Cuando un proyecto recibe el financiamiento para eliminar existencias de plaguicidas obsoletos, se puede iniciar el transporte de estos al país en el que los plaguicidas serán destruidos.
Los residuos de plaguicidas son una forma de residuo tóxico extremadamente peligrosa. Esto significa que hay condiciones especialmente estrictas que regulan su transporte en el ámbito internacional. Todos los productos deben ser envasados tanto bajo las normas nacionales como bajo las Recomendaciones de las Naciones Unidas sobre transporte de mercancías peligrosas IMDG y UNECE). (por sus siglas en inglés)
Muy pocas de las existencias de plaguicidas obsoletos cumplen con las normas de envasado y etiquetado dispuestas por las Naciones Unidas para el transporte internacional y deberán por lo tanto ser envasados nuevamente y/o vueltos a etiquetar antes de que puedan ser transportados internacionalmente. En algunos casos, ciertos países tuvieron la iniciativa de re-envasar plaguicidas que estaban en contenedores deteriorados, con el fin de proteger a las personas y al medioambiente. Sin embargo, si no se utilizaron contenedores aprobados por las Naciones Unidas para las operaciones de re-envase inocuo, entonces la totalidad de estas existencias deberá ser envasada nuevamente utilizando contenedores aprobados por las Naciones Unidas, antes de ser expedidas. Es un gasto inútil de recursos, por lo que es muy importante realizar estas tareas siguiendo las normas desde el comienzo, recurriendo a servicios de expertos en la materia y utilizando materiales más caros pero apropiados. En la mayoría de los casos, esto supone la importación de contenedores. Todo esto requiere capacitación, supervisión y un permanente monitoreo de la salud de las personas que ejecutan los trabajos.
Este paso en el proceso general también requiere una profunda comprensión de las precisas especificaciones técnicas y los procedimientos burocráticos que deben respetarse, tal como están definidos en las convenciones y leyes internacionales. Los principales mecanismos que regulan el transporte de plaguicidas obsoletos son:
- La Convención de Basilea sobre control y eliminación de residuos peligrosos,
- El Código Marítimo Internacional sobre mercancías peligrosas (IMDG),
- El Convenio europeo relativo al transporte internacional de mercaderías peligrosas (ADR, por sus siglas en inglés),
- La Convención relativa a la seguridad y la salud en la agricultura,
- La Convención relativa a la seguridad en el uso de químicos en los sitios de trabajo.
Los países africanos que no tienen acceso al mar, y cuyos plaguicidas tienen que cruzar fronteras internacionales antes de poder ser embarcados, deben adherir a la Convención de Bamako sobre prohibición de importación de residuos peligrosos y el control de sus desplazamientos transfronterizos dentro de Africa.
