Table Of ContentsNext Page

EDITORIAL


El comercio y la ordenación forestal sostenible

Entre 1993 y 2003, el valor del comercio internacional de madera y sus productos creció el 50 por ciento (de 100 000 a 150 000 millones de dólares EE.UU.). Mientras tanto, durante el último decenio del siglo XX se perdieron en el mundo 9,4 millones de hectáreas de bosque. ¿Cuál es la relación entre el comercio y la situación de los recursos forestales del mundo?

En un proyecto de investigación y análisis realizado por la FAO y el Gobierno del Japón, que se concluyó recientemente, se estudió esta cuestión. El proyecto «Evaluación de las consecuencias del comercio de productos forestales en el fomento de la ordenación forestal sostenible», en el que participaron organizaciones internacionales, el sector privado y organizaciones no gubernamentales (ONG), es la base de muchos de los artículos de este número de Unasylva.

En el primer artículo, C. Mersmann ofrece una visión general de la relación entre el comercio de productos y servicios forestales y la ordenación forestal sostenible, concluyendo que la colaboración intersectorial, las políticas coherentes y la buena gestión pública pueden contribuir a que ambos aspectos se respalden mutuamente. Aunque la mayoría de los observadores (y también la mayor parte de los artículos de este número de Unasylva) se ocupan principalmente del comercio internacional. Mersmann también hace algunas consideraciones sobre el comercio nacional, dado que la mayor parte de la madera en rollo y los productos forestales no madereros se destinan al comercio interno. A continuación, en un breve artículo de M. Shimamoto, F. Ubukata e Y. Seki, se plantea si el libre comercio es compatible con la ordenación forestal sostenible.

¿Qué enseñanzas se pueden extraer en el sector forestal del comercio en otros sectores? M. Arda desborda el marco del sector forestal para ofrecer una visión general de la economía mundial de los productos básicos, estableciendo algunos para­lelismos con los productos forestales.

O. Hashiramoto, J. Castano y S. Johnson examinan las tendencias mundiales del comercio de productos madereros, centrándose en nuevos participantes en el mercado como la Federación de Rusia, Europa oriental y especialmente China, así como en la reciente expansión de las industrias de elaboración en los países tropicales.

El papel emergente de China representa uno de los cambios más destacables que se ha registrado en los últimos años en el comercio mundial de madera, W. Lu explica cómo, con su crecimiento económico acelerado, China ha pasado a ser el mayor importador del mundo de trozas para usos industriales (con posibles consecuencias para los recursos forestales de otros países), así como un importante exportador de productos elaborados como tableros, papel y muebles.

Para países como China, que pretenden mantener o aumentar su participación en el mercado de los países desarrollados, es importante la certificación, una de las primeras y más directas iniciativas encaminadas a vincular el comercio con la ordenación forestal sostenible. Sin embargo, la mayoría de los bosques certificados se encuentran aún en países desarrollados, S. Ozinga señala que ha llegado el momento de determinar sobre el terreno las posibles consecuencias ambientales, sociales y económicas –positivas y negativas– de la certificación para la ordenación forestal sostenible.

La extracción y comercio ilegal de productos forestales (evidenciados por la existencia de discrepancias entre las estadísticas sobre exportación e importación de algunos productos) es una amenaza para la sostenibilidad de los bosques en algunas regiones, M. Richards cuestiona que la liberalización del comercio (por ejemplo, la reducción o supresión de posibles obstáculos al comercio como los aranceles, las prohibiciones de exportación de trozas, los reglamentos fitosanitarios, los contingentes y las normas de calidad de los productos) pueda favorecer la buena gestión de los bosques e indica que las políticas que se adopten en otros sectores tendrán probablemente un mayor efecto.

H.K. Chen y S. Zain describen el cambio que está experimentando la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES), considerada antes como un mecanismo de prohibición del comercio, con el reconocimiento de que el comercio sostenible puede proporcionar incentivos económicos para la conservación de las especies. Una de las principales formas en que la CITES aborda la ordenación forestal sostenible es la exigencia de dictámenes de ausencia de perjuicios, es decir documentación de que el comercio no es perjudicial para la supervivencia de una especie.

El aprovechamiento comercial de productos forestales no madereros puede proporcionar incentivos basados en el mercado para la ordenación sostenible y la conservación de los recursos. Un buen ejemplo de ello en el África subsahariana son las nueces del árbol de karité, Vitellaria paradoxa, del que se obtiene una grasa vegetal que se utiliza en los productos alimenticios, cosméticos y farmacéuticos, E.T. Masters, J.A. Yidana y P.N. Lovett describen los mercados locales y de exportación para los productos de karité y las iniciativas que se han adoptado recientemente para ampliar las oportunidades de mercado y aumentar los beneficios para los productores primarios.

El desarrollo orientado al mercado de servicios ambientales que proporcionan los bosques (conservación de la biodiversidad, retención del carbono, protección de las cuencas hidrográficas y turismo en la naturaleza) ha comenzado a suscitar atención como instrumento para promover la ordenación forestal sostenible. M. Katila y E. Puustjärvi señalan que probablemente, la expansión de estos mercados, con la posible excepción del comercio de compensación de las emisiones de carbono, seguirá siendo lenta y dependerá de la intervención de los gobiernos.

En el último artículo, J.L. Bowyer sintetiza la realidad cambiante de los mercados en el sector forestal: el desplazamiento de la capacidad industrial hacia países con costos más bajos; nuevas formas de suministro de madera industrial, especialmente con el establecimiento de plantaciones arbóreas; nuevas tecnologías en la elaboración de la madera, y la aparición de nuevos agentes importantes, Bowyer predice algunas de las consecuencias de estas tendencias para el futuro del comercio y de la ordenación forestal sostenible.

Confiamos en que los análisis que se hacen en estas páginas propiciarán la formulación de políticas comerciales que promuevan la ordenación forestal sostenible.

Top Of PageNext Page