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Ordenación del recurso micológico en la comarca de Pinares de Soria-Burgos.

Fernando Martínez Peña y Raúl García Cid 1


Resumen.

En otoño de 2001, se realizaron 248 encuestas a recolectores de hongos en la comarca de Pinares de Soria-Burgos (España), con el fin de aportar información para ordenar el recurso micológico en esta zona tradicionalmente forestal de 128 833 hectáreas, donde las masas de Pinus sylvestris son los bosques dominantes. Las principales especies recolectadas fueron Boletus edulis, Boletus pinophilus y Lactarius deliciosus, cuyo aprovechamiento se realizó libremente, sin control administrativo, ni contraprestación económica alguna para la propiedad forestal. El 37% de recolectores locales fueron de carácter comercial y el 100% de recolectores foráneos no comerciales, los cuales visitaron la comarca 2,8 veces al año, permanecieron 2,9 días/visita y recolectaron 1,7 kg de hongos al día. El 94% de recolectores foráneos utilizaron servicios turísticos (hoteles, restaurantes, casas rurales, etc). Se observó una demanda de ordenación del recurso micológico por parte de los recolectores, así, el 56% de locales pagarían 0,95 euro/día y el 66% de foráneos 6,01 euros/cesta y día, para contribuir a financiar los gastos de vigilancia y gestión que dicha ordenación generaría. Finalmente, se presenta el grado de aceptación que tendrían las algunas propuestas de gestión que pudieran derivarse de un futuro Plan Comarcal de Ordenación del Recurso Micológico en esta zona.


Introducción.

El uso comercial de hongos silvestres comenzó hace unos 50 años en la comarca de Pinares de Soria-Burgos, lo que supuso una nueva fuente de ingresos para la población local. En 1960 se fundó la empresa Arotz de transformación de setas y productos delicatessen, consiguiendo un prestigio importante en el mercado internacional. A esta empresa le siguieron otras como Tohersa o Conservas Iberia.

Inicialmente, los propietarios y gestores forestales no dieron importancia al aprovechamiento micológico, marginándolo de la ordenación del monte y sacrificando la posible percepción de ingresos a la que tenían derecho. En los últimos años, la importancia alcanzada por el turismo micológico ha llegado a duplicar el número de recolectores en estos bosques (Martínez 2002a), lo que es percibido positivamente por el sector turístico, pero con recelo por la población local, los propietarios y gestores forestales y las empresas de transformación que observan los perjuicios comerciales y ambientales que está produciendo la ausencia de ordenación.

Los primeros trabajos que trataron de cuantificar la producción de hongos en esta comarca los inició Oria (1989), ofreciendo unas cifras de producción de Boletus edulis y Boletus pinophilus, entre 7 y 50 kg/hectárea. Más tarde, Fernández (1994), realizó estimaciones puntuales que oscilaban entre los 36 y 40 kg/ha de hongos comestibles. Por último, Martínez (2002a), estimó en 19 kg/ha la producción de Boletus edulis y Boletus pinophilus en Pinar Grande, poniendo de manifiesto una gran variabilidad interanual, que osciló entre 4 kg/ha de 1995 y 37 kg/ha de 1997.

En 1997 la Junta de Castilla y León inicia el estudio del aprovechamiento micológico en la comarca, para estimar la presión recolectora, características, tipos, opiniones, hábitos y rendimientos de los recolectores, así como el valor económico comercial y recreativo generado por la recolección de hongos y el impacto de ésta sobre las especies fúngicas implicadas (Martínez 2002a, García Cid 2002). Más tarde, Lucas y Martínez (2001) proponen un modelo de ordenación del recurso micológico, en el que se sigue trabajando, fruto del cual se ha realizado el primer anteproyecto de ordenación comarcal del recurso micológico en Castilla y León (García 2002).

En este trabajo, se profundiza en el conocimiento de los recolectores, del aprovechamiento y del turismo micológico de la comarca. En particular, se estudia el grado de sensibilización de los recolectores frente a diferentes propuestas de ordenación micológica así como la disposición a pagar para contribuir a financiar los gastos de gestión y vigilancia que dicha ordenación generaría.

Material y métodos.

El estudio se localiza en la comarca de Pinares, zona de gran tradición forestal de 128833 hectáreas situada en el Sistema Ibérico Norte, provincias de Soria y Burgos, España.

Esta comarca, comprendida entre los 1000 y 2229 metros es cabecera del río Duero. El 70 % del territorio son bosques, principalmente masas puras de Pinus sylvestris, que se mezclan con Pinus pinaster, Quercus pyrenaica y Fagus sylvatica. El 17% son pastizales de distinta tipología que sostiene una ganadería fundamentalmente vacuna de aptitud cárnica y ovina. La agricultura es testimonial (1,4% del territorio). Los suelos, asentados sobre materiales del Cretácico Inferior, son principalmente cambisoles húmicos de carácter ácido. La zona se encuentra dentro de la Región Mediterránea, piso supramediteráneo con ombroclima de subhúmedo a húmedo (Rivas 1984).

La propiedad forestal es municipal, generalmente montes de utilidad pública, gestionados por la Junta de Castilla y León. El aprovechamiento principal es la madera, seguido del sector ganadero, la caza y un turismo creciente muy ligado al atractivo del bosque. El aprovechamiento micológico está hoy muy extendido, tanto por el valor comercial de la recolección y transformación industrial de Boletus edulis, Boletus pinophilus, Lactarius deliciosus, Cantharellus cibarius, Tuber nigrum, etc, como por el número creciente de turistas que acuden a estas zonas atraídos por su riqueza micológica.

La población es de 15899 habitantes (12,3 habitantes/km2) con una tendencia de carácter regresivo aunque más atenuada que en otras zonas cercanas. La renta familiar disponible por habitante es de 8433 euros anuales. Y el sector turístico cuenta con 876 plazas hoteleras, 157 de turismo rural y 4722 plazas de campamentos y 57 restaurantes (Junta de Castilla y León 2001).

La toma de datos se hizo mediante encuestas a los recolectores de hongos locales y foráneos en "El Amogable", un cruce de pistas forestales muy transitado por recolectores en Pinar Grande, monte de utilidad pública de 12533 hectáreas representativo de los bosques de Pinus sylvestris de la comarca. En este monte, la producción media de Boletus edulis es 19 kg/ha y el número de recolectores oscila entre 383 recolectores/día (fines de semana) y 113 recolectores/día (resto de semana). Los recolectores son en un 60% locales (provincias de Soria y Burgos) y el resto foráneos (12% Madrid, 10% País Vasco, 5% Aragón, 5% Cataluña, 3% Rioja, 2% Navarra, 3% resto de España) (Martínez 2002a).

El procedimiento de realización de encuestas, consistió en detener aleatoriamente vehículos en tránsito por "El Amogable" los sábados-domingos y miércoles comprendidos entre el 6/10/01 y el 17/11/01, coincidiendo con la campaña micológica otoñal. El horario de encuesta fue 12:30 a 15 horas y 16:30 a 19 horas, momento en el cual los recolectores se retiran del monte con sus cosechas en sus vehículos bien para almorzar o bien por llegar el anochecer. Una vez detenido el vehículo el entrevistador se presentó y procedió a realizar el cuestionario al conductor.

Dadas las diferencias existentes entre recolectores locales y foráneos (Martínez 2002a), se utilizaron dos formatos de encuesta, el primero (figura 1) con preguntas sobre especies recolectadas, comercialización, grado de aceptación de algunas propuestas de ordenación del recurso micológico y la disposición a pagar para contribuir a financiar las necesidades de vigilancia y gestión que dicha ordenación requeriría. En el segundo (figura 2) dirigido a los foráneos se añadieron otras preguntas para valorar el turismo micológico.

Para el análisis de datos se utilizó estadística descriptiva y no paramétrica mediante Statgraphics Plus 4.1. De las variables cuantitativas, se estimó la media y su desviación típica. De las cualitativas, sólo se obtuvieron porcentajes muestrales.

Resultados.

Se realizaron 248 entrevistas a recolectores, 180 a locales de los que el 77,3% aceptaron contestar y 68 a foráneos con un porcentaje de contestación del 95,8%, lo que indica una elevada tasa de respuesta si comparamos con otros estudios de valoración que utilizan encuestas personales, siendo aceptable hasta un 20-30% de observaciones rechazadas (Campos y otros 1996).

Recolectores de hongos locales (provincias de Soria y Burgos):

Las principales especies recolectadas fueron: Boletus edulis y Boletus pinophilus por el 92,8% de los recolectores, Lactarius deliciosus por el 70,6%, Tricholoma equestre por el 11,1%, Cantarellus cibarius por el 8,9% y otras por el 20,6%.

El 63,1% de locales fueron no comerciales (destinan la mayor parte de sus cosechas al autoconsumo) y el 36,9% fueron comerciales (destinan la mayor parte de la cosecha al mercado local de compraventa en fresco). El 54,5% venden sus cosechas al mejor postor, el 25,8% a compradores locales y el 19,7 % a industrias de transformación de la zona.

En cuanto al grado de aceptación de distintas propuestas de ordenación del recurso micológico las opiniones los recolectores se detallan en la figura 3.

Respecto a la disposición a pagar para contribuir a financiar los gastos de vigilancia y gestión que generaría la ordenación del recurso micológico, estimado a partir del pago de un porcentaje de las ventas realizadas, se obtuvo que el 43,6% de locales no contribuirían económicamente a este fin, el 43,0% contribuiría con un 5% del valor de sus ventas y el 13,4% con un 10% de dicho valor.

Recolectores de hongos foráneos (resto de España):

Las principales especies recolectadas se detallan en la figura 4. Los rendimientos medios de recolección en 2001, año cuya producción micológica fue un 13% menor que el año medio (Martínez 2002b), fueron 0,53 | 0,06 kilogramos de hongos comestibles por recolector y hora. Las cantidades medias diarias recolectadas fueron 1,68 | 0,21 kg/recolector y día. En la figura 5 se detallan los resultados por comunidades autónomas.

El 100% de foráneos se declararon no comerciales. Y el grado de aceptación de distintas propuestas de ordenación se detalla en figura 6.

El 45,8% de foráneos declararon tener la recolección de hongos como principal motivo para visitar la comarca. El número medio de visitas al año fue 2,8 y la estancia media por visita 2,9 días. Las diferencias por comunidades autónomas se resumen en la figura 7. Respecto a los servicios turísticos utilizados, se resumen en la figura 8.

En cuanto a la disposición a pagar para contribuir a financiar los gastos de vigilancia y gestión que generaría la ordenación del recurso micológico, estimado a partir del cobro de un permiso de recolección cuyas condiciones se especifican en la figura 2, el 13,4% pagaría 13,02 euros por cesta y día, el 26,9 pagaría 6,01 euros por cesta y día, el 25,4% pagaría 2,83 euros por cesta y día y el 34,3% no estaría dispuesto a pagar nada para ese fin. Señalar, que no se encontraron diferencias significativas en la disposición a pagar ni según el nivel adquisitivo ni según procedencia (p>0,05, test de Kruskal-Wallis).

Discusión.

En esta comarca, la riqueza micológica proviene de los montes de utilidad pública y propiedad municipal gestionados por la Junta Castilla y León. La recolección implica al 62,5% de la población local (Martínez 2002a) y, generalmente, se realiza sin control de cantidades, ni especies, ni tamaños mínimos, ni existen periodos hábiles de recolección, ni zonas vedadas, ni los propietarios exigen autorización para recolectar o contraprestación económica como ocurre en otras zonas (Hosford y otros 1997; Palm y Chapela 1997 y Pilz y otros 1999). Si bien, existe un Decreto autonómico 130/99 que regula las prácticas de recolección y define un marco legal incipiente en el que encaja la regulación del aprovechamiento en montes de utilidad pública.

El 36,9% de los recolectores locales fueron comerciales y realizaron la compraventa en 65 puntos distribuidos por la comarca (García Cid 2002) Estudios previos realizados en 2000 cifraban dicho porcentaje en el 49,3% (Martínez 2002a), lo que supone un descenso del 12,4% de recolectores comerciales. Esto puede ser explicado por el descenso del precio de Boletus edulis y la incorporación progresiva de estas especies a la gastronomía local.

Sólo de Boletus edulis y Boletus pinophilus se recolectan 620,7 toneladas anuales de las que se comercializan 346 (Martínez 2002a). El 54,5% de los recolectores vendieron sus cosechas al mejor postor, que generalmente fueron compradores ambulantes irregulares sin control sanitario, ni fiscal, lo que supone una competencia desleal frente a las empresas conserveras de la comarca, que se está tratando de solucionar. Esta situación contrasta con otras zonas donde existe mayor control administrativo de la comercialización (Schlosser y Blatner, 1995).

El resto de la recolección se destina principalmente al autoconsumo, destacando las 183,4 toneladas anuales de Boletus edulis y Boletus pinophilus recolectadas por foráneos (Martínez 2002a). Estos turistas micológicos visitaron 2,8 veces al año la comarca y permanecieron 2,9 días por visita. El 93,6% utilizaron algún servicio turístico lo que generó un valor económico cuya estimación queda pendiente para futuros trabajos.

Se estima que, durante los fines de semana, existe capacidad para recolectar el 150% de la producción de Boletus edulis en zonas de alta presión recolectora y que en 7 días sólo maduran el 14% de los carpóforos (Martínez 2002a). Este grado de explotación cuyas consecuencias a medio o largo plazo desconocemos, nos hizo plantear, apelando al principio de la prudencia, distintas propuestas de ordenación que se sometieron a la opinión del recolector. Algunas como la P4 (figura 6) fueron valoradas positivamente por el 51,7% de locales y por 66,2% de foráneos y podrían aplicarse en una primera fase, otras como P3 fueron rechazadas por el 59,8% de locales y apoyadas por el 57,4% de foráneos, lo que requeriría campañas de sensibilización antes de su aplicación.

Se observa una clara demanda de ordenación del recurso micológico por parte de los recolectores, siendo los foráneos los más concienciados. Así el 56,4% de recolectores locales y el 65,7% de foráneos estarían dispuestos a pagar para contribuir a financiar los gastos de vigilancia y gestión que la ordenación del recurso generaría. Considerando los rendimientos de recolección y precios a pie de monte estimados en Martínez (2002a) dicho 56,4% de locales pagarían 0,95 euros/día y el 65,7% de foráneos 6,21 euros por cesta y día.

Conclusiones.

El 36,9% de los recolectores locales de Pinares fueron comerciales, es decir, destinaron la mayor parte de sus cosechas a la compraventa en fresco que se realizó en 65 puntos distribuidos por la comarca. El 63,1% de los locales y el 100% de los recolectores foráneos fueron no comerciales, destinando la mayor parte de la cosecha al autoconsumo. Se percibe cierta tendencia a disminuir el porcentaje de recolectores comerciales que puede ser explicada por el descenso del precio de Boletus edulis y por la progresiva incorporación de estas especies a la gastronomía local.

Los recolectores foráneos visitan la comarca de Pinares 2,8 veces al año y permanecen 2,9 días por visita, en 2001 recolectaron 1,68 kg de hongos por día sin contraprestación económica alguna para la propiedad forestal. Sin embargo, el 93,6% de dichos recolectores utilizó algún servicio turístico de la comarca, el 35,5% restaurantes, el 37,1% hoteles y el 6,5% casas rurales. El 11,3% de los foráneos no pernoctó en la comarca.

Existe una demanda de ordenación del recurso micológico por parte de los recolectores, de forma que el 56% de locales pagaría 0,95 euros/día y el 65,7% de foráneos 6,01 euros/cesta y día, para contribuir a financiar los gastos de vigilancia y gestión que dicha ordenación generaría.

Las distintas propuestas de gestión sostenible y planificación del aprovechamiento que se derivasen de un futuro Plan Comarcal de Ordenación del Recurso Micológico, tendrían distinto grado de aceptación entre los recolectores locales y foráneos. Algunas, como la prohibición de recolectar carpóforos de Boletus edulis viejos y muy jóvenes (diámetro del sombrero<4cm), podrían ser aplicadas en una primera fase, pues fueron aceptadas por el 51,7% de locales y el 66.2% de foráneos. Otras propuestas requerirían de campañas de sensibilización social antes de ser aplicadas, especialmente en la población local.

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1 Departamento de Investigación Forestal de Valonsadero. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Castilla y León. Apdo. 175, 42080 Soria, España. E-mail: [email protected]