Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

FAO junto a la Universidad Austral de Chile buscan potenciar el cultivo de macroalgas en América Latina

A nivel global, los volúmenes disponibles de macroalgas han crecido a tasas promedio de 5,69% anual entre 2010 y 2020. Sin embargo, en este periodo sólo el 1,4 % de la participación global de captura y cultivo fue de América Latina y el Caribe, por lo que las y los expertos coincidieron en la importancia de focalizarse e impulsar esta área en la región.

©FAO/Miguel Sepúlveda

27/06/2024, Puerto Varas

De acuerdo al reporte “El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2024”  por primera vez la producción acuícola de animales acuáticos superó a la pesca de captura. El mismo informe indica que el crecimiento continuo de la acuicultura debe ser más eficiente, más inclusivo, más resiliente y sostenible; y debe expandirse en regiones con déficit de alimentos, sin comprometer el medio ambiente.

En ese contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh), realizaron un encuentro regional denominado “Estado y perspectivas del cultivo de macroalgas en América Latina (ACUIALGAS)”.

La acuicultura de macroalgas marinas representa un sector industrial y de producción de alimentos capaz de contribuir significativamente al aumento de la seguridad alimentaria, mitigar el impacto climático, respaldar los medios de subsistencia, abrir oportunidades de negocios y proporcionar valiosos servicios ecosistémicos.

Este encuentro, de carácter regional, contó con la participación de 30 conferencistas expertos en diferentes aspectos de la acuicultura de macroalgas, provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y la República Bolivariana de Venezuela. como El taller fue liderado por los académicos de la UACh, Pedro Murúa y Ana Farias, y los oficiales de Acuicultura de la FAO, Alessandro Lovatelli y José Aguilar Manjarrez.

La discusión se centró en cinco pilares: la dimensión ecológica, ambiental, y de bioseguridad; el desarrollo tecnológico; la sustentabilidad social y económica; la consolidación de gobernanza; y la perspectiva para la alimentación y otros usos para los países de la región. A través de esto, lograron identificar cómo las estrategias y políticas existentes en la región pueden respaldar su desarrollo en América Latina.

“Ahora más que nunca hay un interés mundial en ayudar al desarrollo sostenible de esta industria. El encuentro generó una serie de recomendaciones para ponerlas en conocimiento de los países para que sepan qué es lo que recomiendan las y los expertos para guiar las acciones necesarias para su desarrollo”, declaró José Aguilar Manjarrez, Oficial de Acuicultura de la FAO en América Latina.

Carlos Molinet, director del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile, destacó los beneficios y usos que tienen las algas. “El uso de algas en la alimentación en Latinoamérica es algo ancestral, pero por diferentes razones se fue perdiendo. Ahora  con la globalización de la alimentación estamos reencontrándonos nuevamente con su consumo. Está demostrado que las algas son un superalimento y beneficiosas para nuestra salud”.

Además, Molinet resaltó su uso como aditivos de alimentos, el que se espera con el paso de los años pueda explotar su potencial en otras industrias de alto valor como la nutracéutica y farmacéutica.

La relevancia de macroalgas en el contexto global

Recientemente, la acuicultura de macroalgas marinas ha despertado interés debido a su potencial para abordar importantes desafíos medioambientales, sociales y económicos.

Las macroalgas son productores primarios que no solo ofrecen un cultivo con una baja huella ambiental, sino también una serie de servicios ecosistémicos. Estos incluyen la absorción del exceso de nutrientes en las aguas costeras y la creación de hábitats para otras especies marinas.

En cuanto a su actividad a nivel mundial, han experimentado una marcada tendencia al alza en los volúmenes disponibles, con un aumento promedio anual del 5,69 % durante el periodo 2010–2020. Sin embargo, en este periodo solo el 1,4 % de la participación global en el desembarque de macroalgas (captura y cultivo) correspondió a América Latina y el Caribe, disminuyendo a 0,1 % en el caso del cultivo.

La producción de macroalgas está bien posicionada para ofrecer medios de vida sostenibles, equitativos y resilientes a las comunidades costeras, y puede contribuir de manera significativa a las cadenas de suministro de alimentos a nivel nacional e internacional y tienen el potencial de transformar los sistemas alimentarios mundiales, al tiempo que mitigan los efectos del cambio climático.

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Hernando Hernández

Especialista de contenidos para ganadería sostenible, Sanidad y Biodiversidad Animal