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Percepciones de la cubierta forestal, de las plantaciones y de la propiedad en la zona de Jimma, Etiopía

K. Urgessa

Kaba Urgessa es Decano y Profesor de Silvicultura en el University College of Agriculture, Jimma, Etiopía.

Una alta proporción de los agricultores etíopes encuestados opinaron que la cubierta forestal estaba en rápido descenso y estarían interesados en plantar árboles, especialmente si se pudiera asegurar la propiedad privada de los árboles y los bosques.

La cubierta forestal de Etiopía ha sufrido una grave deforestación y degradación por la intensa explotación debida a la creciente demanda de leña y de tierras para la agricultura y el pastoreo (Lisanework y Mesfin, 1989). Las fuentes históricas dicen que a principios del siglo XX los bosques pudieron extenderse a unos 42 millones de hectáreas, es decir más o menos el 35 por ciento de las tierras del país (EFAP, 1994). Si se incluye el arbolado de la sabana, la estimación se eleva hasta alrededor del 66 por ciento del país. A mediados del siglo, el bosque restante cubría unos 19 millones de hectáreas, es decir el 16 por ciento de la superficie total de las tierras (EFAP, 1994). En 2000, la estimación de la cubierta forestal era solo del 4,2 por ciento (FAO, 2002).

El contenido de nutrientes de las cenizas y la movilización de algunos nutrientes del suelo elevan los rendimientos de los cultivos después de desmontar el bosque por corta y quema (Ehui y Hertel, 1992). Este hecho puede inducir a los agricultores incapaces de adquirir los necesarios insumos agrícolas a transformar cada año los bosques en tierras de cultivo. A consecuencia de ello, la deforestación ha producido en gran parte de Etiopía tanto una crisis energética como temores de desertificación en todo el país (Roundy, 1985). El agotamiento y la degradación de los bosques son una amenaza a la diversidad del ecosistema y una causa fundamental del descenso del nivel de vida en muchos hogares.

Se han emprendido proyectos de desarrollo para hacer frente a las complejas cuestiones de la deforestación, la degradación ambiental y la pobreza rural. Su éxito depende no solo de una comprensión de las condiciones biofísicas, sino también de una comprensión del contexto social, económico y cultural en el que operan (Awang, 1994). Para asegurar el éxito de tales proyectos, son muy importantes la participación popular y la garantía de los derechos de propiedad.

Para determinar en qué medida los habitantes tienen conciencia de los cambios en la cubierta forestal y conocer sus actitudes respecto a las plantaciones forestales y a la propiedad, se realizó una investigación en seis distritos de la zona de Jimma, en el suroeste de Etiopía, de 1991 a 1995. Se recogieron datos mediante cuestionarios de encuestas, entrevistas y observaciones. El estudio fue financiado por la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo del Centro de Investigación Forestal de Addis Abeba (materiales y asesoramiento técnico) y el Jimma College of Agriculture (materiales y servicios).

Los resultados confirmaron que una proporción significativamente extensa de los encuestados percibían el rápido descenso de la cubierta forestal en esas zonas, principalmente por la práctica general de la agricultura migratoria. El estudio reveló también que los agricultores tienen mucho interés en plantar árboles y son favorables a la propiedad privada de árboles y bosques. Aunque si ello no es el tema del presente artículo, se reconoce también la protección de la regeneración natural como complemento importante de la plantación de árboles para la rehabilitación de paisajes forestales degradados.

Un paisaje típico del suroeste de Etiopía: las operaciones extensivas de desmonte han dejado relativamente intacto solo el bosque en lo alto de la montaña

G. ALLARD


Corta y quema: el desmonte para dedicar las tierras a la agricultura fue la causa de deforestación más citada por los encuestados en el estudio de la zona de Jimma

G. ALLARD


METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

Se seleccionaron seis distritos, los de Mannakersa, Seka Chokorsa, Nada Dedo, Ghibe, Limmu y Didessa en la zona de Jimma (antes región de Illubabor), entre un total de 16 distritos, teniendo principalemente en cuenta su accesibilidad. En cada distrito se seleccionaron aleatoriamente seis asociaciones de campesinos representativas, y en cada una de ellas se tomaron al azar 20 familias para realizar una encuesta detallada casa por casa, lo que dio un total de 120 encuestados en cada distrito. Las excepciones fueron los distritos menos poblados de Seka Chokorsa y Nada Dedo, donde fueron entrevistados solo 100 y 60 encuestados respectivamente.


PERCEPCIONES POPULARES DE LA CUBIERTA FORESTAL

La percepción local de la situación de la cubierta forestal en los seis distritos se presenta en el Cuadro 1. Más de la mitad de los 640 encuestados estimaban que los recursos forestales de la zona menguaban rápidamente, mientras que solo el 7,7 por ciento (49 individuos) creían que la cubierta forestal crecía.

El descenso de los recursos forestales –y una consiguiente mengua de la productividad de la tierra y la falta de forrajes y piensos, así como de otros productos y servicios de los árboles– eran percibidos por los agricultores de casi todos los distritos. Según las respuestas de los agricultores, la cubierta forestal había sufrido daños más graves en los distritos de Nada Dedo y Ghibe que en otros distritos estudiados. Los cultivos anuales y la cría de ganado son las principales actividades agropecuarias en esos distritos, y ellas son la causa de que se hayan talado más bosques que en otros distritos. Los encuestados señalaron varias causas del descenso de recursos forestales (Cuadro 2). El cultivo migratorio, mencionado por casi el 80 por ciento de los encuestados, era la causa citada con más frecuencia. La tala para contener plagas animales como monos y jabalíes era el segundo factor importante en la destrucción de los bosques. En tercer lugar se ponía la fabricación de carbón vegetal.

CUADRO 1. Opinión de los encuestados sobre la situación de la cubierta forestal en la zona de Jimma en los últimos 15 a 20 años

Distrito

Número de encuestados

Porcentaje de las respuestas

   

Igual que antes

En descenso gradual

En descenso rápido

En aumento

No sabena

Mannakersa

120

11.7

28.3

50.8

5.8

3.3

Seka Chokorsa

100

26.0

24.0

43.0

6.0

1.0

Nada Dedo

60

1.7

23.3

73.3

0

1.7

Ghibe

120

0.8

20.8

76.7

1.7

0

Limmu

120

10.8

35.0

51.7

2.5

0

Didessa

120

6.7

44.2

21.7

25.8

1.7

Total

640

9.8

30.0

51.3

7.7

1.3

a Esta columna corresponde a agricultores que sabían poco o nada sobre la zona porque su asentamiento en ella era muy reciente.


CUADRO 2.
Razones citadas para la disminución de los recursos forestales

Distrito

Número de encuestados

Número de respuestas (porcentaje de los encuestados)

 

 

Cultivo migratorio

Desmonte para el pastoreo

Desmonte para alejar plagas

Extracción para uso industrial

Fabricación de carbón vegetal

Plagas y enfermedades

Otras

Total de respuestas

Mannakersa

120

90
(75.0)

3
(2.5)

15
(12.5)

4
(3.3)

16
(13.3)

0

27
(22.5)

155

Seka Chokorsa

100

69
(69.0)

2
(2.0)

24
(24.0)

5
(5.0)

20
(20.0)

1
(1.0)

27
(27.0)

148

Nada Dedo

60

56
(93.3)

13
(21.7)

15
(25.0)

2
(3.3)

9
(15.0)

0

0

95

Ghibe

120

110
(91.7)

20
(16.7)

49
(40.8)

3
(2.5)

21
(17.5)

0

2
(1.7)

205

Limmu

120

104
(86.7)

26
(21.7)

50
(41.7)

9
(7.5)

20
(16.7)

0

10
(8.3)

219

Didessa

120

79
(65.8)

6
(5.0)

15
(12.5)

19
15.8)

20
(16.7)

2
(1.7)

37
(30.8)

178

Total

640

508
(79.4)

70
(10.9)

168
(26.3)

42
(6.6)

106
(16.6)

3
(0,5)

103
(16,1)

1000


ACTITUDES DE LOS AGRICULTORES RESPECTO A LA PLANTACIÓN DE ÁRBOLES Y LA PROPIEDAD

Se estudiaron en los seis distritos las actitudes de los agricultores respecto a la plantación de árboles (Cuadro 3). Los resultados indicaron claramente que los interesados en plantar árboles eran una parte mayoritaria de los encuestados, alrededor del 84 por ciento. El interés por las plantaciones era alto sobre todo en los distritos de Nada Dedo y Ghibe, tal vez porque ambos distritos habían perdido la mayor parte de su cubierta forestal a consecuencia de los cultivos migratorios.

Estos resultados muestran que los agricultores han considerado ya las ventajas de plantar árboles, quizás a consecuencia de la aguda escasez de leña y de madera para aperos de labranza y viviendas rurales. Por ejemplo, los agricultores de Etiopía han empezado a utilizar paja y excrementos animales como combustible a falta de leña (Centro Internacional de Ganadería para África, 1985, citado en Nair, 1993). Esto ha tenido otras consecuencias graves, como la falta de paja y estiércol con fines agrícolas, con la consiguiente pérdida de fertilidad y estabilidad del suelo.

Sin embargo, es posible que los agricultores no se decidan de inmediato a plantar árboles, ya que se precisan ciertas condiciones previas para animarlos a apostar por las plantaciones. Una de estas condiciones es una forma de la propiedad que se considere favorable, respaldada por un compromiso político del Gobierno.

El estudio determinó también el tipo preferido de propiedad sobre los árboles para que las plantaciones tengan éxito (Cuadro 4). Una importante mayoría de los encuestados (93,1 por ciento) eran favorables a la propiedad privada, y muy pocos (3,3 por ciento) preferían la propiedad comunal, tal vez porque la actual política económica del país no es propicia para las plantaciones comunales.

Las observaciones sobre el terreno mostraron que los agricultores no solo deseaban plantaciones forestales privadas, sino que prestaban menos atención a los árboles o bosques comunales plantados anteriormente. Esto puede deberse a que los agricultores desconfiaban de los derechos de propiedad que se solía atribuir el Gobierno, en virtud de los cuales no se reconocía a los terratenientes el derecho a utilizar libremente sus árboles. Según Beyene (1996), el sistema vigente de tenencia reducía considerablemente el interés de los agricultores por cultivar árboles en sus terrenos. La seguridad de los derechos de propiedad sobre las tierras en general y los árboles en particular es esencial para determinar si las poblaciones van a recibir los beneficios (Bruce y Fortmann, 1988). Por ello, además de un sistema más seguro de tenencia de la tierra, la adjudicación de tierras comunales a quienes no las tienen y a agricultores marginales el reconocimiento de derechos de propiedad más permanentes e individuales mejorarían probablemente las condiciones de vida de la población rural y contendrían la degradación del medio ambiente.

No obstante, conviene observar que la tenencia de la tierra no es el único factor para decidir la rehabilitación o la inversión en tierras. Las prácticas de pastoreo abierto de rebaños de toda la aldea, por ejemplo, pueden comprometer el éxito de una plantación forestal aun cuando se confirme la propiedad o el derecho de acceso de la población a la tierra. La modificación de las prácticas culturales de pastoreo, y no solo de tenencia de la tierra, sería una condición previa para el éxito de una plantación forestal. Pero la modificación de las prácticas culturales de pastoreo tendría a su vez una serie de ramificaciones.

CUADRO 3. Respuestas de familias sobre su interés en plantar árboles seleccionadas por muestreo

Distrito

Número de encuestados

Porcentaje de respuestas

   

No

Sin tierras

Mannakersa

120

81.7

15.0

3.3

Seka Chokorsa

100

83.0

17.0

0

Nada Dedo

60

93.3

6.7

0

Ghibe

120

89.2

10.0

0.8

Limmu

120

77.5

20.8

1.7

Didessa

120

84.2

4.2

1.7

Total

640

84.1

14.5

1.4


CUADRO 4. Tipo de propiedad preferido por los encuestados

Distrito

Número de encuestados

Porcentaje de respuestas

Privada

Comunal

Indiferente

Mannakersa

120

87.5

5.8

6.7

Seka Chokorsa

100

93.0

6.0

1.0

Nadda Dedo

60

100.0

0

0

Ghibe

120

95.0

3.3

1.7

Limmu

120

95.0

1.7

3.3

Didessa

120

91.7

1.7

6.7

Total

640

93.1

3.3

3.6


CONCLUSIÓN

El descenso de los recursos forestales de la zona de Jimma y el aumento de la demanda de productos y servicios forestales han hecho que se produzca un enorme desequilibrio entre los escasos recursos disponibles y la demanda de productos forestales. Las poblaciones agrícolas son las perjudicadas y también las beneficiarias potenciales, por lo que es vital su participación en la planificación, la conservación y el uso de los recursos forestales.

El estudio resumido en este artículo indica claramente que los habitantes de la zona de Jimma se daban cuenta del rápido descenso de la cubierta forestal, siendo la causa principal la agricultura migratoria, seguida por las talas para alejar las plagas animales y la fabricación de carbón vegetal. Para superar estos problemas, los encuestados mostraron gran interés por la plantación de árboles, pero la propiedad privada de árboles y bosques parece ser una condición deseable para la realización de plantaciones. La propiedad privada podría ser imposible en el actual contexto político nacional. No obstante, la tenencia de la tierra confirmada y la posibilidad de su transferencia a la generación siguiente, aun cuando la propiedad siguiera siendo estatal, pueden tener en gran medida la misma influencia sobre la inversión en tierras que la propiedad privada. Los problemas de la tenencia de la tierra son objeto actualmente de un debate nacional.

Bibliografía

Awang, K. 1994. Response to users’ needs in forestry education, with special reference to technical and socio-economic aspects of silviculture and management teaching in the Asia-Pacific region. En Enseñanza forestal. Nuevas tendencias y perspectivas, p. 72-87. Estudio FAO: Montes N° 123. Roma.

Beyene, T. 1996. Agro-forestry for intensive and sustainable agriculture: the problem of farm size and ownership in its realization, and policy implications – the case in North Wollo. Presentado en la segunda conferencia de la Sociedad de Economía Agrícola de Etiopía, Addis Abeba, 4 de octubre.

Bruce, A. y Fortmann, L., eds. 1988. Whose trees? Boulder, Colorado, Estados Unidos, Westview Press.

Ehui, S.K. y Hertel, T.W. 1992. Testing the impact of deforestation on aggregate agricultural productivity. Agricultural Ecosystem and Environment, 38(3): 205-218.

Ethiopian Forestry Action Programme (EFAP). 1994. The challenge for development. Final report, Vol. 2. Addis Abeba, Etiopía.

FAO. 2002. Evaluación de los recursos forestales mundiales 2000 – Informe principal. Estudio FAO: Montes N° 140. Roma.

Lisanework, N. y Mesfin, T. 1989. An ecological study of the vegetation of the Harena forest, Bale. Sinet: Ethiopian Journal of Science, 12(1): 63-63.

Nair, P.K.R. 1993. An introduction to agroforestry. Dordrecht, Países Bajos, Kluwer Academic Publishers.

Roundy, R.W. 1985. Environmental productivity in pre-revolutionary Ethiopia: perennial vegetation resources. Discussion Paper Series No. 33. Montreal, Canadá, Centre for Developing-Area Studies, McGill University.

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