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Introducción


Los moluscos bivalvos (ostras, mejillones, almejas y vieiras) constituyen una parte importante de la producción pesquera mundial. Durante el decenio 1991-2000 se observó un aumento constante de la producción de bivalvos, pasando de 6,3 millones de toneladas desembarcadas en 1991 a más del doble en 2000, con 14 204 152 toneladas métricas (t) de bivalvos procedentes de la pesca y de la acuicultura (Ilustración 1).

Ilustración 1: Producción (en millones de toneladas) de bivalvos procedentes de la pesca y de la acuicultura durante el decenio 1991-2000 (a partir de los Anuarios de Estadísticas de Pesca de la FAO).

Sin lugar a dudas, esta creciente tendencia global en el consumo de productos de mar va a continuar en el futuro. Los productos de la pesca forman parte importante y esencial de la dieta en muchos países del mundo donde la necesidad de mayores producciones va a aumentar con el crecimiento demográfico mundial. La demanda de productos de la pesca también va a aumentar en aquellos países donde los productos del mar se consideran una parte importante y saludable de la dieta. La mayor parte de la demanda de productos del mar se refiere al pescado, sin embargo la producción y cosecha de moluscos, especialmente de bivalvos, también va a tener un papel esencial a la hora de satisfacer esta creciente demanda. La captación de bancos naturales de bivalvos va a seguir teniendo importancia, pero muchas de estas poblaciones naturales ya se encuentran cerca de los límites máximos sostenibles y en algunos lugares ya los han sobrepasado, situación que puede paliarse a través de la acuicultura, que ofrece una alternativa a la explotación de las poblaciones naturales. Durante el período 1991-2000, los desembarques procedentes de la pesca apenas aumentaron en 2,5-3,5 millones de toneladas, mientras que los desembarques procedentes del cultivo se duplicaron durante el mismo período, aumentando de 6,3 a 14 millones de toneladas (Ilustración 2). En 2000 alrededor del 75% de la producción mundial de bivalvos procedía ya de alguna forma de cultivo.

Ilustración 2: Comparación de la producción procedente de la pesca y de la acuicultura con la contribución relativa de los principales grupos de bivalvos en 1991 y 2000.

Los bivalvos son animales ideales para la acuicultura, ya que son herbívoros que requieren un manejo mínimo y que no necesitan más alimento que las algas que se encuentran de forma natural en el agua de mar. Aunque se hayan cultivado durante siglos, los recientes avances tecnológicos en el campo del cultivo de moluscos han permitido incrementar la producción de forma significativa. Los métodos y tecnologías de cultivo requieren constantes mejoras para poder satisfacer la demanda creciente y para convertir el cultivo de bivalvos en una actividad económicamente atractiva para los inversores y para aquellos que deseen iniciarse en dicha actividad. Cada vez más será de vital importancia mejorar la eficacia de las actividades acuícolas, dado que las zonas donde se puede practicar el cultivo de moluscos en el mundo ya son limitadas y será cada vez más difícil encontrar nuevos emplazamientos para esta actividad debido al incremento de la presión demográfica y el desarrollo urbanístico de las costas.

Un requisito esencial para cualquier actividad de cultivo o de explotación es contar con semilla abundante, fiable y barata. Actualmente, en la mayoría de las explotaciones de bivalvos del mundo se recolecta la semilla en bancos naturales y se coloca el sustrato (material de fijación) en las zonas de reproducción; luego se recogen las larvas en metamorfosis, para luego transferir la semilla recolectada a las zonas de engorde hasta que ésta alcance la talla comercial. En otros casos, se recolecta la semilla en zonas de abundancia natural y se transporta a zonas de engorde que pueden estar alejadas de la fuente de semilla (telecaptación). La recolección de semilla en zonas de reclutamiento natural seguirá siendo importante en las explotaciones de bivalvos de todo el mundo y sin lugar a dudas en algunas zonas esta práctica podrá intensificarse para satisfacer la mayor demanda de semilla de las explotaciones. Es por tanto necesario reconocer la importancia que tienen estas zonas de reproducción y hacer un gran esfuerzo para conservarlas.

En muchos otros lugares de cultivo, no existen zonas de reproducción natural que suministren semilla y, si existen, no pueden producir suficiente semilla para satisfacer los requisitos de la fase de engorde, incluso la reproducción es errática y no se puede garantizar una fuente fiable de semilla. Se dan además otros inconvenientes que condicionan la recolección de semilla natural para su uso en las actividades acuícolas, ya que, a veces, los engordadores de algunas zonas desarrollan y cultivan razas o variedades de bivalvos que se ajustan a sus necesidades particulares, pero puede que ese tipo de semilla no se encuentre disponible localmente. Otro caso es el de aquellos productores que deseen introducir una especie no alóctona (exótica) y no dispongan de una fuente de semilla, para los que la alternativa consiste en la recolección en bancos naturales de bivalvos para producir luego la semilla en el criadero. Los criaderos de bivalvos llevan funcionando más de cincuenta años y hoy en día están bien implantados en muchos países, formando parte integral de muchas explotaciones y constituyendo la mayor o única fuente de semilla. Indudablemente en el futuro los criaderos de bivalvos desempeñarán un papel muy importante dentro del conjunto de actividades acuícolas, conforme la explotación de moluscos se especialice y aumente la demanda de semilla.

Los criaderos ofrecen varias ventajas con respecto a la recolección en bancos naturales ya que son fiables y pueden suministrar semilla a los engordadores según sus requisitos y cuando les sea conveniente -a menudo mucho antes en la época de crecimiento que con los bancos naturales. Pueden proporcionar semilla que no está disponible en los bancos naturales, como es el caso de las variedades genéticas con características biológicas mejoradas para su explotación en zonas locales o semilla de bivalvos exóticos. El coste supone la mayor desventaja de la producción de semilla en criadero ya que es más caro criar la semilla en unas instalaciones que recolectarla de un banco natural. Aunque en el pasado los factores económicos probablemente hayan sido la causa del fracaso de algunos criaderos de bivalvos, las recientes mejoras tecnológicas han potenciado enormemente su fiabilidad y su viabilidad económica, puesto que es posible producir semilla a precios competitivos y, de hecho, en algunas partes del mundo, los criaderos constituyen la única fuente de semilla para la industria acuícola comercial. No obstante, aún queda margen para acrecentar la eficacia de los criaderos y aumentar su aceptación como mejor fuente de semilla.

La construcción y el funcionamiento de un criadero de bivalvos es una empresa importante y costosa, por lo tanto la fase de desarrollo tiene que estudiarse concienzudamente, de lo contrario estará abocada al fracaso. No existe un plan único para construir un criadero de bivalvos y ponerlo en funcionamiento; de hecho, muchos han comenzado como explotaciones pequeñas y han ido creciendo a la vez que el mercado de sus productos. Los criaderos varían enormemente en cuanto a su diseño, configuración y construcción, en función de las especies cultivadas, objetivos de producción, y, sobre todo de las condiciones locales y las preferencias personales de sus propietarios o de la empresa. En cambio, los elementos básicos son los mismos para cualquier criadero de bivalvos e incluyen un método para acondicionar a los reproductores e inducir la puesta, criar y fijar las larvas, engordar la semilla hasta una talla aceptable, y unas instalaciones para la producción de grandes cantidades de algas para la alimentación en todas las fases del ciclo productivo. Si bien los elementos esenciales son comunes a todos los criaderos, también es cierto que existen variaciones en cuanto a tecnologías y a la eficacia en cada fase productiva, que deben ser mejoradas de forma constante para conseguir que los criaderos sean cada vez más rentables.

Esta publicación no se ha concebido como un manual de gestión de criaderos. Existen otros documentos que también describen los criaderos de bivalvos, y muchos se están volviendo obsoletos y no incluyen las mejoras tecnológicas más recientes. Este manual pretende ser una introducción práctica a los elementos básicos de las actividades que se llevan a cabo en un criadero, dirigido a principiantes en este campo. También permitirá a los futuros inversores valorar la posibilidad de construir y gestionar un criadero de bivalvos y entrar en el negocio de producción de semilla para la industria acuícola. El manual no está ideado como una publicación científica en el sentido convencional y gran parte del contenido se basa en la propia experiencia del autor, así como en la experiencia acumulada a lo largo de un período de más de 80 años. Aunque existe una extensa bibliografía sobre criaderos de bivalvos, muchas de las publicaciones prácticas tienen una divulgación limitada o están agotadas y sólo están disponibles a través de los servicios especializados de las bibliotecas. Puede ocurrir que muchos lectores no consigan estos documentos y por lo tanto se ha hecho un esfuerzo para que este manual sea lo más completo posible y para garantizar y facilitar su acceso. En lugar de incluir unas extensas referencias bibliográficas en el texto, se ha optado por ofrecer una lista de lecturas recomendadas al final de cada sección del manual para proporcionar otras fuentes de información sobre temas concretos y aspectos relacionados con el funcionamiento de un criadero.


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