Centro de conocimientos sobre agroecología

El proceso social

La agroecología, como conjunto muy variado y diverso de prácticas y sistemas locales en todo el mundo, es una construcción social y un concepto dinámico que se define colectivamente tanto dentro de una comunidad determinada como entre comunidades, a través de procesos de intercambios horizontales y continuo aprendizaje en conjunto entre los profesionales: productores de alimentos, procesadores, comerciantes, extensionistas, investigadores y consumidores comprometidos con la aplicación y promoción de sus principios fundamentales. Los intercambios horizontales de conocimientos locales (de agricultor a agricultor, de consumidor a productor, etc.) y el diálogo entre ellos, dentro y entre diferentes generaciones, sectores, culturas y tradiciones, son un elemento fundamental de la agroecología.

El conocimiento profundo, diverso y complementario disponible dentro de las familias y comunidades rurales sobre lo que funciona y lo que no, dentro de un territorio determinado, y el ingenio y la capacidad de los agricultores y pequeños productores de alimentos para innovar y adaptarse a través de la experimentación en la granja, el intercambio y el aprendizaje mutuo, es ampliamente reconocido como un componente central de la agroecología, lo que implica una profunda reconsideración de los enfoques convencionales de la extensión y la investigación rural.

Un gran número de productores de alimentos a pequeña escala de todo el mundo, incluidos campesinos, pastores, cazadores y recolectores, agricultores familiares, pescadores y pueblos indígenas, han sido durante siglos los custodios de las prácticas agrícolas ancestrales, los conocimientos y los sistemas alimentarios en contextos particulares basados en una visión holística de los ecosistemas y sus componentes. Esta comprensión está en la base de las estrategias de gestión sostenible de los recursos naturales basadas en los conocimientos de las personas y los derechos humanos, que buscan maximizar las sinergias positivas entre las especies y minimizar las externalidades negativas de las actividades económicas sobre el medio ambiente. Estos principios se han aplicado a lo largo de la historia y están en la base de los enfoques modernos de la agroecología.