En medio de los esfuerzos en curso para integrar la transformación de los sistemas agrícolas y alimentarios en el proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) convocó este evento paralelo el 3 de noviembre del 2021 al margen de las negociaciones de la COP 26. Los debates se centraron en las actividades actuales y en las posibles opciones futuras para la Labor conjunta de Koronivia sobre la agricultura (KJWA) que se estableció en la COP 23 en 2017. El evento fue organizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la FAO, Biovision, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Alianza de Biodiversidad Internacional y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).

El evento destacó que

• la alimentación de la humanidad requiere una transformación sistémica para crear resiliencia al cambio climático y proteger los suelos, el agua, los ecosistemas y los agricultores, lo que es muy diferente de la "revolución verde";
• los agricultores y los jóvenes deben ser incluidos y empoderados; y
• debe fomentarse la aplicación sobre el terreno de las decisiones de Koronivia.

Los ponentes pidieron que se mencione explícitamente la agroecología para determinar los proyectos de aplicación.

Genna Tesdall, del grupo de jóvenes de la CMNUCC (YOUNGO) instó a que se mencionara explícitamente la agroecología en los resultados del taller de Koronivia de la COP 26, haciendo hincapié en la seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria y una transición justa a nivel nacional e internacional. Fergus Sinclair, del Centro para la Investigación Forestal Internacional y Agroforestal Mundial (CIFOR-ICRAF) habló sobre las contribuciones de la coalición agroecológica a Koronivia.

Fabio Leippert, de la Fundación Biovisión, habló del potencial climático de la agroecología. Tras un vídeo introductorio, explicó que la agroecología puede crear medios de vida y sistemas alimentarios resistentes al clima y reforzar la mitigación a través de: la diversificación del paisaje, la mejora de la fertilidad de los suelos y la colocación de las personas como eje central. Concluyó que, para aprovechar al máximo el potencial transformador de la agricultura en relación con el cambio climático, hay que aceptar la complejidad; la cocreación de conocimientos, la innovación participativa y el desarrollo de capacidades son fundamentales; y la agroecología está cobrando impulso en numerosos ámbitos y países.