FAO en Argentina

La FAO avanza en la protección de la biodiversidad marina en Argentina

22/05/2019

Según el último informe de la FAO sobre el Estado Mundial de la Biodiversidad para la Alimentación y la Agricultura, la base de nuestros sistemas alimentarios está cada vez más amenazada.

La diversidad biológica es la totalidad de las formas de vida del planeta, considerando los niveles genéticos, de especies y de ecosistemas. La misma tiene un valor intrínseco y es al mismo tiempo el soporte que permite el desarrollo y bienestar humano.

La biodiversidad para la alimentación y la agricultura (BAA) es el componente de la misma que, directa o indirectamente, contribuye a la producción agrícola y alimentaria en sentido amplio e incluye la agricultura, la ganadería, la forestación, la pesca y la acuicultura. 

 El mencionado informe, indicó que en los últimos años ha disminuido significativamente la diversidad de los cultivos, las poblaciones de insectos que controlan plagas y de los microorganismos del suelo. Debido a esto, la base de nuestros sistemas alimentarios está realmente amenazada.

Destaca a su vez que el 17% de las especies polinizadoras vertebradas están en peligro de extinción, el 33% de los peces están sobreexplotados y se han perdido enormes superficies de arrecifes de coral en todo el mundo.  Para revertir las alarmantes tendencias propone trabajar el manejo de la problemática a distintas escalas; establecer programas de monitoreo; abordar los faltantes de datos y conocimiento; fortalecer las capacidades y explorar opciones innovadoras para mejorar tanto el conocimiento como las tendencias observadas. 

Este análisis es el primero de tal magnitud y cobertura geográfica enfocado exclusivamente en la biodiversidad para la alimentación y la agricultura.  El mismo se basa en los aportes de más de 90 países (incluido Argentina) y 27 organizaciones internacionales.

El caso de Argentina

La República Argentina es uno de los países con mayor número de ecorregiones del mundo, (15 continentales, 2 marinas y 1 en la Antártida) que albergan una gran diversidad de ecosistemas, especies y recursos genéticos.  En materia legislativa que aborda esta temática, Argentina es parte de la Convención de Diversidad Biológica. Asimismo, cuenta con una Estrategia Nacional de Biodiversidad y su Plan de Acción 2016-2020, que se alinean a los compromisos asumidos y que define las principales acciones para promover un mayor conocimiento y valoración del patrimonio natural y de los servicios ecosistémicos que prestan.

La conservación de la biodiversidad, su uso sustentable y la distribución de sus beneficios en forma equitativa son los objetivos principales de la Estrategia. Mediante su implementación se procura alcanzar el 13 % de superficie mínima protegida del territorio nacional; el 4 % de cobertura de protección de zonas marinas y costeras de los espacios marítimos argentinos y aumentar un 20 % la superficie de protección actual de los humedales.

Por otro lado, la Ley Federal de Pesca (Ley N° 24.922), inspirada en las recomendaciones del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO, creó el Consejo Federal Pesquero (CFP) y regula la actividad pesquera. El Consejo promueve buenas prácticas de captura y manejo de las pesquerías, incluyendo las capturas máximas permisibles, áreas de veda, y tallas mínimas, entre otras. Asimismo, el país cuenta con diversos Planes de Acción Nacional, implementados gradualmente desde el año 2009, orientados a evitar la captura incidental e interacciones de las pesquerías con aves marinas, condrictios, mamíferos marinos y tortugas marinas.

En este contexto de desafíos ambientales globales y nacionales, surgió el proyecto Proteger la Biodiversidad Marina, Enfoque Ecosistémico de la Pesca y Áreas Protegidas, implementado por FAO y ejecutado por la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina.

El proyecto busca ampliar el conocimiento sobre los aspectos biológicos, ecológicos, sociales y económicos de los ecosistemas marinos y su biodiversidad, a fin de gestionar la protección de áreas claves para la biodiversidad y minimizar los impactos negativos de la pesca sobre la misma a través de la aplicación de un Enfoque Ecosistémico de la Pesca. De esta manera, contribuye mediante sus acciones, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 12 (producción y consumo responsables), 14 (vida submarina) y 17 (alianzas para lograr los objetivos).

A través de su primer componente, se está trabajando en el fortalecimiento de la capacidad de gestión y la protección de la biodiversidad costero-marina en áreas ecológicas clave, para mejorar el conocimiento de las áreas seleccionadas y las áreas marinas protegidas (AMP) existentes a fin de lograr una gestión eficiente mediante la elaboración de planes de manejo participativos y planes de financiamiento.

Con estas acciones se busca minimizar las amenazas sobre la biodiversidad marina mediante estrategias desarrolladas conjuntamente con las instituciones que poseen competencia en diversas materias, los interesados locales y representantes de los sectores productivos para validarlas, beneficiarse con su aplicación y consolidar el compromiso para su cumplimiento. El logro de este objetivo implica el fortalecimiento del marco institucional tanto regulatorio como operativo, de manera de contribuir a la construcción de capacidades que permitan la gestión efectiva de las AMP.

Asimismo, se busca generar información y promover la conformación de una red de organizaciones de investigación, agencias gubernamentales y organizaciones de la Sociedad Civil con capacidades mejoradas y trabajando en forma conjunta en el intercambio y análisis de aspectos científicos de la biodiversidad marina, las amenazas a la conservación y mejores prácticas de manejo para optimizar la eficacia de la gestión de las Áreas Marinas Protegidas.

 

El segundo componente del proyecto busca implementar el Enfoque Ecosistémico de la Pesca (EEP) en Argentina para la gestión sustentable de la pesca costera y marina. Esta perspectiva promueve una mirada amplia de las pesquerías, teniendo en cuenta el contexto socioeconómico particular en el que se dan. Por este motivo busca incorporar la mayor cantidad de variables que incidan en esa pesquería para que sea sostenible en el tiempo y que contemple elementos tanto del aprovechamiento del recurso, como aspectos sociales y ambientales.

En este sentido, la mirada se enfoca en el establecimiento de los contenidos mínimos del EEP para ser propuestos al CFP y luego incorporarlos en los marcos regulatorios del manejo de pesquerías; en el análisis de alternativas de incentivos del mercado para la aplicación del EEP y en el desarrollo de las capacidades del personal de instituciones involucradas en el manejo de pesca, autoridades provinciales y gremios pesqueros, incluyendo los mecanismos de gestión, control y vigilancia para la aplicación práctica del EEP.

Para lograr estos objetivos, se realizan capacitaciones específicas que fortalezcan a actores clave en relación a esta metodología, se está incrementando la información de base (en aspectos biológicos, económicos y sociales) de importantes pesquerías del país y apoyando la mejora de los sistemas de gestión de la información y monitoreo con los que cuentan las distintas instituciones nacionales.

Desde el proyecto se promueve además la implementación de buenas prácticas para mejorar la información sobre selectividad y medidas de mitigación de captura incidental que faciliten la toma de decisiones sobre la aplicación del EEP en los ámbitos público y privado.

Desde el punto de vista de la comunicación, el proyecto trabaja junto a instituciones nacionales y provinciales para asegurar que los temas sean incorporados en sus agendas y lograr un diálogo sobre los ejes planteados que trascienda los tiempos de ejecución del Proyecto.

Se busca además sensibilizar y aportar conocimientos a la ciudadanía sobre las características del mar argentino, de las actividades productivas que en él se desarrollan y en especial del rol fundamental de los actores de gobierno para el ordenamiento de las actividades y la gestión de Áreas Marinas Protegidas.

De esta manera, con una línea de trabajo transversal que abarca a todos los actores involucrados, se puede tener una mirada general y avanzar integradamente dando lugar a una estrategia sólida, sustentable y perdurable que no deje afuera ningún aspecto clave al momento de ser implementada.