Aunque en general las perspectivas alimentarias para 2002 son más favorables que en los dos últimos años, millones de personas siguen necesitando asistencia alimentaria de urgencia en los países en desarrollo debido a las catástrofes, tanto naturales como causadas por el hombre.
En Africa oriental, pese a la cosecha de cereales en general satisfactoria obtenida en 2001, sigue habiendo dificultades en algunas partes para el suministro de alimentos debido a la escasez de las lluvias recibidas en los últimos años y a los disturbios civiles. En Somalia, a pesar de que han mejorado las perspectivas para los cultivos de la temporada secundaria "deyr", más de 500 000 personas tropiezan con graves dificultades ali-mentarias debidas principalmente a las malas cosechas obtenidas en la campaña principal de 2001. La reacti-vación lenta del país después de varias sequías consecutivas y a raíz de los efectos a largo plazo de la inse-guridad, unida a la disminución de los ingresos en divisas debida a la prohibición de las importaciones de ga-nado de Africa oriental impuesta por los países de la Península Arábica a causa de la fiebre del Valle del Rift, han minado la capacidad de las familias para resistir a las crisis. En Tanzanía, los informes señalan que, pese a que la situación del suministro de alimentos se mantiene en general estable, hay cerca de 120 000 personas en unos 10 distritos que necesitan asistencia alimentaria. En algunas partes se ha observado un fuerte au-mento de los precios de los alimentos debido al crecimiento de la demanda de cereales en los países vecinos, Zambia, Malawi y la República Democrática del Congo, deficitarios en alimentos. En Eritrea, a pesar de una cierta mejora experimentada en la producción cerealera, hay aproximadamente 1,3 millones de personas (des-plazados por la guerra, refugiados que han regresado del Sudán, y víctimas de la sequía) que dependerán du-rante todo 2002 de una asistencia alimentaria de urgencia. En Etiopía, Kenya, el Sudán y Uganda, la situación general del suministro de alimentos ha mejorado considerablemente en 2002 en comparación con los dos años anteriores. Sin embargo, la fuerte disminución de los precios de los cereales ha provocado graves dificul-tades financieras para los agricultores y puede repercutir negativamente en las siembras de la próxima campa-ña. Además, necesitan asistencia alimentaria 5,2 millones de personas vulnerables en Etiopía, 1,5 millones en Kenya, 2 millones en el Sudán y 300 000 en Uganda. En Africa occidental, la situación del suministro de ali-mentos debería mejorar en Burkina Faso, el Chad y el Níger, gracias a unas cosechas notablemente mejora-das con respecto a las del año anterior. Sierra Leona, Liberia y Guinea continúan necesitando asistencia ali-mentaria internacional debido a los disturbios civiles pasados y presentes. En Africa central, continúa siendo motivo de grave preocupación la situación alimentaria de unos 2,5 millones de personas desplazadas en el in-terior de la República Democrática del Congo. La inseguridad hace difícil llegar hasta la población afectada, particularmente en el este. En Burundi, pese a una producción de alimentos satisfactoria obtenida durante la primera campaña de 2002, un número importante de personas vulnerables necesita asistencia alimentaria. En Africa austral, se necesita asistencia alimentaria de urgencia en algunas partes de Zimbabwe, Malawi y Zambia, como consecuencia de la menguada cosecha de maíz obtenida en 2001. Los precios del maíz han subido de forma pronunciada en toda la subregión. En Angola, se sigue necesitando asistencia alimentaria para más de un millón de personas desplazadas a causa de la persistencia de la guerra civil.
En Asia, la RPD de Corea continuará necesitando asistencia alimentaria de urgencia en 2002, a pesar de la mejora de la producción de alimentos obtenida en 2001.En Mongolia se sigue proporcionando asistencia ali-mentaria como consecuencia del rigor de los inviernos de los últimos años que causaron la muerte de nume-rosas cabezas de ganado, dejando a los pastores nómadas en una situación de gran inseguridad alimentaria. En otras partes, se sigue proporcionando asistencia alimentaria de los gobiernos nacionales y de la comuni-dad internacional a las víctimas de las inundaciones de 2000 en Viet Nam y Camboya, así como a las víctimas de la sequía, las personas desplazadas en el interior y los refugiados de Sri Lanka y el Pakistán. En Asia cen-tral, la sequía, la escasez de agua y la constante contracción económica han perjudicado la seguridad alimen-taria de unos tres millones de personas en los países de la CEI, de los cuales 2 millones necesitan asistencia alimentaria. Los países más afectados son Tayikistán y Uzbekistán.
En el Cercano Oriente, sigue siendo grave la situación alimentaria en el Afganistán no obstante las mejoras registradas en la entrega de asistencia alimentaria. Años de inseguridad y de guerra, unidos a tres años con-secutivos de grave sequía, han expuesto numerosas personas a una situación extrema de penuria. En el Iraq, las recientes sequías durante varios años consecutivos, sumadas a las sanciones económicas, han dejado grandes sectores de la población en necesidad de asistencia. También es motivo de grave preocupación la situación alimentaria en la Ribera Occidental y la Faja de Gaza. En América Latina y el Caribe, la situación del suministro de alimentos sigue siendo difícil en algunas partes de El Salvador a causa de la sequía, y en zonas localizadas de Honduras, Nicaragua y Guatemala, pese a los rendimientos en general buenos de las cosechas de la segunda temporada de 2001/02. En Europa, continúan necesitando asistencia alimentaria de urgencia los refugiados, las PDI y los grupos vulnerables en la República Federativa de Yugoslavia y en Chechenia, en la Federación de Rusia.