FAO en Argentina

Imágenes, conceptos y estereotipos sobre la mujer rural

09/09/2016

A sus 24 años, Patricio Dellagiovanna se convirtió en el delegado más joven de la Sociedad Rural Argentina en sus 150 años de historia. Su vida ha estado muy ligada a la agricultura y la ganadería y hoy en día, es Delegado Titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en el Distrito 3 y Miembro del Comité de Asuntos Agrarios del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).

Consciente del importante rol que desempeñan las mujeres en la agricultura, Patricio se animó a unirse a nuestra campaña “Mujeres rurales, motores del desarrollo”. En esta nota se reflexiona sobre los prejuicios, estereotipos y conceptos de la sociedad argentina a la hora de conceptualizar la imagen y el rol de las mujeres rurales argentinas.

¿Se puede hablar de la mujer rural, o es más apropiado hablar de las mujeres rurales?

El filósofo inglés Edmund Burke decía que los hombres, como criaturas de hábitos, generan lo que llamaba “prejuicios”, pero no lo definía como algo negativo, sino como ideas que se tienen sobre algo aunque no se conozcan del todo, pero que son fundamentales para generar hábitos y no tener actos inconexos. Los prejuicios son irracionales, a diferencia de las ideas sobre algo.

¿Qué imagen tiene la sociedad sobre la mujer rural?

La semana pasada se me ocurrió preguntarle a un grupo de mis alumnos en la universidad qué entienden por “mujer rural”. La idea de este ejercicio era ver cómo se representan sus (pre)juicios en imágenes. Ellas son las que luego construyen el imaginario colectivo que orienta los debates sobre cualquier temática en general, ya que pensamos en palabras e imágenes. Las respuestas que obtuve son interesantes: pava, mujer casera, cuentas, muchos hijos, trabajadora, peona, tostadas, laburante, señora aristocrática, abuela terrateniente.

¿Qué conclusiones extraes de este ejercicio con sus alumnos? ¿Qué estereotipos identificas?

Encontré tres visiones distintas de la mujer rural: ama de casa (pava, mujer casera, cuentas, muchos hijos, tostadas, cuentas), trabajadora del campo (trabajadora, peona, laburante) y mujer de la clase alta (señora aristocrática, abuela terrateniente). El hecho es que cada uno tenía una visión diferente del rol que ocupaba la mujer en el campo. Mi duda era si no estaban creando compartimentos estancos para definirlas.

La sociedad suele crear una imagen distorsionada sobre la mujer rural. ¿Cuál es en realidad su rol?

En base a la experiencia que tengo como delegado de la Sociedad Rural Argentina, el rol de la mujer rural ha cambiado bastante, convirtiendo a estas clasificaciones que antes eran rígidas en un sinnúmero de opciones intercambiables. Con todas ellas se podrían hacer díadas o tríadas tales como Señora Aristocrática – Tostadas y Laburante - Abuela terrateniente – Cuentas. Esto quiere decir que hay mujeres que pueden pertenecer a familias tradicionales pero aun así saber hacer tostadas y preparar el té sin asistencia de ningún mayordomo. Así como también, hoy día podemos encontrar a señoras ingresando a la tercera edad que han logrado un estándar de vida alto después de haber trabajado la tierra por muchos años y que la experiencia les ha llevado a saber manejar las cuentas de los negocios familiares.

Cuándo mencionas que “el rol de la mujer rural ha cambiado”, ¿a qué te referís exactamente?

La mujer rural en la Argentina ha sufrido una mutación, lo cual ha democratizado la estructura productiva al enseñarnos que el dinamismo del sistema permite el ascenso social, y que ciertos papeles desempeñados antaño, ya no son exclusivos para personas según la clase en la que han nacido. En nuestro país cada vez son más las mujeres que dirigen empresas agropecuarias, que se forman para liderar procesos productivos con grandes dividendos corporativos y que promueven emprendimientos innovadores con flujos de inversión millonarios. Todas ellas, sin embargo, no dejan de lado la familia, sino que son madres empresarias que optimizan el tiempo y alternan las tareas de la casa con sus maridos o compañeros de vida.

¿Qué papel ocupa la familia en el mundo rural argentino?

La familia constituye el núcleo central sobre el que gira la producción agroindustrial. Acorde a una edición de “Agropost” publicada en 2016 por el Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos de la República Argentina (CPIA), las pequeñas y medianas empresas agropecuarias son casi en su totalidad familiares. En ellas, la madre y las mujeres tienen un rol mucho más influyente sobre las decisiones tomadas de lo que se cree.

No obstante, todavía queda un largo trecho por recorrer en lo que respecta a cuestiones asociadas a los prejuicios de género, ¿no es así?

Son varios los que asocian a la mujer con tareas del hogar y al hombre con tareas de fuerza, como si la producción agropecuaria moderna siguiera siendo labrar la tierra con arados manuales tirados por bueyes. En consecuencia, se priva a la mujer de realizar determinadas tareas en el campo bajo la premisa de “carecer de suficiente potencia física”; algo tan subjetivo como irreal. Además, la situación impositiva de la mujer rural es muy distinta a la del hombre – generalmente, el hombre recibe con su salario todos los beneficios de la seguridad social, por estar legalmente inscripto en el registro de trabajadores mientras que la mujer tiende a no estarlo y a recibir una remuneración que no es transparentada ante las autoridades fiscales. Ello la convierte en una persona menos independiente, dado que el acceso a determinados derechos socio-laborales pende de su cónyuge.

¿Cómo podemos actuar para no seguir estereotipando a la mujer rural?

Basándome en la pequeña experiencia que tuve con mis alumnos, luego de un intenso debate, los estudiantes terminaron aceptando que las ideas que tenían fijas como imágenes eran obsoletas. Pero esto no cambiaba el hecho de que en pleno siglo XXI sigamos errando a la hora de conceptualizar a la mujer rural. Numerosos son los ejemplos de las mujeres que abundan en el agro argentino, que impulsan reformas productivas y hacen cuantiosos aportes con descubrimientos científicos que revolucionan la tecnología agrícola. Será un desafío para los agrodirigentes, los políticos y la sociedad civil en general, tomar la posta para promover este cambio de cultura cediendo espacios en favor de una mayor representatividad de las mujeres rurales.

*Por Patricio Dellagiovanna Gaíta, Licenciado en Relaciones Internacionales (UCA)

Links de interés

¡Únete a la campaña! Descarga el compromiso AQUÍ y envíalo firmado a [email protected]

Resumen campaña /Flickr FAO Argentina