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6. Observaciones finales


6.1 Los impuestos prediales pueden desempeñar un papel importante para conseguir medios de subsistencia y comunidades rurales sostenibles. Este impuesto tiene la ventaja de que es transparente, su administración resulta poco costosa, la recaudación es eficiente y es bien comprendido por los contribuyentes. Desde el punto de vista administrativo es viable en casi todas las circunstancias.

6.2 Es particularmente indicado como fuente de ingresos de origen local y para el gobierno local. Permite a las comunidades atender sus propias necesidades. Es importante en los países donde los gobiernos centrales tienen cada vez mayores dificultades para responder a las necesidades rurales locales. La falta de una estructura rural sólida representa un obstáculo para los medios de subsistencia rurales. El impuesto predial puede desempeñar un papel importante en ese sentido. Si está bien administrado y es transparente, puede generar mayores ingresos y reducir las oportunidades de corrupción.

6.3 Todo examen del efecto de los impuestos prediales en cuanto forma de inversión o de la repercusión del impuesto en el acceso a la tierra y otras formas de propiedad debe tener en cuenta otros muchos factores de alcance más amplio: la economía, el sistema tributario vigente y el régimen fiscal de las inversiones distintas de la tierra y otras formas de propiedad inmobiliaria. Naturalmente, los impuestos tratan ante todo de aumentar los ingresos recaudados y, por lo tanto, van más allá del mercado inmobiliario y de la gestión catastral.

6.4 Un impuesto sobre la tierra y otras formas de propiedad inmobiliaria puede tener efectos perturbadores en los mercados de los bienes inmuebles. El diseño de cada impuesto puede repercutir en el mercado en formas no previstas ni deseadas. Habrá que considerar cuáles son los impuestos vigentes que gravan la tierra y las construcciones, e identificar las distorsiones provocadas por el régimen fiscal. Las soluciones sólo pueden formularse teniendo en cuenta el contexto de la economía general, la necesidad de aumentar los ingresos, la capacidad nacional de aplicar nuevos impuestos y las realidades políticas.

6.5 La mayor parte de las reformas fiscales necesitan tiempo, y el impuesto predial no es ninguna excepción. La fase más larga y más imprevisible es el debate público y la planificación de las políticas. Sólo cuando esta fase está terminada, puede comenzar la ejecución. Por ello, hay una serie de medidas mutuamente relacionadas cuya aplicación requerirá no menos de dos años. En consecuencia, es probable que el tiempo transcurrido desde la iniciación del debate hasta que empiece a percibirse la recaudación sea de unos cinco años. Por ello, el tiempo es un elemento importante. El paso más complejo es el proceso de tasación, que debe terminarse dentro de un determinado período (por ejemplo, un máximo de tres años), ya que la información recogida pierde actualidad y resta credibilidad al impuesto.

6.6 El paso más importante es la fijación de la tasa imponible. Si ésta es demasiado alta, provocará resistencia general. Si es demasiado baja, el sistema no será eficaz en función de los costos. El objetivo debería ser fijar una tasa que permita generar ingresos suficientes para justificar todo ese esfuerzo, pero que no sea tan alta que resulte imposible recaudar los impuestos por la «incapacidad de pagar».

6.7 El impuesto predial es un instrumento antiguo y bien conocido. Son numerosas las experiencias obtenidas en muchos países de todo el mundo, y se ha podido comprobar qué es lo que funciona y lo que no. Probablemente, no hay ninguna circunstancia en que el impuesto predial no se pueda introducir o mejorar, si hay la voluntad política para ello. El mensaje central es que el impuesto predial en las zonas rurales es técnicamente viable y redundará en beneficio de la economía y de la sociedad rural.


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