El martes 30 de Junio, La responsable de Área de Comunicación e Información, Silvina Ferreyra, quien además está a cargo de la sensibilización a la población de la iniciativa “SAVE FOOD”, expuso los puntos más importantes de dicha iniciativa, en el panel de “Nutrición 10 Hambre Cero” sobre  Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, en el congreso de MAIZAR. La expositora hizo un recorrido de los avances, a nivel mundial, regional y nacional, de los esfuerzos para evitar la pérdida y el desperdicio de este indispensable bien para la humanidad.

Ferreyra abrió su disertación con el objetivo estratégico de FAO nº4, que habla de crear un entorno propicio para el establecimiento de sistemas agrícolas y alimentarios más integradores y eficientes a nivel local, nacional e internacional, una de las principales prioridades para la Organización. Así mismo, resaltó que, a nivel regional, América Latina desperdicia el 6% del total de pérdida de alimentos en el mundo. Cifra que, aunque pareciera pequeña, puede representar un enorme cambio para la humanidad si se convirtiera en ahorro.  

A nivel Nacional, destacó la recientemente aprobada  Resolución MAGYP N° 392/2015, que  crea el Programa Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, y tiene como Autoridad de aplicación a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. (Dirección de Agroalimentos)              , y   el  PROYECTO FAO - TCP/ARG/3501: que actualmente se encuentra en ejecución y cuyo objetivo es: “Diseñar Metodologías adecuadas para evaluar, cualitativa y cuantitativamente, el desperdicio de alimentos de la Argentina en las etapas de distribución, comercio minorista y consumo en el hogar, como insumos para hacer el diagnóstico nacional.

La exponente resaltó las características ahorrativas del pueblo argentino, diciendo que “Los argentinos no tenemos que aprender a no desperdiciar los alimentos, porque ese es un valor que siempre ha estado en nuestras familias, así que no es algo que tengamos que instalar, sino simplemente recuperarlo, porque siempre ha estado en nosotros”. Finalmente, cerró su disertación con las palabras  del Papa Francisco, frente a los delegados de FAO: “La sobriedad no se opone al desarrollo, más aún, ahora se ve claramente que se ha convertido en una condición para el mismo” y agregó que esa debería ser nuestra motivación para desperdiciar menos.

A nivel mundial La FAO, el FIDA y el PMA lanzaron el año pasado la Comunidad de práctica sobre la reducción de las pérdidas de alimentos, que cuenta con el apoyo de las tres agencias de las Naciones Unidas con sede en Roma. Por su parte, La Comunidad de Estados Latinoamericanos Y Caribeños (CELAC) incluyó este importante tema dentro del plan de acción, aprobado en el año 2015, en Costa Rica, que se estructuró con base en pilares de SAN y líneas de acción. Su  Objetivo es: “Contribuir a alcanzar los resultados concretos que se traduzcan en mejoras significativas de la calidad de vida de los pueblos, dirigidas a la erradicación de la pobreza, especialmente la extrema, que garanticen la seguridad alimentaria y la nutrición, con enfoque de género y respetando la diversidad de hábitos alimentarios, para afrontar los desafíos de la seguridad alimentaria y la nutrición con vistas a erradicación del hambre y al disfrute del Derecho a la Alimentación, en especial de todos los sectores en situación de vulnerabilidad”.

Los demás panelistas fueron: el periodista Darío Guardado, quien hizo las veces de moderador; Alfredo Kasdorf,  de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, quien expuso la labor de los bancos de alimentos a nivel nacional, regional y mundial; Martin Fraguio, Director de Maizar, quien hizo un  análisis de los mercados, mostrando otra arista de este tema, como  el descalce que se produce entre la producción mundial y el comercio,  y  presentó una alternativa  para absorber los excesos y convertirlos en bioenergía, combatiendo la pobreza de esa manera, porque, como dijo, “combatir el hambre no es sólo producir alimentos”. Ricardo Hara, de  “Nutrición 10 Hambre Cero” habló sobre la articulación  entre seguridad alimentaria y el uso responsable de los recursos, destacando, también, el apoyo del Papa Francisco a esta iniciativa.