ERC/02/5




23ª CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA EUROPA

NICOSIA, CHIPRE, 29-31 de mayo de 2002

Tema 7 del programa

ORDENACIÓN SOSTENIBLE DE TIERRAS Y RECURSOS HÍDRICOS: LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Y PREVENCIÓN DE LA DEGRADACIÓN DE LAS TIERRAS
(Resultados del debate mantenido en la 32ª reunión de la Comisión Europea de Agricultura - CEA)

1. En el capítulo 12 del Programa 21, aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) que se celebró en Río en 1992, se definió la desertificación como la degradación de los suelos de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, entre ellos las variaciones climáticas y las actividades humanas. La desertificación afecta a la sexta parte, aproximadamente, de la población mundial, al 70 por ciento de todas las tierras secas, equivalente a 3 600 millones de hectáreas, y a la cuarta parte de la superficie total de tierras del mundo. Debido a diversos factores, la desertificación y la degradación de las tierras también se han agravado considerablemente en la Región Europea a lo largo de la última década.

2. Por ello, los Estados Miembros de la Región Europea decidieron incluir la cuestión de la desertificación y la degradación de las tierras en el programa de la 23ª Conferencia Regional de la FAO para Europa. Los Estados Miembros decidieron también debatir en primer lugar el asunto desde el punto de vista técnico en la 32ª reunión de la Comisión Europea de Agricultura (CEA), así como transmitir a la Conferencia Regional las conclusiones y recomendaciones pertinentes para su examen. Se prepararon dos documentos que, posteriormente, se presentaron a la CEA1.

3. La CEA acogió con agrado los dos documentos y el tema dio lugar a un debate interesante y animado, durante el cual los Estados Miembros:

“a) reconocieron que la desertificación y la degradación de las tierras deberían considerarse cuestiones complejas y deberían tenerse presentes también los factores socioeconómicos. La tierra y el suelo constituyen el recurso natural más evidente para los medios de subsistencia de las sociedades humanas, ya que sirven de sustrato para la agricultura, la vivienda, los recursos hídricos, la diversidad biológica y el suministro de materias primas, entre otras cosas;
b) pusieron de relieve que era necesaria una actuación más integrada y coherente por parte de los gobiernos para combatir la degradación de las tierras y la desertificación;

    1. subrayaron que, para impedir la degradación del suelo y la cubierta terrestre, deberían aplicarse los tres convenios de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, la diversidad biológica y la desertificación (CMNUCC, CDB y CLD) en el marco de un enfoque integrado. Ello constituiría indudablemente una de las maneras más eficaces de incorporar los aspectos medioambientales en los programas de desarrollo, en particular el examen de los resultados y las propuestas del diálogo internacional sobre políticas del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques;
    2. pusieron de relieve que la degradación de la tierra no se limitaba solamente a los países del Mediterráneo, sino que afectaba también a los países de Europa septentrional y central, y que en esos países se estaban aplicando medidas y se estaban llevando a cabo un diálogo eficaz sobre las cuestiones relativas a la degradación de las tierras en el marco de la formulación de políticas agrarias; se observó que había muchos países de Europa central afectados y que deberían tenerse en cuenta dichas cuestiones en cualesquiera programas regionales;
    3. subrayaron que había muchos vínculos importantes entre los objetivos de la CLD, los de la cooperación para el desarrollo de la CE y las actividades generales de lucha contra la desertificación de la FAO, no sólo en la Región Europea, sino también en otras zonas del mundo gravemente afectadas por la degradación de las tierras, tales como los países ACP, América Latina, Asia y la cuenca meridional del Mediterráneo;
    4. pidieron que se formularan y aplicaran en los países afectados por la desertificación y la degradación de las tierras (tanto los del Anexo IV como los del Anexo V) planes de acción nacionales esenciales para la aplicación de la CLD (véase el Apéndice 1);
    5. pidieron que se proporcionara capacitación y se fomentara la creación de capacidad en los Estados Miembros con vistas a la aplicación de la Convención y de los planes de acción nacionales conexos;
    6. tomaron nota de la experiencia adquirida por algunos países en relación con la agricultura de conservación y la labranza mínima, que ofrecía algunas posibilidades interesantes para luchar contra la degradación de las tierras, e hicieron hincapié en que era necesario realizar más investigaciones y nuevos avances en el campo de la ingeniería. Los programas de investigación de la CE relativos a la degradación de las tierras y la desertificación previstos en el Quinto Programa Marco o las futuras actividades previstas en el Sexto Programa Marco podrían representar una forma de colaboración entre la CE y la FAO, en particular en la cuenca del Mediterráneo, en apoyo de la CLD;
    7. indicaron que los incendios forestales figuraban entre las principales causas de la degradación de las tierras y la pérdida de suelo y que se precisaban leyes para impedirlos y desalentar la obtención de cualesquiera beneficios mediante la especulación ilegal relacionada con los incendios, así como una mayor cooperación regional sobre este asunto;
    8. instaron a que se fortaleciera la cooperación entre países, organizaciones y ONG con objeto de lograr sinergias, así como de mejorar la vigilancia;
    9. alentaron a mantener la colaboración existente entre la FAO y la CLD, particularmente en el marco del Anexo IV de la Convención relativo a la Región Europea, y observaron que la FAO podría complementar y ampliar a otros países del Mediterráneo y del Anexo V las redes temáticas que se estaban creando en los países del Anexo IV, especialmente en lo tocante a proyectos de conservación;
    10. alentaron a que se reforzara la red de Silva Mediterránea, sirviéndose de la FAO como puente entre los tres continentes: Europa, Asia y África.

4. Dos Estados Miembros subrayaron que la producción oleícola en el sur de España y Portugal era una práctica agrícola especialmente apropiada y que no conducía a la desertificación y la erosión del suelo. Se trataba de un sistema de cultivo tradicional y adaptado que prevenía la desertificación incluso en plantaciones modernas intensivas, en las que se adoptaban medidas de conservación mínimas. Ambas delegaciones pidieron que se hiciera la modificación apropiada del párrafo 19 del documento (ECA/32/02/2)2.

5. La Comisión estimó además que la FAO tenía que desempeñar una función muy importante en la lucha contra la desertificación, aprovechando su experiencia técnica en cuestiones agrícolas y forestales.

6. La Comisión hizo suyas las recomendaciones formuladas en el documento (ECA/32/02/2). Además, consideró que, aparte de los países del Mediterráneo, los Balcanes y el Cáucaso, la FAO debería formular asimismo un proyecto regional global de base amplia para los países de Europa central, a fin de reforzar las actividades nacionales de lucha contra la degradación de las tierras y los efectos de la sequía, en cooperación con los organismos interesados.

7. La Comisión remitió las recomendaciones siguientes a la 23ª Conferencia Regional de la FAO para Europa:

      1. la FAO debería estar dispuesta a ayudar a los países que necesitaran asesoramiento en la formulación y aplicación de sus planes de acción nacionales, y debería ofrecer también asistencia a los países de la Región que necesitasen orientación para emprender actividades experimentales y proyectos de demostración en las zonas afectadas, teniendo en cuenta los diversos enfoques, las técnicas eficaces y las mejores prácticas conocidas y aprovechando la experiencia acumulada en la Región;
      2. la FAO debería aplicar activamente las recomendaciones del Plan de acción contra incendios, y en particular fomentar la concertación de acuerdos al respecto, estableciendo asociaciones entre los países para prevenir y combatir los incendios forestales;
      3. como se observaba en algunos de los informes presentados por países europeos en la Cuarta Conferencia de las Partes, se necesitaba asistencia externa para establecer y aplicar sistemas de vanguardia de vigilancia e información sobre la desertificación. El proyecto de evaluación de la degradación de tierras en zonas secas (LADA), que la FAO estaba ejecutando en cooperación con la Secretaría de la CLD y otros asociados, podría ofrecer un enfoque normalizado y un marco común de referencia para la evaluación de la desertificación, como paso para determinar el alcance real y la magnitud de los efectos biofísicos de los procesos de desertificación;
      4. los sistemas y los centros de intercambio de información eran de gran utilidad para la determinación de estrategias comunes y la cooperación técnica y científica. Entre las diversas esferas de acción posibles, los países del Anexo IV propusieron que se creara una red para el acopio, la evaluación y la divulgación de información sobre los conocimientos y prácticas tradicionales para salvaguardar la calidad del paisaje de la región. La FAO, en cooperación con otros asociados, debería prestar asistencia en la creación de esta red y en la clasificación y evaluación de los conocimientos tradicionales, así como de prácticas innovadoras que fueran inocuas para el medio ambiente y eficaces en función de los costos. Se debería considerar la posibilidad de adoptar el mismo criterio para lo acordado recientemente respecto de los países del Anexo V y otros países europeos afectados.
      5. la FAO debería intensificar sus esfuerzos para fomentar nuevos enfoques y estrategias de agricultura sostenible en Europa con vistas a prevenir, e incluso invertir, la degradación de las tierras y la consiguiente pérdida de la productividad ocasionados por diversos efectos negativos de la industrialización de la agricultura en Europa. Con ese objeto, es necesario revaluar y fortalecer, en colaboración con todas las partes interesadas, el potencial de la agricultura de conservación y la ordenación sostenible de los recursos hídricos y la ganadería. Los sectores público y privado, así como la sociedad civil, deberían participar en la revitalización de las políticas favorables al medio ambiente de la Comisión Europea”3.

8. La Conferencia tal vez desee hacer suyas las recomendaciones anteriores.

Apéndice 1:
Lista de países incluidos en los Anexos IV y V*** de la CLD

Países
Anexo IV*
Anexo V**
     
Albania
X
X
Armenia
 
X
Azerbaiyán
 
X
Belarús
 
X
Bulgaria
 
X
Croacia
X
X
Chipre
X
 
Eslovenia
X
X
España
X
 
Georgia
 
X
Grecia
X
 
Hungría
 
X
Italia
X
 
La ex República Yugoslava de Macedonia
 
X
Malta
X
 
Moldova
 
X
Portugal
X
 
Rumania
 
X
Turquía
X
 
_____________________________
* Francia y Mónaco son observadores del Anexo IV.
** Eslovaquia, Polonia y la República Checa están interesados en el proceso de consultas relacionado con el Anexo V.
*** Aún hay siete países de Europa central y oriental que no son miembros de la CLD (Bosnia y Herzegovina, Estonia, la Federación de Rusia, Letonia, Lituania, la República Federativa de Yugoslavia y Ucrania).

1 ECA/32/02/2-Rev.1 y ECA/32/02/2-Sup.1

2 El párrafo se ha modificado en consecuencia, y este es el motivo de la publicación del documento ECA/32/02/2-Rev.1

      1. 3 El texto entre comillas es un fragmento del documento ECA/02/REP.