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0957-C3

Coordinación Pública y Participación Social en el Sector Forestal

Pedro Ernesto del Castillo Cueva


I. SUMARIO

El objetivo de este documento es llamar la atención sobre la necesidad de ver al sector forestal como parte importante del desarrollo rural, sacarlo de su aislamiento tradicional y lanzarlo como un elemento fundamental, no el único, para detonar el bienestar social de los que habitan las áreas forestales. Propone transitar del concepto de desarrollo forestal sustentable al de desarrollo rural en áreas forestales.

Lo anterior implica poner en centro de cualquier acción forestal al hombre y no al recurso, en todo caso, la sustentabilidad es un medio casi ineludible para alcanzar ese objetivo, pero no un objetivo en si mismo.

No hay duda de que este enfoque tiene mayor sentido y razón en países como México en donde las áreas forestales están pobladas y los recursos en un 95% son propiedad privada o social y sólo un 5% son del gobierno. (Ver anexo No. 1) No obstante, puede ser válido y útil también para los otros países en donde el recurso forestal en su mayoría es público pero la actividad forestal invariablemente se desarrolla en forma aislada del resto de los sectores y de la población. También para aquellas naciones que reciben del exterior grandes proyectos de plantaciones comerciales, que operan como verdaderos enclaves, con casi nulos beneficios para la población local.

Todo lo anterior sugiere un cambio de enfoque de las políticas forestales en boga actualmente en el mundo. Exige una integración casi cronometrada con los programas de desarrollo rural, una coordinación estrecha con las instancias oficiales responsables de sectores vinculados, una concertación permanente con el sector social y privado y un esquema desconcentrado y descentralizado en la concepción y operación de las políticas orientadas al sector.

La Declaración de Antalya, Turquía, en sus puntos 5 y 6 llama la atención sobre la necesidad de adoptar enfoques transectoriales reconociendo que “muchas de las causas, y por consiguiente de las soluciones, a la deforestación y a la degradación de los bosques se sitúa fuera del sector forestal”. Hace un llamado en el punto 6 para “trabajar en una asociación abierta y participativa con todas las partes involucradas, incluyendo las organizaciones no gubernamentales, el sector privado, las comunidades locales, los pueblos indígenas, los pobladores del bosque, los propietarios forestales y todos aquellos afectados por políticas y decisiones forestales y de otros usos de la tierra”.

Se desconoce el avance logrado a nivel mundial desde el último Congreso a la fecha en estos propósitos, y no es el objeto del presente trabajo hacer una evaluación sobre el asunto; lo que si puede resultar interesante es saber que en México se instrumenta una política forestal con importantes y novedosos elementos de integración, participación social y descentralización de acciones en materia forestal. Experiencia que sin duda resultará de interés para muchos países del mundo en donde el desarrollo rural no es posible sin el desarrollo forestal y este último no tiene ninguna posibilidad de incidir en el bienestar común, si no se vincula y coadyuva a detonar las otras variables del desarrollo rural.


II. EL AISLAMIENTO DEL SECTOR FORESTAL

Por las características propias de la cosecha forestal que no es un producto de primera necesidad o que pueda ser consumido por la población sin un proceso previo de transformación y por muchas otras razones que habremos de desentrañar, la actividad forestal en lo general se ha desarrollado bajo esquemas cerrados, poco transparentes, con beneficios para unos cuantos y la mayoría de las veces, con una absoluta falta de respeto a la sustentabilidad de los recursos. El resultado, una descalificación generalizada de la actividad forestal como una opción productiva, por parte de la sociedad en su conjunto.

Pocos países en el mundo pueden presumir que su población está involucrada, directa o indirectamente, en la actividad forestal. Finlandia puede ser un caso en donde lo forestal está metido en toda la sociedad, sea en la economía, en la política en la cultura, en las artes etc. En la mayoría de países el aprovechamiento forestal se realiza muy a pesar de la opinión pública.

La cerrazón histórica forestal y su estela de destrucción derivo en una reacción mundial a través de una fuerte corriente ambientalista que tuvo su manifestación última en la Cumbre de Río, en donde se acuñó el concepto de sustentabilidad como precondición para el aprovechamiento forestal.

Es sabido que estrictamente hablando un programa de manejo forestal parte del principio fundamental de sustentabilidad, no obstante, los involucrados en esta actividad, en especial los profesionales forestales, prefirieron aceptar la reiteración (manejo forestal sustentable) y continuar con los esquemas cerrados en lugar de, cuando menos, intentar explicar a la sociedad que los recursos forestales son renovables, que su aprovechamiento técnicamente adecuado, mas que medrarlos los incrementa. Prefirieron seguir cerrados sin compartir con la sociedad su ciencia y transformarla en una verdadera cultura forestal.

La pelea ecologistas-forestales la perdieron estos últimos y la sociedad perdió la oportunidad de conocer al sector forestal por dentro, las técnicas que lo sustentan y las evidencias de que quizás la mejor forma de preservar es aprovechando racionalmente el recurso.

Proliferaron corrientes ecologistas a ultranza que con su actitud poco informada, aceleraron aun más la destrucción, al restringir o satanizar el aprovechamiento legal, incrementándose en el mundo las formas clandestinas e ilegales de aprovechamiento forestal. Se alentó más lo que se quería evitar. Las cifras de la FAO son muy elocuentes en este sentido.

Un mínimo de la sociedad conoce los métodos silvícolas. Hablar de motosierras, cuñas, cables aéreos para corta direccional, motogrúas, etc., es equivalente a hablar de narcotráfico. En pocos países se ha promovido la cultura forestal y en su lugar se promueve la cultura ecológica. Prevalece el concepto urbano del árbol, sobre el árbol como recurso renovable capaz de generar empleos, ingreso, bienestar, además de las mejoras en la calidad genética y en la productividad de las áreas arboladas.

La condición cerrada y aislada de la actividad forestal está presente en el mundo actual. En países como México en donde las áreas forestales, como ya se dijo, son de particulares y están habitadas por 12 millones de Mexicanos, los aprovechamientos forestales estuvieron concesionados a terceros hasta 1986, los dueños de la tierra y el bosque, en el mejor de los casos, fueron solo espectadores y en el peor, se ocuparon de apurar el derribo y destrucción de la masa forestal para dar paso a la agricultura y ganadería, únicas actividades permitidas y alentadas por el gobierno en esas áreas. Resultado, los mayores grados de marginalidad, cuarto país en el mundo en depredación, ausencia de silvicultores y una fuerte desinformación de la sociedad sobre lo que es la actividad forestal.

El sentir general de la sociedad sobre el sector forestal es que se trata de una actividad aislada (territorialmente), parcial (sólo considera la madera), poco transparente (la rigen normas que no son del dominio público), controvertida (hay quien piensa que es necesario aprovechar para preservar y quien cree exactamente lo contrario), no integrada verticalmente (la cadena productiva empieza en la transformación y no en la producción silvícola), desvinculada de otros sectores productivos (en su mayoría se provee de su propia infraestructura y poco se detiene en analizar los impactos hacia o desde los sectores agropecuarios, salud, educación, ecología, turismo, etc.), y sobre todo, con beneficios para unos cuantos y perjuicios para muchos.

Los países en donde los recursos en su mayoría son públicos, se repite el esquema cerrado. La autoridad forestal establece la relación con las grandes empresas forestales, conviene los términos del aprovechamiento y se realiza sin mayor involucramiento de la sociedad. Los grandes proyectos trasnacionales de plantaciones comerciales son aún más cerrados. Llega la empresa, se establece, corta y los beneficios locales pueden sintetizarse en una renta simbólica de las tierras y unos cuantos empleos.

III. DIEZ ACCIONES PARA LA APERTURA Y EL POSESIONAMIENTO DEL SECTOR FORESTAL

1. Cruzada Mundial por la Cultura Forestal, resaltando el carácter renovable de los recursos forestales y el papel de la silvicultura en su preservación, incremento y mejoramiento. Destacar la diferencia entre cultura forestal y la cultura ecológica y entre la reforestación urbana y la reforestación rural.

2. Transparencia en el Manejo de los Recursos Forestales, informando y haciendo participar a la sociedad y a las distintas instancias de gobierno en las decisiones de aprovechamiento de los recursos forestales. Todo esto, creando foros de consulta y de decisión en todos los niveles.

3. Lograr Sinergias positivas a favor de la actividad forestal, que hagan concurrir acciones y recursos de dependencias federales, estatales y municipales hacia el sector forestal, reconociendo que una buena parte de sus problemas se resuelven fuera del sector.

4. Vincular la actividad foretsal con el Desarrollo Rural Sustentable, focalizando acciones en áreas forestales con marcado rezago social e integrándose éste, como una pieza más de los programas de desarrollo de las comunidades rurales.

5. Formar cuadros Profesionales con visión integral, reforzando los programas de estudio en las escuelas forestales, en los componentes; social y de desarrollo rural.

6. Instrumentar Programas de Postgrado sobre manejo silvícola, con la participación de profesionistas de otras especialidades (economistas, biólogos, agrónomos, administradores, etc.)

7. Exigir a las grandes compañías plantadoras del mundo, un programa paralelo de desarrollo social en las áreas donde operan y una mayor vinculación con los proyectos locales de desarrollo rural.

8. Concientizar a la Sociedad de los Servicios Asociados al Bosque, del pago por su cuidado y conservación y de la necesidad de que los programas de manejo forestal consideren todo el espectro y no sólo el aprovechamiento de madera.

9. Promover esquemas que favorezcan la integración de la Cadena Productiva Forestal, desde el monte hasta el producto terminado y su comercialización y persuadir a la industria a instrumentar programas de desarrollo de proveedores.

10. Prever fondos de los organismos multilaterales para inducir el reacomodo de comunidades asentadas en áreas de vocación forestal, que acabaron el recurso por practicar actividades agropecuarias y cuyo futuro es una marginación creciente y un demérito exponencial de los recursos naturales.

IV. LA EXPERIENCIA RECIENTE EN MÉXICO

Después de siglos de abandono del sector, en los años recientes, México vuelve los ojos a esta importante actividad como un asunto de seguridad y de prioridad nacional.

Si se actúa en las áreas forestales de México, se incidirá a favor de 12 millones de compatriotas marginados que ahí habitan, en más de 100 zonas críticas de tala ilegal, y en áreas aisladas que practican la siembra de estupefacientes. Se impactará favorablemente en los aspectos ambientales y se coadyuvará a equilibrar la balanza comercial forestal.

El modelo forestal mexicano es ordenado, con líneas claras de largo plazo, con programa sexenal y programas operativos anuales. Con una administración descentralizada y fuerte, una nueva legislación forestal; estímulos fiscales; instrumentos financieros modernos; presupuestos fortalecidos; esquemas de participación social plurales y activos que coadyuvarán a transparentar el aprovechamiento de los recursos forestales, descentralización de funciones a estados y municipios; sinergias con instancias federales que aportan recursos y comprometen acciones en el sector forestal; fortalecimiento institucional en los tres niveles de gobierno; participación activa en los foros de desarrollo rural sustentable; y, definición de fortalezas en mercados y productos e integración de cadenas productivas. Incide fuertemente en la formación de una auténtica cultura forestal y se redefine la función de los servicios técnicos forestales.

Las diez acciones para la apertura y posesionamiento del sector forestal tienen su laboratorio en México con resultados halagüeños en sólo dos años de trabajo.

Sólo unos datos: Se crea la Comisión Nacional Forestal como Órgano Público Descentralizado; (Ver anexo No. 2) se elaboró y está en su segundo año de operación el Plan Estratégico Forestal para México 2025, se instrumenta el Programa Nacional Forestal 2006; se adecuaron las reglas de operación de los programas de: Reforestación (PRONARE) para restaurar áreas, de Desarrollo Forestal (PRODEFOR) para crear silvicultores en bosques naturales, y el de Plantaciones Comerciales (PRODEPLAN), con énfasis en maderas preciosas y agrosilvicultura. Se aprobó la nueva Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable; se incrementó 10 veces el presupuesto orientado al sector con aportaciones públicas de los gobiernos federal, estatal y aportaciones de otras dependencias federales e inversiones privadas. (Ver anexos Nos. 3 y 4).

Se integraron y activaron los foros de participación social con los Consejos Forestales Nacional, Estatales y Regionales, (Ver anexo No. 5) Se integró al Desarrollo Rural Sustentable, participando en la Comisión Intersecretarial del mismo nombre. Con esto se alinearon las reglas de operación de los distintos programas, se definió conjuntamente la población objetivo y se focalizaron programas, potencializando recursos. Se promueve un Portafolio Financiero Forestal y se crea el Fondo Forestal Mexicano y se inicia el pago de Servicios Ambientales.

México empieza a vivir una nueva etapa forestal, una etapa de apertura y transparencia del sector que busca aprovechar sus potencialidades, dignificar los servicios técnicos y ofrecer esta opción como generadora de ingresos y bienestar para los campesinos marginados, mejorar el medio ambiente y contribuir firmemente al desarrollo económico del país.

BIBLIOGRAFÍA

1. Memoria del Congreso de ANTALYA, en Turquía.

2. Programa Estratégico Forestal para México 2025.

3. Programa Nacional Forestal 2001-2006.

4. Forest Trend, Revista, publicada en Washington.

5. Ricardo Correre y Larry Lohmamn, El papel del Sur, Plantaciones Forestales en Estrategia, Papelera Internacional.

ANEXOS

Anexo No. 1 Propiedad Mundial de los Bosques, en 24 de los primeros 30 países forestales.

COUNTRY

AREA IN MILLION HECTARES (PERCENTAGE OF COUNTRY TOTAL)

PUBLIC

PRIVATE

(by descending area of forest cover as identified by FAO 2001)

Administered by Government

Reserved for Community & Indigenous Groups

Community / Indigenous

Individual / Firm

Russian Federation 19

886.5

(100)

0.0

(0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Brazil 20

423.7

(77.0)

74.5

(13.0)

0.0

(0.0)

57.3

(10.0)

Canada 21

388.9

(93.2)

1.4

(0.3)

0.0

(0.0)

27.2

(6.5)

United States 22

110.0

(37.8)

17.1

(5.9)

0.0

(0.0)

164.1

(56.3)

China 23

58.2

(45.0)

0.0

(0.0)

70.3

(55.0)

0.0

(0.0)

Australia 24

410.3

(70.9)

0.0

(0.0)

53.5

(9.3)

114.6

(19.8)

Democratic Republic of Congo 25

109.2

(100)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Indonesia 26

104.0

(99.4)

0.6

(0.6)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Peru 27

n.d.


8.4

(1.2)

22.5

(33.0)

n.d.


India 28

53.6

(76.1)

11.6

(16.5)

0.0

(0.0)

5.2

(7.4)

Sudan 29

40.6

(98.0)

0.8

(2.0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Mexico 30

2.75

(5.0)

0.0

(0.0)

44.0

(80.0)

8.3

(15.0)

Bolivia 31

28.2

(53.2)32

16.6

(31.3)33

2.8

(5.3)34

5.4

(10.5)35

Colombia 36

n.d.


n.d.


24.5

(46.0)

n.d.


Tanzania 37

38.5

(99.1)

0.4

(0.9)38

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Argentina 39

5.7

(20.5)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

22.2

(79.5)

Myanmar 40

27.1

(100)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Papua New Guinea 41

0.8

(3.0)

0.0

(0.0)

25.9

(97.0)

0.0

(0.0)

Sweden 42

6.1

(20.2)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

24.1

(79.8)

Japan 43

10.5

(41.8)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

14.6

(58.2)

Cameroon 44

22.8

(100)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Central African Republic 45

22.9

(100)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Gabon 46

21.0

(100)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

0.0

(0.0)

Guyana 47

30.9

(91.7)

0.0

(0.0)

2.8

(8.3)

0.0

(0.0)

Total

2,803.2

131.4

246.3

443.0

Fuente: Forest Trends “Who owns the World’s Forests?”, Washington, D.C.

Anexo No. 2 Organigrama de la Comisión Nacional Forestal

Anexo No. 2 Diagrama de las principales relaciones interinstitucionales

Anexo No. 4 Organigrama Consejo Nacional Forestal

Anexo N. 5 Presupuesto Integrado Forestal 2002

PROGRAMA

APORTACIONES COMPROMETIDAS 2002

TOTAL

CONAFOR

ESTADOS

PRIVADAS

PRODEFOR

234.6

106.0

56.9

397.5

PRONARE

373.0

172.0


545.0

PRODEPLAN

495.8

40.0

123.2

659.0

SUELOS

57.1

41.3


98.5

SANIDAD

18.9

11.5


30.4

INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

29.7

22.4


52.1

PROCYMAF

24.3

3.8


28.1

CADENAS

9.0

8.0


17.0

EDUCACIÓN, CAPACITACIÓN Y OTROS

8.0

13.9


21.9

SUBTOTAL (2002)

1,250.4

418.9

180.1

1,849.5

PRODEFOR 2001

192.6

82.5

46.0

321.1

PRODEPLAN 2001

115.0


19.2

134.2

SUBTOTAL (2001)

307.6

82.5

65.2

455.3

$ NO REGIONALIZADO

225.2



225.2

INVERSIÓN TOTAL 2002

1,783.2

501.4

245.3

2,530.0

Fuente: Informe anual de la CONAFOR.