La gastronomía sustentable desempeña un papel fundamental en el desarrollo sostenible, ya que promociona el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria, la nutrición, la producción sostenible de alimentos, el consumo responsable y la conservación de la biodiversidad.

El 18 de junio FAO se sumó a la celebración del Día Internacional de la Gastronomía Sustentable con la participación en un ciclo de charlas sobre el impacto ambiental y social de los alimentos. El evento, organizado por ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina) y liderado por el chef Santiago Macías Acuña, tuvo lugar en el Club Cultural Matienzo en Buenos Aires.

Elizabeth Kleiman, asesora en nutrición en FAO Argentina, destacó la importancia de promover prácticas alimentarias —producción, compra, preparación y consumo de alimentos— más respetuosas con el medio ambiente y la identidad alimentaria para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles.

“El desperdicio de alimentos provoca un derroche de recursos y energía y contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Solo para producir un vaso de jugo de manzana se usan 190 litros de agua”, advirtió Kleiman sobre los impactos ambientales, sociales y económicos del desperdicio de alimentos.

“Implementar una gastronomía sostenible es clave para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y lograr un mundo #HambreCero para 2030" concluyó Kleiman.

En esta jornada participaron Cristina Lescano (El Ceibo), Miryam Gorban (Cátedra Soberanía Alimentaria UBA), Franci Haimovici (El Merendugue), Matías Michelini (Vinos sustentable) y MAPO (Movimiento de producción Orgánica).

5 principios

Los principios que pueden orientar hacia una mayor sostenibilidad son los siguientes:

1. Mejorar la eficacia en el uso de los recursos es crucial para la sostenibilidad de la agricultura
2. La sostenibilidad requiere actividades directas para conservar, proteger y mejorar los recursos naturales
3. Una agricultura que no logra proteger y mejorar los medios de vida rurales y el bienestar social es insostenible
4. Reforzar la resiliencia de las personas, comunidades y ecosistemas es fundamental para una agricultura sostenible
5. Una alimentación y agricultura sostenibles necesitan mecanismos de gobernanza responsables y eficaces.

Consejos para no desperdiciar en casa

1) Planificá las compras. Diseñá el menú semanal con anticipación, en base a cinco comidas diarias. Armá la lista de compras en base a tu planificación. En el punto de venta, hacé un recorrido inteligente: empezá por los artículos de limpieza y perfumería, después los alimentos secos y no perecederos (fideos, harinas, aceites), luego los frescos o perecederos (frutas y verduras) y al final los refrigerados o congelados (lácteos, carnes). 

2) Organizá tus comidas. Utilizá las cantidades justas de ingredientes para el número de comensales que tengas. Al cocinar, sacá los ingredientes que vas a necesitar, preparalos con antelación y ajustá según las cantidades que indique la receta. Mantené ordenada la heladera para evitar que queden residuos de comida y alimentos estropeados. En la alacena, usá el sistema “primero en entrar, primero en salir” para empezar por los productos más antiguos.

3) Evitá tirar las sobras. Para bajar la temperatura de las sobras usá el baño María inverso (sumergir el recipiente con las sobras en otro recipiente con agua y hielo). Guardalas lo más rápido posible en recipientes con tapa o bolsas herméticas. Las de la heladera debés consumirlas durante los dos días siguientes y las del freezer dentro de los tres meses. Nunca vuelvas a congelar las sobras descongeladas.

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