Tras las primeras lluvias recibidas a principios de agosto en las islas de Santiago, Fogo, Santo Antao y S. Nicolau, durante la segunda década de agosto sobrevino un tiempo seco en todas las islas, salvo en Fogo. En la isla de Santiago las precipitaciones se reanudaron durante la tercera década, mientras que en las islas de Santo Antao y Nicolau el tiempo se mantuvo seco hasta principios de septiembre. La sequía afectó a las plantaciones recientes de maíz, que en algunas partes se perdieron. A principios de septiembre, el Gobierno creó un comité interministerial para seguir de cerca las repercusiones negativas, que podrían derivar en una segunda mala cosecha consecutiva.
Como consecuencia de la menguada cosecha de 2001, además de las distribuciones hechas por el Gobierno se distribuyeron 46 toneladas de semillas de frijol y 67 toneladas de semillas de maíz al amparo de un proyecto de urgencia de la FAO.
La producción de maíz de 2001 (prácticamente el único cereal que se produce en el país) se ha estimado en 18 680 toneladas, un 23 por ciento menos que el año anterior pero alrededor de 5 000 toneladas más que el nivel medio. A principios de enero de 2002 el país experimentó lluvias tensas e inundaciones inesperadas para la estación, que causaron daños a la infraestructura y a las tierras agrícolas. A principios de junio, el PMA acometió una operación de urgencia destinada a prestar asistencia a unas 30 000 personas de todo el país. La necesidad de importación de cereales en la campaña comercial 2001/02 (noviembre/octubre) se pronostica en 93 000 toneladas, más del 50 por ciento de las cuales en concepto de ayuda alimentaria.