Unas lluvias intensas y continuas caídas a partir de junio culminaron en grandes inundaciones al final de julio en el estado de Apure, en el sudoeste, dejando a más de 35 000 personas sin vivienda y anegando enormes extensiones de tierras agrícolas. Según los informes, ha habido algunas víctimas y la infraestructura, así como el ganado y los cultivos, han sufrido graves daños. Todavía no se dispone de una evaluación de los daños. Las inundaciones y la falta de agua potable en algunas zonas también han aumentado el riesgo de enfermedades. Se ha declarado un estado de emergencia regional y las instituciones nacionales e internacionales están prestando asistencia de socorro. Ha comenzado la recolección de las cosechas de cereales secundarios y se pronostica provisionalmente una producción de maíz superior a la media, mientras que la de sorgo debería ser ligeramente inferior a la media. Está en curso la recolección de la importante cosecha de arroz, cuya producción también se pronostica de nivel inferior a la media.