacional de nutrición es de buscar crearlo. La experiencia de Tailandia ha mostrado que crear conciencia pública y política sobre la nutrición es tema de fundamental importancia que puede contribuir sustancialmente a involucrar el compromiso y el apoyo político. Madagascar, Zimbabwe y Filipinas demostraron como los programas de nutrición comunitarios pueden actuar como defensores de la nutrición y ayudan a aumentar la conciencia. De esta manera, un objetivo relacionado específicamente al desarrollo de la conciencia política y pública, es esencial en un programa nacional en un país donde el apoyo a nivel macro está ausente. Otros objetivos del programa estarán relacionados al enfoque específico del programa: alivio de la pobreza, mejora de la producción de alimentos, aumento de los ingresos de los más pobres, mejora de la calidad de vida, mejora del acceso a la salud y a la educación, son algunos ejemplos encontrados en los programas examinados.

La focalización, o la necesidad de focalización, debería ser considerada al inicio del programa. La focalización bien delimitada puede ahorrar recursos, por otra parte, procedimientos de selección elaborados ocasionan elevados costos administrativos y burocráticos (por ejemplo, el caso de México). Están también abiertos a manipulación política (tal como se halló en los programas de Bangladesh y de Sri Lanka) y a la corrupción.

Todos los programas deberían crear un sistema de seguimiento y evaluación, con un presupuesto asignado a dicho componente del programa. El seguimiento del programa debería ser diseñado para dar información de «proceso» así como para mejorar la administración del programa. Información de este sistema de seguimiento del proceso debería estar disponible en un lapso de tiempo en el que la acción pueda ser rápida para corregir cualquier error administrativo u operacional. Indicadores para la evaluación del impacto deben ser identificados al inicio del programa, así como también la frecuencia y la metodología para la recolección de la información. Los indicadores seleccionados deben relacionarse a los objetivos del programa, para que el programa pueda claramente decir si está o no cumpliendo con sus objetivos. No se necesita que sea elaborado ningún componente del sistema de seguimiento y evaluación; unos pocos indicadores simples, recolectados rutinariamente pueden proveer la información deseada. Si el país cuenta con un adecuado sistema de vigilancia alimentaria y nutricional - que pocos tienen - entonces esta información puede ser usada como parte de la información requerida. En general, no se recomienda que la información sobre el seguimiento del crecimiento sea usada para evaluar el impacto del programa en el estado nutricional, a menos que la cobertura sea cercana al 100 por ciento, la calidad de la información sea aceptable y no haya sesgo en la edad de los niños que asisten a las sesiones de seguimiento del crecimiento[21]. Los datos sobre seguimiento del crecimiento están en general limitados al peso para la edad como único indicador del estado nutricional. Este indicador no hace distinción entre la emaciación y el retraso del crecimiento, una distinción que los nutricionistas recomiendan cada vez más, debido a que las causas de los dos problemas pueden ser diferentes[22]. Si el país tiene un buen instituto de investigación, se puede seguir el ejemplo de Mexico y contratar externamente la actividad de seguimiento y evaluación del programa.

Muchos programas elaboraron estructuras de gestión, con comités a todos los niveles y encuentros frecuentes. El desafío de una buena gestión es establecer una estructura que promueva la transparencia, que defina los roles y las responsabilidades claramente, que permita obtener rápidas respuestas y limite los procedimientos burocráticos, pero que al mismo tiempo sea capaz de controlar el uso incorrecto de los recursos del programa y que la dedicación de tiempo no sea excesiva. La habilidad para mantener el personal motivado y comprometido es quizás uno de los rasgos más importantes. Es por ello que se necesita una retroalimentación frecuente así como el reconocimiento de los logros y del buen desempeño.

iv) Sostenibilidad

La sostenibilidad es un tema complejo. ¿Estamos preocupados por la sostenibilidad del programa o de sus logros? A cierto nivel la sostenibilidad puede definirse como la habilidad de mantener el impacto positivo de un programa, una vez que el programa haya logrado sus objetivos. Esta definición tiene muchas repercusiones. Si un programa ha logrado su objetivo de reducir la malnutrición en un 30 por ciento, entonces dicho logro debe ser sostenido por las generaciones siguientes. Sin embargo, ¿es ésto realmente suficiente? ¿No deberíamos decir que el objetivo para la próxima fase debería ser reducir la malnutrición de otro 30 por ciento, y así sucesivamente? Las generaciones futuras necesitarán de servicios básicos funcionantes tanto como las comunidades de hoy, por lo tanto la reflexión necesaria para el diseño de un programa debe tomarlo en cuenta. Un programa de nutrición comunitario debería no ser visto como una actividad «solitaria», sino como un compromiso continuo.

Nuestros estudios de caso son interesantes dado que presentan un rango de objetivos, no todos relacionados directamente a la nutrición. El programa PROGRESA de México intenta romper el ciclo de la pobreza, el argumento presumiblemente en juego es que ésto debiera facilitar el desarrollo. Si fuera así, y el programa lograra su objetivo, se discutiría entonces que la sostenibilidad del programa mismo no es un problema. Habrá servido su propósito de «saltar el comienzo» del proceso de desarrollo, y el apoyo a este proceso necesitaría entonces un enfoque diferente. En la misma línea, el programa Samurdhi de Sri Lanka se ve a sí mismo como una transición del enfoque de beneficencia a un enfoque de desarrollo. Si la transición es exitosa, el programa habrá cumplido su tarea. El proyecto PROLESUR en Honduras, por otra parte, se focaliza en la transferencia de tecnología, aunque sus objetivos son mucho más amplios relacionándolos a la mejora de la calidad de vida de la población rural del Sur del Departamento de Lempira. Ciertamente ha sido exitoso en transferir tecnologías, y está ahora siendo institucionalizado y por consecuencia es sostenible (aunque aún tenga necesidad de algún apoyo técnico continuo), pero ha sido menos exitoso en otras áreas (servicios de salud por ejemplo).

Con la excepción del programa de Sri Lanka, todos los programas tienen objetivos de nutrición o relacionados a la alimentación, y si sus logros en estas áreas tienen que ser mantenidos, realmente intensificados, entonces los programas necesitarán ser sostenidos de alguna manera. De aquí surge la cuestión de la continuación del financiamiento, aún si se supone que algunas de las actividades de los programas pueden y deberían llegar a ser incorporadas e institucionalizadas en los planes y actividades sectoriales. Los Ministerios de Agricultura y de Salud pueden en efecto asumir la responsabilidad para todo lo relacionado a nutrición, pero continuará a necesitarse una atención específica de las actividades de nutrición, y para ello el país continuará a necesitar un programa de nutrición. Los gobiernos de Filipinas y Zimbabwe, y a escala mayor Brasil, han mostrado un compromiso claro al respecto y el financiamiento nacional ha sido disponible y sostenido por muchos años. En estos países, el entorno macropolítico fue favorable y se tradujo en una inversión real en nutrición.

Ésto no ha ocurrido en Bangladesh, que continúa a depender fuertemente de los donantes externos. En los países más pobres del mundo tal vez la sostenibilidad reside en el deseo de los donantes de continuar a dar financiamiento. Existe un peligro en tal confianza: el caso de Zimbabwe (y de muchos otros países) ha demostrado como los acontecimientos políticos pueden conducir a la retirada del apoyo de los donantes. Existe también el peligro del cansancio del donante: para decirlo simplemente, la decisión del donante de que es el momento de marcharse a algún otro lugar o de cambiar a algo distinto. En Tanzania y Zimbabwe, por ejemplo, la nutrición y la creación de capacidad institucional relacionada, gozó del apoyo de la ayuda para el desarrollo de Suecia por muchos años, en Tanzania desde 1973 y en Zimbabwe desde los inicios de la década de los ochenta. En 1999, SIDA decidió terminar la asistencia por alguna razón no obviamente técnica o de desarrollo. Ésto plantea la cuestión del plazo de tiempo necesario para la sostenibilidad. Pocos donantes continuarán a apoyar un programa por tanto tiempo como SIDA hizo en Tanzania y en Zimbabwe. El programa de Madagascar, por ejemplo, finalizará en 2003 y no hay evidencia de ningún esfuerzo por parte del Gobierno de asumir dicha responsabilidad.

La sostenibilidad yace en la continua disponibilidad de competencia técnica. Cada vez más, muchos países en desarrollo están dispuestos a proveerla, pero a menudo sólo hasta cierto limite. Bangladesh, por ejemplo, tiene sólidos institutos técnicos, y muchos nutricionistas bien entrenados, pero aparentemente no provee los recursos humanos necesarios para el Programa Integrado de Nutrición de Bangladesh (BINP). En consecuencia el programa tuvo que emplear personal con experiencia técnica inadecuada. La creación de capacidad, a todos los niveles (incluyendo el nivel de la comunidad), se convierte en una responsabilidad del programa (como discutido más arriba bajo el título Lecciones Aprendidas, Sección C, 1). Está creciendo la confianza en las ONG locales para suministrar la necesaria competencia y la existencia continuada de las ONG da una medida de la sostenibilidad. Casi todos los programas colaboraron con ONG (ver Cuadro 1), contratándolas para componentes específicos o, como en el caso de Bangladesh, para el programa completo. Ello puede llevar a escaso control de calidad y a supervisión inadecuada.

La participación comunitaria es una precondición para la sostenibilidad pero no es en sí misma una garantía de sostenibilidad. La participación comunitaria abarca la contratación de la comunidad, un sentido de propiedad y de habilitación para controlar e influenciar el propio medio. Ésto no será encontrado en programas que consideran a los miembros de la comunidad como simples receptores, como beneficiarios (en efecto, son llamados beneficiarios) convocándoles a donar su tiempo y recursos pasivamente, con poco o ningún poder en la toma de decisiones. Por otra parte, un programa que es exitoso en potenciar las comunidades pero luego fracasa al no suministrarles los servicios básicos a los que tienen derecho, o el apoyo financiero o técnico que requieren para sus actividades de desarrollo seleccionadas, puede sólo conducir a la alienación y a la desilusión. Por consiguiente, el vínculo exitoso de «arriba hacia abajo», del entorno macro al entorno micro, es tan importante como lograr la potenciación de la comunidad, como Tailandia ha demostrado.

Finalmente, la sostenibilidad depende del reconocimiento que la seguridad alimentaria y la adecuada nutrición son elementos esenciales del desarrollo, y que consecuentemente las actividades de nutrición deben llegar a institucionalizarse en la estructura de gobierno a todos los niveles. La conciencia pública y política de la necesidad de un enfoque integrado para la nutrición, y el compromiso de lograr el objetivo de una población bien alimentada y sana se convierten entonces, en los más importantes elementos de la sostenibilidad.

2. Resultados del análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) realizado para los estudios de caso detallados

Los Cuadros 3 - 6 resumen y reúnen los nueve análisis FODA llevados a cabo por los consultores regionales a los programas a ellos asignados. Puede ser un problema metodológico el comparar los análisis de los diferentes programas: los análisis resumen inevitablemente la abundancia de información recogida para un estudio de caso, lo cual lleva a tomar decisiones de qué incluir y qué excluir. Cuando, por ejemplo, encontramos que sólo los programas de África tienen sistemas de seguimiento y evaluación débiles, puede reflejar una decisión de mencionar este aspecto en cuanto relacionado a estos programas, más que una diferencia regional real. Estas tablas deberían consecuentemente ser vistas como una lista mínima de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas o limitaciones: si una característica no es registrada para un país determinado, no significa necesariamente que esté ausente.

Cuadro 3: Fortalezas de los nueve estudios de caso detallados (*)

Países**:

K

Ma

Z

Ba

F

S

Br

H

Me

Factores macrocontextuales:










1. Ha logrado elevar la abogacía, sensibilización, toma de conciencia.


+

+


+





2. Emplea enfoque integrado y multisectorial; ha logrado colaboración intersectorial.



+


+





3. Se beneficia de entorno político de apoyo; y/o compromiso de financiamiento gubernamental.



+

+

+

+

+

+


4. Asociaciones importantes; asociaciones con institutos nacionales de capacitación e investigación conducentes a buen apoyo técnico.


+

+

+

+

+

+

+

+

5. Buenos servicios básicos y de apoyo provistos por el gobierno (cuidado de la salud, servicios de nutrición).




+



+



Factores a nivel micro:










1. Elevado nivel de participación de la comunidad.

+


+


+

+


+


2. Trabajadores comunitarios comprometidos y bien entrenados.

+



+

+

+

+

+


3. Actividades comunitarias apropiadas y efectivas (excluye los servicios provistos por el gobierno a las comunidades).

+


+


+



+


4. Uso apropiado de las estructuras y tradiciones locales.

+


+





+


Características de diseño del programa:










1. Bien focalizados (focalización socioeconómica o geográfica).

+

+



+

+



+

2. Buena gestión del programa.





+




+

3. Buen sistema de seguimiento y evaluación.




+



+

+

+

4. Asesoramiento dado a las comunidades; reconocimiento de los logros; buena motivación de las comunidades y de los trabajadores comunitarios.





+


+

+


Otras características:










1. Institucionalización del programa (mediante compromiso del financiamiento, o apropiación, o transferencia tecnológica exitosa).



+

+

+

+




2. Vínculo exitoso de los enfoques de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.







+



3. Enfoque fuertemente humanitario.







+



4. Focalizado en extrema pobreza.






+



+

5. Brinda oportunidades de empleo a la población local.






+


+


6. Basado en experiencias pasadas.









+


*

Esta tabla debería ser vista como una lista mínima de fortalezas. Con la abundancia de información puesta a su disposición, los consultores fueron obligados inevitablemente a ser selectivos, introduciendo de este modo un elemento de subjetividad.



**

Abreviaciones de país:


K=Kenya; Ma=Madagascar; Z=Zimbabwe; Ba=Bangladesh; F=Filipinas; S=Sri Lanka; Br=Brasil; H=Honduras; Me=México

Cuadro 4: Debilidades de los nueve estudios de caso detallados (*)

Países**:

K

Ma

Z

Ba

F

S

Br

H

Me

Factores macrocontextuales:










1. Débil colaboración intersectorial y relaciones con otros programas o actividades de desarrollo.


+


+


+


+


2. Enfoque de arriba hacia abajo.


+


+



+



3. Enfoque de beneficencia más que de desarrollo.






+




4. Débil componente de abogacía del programa.




+






5. Dependencia excesiva de las ONG y/o del financiamiento externo.


+


+






6. Interferencia política al focalizar las actividades del programa.




+


+




7. Servicios de nutrición inadecuados suministrados por el gobierno.

+


+







8. Problemas operacionales y retrasos debidos a la burocracia del gobierno.





+





Factores a nivel micro:










1. Participación comunitaria limitada.


+



+***


+


+

2. Pobre desarrollo de capacidad, o algunos líderes comunitarios no usados a pleno potencial.


+


+

+


+

+


3. Algunas actividades comunitarias inadecuadas o inapropiadas.






+

+



4. Competencia técnica local inadecuada.



+







5. Familias más pobres no cubiertas.









+

Características de diseño del programa:










1. Falta de esquema conceptual, no dirigido por tanto al origen de las causas de malnutrición, acciones a corto plazo, y enfoque curativo más que preventivo.


+


+






2. Sin objetivos claros.

+









3. Sistema de seguimiento y evaluación débil.

+

+

+







4. Personal del programa técnicamente débil; acceso inadecuado al apoyo técnico.

+



+






5. Gestión pobre.




+







*

Esta tabla debería ser vista como una lista mínima de debilidades. Con la abundancia de información puesta a su disposición, los consultores fueron obligados inevitablemente a ser selectivos, introduciendo de este modo un elemento de subjetividad.

**

Abreviaciones de país:


K=Kenya; Ma=Madagascar; Z=Zimbabwe; Ba=Bangladesh; F=Filipinas; S=Sri Lanka; Br=Brasil; H=Honduras; Me=México

***

En algunas áreas solamente

Cuadro 5: Oportunidades presentadas por, o disponibles en, los nueve estudios de caso detallados (*)

Países**:

K

Ma

Z

Ba

F

S

Br

H

Me

Factores macrocontextuales:










1. Mayor conciencia nacional y reconocimiento de los problemas de nutrición que conducen a más y mejores acciones de nutrición.


+

+


+

+




2. Experiencias positivas con asociaciones y colaboraciones que pueden conducir a mejores colaboraciones intersectoriales, nuevos socios con más fondos y otros recursos, e integración de algunas actividades en planes sectoriales y otros programas de desarrollo.


+


+

+

+

+

+

+

3. Experiencia acumulada puede conducir a mejor desempeño del programa.


+

+







4. Acción gubernamental planificada puede mejorar el desempeño e impacto del programa:









+

  • Descentralización.


+







  • Redistribución de tierras.


+







  • Programa revitalizado del trabajador de salud de aldea.


+







  • Expansión de la provisión de servicios básicos a zonas alejadas.









Factores a nivel micro:










1. Desarrollo de nuevas tecnologías puede dar respuestas a los problemas de la comunidad.





+



+


2. Planificado fortalecimiento de participación comunitaria y creación de capacidad puede mejorar las oportunidades de una potenciación real.




+



+



3. Logros anteriores motivan a las comunidades a continuar y a hacer más.

+









4. Comunidades organizadas y entrenadas pueden llevar a cabo otras actividades de desarrollo.

+









5. Incremento planificado de expertos en nutrición a nivel local mejorará la calidad y la conveniencia de las actividades comunitarias.



+







6. Un plazo de tiempo largo del programa le permite alcanzar aún a los hogares más pobres.









+

Características de diseño del programa:










1. Cambio planificado del programa ofrece oportunidades para su mejoría.




+***






2. Recomendaciones de las evaluaciones y de los consultores pueden ser usadas para mejorar el diseño del programa.


+









*

Esta tabla debería ser vista como una lista mínima de oportunidades. Con la abundancia de información puesta a su disposición, los consultores fueron obligados inevitablemente a ser selectivos, introduciendo de este modo un elemento de subjetividad.

**

Abreviaciones de país:


K=Kenya; Ma=Madagascar; Z=Zimbabwe; Ba=Bangladesh; F=Filipinas; S=Sri Lanka; Br=Brasil; H=Honduras; Me=México

***

Un programa sucesor, el Programa Nacional de Nutrición, reemplazará en breve el programa Bangladesh BINP, expandiendo actividades a zonas no cubiertas por el BINP actualmente.

Cuadro 6: Amenazas y limitaciones en los nueve estudios de caso detallados (*)

Países**:

K

Ma

Z

Ba

F

S

Br

H

Me

1. Inestabilidad política, desorden civil o cambio de orientación política (enfoque de beneficencia vs enfoque de desarrollo).



+


+

+


+


2. Declino económico.



+







3. Problemas climáticos y desastres naturales (sequía, inundaciones).

+



+

+





4. Infraestructura pobre (caminos, comunicaciones, transporte) causa problemas de movilidad y de acceso a las comunidades remotas.




+

+





5. Limitaciones socioeconómicas, religiosas o culturales, tal como sesgo de género (incluye ambos, posición de las mujeres y participación limitada de los hombres), y pobreza.

+



+






6. Descentralización real, incompleta o ausente.








+


7. Cesación de fondos externos.


+

+

+






8. Interferencia política en las operaciones del programa (focalización, selección de personal del programa)




+


+




9. Retrasos debidos a la burocracia e ineficiencia gubernamental, causando problemas operativos.




+

+



+


10. Expansión del programa conduce a supervisión inadecuada y falta de control de calidad.


+








11. Fracaso de mejoras planificadas por el gobierno: nutricionistas capacitados por distrito, esquema del trabajador de salud de aldea.



+







12. Pobreza extrema, conduce a pérdida de tiempo dedicada a actividades de desarrollo y a exclusión del sistema de crédito.

+



+






13. Desarrollo y potenciación de la comunidad puede conducir a demanda de servicios no satisfecha y por ende a desilusión.







+


+

14. Fracaso de asegurar financiamiento para las actividades de la comunidad (incluyendo creación de capacidad) conducente a desilusión.

+









15. Control excesivo del programa sobre el liderazgo comunitario puede retrasar el desarrollo y limitar la flexibilidad.







+




*

Esta tabla debería ser vista como una lista mínima de amenazas y limitaciones. Con la abundancia de información puesta a su disposición, los consultores fueron obligados inevitablemente a ser selectivos, introduciendo de este modo un elemento de subjetividad.

**

Abreviaciones de país:


K=Kenya; Ma=Madagascar; Z=Zimbabwe; Ba=Bangladesh; F=Filipinas; S=Sri Lanka; Br=Brasil; H=Honduras; Me=México


[8] Es reconocido que la suplementación es esencial en algunas situaciones; enfrentado a un niño que presenta signos de deficiencia de vitamina A, por ejemplo, usted debe proveer el apropiado suplemento.
[9] Las estructuras administrativas y la nomenclatura de las subdivisiones administrativas o geográficas difieren de un país a otro. Para ser simple, este informe usará los siguientes términos, aunque se reconoce que cada nivel (central, medio y local) es a menudo subdividido nuevamente: a) nivel central o nacional; b) nivel medio o provincial (incluye regiones, departamentos o municipalidades); y c) nivel local (incluye distritos, comunidades y aldeas).
[10] Citado de: Integración de la Alimentación y la Nutrición en el Desarrollo: Experiencias de Tailandia y Visiones Futuras. P. Winichagoon et al. (p. 229). UNICEF, 1992.
[11] Ibid.
[12] En la Sección C, 1) iii) Características de diseño del programa, se discutirán los sistemas de seguimiento y evaluación.
[13] Citado del informe del estudio de caso del programa LAKASS de Filipinas (ver Anexo 3).
[14] Citado de: Una tipología de participación comunitaria (ver Anexo 1).
[15] El estudio de Zambia señala la importancia de una fase preparatoria adecuada en la cual la caracterización de la vulnerabilidad nutricional y de la inseguridad alimentaria en el área del proyecto se lleve a cabo. Lograr una libre comprensión del comportamiento, de la dinámica y las condiciones de la comunidad, es mencionado como muy importante en el estudio de Viet Nam. Lograr tal comprensión de las condiciones locales, para un gran programa nacional es poco factible en la fase preparatoria de desarrollo del programa, dada la diversidad ecológica y cultural encontrada en la mayoría de los países. Es necesario que se incluya como parte de las actividades iniciales del programa. Este tema será discutido más adelante en la Sección D.
[16] En el proyecto de América Central (Ismail, 1999), las comunidades en Nicaragua estaban más organizadas y preparadas para el enfoque comunitario, en gran parte a causa de su historia de guerra civil, la posición de las mujeres quienes se sintieron afectadas por la guerra, y el nivel de alfabetización. Los esfuerzos de desarrollo de la comunidad en Guatemala, por su parte, fueron obstaculizados por la pobreza extrema y la lucha por la supervivencia.
[17] En el estudio de caso en Kenya, se informa que la cultura tribal Kamba requiere que toda mujer, de cualquier edad, religión o clase social, sea miembro de un grupo (10-15 miembros por grupo) conocido como "Mwethya". También en la misma región de Kenya, las decisiones de la comunidad son comúnmente tomadas mediante discusiones abiertas en los encuentros comunitarios llamados "Baraza".
[18] El estudio de caso de Filipinas menciona el aislamiento geográfico de algunas comunidades, come una limitante a la plena participación de la comunidad en el programa. El examen teórico sobre Zambia señala las dificultades no sólo de alcanzar las familias más pobres, sino también de llegar a los individuos más vulnerables en el seno de la familia.
[19] La madre de un niño desnutrido no puede esperar, ella está preocupada por la supervivencia de su hijo, no de la organización de su comunidad o de la sostenibilidad del programa.
[20] Tailandia hizo buen uso de este enfoque y lo consideró esencial para un buen funcionamiento del programa. El reconocimiento social puede realizarse a través de medallas o camisetas y el reconocimiento público mediante ceremonias u oportunidades de capacitación, aún fuera de la comunidad. Se puede discutir si los fondos gastados en el reconocimiento social del programa son más efectivos que los fondos gastados en sueldos para los voluntarios.
[21] La cobertura de la mayoría de los programas de seguimiento del crecimiento tienen un sesgo en la edad: la cobertura es buena en el primer año de vida cuando las madres asisten a las clínicas para la vacunación de sus hijos pero disminuye drásticamente después.
[22] Victora (1992) sugiere que la emaciación está relacionada con un déficit de energía, mientras que el retraso del crecimiento se presenta cuando la diversidad es pobre, lo que indica que en la dieta faltan micronutrientes específicos.

Página precedente Inicìo de página Página siguiente