Hugh Miller es profesor en la Universidad de Aberdeen (Reino Unido).
Los resultados de una encuesta realizada en dos países europeos indican un descenso del número de estudiantes que deciden emprender estudios forestales, lo cual puede tener consecuencias importantes para la viabilidad y calidad futuras de la enseñanza forestal profesional.
Diplomados de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido).
J.M. McIntosh
En muchos países europeos está disminuyendo el número de estudiantes que se deciden a realizar estudios forestales en la universidad o en escuelas universitarias. Los datos de que se dispone indican que, posiblemente, a finales del decenio de 1970 -en un momento en que las universidades y escuelas universitarias trataban de aumentar la matrícula de estudiantes y se establecían nuevos programas forestales en instituciones que antes no los ofrecían- ya había comenzado a disminuir la demanda de plazas en los programas de enseñanza forestal.
Instituciones de enseñanza competidoras se resistían a admitir que afrontaban problemas de matriculación. Sin embargo, a medida que avanzaba el decenio de 1990 el problema llegó a ser tan evidente en algunos países que se suscitó la preocupación de que en el futuro pudiera no haber un número suficiente de titulados en ciencias forestales.
En este artículo se resumen los resultados de una encuesta encargada por la FAO para esclarecer la situación en Gran Bretaña y Alemania. Respondieron al cuestionario las cuatro universidades de Gran Bretaña y Alemania que tradicionalmente han ofrecido titulación universitaria en la especialidad forestal. También se obtuvo información precisa sobre los títulos y calificaciones técnicas que ofrecen cuatro nuevas universidades o escuelas universitarias de Gran Bretaña (denominadas «nuevas universidades» en el presente artículo), con una cobertura casi total. Sin embargo, sólo tres de las cinco escuelas técnicas superiores alemanas respondieron al cuestionario de la encuesta.
Las universidades alemanas aportaron datos sobre el diploma tradicional que se concede al cabo de cuatro años y medio de estudio. Durante los últimos años, de conformidad con el Acuerdo de Bolonia, un compromiso para armonizar la enseñanza universitaria en Europa, se está sustituyendo o ampliando el diploma por una licenciatura de tres años seguida de dos años de maestría (de los cuales medio año puede ser de prácticas).
En Escocia, el sistema consiste en una licenciatura ordinaria de tres años o en una licenciatura superior de cuatro años. En Inglaterra y Gales, el título universitario se otorga con dos años de estudios más otro año para alcanzar un nivel superior. En Gran Bretaña es posible también en las nuevas universidades y en algunas escuelas obtener a partir de un título técnico una licenciatura con un año más de estudio.
A los efectos de la presente encuesta, el diploma alemán, el título de maestría alemán y el título de licenciado británico de nivel superior se consideran equivalentes y se denominan «títulos superiores».
Tanto en Alemania como en Gran Bretaña es posible obtener un título técnico o certificado de nivel superior en el que tienen gran importancia los estudios prácticos; en Gran Bretaña se denomina diploma, que no debe confundirse con el diploma alemán. En la presente encuesta, estos títulos se agrupan bajo la denominación «títulos de aptitud técnica».
Algunas universidades de Gran Bretaña y Alemania de larga tradición ofrecen programas de maestría de postgrado de uno o dos años de duración cuya finalidad es proporcionar una especialización superior a la que representa un título general en ciencias forestales o permitir a los licenciados con títulos diferentes pero pertinentes (por ejemplo, en botánica o ecología) desempeñar la profesión forestal. Dado que los titulados de esos cursos compiten generalmente en el mercado de trabajo con personas cuyo título principal está relacionado con las ciencias forestales, los datos correspondientes a todas las titulaciones, con independencia de la terminología, se han agregado en el análisis que sigue. Sin embargo, en algunos casos, los datos correspondientes a los títulos de maestría se analizan por separado bajo la denominación «maestría de postgrado».
En el decenio 1992-2001 se registró en Gran Bretaña una constante disminución del número de estudiantes de ciencias forestales en las universidades establecidas (Figura 1). El descenso se compensó en cierta medida con el número de estudiantes en las nuevas universidades, lo que no debe dar pie a la conclusión de que los estudiantes de los nuevos programas de estudios proceden de los programas anteriores, pues sin duda muchos de quienes cursan los nuevos programas se habrían graduado solamente con títulos de aptitud técnica.
De hecho, la matriculación en estudios encaminados a la obtención de títulos de aptitud técnica aumentó durante la primera mitad del decenio y no disminuyó hasta el último año. Sin embargo, esas cifras ocultan un descenso del número de estudiantes que desde 1998 se orientaban hacia la obtención de un título de aptitud técnica de nivel superior (diploma nacional superior). Ese descenso se vio compensado por un aumento de los alumnos de nuevos programas de certificados de nivel inferior en escuelas universitarias que anteriormente no ofrecían ese tipo de estudios.
Las cifras de matriculaciones pueden ocultar un descenso del interés en caso de que se acepte a un número más elevado de estudiantes poco cualificados. Los datos sobre el número de solicitantes pueden indicar la demanda global, pero pocas instituciones respondieron a la solicitud de ese tipo de datos. En cualquier caso, la suma del número de solicitantes en todas las instituciones puede ser engañosa porque los estudiantes interesados siempre presentan una solicitud en más de una institución. Se aportaron datos completos sobre el número de solicitantes al menos respecto de un programa de maestría, un programa de licenciatura, un programa de diplomatura y un programa de certificados (Cuadro 1). En todos ellos, salvo en el programa de certificados se observa desde 1994 una lenta disminución del número de solicitantes, que se acentuó desde 1998. En los dos programas de títulos superiores aumentó ligeramente el número de alumnos aceptados, que no fue lo suficientemente marcado como para indicar un descenso notable del nivel. En cambio, en el caso de la diplomatura, el incremento del porcentaje de alumnos aceptados fue muy acusado.
1
Número de
estudiantes matriculados en programas de títulos superiores y estudios técnicos
en Gran Bretaña
CUADRO 1. Número
de estudiantes que presentaron solicitudes para cursar determinados
programas,
y porcentaje aceptado, en cuatro instituciones de Gran
Bretaña
|
Año |
Maestría/postgrado |
Licenciatura |
Diploma |
Certificado | ||||
|
Número de postulantes |
Porcentaje de aprobados |
Número de postulantes |
Porcentaje de aprobados |
Número de postulantes |
Porcentaje de aprobados |
Número de postulantes |
Porcentaje de aprobados | |
|
1992 |
86 |
24 |
179 |
26 |
236 |
12 |
40 |
83 |
|
1993 |
87 |
26 |
218 |
19 |
221 |
14 |
32 |
75 |
|
1994 |
94 |
27 |
263 |
18 |
178 |
21 |
30 |
70 |
|
1995 |
80 |
25 |
176 |
18 |
156 |
29 |
28 |
82 |
|
1996 |
83 |
22 |
155 |
21 |
118 |
36 |
30 |
80 |
|
1997 |
71 |
30 |
162 |
28 |
112 |
38 |
34 |
82 |
|
1998 |
56 |
29 |
116 |
25 |
63 |
46 |
34 |
50 |
|
1999 |
48 |
38 |
81 |
27 |
51 |
68 |
26 |
35 |
|
2000 |
44 |
39 |
66 |
23 |
40 |
63 |
25 |
80 |
|
2001 |
45 |
31 |
53 |
26 |
27 |
48 |
29 |
45 |
Durante la primera mitad del decenio se registró un descenso constante y preocupante del número total de estudiantes aceptados en los programas universitarios en las cuatro universidades forestales tradicionales de Alemania (Figura 2). Posteriormente, en el mismo momento en que el número comenzaba a disminuir rápidamente en Gran Bretaña, experimentó un fuerte aumento en Alemania, que fue del 40 por ciento entre 1996 y 2000, aunque volvió a descender después de esa fecha. El modelo de descenso seguido de una recuperación se repitió en las cuatro instituciones.
Dos instituciones aportaron cifras pertinentes sobre el número de alumnos aceptados para la obtención de un título de aptitud técnica, aunque en la Figura 2 sólo se muestran esos datos desde 1995, dado que los datos de una de las instituciones comienzan ese año. No se aprecia un descenso real de las cifras.
Se facilitó un conjunto incompleto de datos sobre las solicitudes y el porcentaje de estudiantes aceptados para una universidad y un conjunto completo para una escuela técnica superior (Cuadro 2). En ambas instituciones, y particularmente en la segunda, el número de solicitantes disminuyó notablemente durante el periodo estudiado. Los niveles de matriculación se han mantenido al menos en parte aumentando la proporción de solicitudes aceptadas.
2
Número de
estudiantes matriculados en programas de títulos superiores y estudios técnicos
en Alemania
CUADRO 2. Número de estudiantes que
presentaron solicitudes para cursar determinados programas,
y porcentaje
aceptado, en dos instituciones de Alemania
|
Año |
Programas de títulos superiores |
Títulos de aptitud técnica | ||
|
Número de postulantes |
Porcentaje de aprobados |
Número de postulantes |
Porcentaje de aprobados | |
|
1992 |
136 |
54 |
810 |
16 |
|
1993 |
145 |
57 |
1134 |
12 |
|
1994 |
119 |
71 |
799 |
17 |
|
1995 |
98 |
56 |
527 |
26 |
|
1996 |
407 |
25 | ||
|
1997 |
293 |
39 | ||
|
1998 |
|
252 |
39 | |
|
1999 |
227 |
44 | ||
|
2000 |
99 |
69 |
255 |
38 |
|
2001 |
94 |
70 |
253 |
43 |
En el Cuadro 3 se ofrece información sobre uno de los programas de maestría de postgrado en Gran Bretaña y en Alemania. El descenso de la matriculación fue mucho más acusado en el programa británico que en el alemán, aunque en otra universidad británica, como se indica en el Cuadro 1, el descenso fue mucho menos pronunciado que en los que figuran en el Cuadro 3. El descenso se debe probablemente a la reducción de los fondos destinados a financiar a los estudiantes, particularmente a los estudiantes extranjeros.
CUADRO 3. Número de estudiantes
aceptados para cursar la maestría de postgrado en una universidad alemana
y
una universidad de Gran Bretaña
|
Año |
Alemania |
Gran Bretaña |
|
1992 |
- |
26 |
|
1993 |
- |
17 |
|
1994 |
93 |
19 |
|
1995 |
91 |
10 |
|
1996 |
82 |
13 |
|
1997 |
* |
10 |
|
1998 |
9 |
9 |
|
1999 |
33 |
11 |
|
2000 |
28 |
8 |
|
2001 |
24 |
3 |
|
2002 |
20 |
0 |
* Número de estudiantes matriculados en 1997 como consecuencia de los cambios registrados en la estructura del programa.
En Alemania, muchos estudiantes tardan más del tiempo mínimo necesario en completar sus estudios y en Gran Bretaña un número variable en cada promoción opta por tomar un año para adquirir experiencia práctica. Por ello es difícil establecer una relación entre el número de graduados y el de aceptados inicialmente para determinar la tasa de abandono, es decir el número de quienes no terminan los estudios para los que se han matriculado. Sin embargo, las cifras correspondientes a Gran Bretaña indican que es raro que se produzca el abandono de más de tres estudiantes de cada promoción. Cabe indicar, sin embargo, que la tasa es elevada entre los estudiantes a tiempo parcial de las nuevas universidades. En Alemania, las tasas de abandono parecen haber sido superiores, y oscilan entre el 10 por ciento y el 40 por ciento. Sin embargo, parecen haber disminuido en los últimos años.
La historia de la enseñanza forestal en ambos países se ha visto influida por su separación progresiva del servicio forestal estatal, que ha dejado de ser el principal proveedor de empleo, y por la aparición de nuevos mercados para los graduados forestales. Aunque la actividad forestal no ha sido nunca la profesión más fácil para obtener el primer empleo, la mayoría de quienes respondieron a la encuesta en ambos países indicaron que transcurridos uno o dos años desde la finalización de sus estudios todos los graduados habían obtenido algún tipo de empleo adecuado a su formación. Sin embargo, la gama de empleos es muy variada, lo que ocasiona problemas para la contratación y para el diseño de los programas de estudio.
Casi sin excepciones, las universidades alemanas han respondido a la nueva situación estableciendo nuevos programas de estudio más flexibles, que, según uno de los encuestados, tienen por objeto reaccionar de forma más dinámica a los cambios que se producen en el mercado laboral y ofrecer nuevas oportunidades. Se ha hecho más hincapié en las aptitudes personales, sociales, interdisciplinarias y de solución de problemas. Sin duda, estas medidas son oportunas desde el punto de vista educativo, pero es difícil saber si han influido en la matriculación. Por ejemplo, la Universidad de Friburgo estableció un programa completamente nuevo en 1994. La Universidad de Munich no lo hizo hasta el año 2000, pero las cifras de solicitudes y aceptaciones no indican una mejor situación en la primera de esas universidades por haber introducido antes los cambios.
En Gran Bretaña, al igual que en Alemania, la nueva demanda de que se amplíe la base de la enseñanza forestal está provocando tensiones acerca de la importancia relativa de las asignaturas tradicionales (por ejemplo, la silvicultura y la economía) y de otras disciplinas nuevas como las que inciden en cuestiones sociales y ambientales más generales. Se han ampliado los programas de estudio y se han introducido nuevas opciones de especialización. Como los departamentos forestales de las universidades británicas son más reducidos que los de las alemanas, la posibilidad de introducir nuevos cursos es limitada; para ampliar la oferta, los programas de títulos superiores y títulos de aptitud técnica forestales incluyen además cursos que se imparten en departamentos distintos. La mayor parte de las universidades y escuelas universitarias aprueban esas decisiones en aras de la eficiencia y están recortando el personal forestal especializado. Sin embargo, la reducción de personal puede suponer el riesgo de que se diluya fuertemente el contenido forestal de muchos programas forestales.
La disminución de las matriculaciones en los cursos forestales puede tener consecuencias importantes. Ya en Gran Bretaña, la Universidad de Oxford ha dejado de ofrecer enseñanza forestal excepto en el ámbito de la investigación. La reducción de personal especializado en otras universidades debe poner en cuestión la capacidad de esas instituciones para ofrecer formación forestal a largo plazo. En Alemania, el número de matriculaciones ha disminuido menos acusadamente, pero las cifras parecen ocultar un lento descenso del número de personas que aspiran a recibir formación en las disciplinas forestales. En un momento en que el número de estudiantes que ingresan en las universidades y escuelas universitarias está aumentando en general, está disminuyendo el número de solicitantes de programas forestales. La profesión parece haber perdido su atractivo para los jóvenes que cursan enseñanza universitaria.
Cabe plantearse si eso tiene importancia. Algunas personas pueden considerar que no se debe dar a la especialidad forestal el rango de una disciplina autónoma, y que se trata de una forma de reivindicar la exclusividad profesional en detrimento de personas procedentes de otros ámbitos académicos como la ecología o las ciencias puras. Aunque ciertamente es poco probable que un botánico que adquiera un aprendizaje práctico sobre cuestiones forestales pueda causar tan grave daño como un zoólogo que pueda aprender la práctica médica por el mismo procedimiento, la analogía parece oportuna. Cuando existen actividades de reciclaje, ya sea por medio de programas de postgrado o cursos de capacitación en el empleo, la entrada en la profesión forestal de graduados de otras disciplinas, incluidas las ciencias sociales, puede aportar una nueva dimensión muy importante. Lamentablemente, la encuesta indica que la disponibilidad de tales actividades de reciclaje (que en otro tiempo eran un activo importante del curso de la Universidad de Oxford ahora clausurado) también son limitadas.
Cabría argumentar también que la reducción del número de estudiantes supone simplemente ajustar la oferta a la demanda. Es significativo a este respecto que la reducción del número, con los consiguientes cambios en los programas de estudio y la reducción del profesorado, se está produciendo en un amplio conjunto de instituciones, cada una de las cuales tiene cada vez menos capacidad para impartir la formación profesional que en otro tiempo se esperaba. En tanto que todas las instituciones encuestadas tratan de seguir desarrollando su actividad, existe el riesgo de que se pierda una masa crítica de enseñantes, lo que a su vez determinará que los estudios sean menos atractivos para los posibles alumnos.
El reto que hay que afrontar es el de mejorar la imagen de la actividad forestal ante quienes podrían estudiar estas disciplinas y asegurar, en caso necesario mediante fusiones o cierres, que al menos algunas instituciones de cada nivel puedan seguir enseñando las cuestiones forestales como una asignatura completa, en lugar de relegarlas a la condición de una especialidad secundaria en una titulación de biología u otra ciencia.
