El rendimiento de las cosechas reci�n recogidas de la primera temporada de 2002 fue bueno. La producci�n de cereales y frijoles se estim� en 86 000 y 69 000 toneladas, respectivamente, casi como el a�o anterior. Las ra�ces y tub�rculos aumentaron 9 por ciento, a 527 000 toneladas; y 3 por ciento los bananos y pl�tanos, a 477 000 toneladas. En cuanto a la producci�n de cultivos no cerealeros, el aumento se debe al incremento de la superficie sembrada como efecto, a su vez, de una disponibilidad suficiente de material de siembra, una situaci�n de seguridad estabilizada en la mayor parte del pa�s, y unas lluvias suficientes. La superficie y los rendimientos de los cereales y los frijoles se vieron limitados por la escasez de semillas (pese a los cuantiosos insumos agr�colas distribuidos por las organizaciones humanitarias), el cese temprano de las lluvias en algunas zonas y el exceso de las precipitaciones ca�das en otras. En diciembre de 2001, los precios de los alimentos b�sicos hab�an bajado significativamente en los principales mercados provinciales con respecto a los niveles de hac�a un a�o.
Sin embargo, pese a una producci�n global en general satisfactoria, en las provincias orientales y en algunas partes de la Provincia rural de Bujumbura la producci�n se vio limitada por la inseguridad alimentaria. Constituye un motivo de grave preocupaci�n la situaci�n alimentaria de unas 432 000 personas desplazadas en el interior, para las cuales se sigue necesitando asistencia alimentaria.
La recolecci�n de las cosechas de cereales y legumbres est� terminada. Las previsiones que indicaban una buena cosecha de cereales en 2001 se vieron atenuadas por las lluvias inferiores a lo normal recibidas durante las fases de floraci�n y fructificaci�n. El Ministerio de Agricultura todav�a no public� los datos definitivos de dicha cosecha, pero las estimaciones recientes indican una producci�n de cereales situada entre 150 000 y 200 000 toneladas, de todas maneras muy superior a la mala cosecha del a�o anterior. Durante 2001, el PMA ha distribuido alrededor de 150 000 toneladas de productos alimentarios a un mill�n de beneficiarios y en 2002 espera distribuir alrededor de 130 000 toneladas a 800 000 personas.
En general, la situaci�n del suministro de alimentos sigue siendo dif�cil debido al desplaza-miento de los agricultores provocado por la reciente guerra con Etiop�a y los efectos de la sequ�a. En noviembre de 2001 se lanz� un llamamiento interinstitucional unificado de las Naciones Unidas para 2002 por 120 millones de d�lares EE.UU. para asistencia a programas de mediano y largo plazo, particularmente los destinados al regreso de las personas desplazadas en el interior (PDI). Aunque el n�mero de las PDI que viven en campamentos est� disminuyendo gradualmente (actualmente son alrededor de 60 000), tambi�n se necesita asistencia alimentaria para los refugiados que regresan del Sud�n, los soldados desmovilizados, las PDI reasentadas en las zonas de seguridad y las personas afectadas por la sequ�a en las regiones sahelianas del pa�s.
Una misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA enviada al pa�s al final de 2001 estim� la producci�n de cereales y legumbres de la temporada principal "Meher" de 2001 en 12 330 000 toneladas, 4 por ciento menos que la estimaci�n poscosecha de 2000 pero alrededor de 9 por ciento m�s que la media de los �ltimos cinco a�os. El aumento se debi� principalmente a las lluvias favorables y a una baja incidencia de plagas y enfermedades. La abundancia de la cosecha se ha traducido en un descenso brusco de los precios en la ma-yor�a de los mercados, con repercusiones negativas en los ingresos de los agricultores. El des-censo de los precios podr�a incidir negativamente tambi�n en la producci�n del pr�ximo a�o. Por otro lado, los precios bajos ofrecen la oportunidad de realizar una significativa reconstitu-ci�n de las existencias en todos los niveles. Las posibilidades de exportaci�n se ver�n limi-tadas a causa de las buenas cosechas obtenidas en los vecinos pa�ses de Kenya y el Sud�n.
La cosecha en general buena encubre la existencia de comunidades deficitarias de alimentos en la mayor parte del pa�s debido a sequ�as localizadas, al desplazamiento de la poblaci�n y al limitado poder adquisitivo. Las necesidades alimentarias de urgencia en 2002 se prev�n en alrededor de 560 000 toneladas, para unos 5,2 millones de personas. La Misi�n recomend� con ah�nco a los donantes deseosos de dar ayuda alimentaria al pa�s que efectuaran compras locales. (Para m�s detalles, el informe de la misi�n est� a disposici�n en la direcci�n http://www.fao.org/giews/english/alertes/2002/SRETH202.htm)
Las perspectivas para la cosecha secundaria de cereales de "lluvias cortas", que absorbe alrededor del 15 por ciento de la producci�n anual, son favorables. En algunas partes de las provincias centrales y orientales esta cosecha constituye la fuente principal de alimentos.
La cosecha principal de cereales de "lluvias largas" de 2001 fue significativamente mayor que en 2000, debido principalmente a las lluvias abundantes y bien distribuidas recibidas en la principal zona productora de la provincia del Valle del Rift. La producci�n de ma�z para la temporada se ha estimado en 2 310 000 toneladas, lo que representa un aumento de alrededor del 20 por ciento con respecto al a�o anterior. Suponiendo una cosecha de "lluvias cortas" de nivel medio, la producci�n total de ma�z de 2001/02 ser�a, seg�n las proyecciones, de 2,7 millones de toneladas. Debido a la buena cosecha de ma�z de "lluvias largas" y a las existencias remanentes, en los �ltimos meses los precios han bajado de forma pronunciada, lo que indujo al Gobierno a solicitar a los donantes que incrementaran las compras locales.
Pese a un mejoramiento global del suministro alimentario, persisten graves dificultades en las zonas pastorales, particularmente en los distritos de Turkana, Mandera y en algunas partes del distrito de Marsabit. En noviembre y diciembre de 2001 el PMA distribuy� alrededor de 27 000 toneladas de alimentos a 1,5 millones de personas, aproximadamente, en 13 distritos pastorales y agropastorales afectados por la sequ�a.
La recolecci�n de los cultivos alimentarios de la primera temporada de 2002 est� terminada. En general, las copiosas lluvias recibidas durante la campa�a beneficiaron el desarrollo de los cultivos, aunque provocaron inundaciones y aludes de lodo en algunos lugares. Todav�a no se conocen los resultados de la evaluaci�n de los cultivos organizada conjuntamente en el lugar por MINAGRI/FAO/FEWS y NET/PMA, pero se prev� una producci�n buena de ra�ces y de bananos y pl�tanos. En cambio, es probable que las precipitaciones excesivas recibidas particularmente en las tierras bajas hayan perjudicado la producci�n de los cereales y frijoles.
La situaci�n del suministro de alimentos sigue siendo en general satisfactoria. Los precios de los principales alimentos b�sicos, que descendieron a sus niveles m�s bajos desde 1994, han continuado bajando con la llegada de la nueva cosecha a los mercados. Lo cual ha mejorado el acceso a los alimentos de la mayor�a de los grupos vulnerables.
La recolecci�n de la cosecha de cereales de la temporada secundaria "Deyr" de 2001/02, que normalmente representa el 25-30 por ciento de la producci�n anual de cereales, est� muy avanzada. A pesar de las incertidumbres iniciales, las perspectivas han mejorado en general gracias a unas buenas lluvias recibidas en las principales zonas productoras. Los pron�sticos m�s recientes indican una cosecha de cereales de alrededor de 160 000 toneladas, incluidas 90 000 toneladas de sorgo y 70 000 toneladas de ma�z, lo que representa un aumento de alrededor de 68 por ciento con respecto de la cosecha del a�o anterior.
Sin embargo, la situaci�n de la seguridad alimentaria en las regiones de Gedo, Sanag Este, Sool y en algunas partes de la regi�n de Bari constituye un motivo de preocupaci�n. En conjunto, se estima que en Somalia m�s de 500 000 personas est�n atravesando graves dificultades alimentarias, debidas principalmente a las malas cosechas de la temporada principal "Gu" de 2001. La lenta recuperaci�n de varias temporadas sucesivas de sequ�a y de los efectos a largo plazo de la inseguridad, sumada a la disminuci�n de los ingresos de divisas debida a la prohibici�n de las importaciones de ganado de Africa oriental impuesta por los pa�ses de la Pen�nsula ar�biga a causa de la fiebre del Valle del Rift han socavado gravemente la seguridad alimentaria de los hogares.
Una misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA enviada al pa�s en octubre- diciembre de 2001 pronostic� la producci�n total de cereales de 2001/02 en alrededor de 4 810 000 toneladas, incluidos 3 770 000 toneladas de sorgo, alrededor de 579 000 toneladas de mijo, 315 000 toneladas de trigo (que se recoger�n en abril/mayo de 2002) y alrededor de 146 000 toneladas de otros cereales. En este nivel, la producci�n de cereales supera en alrededor del 38 por ciento a la del a�o pasado y en un 13 por ciento, aproximadamente, la media de los �ltimos cinco a�os. En las principales zonas productoras los precios de mercado del sorgo son m�s bajos que los costos de producci�n, lo que podr�a determinar una reducci�n de la superficie sembrada el pr�ximo a�o.
No obstante, en algunas zonas del sur del Sud�n escasear�n los alimentos debido principalmente al desplazamiento de la poblaci�n y a la inseguridad, mientras que en algunas partes del norte se han sufrido p�rdidas de cosechas debidas a la irregularidad de las precipitaciones. Por lo tanto, en esas zonas hace falta con urgencia asistencia alimentaria selectiva y, sobre todo, facilitar la compra y la transferencia oportunas de cereales desde las zonas excedentarias hacia las zonas deficitarias para ayudar tanto a los productores como a los consumidores.
Para diversas intervenciones en los estados afectados por la sequ�a de Kordofan, Darfur y el Mar Rojo, se necesitan unas 78 000 toneladas de cereales. En el sur del Sud�n, donde la inseguridad es la causa principal de las necesidades de ayuda alimentaria, las necesidades totales se estiman en 52 000 toneladas. En las monta�as de Nuba (tanto en los sectores septentrionales como meridionales) ascienden a alrededor de 25 000 toneladas. En total, se necesitar�n 155 000 toneladas de ayuda alimentaria en 2002 para prestar asistencia a unos 2 millones de PDI, a las personas afectadas por la sequ�a, y a los grupos vulnerables.
En las zonas de precipitaciones bimodales est� muy avanzada la recolecci�n de las cosechas de cereales de la temporada corta "Vuli" de 2001/02. Las perspectivas son variadas. Se prev� una cosecha satisfactoria en torno a la Cuenca del Lago Victoria y en la parte occidental de Tanzan�a, mientras que en las regiones septentrionales y orientales se deber�a de obtener una mala cosecha debido principalmente al tiempo seco. La producci�n total de cereales de 2001/02 se pronostica en 4 millones de toneladas, alrededor de 14 por ciento m�s que la mala cosecha del a�o pasado pero casi semejante a la producci�n media de los �ltimos cinco a�os.
Pese a una situaci�n alimentaria en general estable, los �ltimos informes indican que en 10 dis-tritos hay un total de cerca de 120 000 personas que necesitar�an asistencia alimentaria. En al-gunas partes los precios de los alimentos han subido de forma pronunciada debido al incre-mento de la demanda de cereales en los vecinos pa�ses de Zambia, Malawi y la Rep�blica De-mocr�tica del Congo, que tienen d�ficit alimentarios debidos al mal tiempo o a la inseguridad.
La recolecci�n de la cosecha de la segunda temporada de 2001 est� casi terminada y la producci�n de ma�z deber�a disminuir alrededor de 25 por ciento respecto a los niveles normales debido a una reducci�n de la superficie sembrada tras la abundante cosecha obtenida en la primera temporada. Seg�n las estimaciones, la producci�n total de cereales obtenida en 2001 supera en un 9 por ciento a la del a�o 2000 y en un 3 por ciento a la producci�n media de los �ltimos cinco a�os.
Sin embargo, a pesar de una situaci�n alimentaria global satisfactoria, alrededor de 700 000 refugiados, personas desplazadas y v�ctimas de la sequ�a siguen dependiendo de la asistencia alimentaria.