FAO en Argentina

Ganadería regenerativa: la producción holística con Buenas Prácticas permite duplicar el rodeo

©Miguel Berretta y Pablo Borrelli
03/12/2022

Tres establecimientos agrícola ganaderos ubicados en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, están tratando de certificar un modelo que tiene muy en cuenta el cambio climático y el bienestar animal

La ganadería regenerativa se presenta como una herramienta dentro de las Buenas Prácticas Ganaderas. Ser regenerativo es ser productor de suelos, de materia orgánica. Para hacerlo hay que trabajar sobre los pastos y los animales. Un mejor suelo lleva a mejores forrajes y a una mayor producción ganadera.

Muchas de las formas de producir no implican necesariamente nuevas tecnologías. Son manejos basados en procesos biológicos con prácticas conocidas que ahora se miran de una manera integral. Es importante conocer las características del establecimiento donde se realiza la producción, conocer su oferta forrajera, estimar la carga animal que puede recibir, conocer las limitantes productivas del suelo, conocer y trabajar junto a las personas que realizan las tareas productivas, llevar registros de la producción.

El sistema de pastoreo implementado empieza con un presupuesto forrajero que se hace dos veces al año y que permite determinar la carga animal que puede soportar el establecimiento. Los lotes de animales están distribuidos en células y con el cálculo del forraje y la carga se programa las rotaciones. “El sistema holístico es lo que me permite ser regenerativo… o creer que lo soy, porque para decir que se regenera se debe demostrar y en eso estamos”, contó Miguel Berretta, un ganadero cuya familia hace más de 170 años que se dedica a la producción agropecuaria.

Según destacó María Julia Cabello, responsable del área de Desarrollo Rural Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), “esta información le permite al productor tomar decisiones en un camino hacia la sostenibilidad y estas formas de producir conllevan a que los productores se apropien del manejo de modo más integral, logren resultados productivos exitosos y quieran difundirla”.

Berretta explicó que un sistema holístico no es solo una técnica de pastoreo sino un método de toma de decisiones que implica pasar del clásico pensamiento lineal a uno global donde se contempla el “todo”. Una ganadería “bien hecha” puede llegar a ser muy rentable, en zonas de agricultura un poco más marginales. Permite superar márgenes económicos y ser parte del mejoramiento del suelo.

“No por ecología sino por economía me propuse hacer una ganadería de muy bajos insumos y buena producción que permitiera resultados económicos positivos y, sin darme cuenta, se mejoró el manejo animal y ambiental, y también el social con el cambio de responsabilidades del personal”, explicó. Y destacó que “tomando como base la durabilidad de las pasturas, totalmente amortizadas, y sin uso de agroquímico, con buen manejo del pastoreo pude aumentar la carga y en las mejores células con 2EV/ha destetado 2 terneros/ha y pude igualar los márgenes agrícolas de los buenos lotes”.

“Estudié agronomía y, sin terminar la carrera, me quedé a trabajar en el campo hace más de 30 años”, recordó Berretta. Mientras estudiaba tuvo la oportunidad de conocer al ingeniero agrónomo Jorge Molina que le inculcó el amor al suelo y con el ingeniero Alejandro Deregibus hizo un curso de manejo de pastizales naturales. “Empecé a hacer un manejo distinto, a aumentar la carga -aunque tímidamente- y a implementar el alambrado eléctrico en rodeos de cría, algo que no era muy usado”, contó.

Allan Savory y su experiencia para reverdecer el suelo
Rememoró que “en 2016, y sin saber bien quién era, fui a ver a Allan Savory cuando vino a la Argentina y se puede decir que fue amor a primera vista”, dijo sobre este naturalista y ganadero que planteó, a partir de sus experiencias y estudios en la sabana africana, un método alternativo para la gestión de los ecosistemas con el uso del ganado. “Después de la conferencia busqué bibliografía, miré la charla TED y en dos días estaba contactándome con Ovis 21 para anotarme en el Curso de Manejo Holístico.

Cree que tuvo “la suerte de empezar con la salida a campo en La Emma de la familia Sack y conocer un grupo humano fabuloso con el que sigo en contacto, así que a fines del 2016 ya me puse manos a la obra para cambiar totalmente el manejo. Me motivó mucho el grupo de personas que conocí que, confiando plenamente en el sistema, me han compartido su sapiencia y su entusiasmo”.

“Los lotes de animales están distribuidos en células y con el cálculo del forraje y la carga se programan las rotaciones; cada célula se compone de uno o varios lotes: los del establecimiento, con alambrado convencional, a su vez subdivididos en parcelas menores con alambrado eléctrico”, describió .Y detalló que “de ser necesario, se vuelven a subdividir con hilos electro plásticos, llegando a cargas instantáneas de 120 EV/ha con permanencias de 3 a 6 días en cada una, permitiendo regresar a las parcelas en unos 30 o 120 días luego de ser pastoreadas”.

Con respecto a la carga por hectárea no es igual en todas las células, variando entre 1 y 2 EV/ha, a la vez que los índices de preñez también varían pero con un promedio de 80%. Hace unos años con menor carga el índice era mayor al 90% pero a pesar de disminuir los índices la producción de terneros/hectárea es mayor y así también es mayor la cantidad de kg/ha producidos.

En relación a las pasturas, están implantando en lotes que estaban dedicados a la agricultura. La base forrajera son pasturas viejas, de más de 12 años y hasta de 30, que con el cambio de manejo rejuvenecieron, a la vez que también hay pastos naturalizados que aparecieron en lotes que fueron abandonados por la agricultura: resurgieron especies de forrajeras del banco de semillas y algunas de pastizal natural. Entre las especies presentes hay gramíneas como agropiro, festuca, cebadilla, ryegrass, sporobolus y otras; como leguminosas diferentes tréboles, blanco, rojo, melilotus blancos y amarillos, medicagos naturales, lotus tenuis y corniculatus.

“Hoy puedo decir que el cambio fue altamente positivo en todo sentido. Los establecimientos que manejo son agrícolas y ganaderos y siempre tuve como meta la integración de ambas producciones. Cuando empecé a implementar el sistema holístico me había puesto como meta incrementar el área agrícola aumentando el stock ganadero, lo que implicaba aumentar la carga”, relató Berretta.

Al inicio de todo el proceso hubo un tema que requirió especial atención y era la posible respuesta del personal al cambio de sistema de trabajo. Las tareas realizadas en forma conjunta y con capacitaciones fueron tomando confianza y hoy ya forman parte de la programación de los pastoreos y movimientos de los animales. A esto se le suma que el ganado se tornó más manso debido al contacto diario con el humano y rápidamente se acostumbraron a los cambios de parcela y los trabajos en los corrales.

“Con respecto a la naturaleza se aprecia el cambio en la infiltración del agua en el suelo y la resiliencia de las pasturas con los cambios climáticos, como las secas de verano otoño que se vienen sucediendo en los últimos tres años donde no solo no se disminuyó el stock ganadero sino que fue aumentando, todo lo cual demuestra que con tecnología de procesos y no tantos insumos podemos llegar a buenos resultados económicos y cuidando el ambiente”, aseguró.

El entusiasmo de los jóvenes impulsa la adopción de Buenas Prácticas Ganaderas

Pablo Borrelli es ingeniero agrónomo y gerente de Ovis 21, empresa B que también es el Hub Argentino de la Red Savory. Lo primero que dice es que la ganadería extensiva y la industrial son modelos que tienen relativamente baja rentabilidad y son vulnerables a los crecientes riesgos climáticos y de mercado. “Muchos productores perciben que esta manera de producir no tiene futuro, especialmente en un contexto de crisis por el cambio climático y serios cuestionamientos acerca del bienestar animal”, explica. “Hay productores que tienen conciencia de esta situación y están tomando acciones para ubicarse del lado de las soluciones; es notable cómo los jóvenes se entusiasman con esta propuesta, que les proporciona una oportunidad para volver al campo con un propósito trascendente”.

En la mayoría de los casos, detalla el especialista, el manejo holístico arranca con la infraestructura existente y no requiere inversión inicial y, a medida que el campo progresa y se vuelve más rentable, es el mismo campo el que financia el desarrollo de la infraestructura. “Cuando la cantidad de potreros o la provisión de agua es muy limitante, el plan de la tierra podría ser previo al comienzo de las planificaciones del pastoreo y es importante incluir al personal ya que cuando ellos participan de las planificaciones aumenta su compromiso y también la velocidad de aprendizaje”.

Una vez que comienzan a ejecutarse los planes, es esencial realizar un monitoreo de los resultados ya que la regeneración puede medirse a través del Protocolo EOV/GRASS, que permite cuantificar los cambios del suelo y la vegetación e indica si se está en la dirección correcta o se necesitan ajustes. “Esto se complementa con el monitoreo de la condición de los animales, los índices productivos y las finanzas; el concepto es tener la capacidad de detectar problemas tempranamente y poder corregir ante errores o cambios en las condiciones climáticas o de mercado”, resumió Borrelli.

 

La nota se publicó el 3/12/2022 en TN Campo