En el marco del desarrollo de la tecnología alimentaria, cada vez se prestan más servicios en los circuitos cortos alimentarios a través de herramientas informáticas: seguimiento de la producción, gestión de las parcelas, gestión del catálogo de productos, venta en línea a través de herramientas de comercio electrónico, facturación, contabilidad, etc.

Hoy en día, estas herramientas operan globalmente en una lógica de silos y, a pesar de la existencia de alguna interfaz de programación de aplicaciones (costosa de mantener), no se comunican lo suficiente entre sí (no son lo suficientemente "interoperables"). Como resultado, los interesados en el sistema alimentario se enfrentan a múltiples requisitos de entrada de datos, problemas de gestión de inventarios y numerosas operaciones manuales para compensar estas incapacidades de comunicación entre plataformas.

El objetivo del consorcio es apoyar, equipar y dar más espacio a los productores, los distribuidores independientes y los circuitos cortos, reuniendo a los actores de la cadena de suministro corta en torno a un "proyecto de interoperabilidad" entre plataformas de la cadena de suministro corta para que puedan comunicarse entre sí.

Al promover la cooperación entre los actores de la cadena alimentaria, la interoperabilidad refuerza las sinergias y la innovación dentro del ecosistema del circuito corto. De este modo, más allá de los servicios y modelos propuestos por cada uno, se puede trabajar conjuntamente para construir un sistema alimentario abierto y transparente, que permita la emancipación tanto de los productores como de los consumidores.