La agricultura en Senegal es predominantemente de secano. Esto, unido a patrones climatológicos cada vez más erráticos, plantea un riesgo cada vez mayor para los pequeños agricultores del país. El retraso en las precipitaciones reduce la duración de la temporada de cultivo; las lluvias torrenciales inesperadas pueden provocar la pérdida de semillas, de las capas superficiales del suelo y otros recursos, así como del trabajo invertido. Todo ello daña la seguridad alimentaria.

El proyecto Agroecología y Resiliencia, implementado por ActionAid y otras organizaciones, recopiló los datos que relacionaban los patrones irregulares de precipitaciones y reducción de las cosechas. En colaboración con los agricultores, se identificó la importancia de un sistema fiable de alerta temprana como herramienta fundamental para reducir el riesgo y adoptar medidas preventivas eficaces.

En colaboración con la Agencia Nacional Meteorológica y de Aviación Civil (ANACIM, por sus siglas en francés), ActionAid formó una red de colaboradores para diseminar la información meteorológica necesaria para los agricultores que les permite hacer frente a los fenómenos climáticos que amenazan al productividad agrícola.