FAO/SMIA - Perspectivas Alimentarias No. 4, octubre 2001 p. 9

Precios de exportación

Pequeños aumentos en los precios de la mayoría de los cereales en la presente campaña, pero las perspectivas siguen siendo inciertas en un clima de tensiones políticas y de atonía económica

Como sucede con los de la mayoría de los otros pro-ductos básicos, también los precios de los cereales si-guen presionados a la baja. Los precios internaciona-

les de los cereales mostraron algunos signos de recuperación cuando comenzó la actual campaña comercial en julio, pero las incertidumbres económicas y políticas gatilladas por los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre parecieran haber frenado toda posibilidad de ulteriores aumentos, al menos a corto plazo. En septiembre, el trigo No.2 de los Estados Unidos (HRW, fob) arrojó un promedio de 127 dólares EE.UU. por tonelada, ligeramente superior al del período correspondiente del año pasado. En lo que va de la presente campaña, los precios del trigo han seguido estando por encima de los niveles del año pasado, pero a medida que la recolección iba terminando en el hemisferio norte y comenzó a verse que el gran caudal de exportaciones de algunos países exportadores no tradicionales, como la India, podían también orientarse a los mercados mundiales, los precios de exportación se debilitaron y la diferencia disminuyó considerablemente.

Además, de prolongarse la situación actual los excedentes de los mercados financieros en dificultad podrían también debilitar el sentir del mercado. La evolución reciente de los precios de los futuros de trigo en el Chicago Board of Trade (CBOT) de los Estados Unidos indica una tendencia descendente en las últimas semanas. Los futuros de trigo se mantienen por encima de los niveles registrados en el período correspondiente del año pasado pero, a finales de septiembre, los contratos para diciembre descendieron a 84 dólares EE.UU. por tonelada, 5 dólares EE.UU. menos por tonelada que al principio del mes.

Una situación semejante se plantea en el mercado del maíz, que en las últimas semanas también sufrió la presión a la baja de los precios. Al final de septiembre, los precios de exportación del maíz de los Estados Unidos (Amarillo No.2 de los Estados Unidos, fob) descendieron a 90 dólares EE.UU. por tonelada, más bajos que los del mes anterior pero todavía 6 dólares EE.UU. más por tonelada que desde mayo y más altos que los del año pasado. Aunque los precios podrían debilitarse a esta altura del año debido a que en muchos países productores todavía se están recogiendo las cosechas, en cambio se ven sostenidos por la fuerte mengua de la producción prevista en los Estados Unidos, el mayor productor mundial de cereales secundarios, y por una ulterior reducción de las estimaciones correspondientes a la producción de este año en China.

Por otro lado, mientras las ventas de China probablemente serán mucho menores que el año anterior, se estima que el Brasil cuenta con un gran caudal de excedentes de maíz para exportar, tras la cosecha récord de este año, y se prevén abundantes expediciones también de Hungría. En conjunto, por lo tanto, las perspectivas para los precios siguen siendo algo inciertas, especialmente en vista de la contracción del comercio mundial y de una posible atonía económica, que podrían exasperar la demanda de
cereales forrajeros. En efecto, los futuros de maíz para diciembre han disminuido en el CBOT considerable-mente en las últimas semanas, aunque muy supe-riores a los del año pasado.

Los precios internacionales del arroz aumentaron algo en julio y agosto, al subir el índice de los precios de exportación de la FAO a 91 puntos respecto a los 88 puntos registrados en mayo y junio. El fortalecimiento de los precios se debió al retraso de la llegada de los suministros de arroz de la nueva cosecha en Viet Nam y al anuncio de nuevas compras a Indonesia y los países africanos. El vigor de los precios de agosto se debilitó algo por el descenso de los precios del arroz procedente de los Estados Unidos.

En septiembre, el índice retrocedió 1 punto a 90, a causa principalmente de los bajos precios del arroz de Myanmar, cuyo Gobierno está aplicando una enérgica política de precios para impulsar las exportaciones, y de una ulterior disminución de las cotizaciones de todos los tipos de arroz de los Estados Unidos, que se vieron perjudicados por la escasa demanda y la publicación, a mediados de septiembre, de una estimación más alta de lo previsto sobre la producción del país en la presente campaña. En cambio, los precios de la mayoría de las clases de arroz exportados de Tailandia aumentaron en septiembre, habiéndose cotizado el arroz tailandés 100 B en 176 dólares EE.UU. por tonelada, 2 dólares EE.UU. más por tonelada que en agosto. El aumento fue particularmente pronunciado tanto para el arroz de calidad inferior como para el arroz sancochado, que se vieron sostenidos por una fuerte demanda de los países africanos, de suerte que el precio del arroz tailandés A1 Super pasó de 143 dólares EE.UU. por tonelada en agosto a 151 dólares EE.UU. por tonelada en septiembre, un nivel que no alcanzaba desde marzo de 2000, mientras que el precio del arroz tailandés sancochado se fortaleció pasando de 209 dólares EE.UU. por tonelada en agosto a 222 dólares EE.UU. por tonelada en septiembre. La discrepancia de la evolución de los precios en Tailandia y los Estados Unidos ha hecho converger las cotizaciones de las categorías semejantes en los dos países. La di-ferencia de precios con respecto al arroz sancochado, por ejemplo, disminuyó de 125 dólares EE.UU. por to-nelada en agosto a sólo 76 dólares EE.UU. por tone-lada en septiembre. Las perspectivas a corto plazo pa-ra los precios siguen siendo lánguidas, teniendo en cuenta especialmente que un gran caudal de suminis-tros llegará al mercado en el otoño del hemisferio nor-te. Sin embargo, la restricción del mercado prevista para el año que viene podría abrir paso a una recu-peración de los precios.

Precios de exportación de los cereales *