El uso de plaguicidas en la agricultura y los daños ambientales que conlleva están muy extendidos en gran parte del mundo. Los esfuerzos para mitigar estos daños se han centrado en gran medida en la reducción de la contaminación del agua y el aire por plaguicidas, ya que la escorrentía y la deriva de los plaguicidas son las fuentes más importantes de movimiento de los plaguicidas fuera del sitio. Sin embargo, la contaminación del suelo por plaguicidas también puede provocar daños ambientales.

Los suelos contienen una gran cantidad de organismos biológicamente diversos que desempeñan muchas funciones importantes, como el ciclo de los nutrientes, el mantenimiento de la estructura del suelo, la transformación del carbono y la regulación de plagas y enfermedades. Muchos invertebrados terrestres han disminuido en las últimas décadas. La pérdida de hábitat y la contaminación agroquímica debida a la intensificación de la agricultura han sido identificados como los principales factores causantes. 

Este informe revisa casi 400 estudios sobre los efectos de los plaguicidas en invertebrados no objetivo desde el estado de huevos, larvas o incubación en el suelo. La revisión abarca 275 especies únicas, taxones o grupos combinados de organismos del suelo, y 284 ingredientes activos de plaguicidas diferentes o mezclas únicas de ingredientes activos.

La revisión presenta amplias pruebas de que los plaguicidas suponen una grave amenaza para los invertebrados del suelo y para los servicios ecosistémicos esenciales que proporcionan. Dada la adopción generalizada y creciente de plaguicidas aplicados a las semillas y al suelo que suponen una amenaza particular para los organismos del suelo, existe un fuerte apoyo para incluir un análisis de la salud del suelo en el proceso de evaluación del riesgo de los plaguicidas en Estados Unidos.