FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 03/03 - CABO VERDE (28 de febrero)

CABO VERDE (28 de febrero)

Debido al retraso de la estación de las lluvias que demoró las siembras, y a las precipitaciones irregulares que se recibieron posteriormente, la situación de los cultivos de maíz, el único cereal que se produce, ha sido mala en la mayoría de las islas.

Una misión conjunta de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos del PMA y la FAO que visitó el país en octubre estimó la producción de maíz de 2002 en alrededor de 5 000 toneladas, obtenidas principalmente en la isla de Santiago (54 por ciento), y en la isla de Fogo (35 por ciento). Este volumen representa sólo una cuarta parte de la producción obtenida en 2001 y es semejante al de las malas cosechas obtenidas en 1997 y 1998. La misión estimó en 108 518 toneladas las necesidades de importación de cereales para la campaña comercial de 2002/03. Teniendo en cuenta las importaciones comerciales de cereales previstas en 33 250 toneladas y las 37 300 toneladas de ayuda alimentaria prometida, quedaría para el año un déficit total no cubierto de alrededor de 37 900 toneladas. Aunque también en los años de producción normal el país importa la mayor parte de lo que necesita para el consumo, la población rural, particularmente de las zonas semiáridas, podría verse gravemente afectada. El gobierno ha formulado un llamamiento internacional pidiendo asistencia.

En respuesta a dicho llamamiento y a raíz de la mala cosecha de cereales pronosticada para la parte occidental del Sahel, el 16 de diciembre de 2002 la FAO y el PMA emprendieron una operación de urgencia (OU) para Cabo Verde, Gambia, Malí, Mauritania y el Senegal. Sin embargo, hasta la fecha se han recibido muy pocas promesas. Una misión complementaria FAO/CILSS que visitó el país últimamente observó que el gobierno ya había comenzado sus programas infraestructurales con elevado coeficiente de mano de obra (FAIMO) financiados con cargo a los fondos de contraparte destinados a la ayuda alimentaria. Los programas FAIMO mejoran el acceso a los alimentos por parte de la gente pobre a través de la creación de miles de empleos, pero de resultas de la escasa respuesta de los donantes al llamamiento del gobierno no cuentan con la financiación necesaria.