Las abejas constituyen un elemento fundamental para el mantenimiento de los ecosistemas: la polinización. Desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad, asegurando la supervivencia de muchas plantas, potenciando la regeneración de los bosques, proporcionando sostenibilidad y adaptación al cambio climático y mejorando a su vez la calidad y el volumen de los sistemas de producción agrícola. De hecho, cerca del 75% de los cultivos del mundo que producen frutos y semillas destinados al consumo humano dependen, por lo menos en parte, de los polinizadores para mantener la producción, el rendimiento y la calidad. El término apicultura hace referencia a todas las actividades relacionadas con la gestión práctica de las especies de abejas sociales.

Estas guías pretenden ofrecer información y sugerencias prácticas para la gestión sostenible de las abejas en todo el mundo, cuyo uso puede aplicarse al desarrollo y la ejecución de proyectos.