FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 03/03 - MALAWI (28 de febrero)

MALAWI (28 de febrero)

Hasta ahora, las perspectivas para la cosecha de cereales de 2003, que se recogerán a partir de abril, son favorables gracias a unas lluvias en general buenas recibidas durante la campaña agrícola y a una disponibilidad considerablemente mayor de insumos agrícolas.

El comienzo de la estación de las lluvias se retrasó en casi un mes en las regiones maiceras del sur y del centro. Sin embargo, las abundantes lluvias generalizadas recibidas a mediados de diciembre permitieron las operaciones de siembra y de resiembra. Pese a las lluvias intensas caídas en enero cuando se produjo el ciclón Defina, en enero y principios de febrero las lluvias han sido favorables para el desarrollo de los cultivos. Las evaluaciones provisionales de los daños causados por las inundaciones indicaron que habían quedado afectadas 23 500 hectáreas de cultivos alimentarios, pero que gracias a un tiempo bueno registrado posteriormente se había recuperado alrededor del 50 por ciento de los cultivos. La situación de los cultivos de maíz, que se según las regiones oscilan entre la fase de la floración masculina y la de la formación de la mazorca y la maduración, es en general buena. Sin embargo, el tiempo seco imperante durante una semana al final de febrero estaba afectando a las partes centrales, que necesitan más lluvias. Las perspectivas son satisfactorias como consecuencia también de una considerable ampliación del programa gubernamental de distribución gratuita de insumos a cerca de 3 millones de familias, en comparación con las 1,8 millones del año pasado. Gracias a las distribuciones adicionales realizadas por ONG y otras organizaciones humanitarias, unidas a los suministros del mercado, en la presente campaña se dispone de una cantidad de fertilizantes sin precedente.

El pronóstico oficial provisional preparado en enero indicaba una cosecha de maíz de 2 millones de toneladas para 2003, muy superior a las cosechas menguadas del año pasado (1,5 millones de toneladas). El incremento previsto en la producción se debe a una expansión del 4 por ciento de la superficie plantada y a una recuperación de los rendimientos.

Como consecuencia de la menguada cosecha de cereales de 2002, y debido a una grave escasez de alimentos experimentada el año anterior, el gobierno importó 233 000 toneladas de maíz para vender a un precio subvencionado de 17 kwacha/Kg., además de 27 000 toneladas destinadas a la reserva estratégica de cereales para distribuir gratuitamente. La necesidad de ayuda alimentaria se estimaba en 208 000 toneladas de cereales, ya prometidas, y hasta el final de la campaña comercial 2002/03 (abril/marzo) se prevé la distribución de más de 200 000 toneladas. Además, se han importado extraoficialmente de Mozambique y Tanzanía cantidades considerables de maíz (estimadas en por lo menos 100 000 toneladas). Aunque estas importaciones cuantiosas han estabilizado los precios del mercado en torno a los 17 kwacha/Kg. durante la presente campaña comercial, a la próxima se arrastrarán grandes cantidades de existencias. Para finales de febrero se habían vendido solamente 25 000 toneladas de las 233 000 toneladas de maíz que el gobierno estaba ofreciendo a precios subvencionados a través de ADMARC. El gobierno prevé acrecentar la reserva estratégica de cereales hasta 100 000 toneladas, a la vez que está tratando de vender parte de las existencias remanentes. Es probable que la abundancia de existencias remanentes, unida a las previsiones de una buena cosecha, determine una fuerte baja de los precios y perjudique las siembras de la próxima campaña. Al final de febrero los precios del maíz estaban bajando en la mayoría de los mercados y se hallaban muy por debajo de sus niveles de hace un año.