El retraso de las precipitaciones de la campaña secundaria unido a la intensificación de las hostilidades registradas en el norte de Uganda ha afectado gravemente a la situación en el suministro de alimentos de suerte que medio millón de personas necesitan inmediatamente asistencia humanitaria. El fracaso de las cosechas en la región nordoriental de Karamoja debido a las rachas secas prolongadas registradas en la única campaña agrícola de la región, terminada recientemente, ha agravado también las dificultades alimentarias.
En algunos distritos del país, como Mbarara, Nungamo y Rakai en el sudoeste de Uganda y Kotido, Moroto y Nakapiripirit en el nordeste, la situación de los pastizales ha empeorado debido a una grave falta de humedad. Pero la migración de ganado hacia las tierras de pastoreo de la estación seca ha sido mínima. Las precipitaciones caídas últimamente en el “corredor ganadero” del sudoeste han contribuido a reconstituir los recursos hídricos y los pastizales.
Los precios en general estables de los cultivos continúan favoreciendo el acceso de las familias a los alimentos. Pero la intensificación del conflicto y la inseguridad que reina en algunas partes del norte han desplazado a un gran número de personas, contribuyendo a engrosar la ya nutrida población de PDI. Actualmente, hay cerca de 1,5 millones de personas que reciben asistencia del PMA en varias partes del país.