Los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible constituyen una referencia para controlar y evaluar los progresos en la consecución de la ordenación forestal sostenible y son un importante instrumento normativo. Para avanzar en su elaboración y aplicación, la Oficina de Gestión Forestal de Filipinas, la FAO y la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) organizaron una consulta de expertos sobre los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible del 2 al 4 de marzo de 2004 en la ciudad de Cebú (Filipinas). Participaron 45 expertos en cuestiones técnicas y de política de 27 países y siete organizaciones internacionales que intervienen en los procesos relativos a los criterios e indicadores en curso. En la reunión se abordaron los siguientes temas:
El informe se presentó al cuarto período de sesiones del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques en mayo de 2004.
El cuarto período de sesiones del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (FNUB-4), que se celebró en Ginebra (Suiza) del 3 al 14 de mayo de 2004, abarcó cuestiones diversas. Asistieron a la reunión más de 600 delegados en representación de gobiernos, organizaciones intergubernamentales y grupos importantes.
Los delegados del FNUB-4 adoptaron cinco resoluciones sobre las siguientes cuestiones:
Los delegados asistentes al FNUB-4 dedicaron dos sesiones de medio día de duración a examinar las experiencias nacionales y las enseñanzas extraídas en relación con la ordenación forestal sostenible en los países africanos y los pequeños Estados insulares en desarrollo. En la sesión dedicada a África se examinaron la función de los bosques en el desarrollo rural y la reducción de la pobreza, los medios para reforzar las asociaciones en la región, los procesos de descentralización y participación, la necesidad de fomentar la capacidad y el acceso a los mercados y el fortalecimiento de la participación africana en el proceso del FNUB. En la sesión sobre los pequeños Estados insulares en desarrollo, los delegados recomendaron establecer asociaciones con dichos estados y entre ellos, movilizar apoyo internacional para la iniciativa de los pequeños Estados insulares en desarrollo sobre la ordenación forestal sostenible, mejorar la investigación sobre los bosques en esos países y promover la cooperación para identificar las principales prioridades e iniciativas regionales en lo que respecta a la ordenación forestal sostenible.
Organizaron asimismo un diálogo con múltiples interesados que se centró en cuatro áreas temáticas: aspectos sociales y culturales de los bosques, conocimientos tradicionales relacionados con los bosques, fomento de la capacidad y asociación.
El FNUB-5 tendrá lugar en Nueva York en mayo de 2005.
Tres convenios internacionales sobre el medio ambiente resultantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) celebrada en Río de Janeiro (Brasil) en 1992 influyen en la ordenación forestal sostenible: la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África (CLD), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Para contribuir a la aplicación más eficaz de los convenios de Río en el sector forestal y conseguir una sinergia entre ellos se celebró un taller en Viterbo (Italia) del 5 al 7 de abril de 2004.
El taller fue organizado por las secretarías de la CLD y el CDB, en cooperación con la secretaría de la CMNUCC. Asistieron al taller alrededor de 150 participantes en representación de 39 partes en los tres convenios, cinco organizaciones las Naciones Unidas, cinco organizaciones intergubernamentales y 10 organizaciones no gubernamentales.
El taller se centró en dos temas. En el marco del tema «Potencial para establecer sinergias mediante la ordenación del paisaje forestal y la conservación del suelo», los grupos de trabajo analizaron las sinergias en las siguientes esferas:
En el marco del tema «Servicios de ecosistemas y reducción de la pobreza», los grupos de trabajo se ocuparon de las siguientes cuestiones:
En cada uno de esos temas, los grupos de trabajo estudiaron, entre otras cosas, los principales elementos en los que puede basarse la sinergia y traducirse en medidas concretas en el plano local; el efecto global de esas medidas; los indicadores para evaluar los proyectos forestales en cuanto a su potencial de sinergia, y los mecanismos para facilitar la aplicación de opciones de política referentes a los bosques y los ecosistemas forestales a escala local e internacional.
Los delegados señalaron la necesidad de disponer de mayores recursos para potenciar al máximo las sinergias entre los tres convenios de Río, lo que probablemente reduciría el costo global de aplicación. Se identificaron las siguientes fuentes de financiación para los programas destinados a conseguir sinergias: fondos nacionales de desarrollo; mercados de servicios ambientales, incluidos los fondos relativos al carbono; asociaciones entre el sector público y el sector privado; fondos de ayuda al desarrollo exterior, y financiación del sector privado y de fundaciones filantrópicas.
Los estudios monográficos referentes a distintos países (China, Cuba y el Senegal) pusieron de manifiesto que ya se están realizando actividades conjuntas, aunque es necesario fomentar una mayor concienciación a nivel nacional y, especialmente, a nivel local. Algunos países pidieron que se establecieran fondos nacionales para promover el conocimiento y la coordinación de los programas destinados a establecer sinergias (especialmente centros nacionales de coordinación), con especial atención a las posibilidades de financiación.
La Iniciativa sobre bosques para el patrimonio mundial en África central, un proyecto encaminado a promover el establecimiento de sistemas de gestión de zonas protegidas en las principales zonas forestales protegidas de la Cuenca del Congo, se puso en marcha en marzo de 2004. Financia este proyecto conjunto la Fundación de las Naciones Unidas y participan en él los Gobiernos del Camerún, la República Centroafricana, la República del Congo y Gabón, así como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia la Cultura (UNESCO), la FAO y cuatro organizaciones no gubernamentales internacionales (Conservación Internacional, el Instituto Jane Goodall, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre y el Fondo Mundial para la Naturaleza-EE.UU.).
Los principales objetivos del proyecto son intensificar las actividades de protección y de observancia de la ley en tres núcleos transfronterizos de zonas protegidas, colaborar con las comunidades locales en esos lugares y sus proximidades para facilitar el aprovechamiento sostenible de los recursos silvestres, y prepararlos para su inclusión en el patrimonio mundial de la UNESCO. La fase inicial del proyecto tendrá una duración de cuatro años, pero todos los asociados se han comprometido a prolongarlo durante al menos un decenio.
