Simposio Internacional sobre el Carbono Orgánico del Suelo

Mensajes clave

La importancia del carbono orgánico del suelo en el contexto del cambio climático y la seguridad alimentaria

El carbono orgánico del suelo (el carbono almacenado en la materia orgánica del suelo) es crucial para la salud y fertilidad del suelo así como para los servicios ecosistémicos, incluyendo la producción de alimentos hacienda su preservación y restauración esencial para el desarrollo sostenible.

A pesar de que nuestro clima cambie,  teniendo impactos negativos en la agricultura, los agricultores tendrán que producir hasta 60 por ciento más alimentos para el 2050 ya que la población mundial aumentará a nueve mil millones de habitantes. Para satisfacer estas necesidades, los suelos requieren ser lo más productivos posible.

Los suelos con un alto contenido de carbono son más propensos a tener una alta productividad y pueden filtrar y purificar mejor el agua. El agua almacenada en el suelo sirve como fuente para 90 por ciento de la producción agrícola mundial y representa alrededor del 65 por ciento del agua dulce del planeta.

El carbono orgánico del suelo juega un gran papel en el contexto del cambio climático y presenta tanto una amenaza como una oportunidad para ayudar a cumplir las metas fijadas en el Acuerdo de París.

El primer metro del suelo alberga a nivel mundial un estimado de 1 417 gigatones (Gt) de carbono – casi lo doble de la cantidad en nuestra atmósfera y docenas de veces de lo que es emitido cada año por la actividad humana. A mayor profundidad, el suelo contiene tres veces más carbono que la atmósfera.

El carbono orgánico del suelo es susceptible a cómo el carbono es manejado. Prácticas de gestión del suelo deficientes causan la pérdida de carbono/materia orgánica y liberación de gases invernadero.

Hasta ahora la degradación de los suelos del mundo ha liberado hasta 78 Gt de carbono a nuestra atmósfera.

  • La deforestación cause alrededor de 25 por ciento de la pérdida del carbono orgánico del suelo.
  • Los subsuelos (suelos bajo una profundidad de 20-30 cm, mayoritariamente con bajos contenidos de carbono) tienen un gran potencial para un mayor secuestro de carbono ya que pueden guardar hasta 760-1520 Gt de carbono adicional (Lorenz and Lal, 2005). 

Es necesario concentrar la investigación hacia la aptitud de ciertas prácticas de gestión del suelo que trasladan más carbono a una mayor profundidad como, por ejemplo, la utilización de cultivos con raíces profundas. Una técnica que entierra material cercano a la superficie rico en carbono a una gran profundidad es el arado profundo, a través del cual se pueden elevar los niveles de carbono hasta un 40 por ciento en 50 años (Alcántara et al., 2016)

Un mayor daño a las reservas de carbono del suelo a causa de prácticas insostenibles obstaculizarían los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura global este siglo, así evitando el incremento de inundaciones y sequías así como otros efectos negativos del cambio climático.

Mientras nuestro clima cambia, es probable que más carbono sea perdido a la atmósfera de lo que sea secuestrado en el suelo resultando en un efecto de retroalimentación entre la superficie terrestre y el clima que puede acelerar aún más el cambio climático.

Hotspots como suelos de turberas, permafrost y pastizales albergan la cantidad más alta de carbono orgánico y requieren por eso de particular protección.

Los beneficios de la acción

La gestión sostenible de los suelos y la restauración de tierras hace posible mitigar el cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria. El secuestro, el monitoreo y la preservación de carbono en los suelos puede también aumentar la resiliencia al cambio climático ya que una cantidad sana de carbono orgánico del suelo ayuda a las plantas a adaptarse.

La rehabilitación de suelos agrícolas y tierras degradadas puede capturar hasta 51 Gt de carbono de la atmósfera.

Sin embargo, el secuestro de carbono orgánico del suelo es un proceso lento y reversible. Las prácticas de gestión sostenible del suelo necesitan ser adoptadas a largo plazo. Los gobiernos necesitan apoyar a los usuarios del suelo para su implementación.

El Simposio Global sobre el Carbono Orgánico del Suelo reúne a la ciencia, la política y la comunidad del uso del suelo para impulsar la conservación del carbono orgánico del suelo y recarbonizar los suelos degradados.

El simposio pretende principalmente aumentar las acciones en tres áreas:

  • Medición, mapeo, monitoreo e informes de cambios en el carbono orgánico del suelo;
  • Promoción del secuestro de carbono orgánico del suelo para la adaptación al y la mitigación del cambio climático así como la neutralidad en la degradación de la tierra;
  • Preservación y restauración de las reservas de carbono orgánico del suelo en hotspots vulnerables